El Estado Islámico redobla la purga en sus filas
Ejecuta a 24 miembros de la organización en Mosul por negarse a luchar o acusados de traición
Al menos ocho combatientes holandeses han sido asesinados en Siria por rencillas con otros departamentos del IS
Sus caudillos han redoblado en los últimos días la purga interna en las vastas zonas de Siria e Irak que conforman el califato.Al menos 24 personas han sido ejecutadas este lunes en Mosul, la segunda ciudad de Irak en manos del IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) desde junio de 2014.
Según fuentes del Partido Democrático del Kurdistán citadas por el medio kurdo Rudaw, han sido asesinados por "negarse a luchar para el grupo en el campo de batalla".
Entre los ajusticiados, figura Ahmed Abdulsalam al Obeidi, considerado el ministro de Finanzas del IS en la provincia de Mosul por el cargo de "traición". Su final coincide con las estrecheces económicas que comienzan a sentirse en la urbe tras los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra bancos y depósitos de armas y dinero de la ciudad.
Fuentes conocedoras de la situación denunciaron recientemente a EL MUNDO que -para detener la sangría- la organización ha reducido a la mitad el sueldo de los dirigentes y un 30% el de soldados y oficiales.
Además, 213 civiles han sido detenidos este lunes en una escalada de los arrestos y las ejecuciones mientras se incrementan los preparativos para la campaña militar que tratará de recuperar el control de Mosul con la intervención de tropas iraquíes suníes, "peshmerga" (soldados kurdos) y uniformados estadounidenses.
La semana pasada 11 altos cargos de la organización -entre ellos, un juez a cargo de un tribunal dedicado a dictar sentencias conforme a la "sharia" (legislación islámica)- fueron encarcelados bajo la acusación de felonía despachada por el líder del IS, Abu Bakr al Bagdadi.
En los últimos días el grupo que ha firmado decapitaciones, amputaciones o lapidaciones ha segado la vida del jeque Fawaz al Kadhim, un clérigo de la mezquita de Imam Ali, en el distrito de Yarmuk de Mosul, por desobediencia. El religioso llevaba detenido desde que los yihadistas irrumpieron en la villa en lo que parece una atroz estrategia de liquidar a los reos ante los reveses sufridos en la contienda.
La ejecuciones contra miembros del IS no acaban en suelo iraquí. En la vecina Siria, las huestes del califato asesinaron el pasado viernes a ocho combatientes holandeses tras ser acusados de "intento de deserción y motín", según la red de activistas "Raqqa está siendo masacrada en silencio". El crimen ocurrió en Maadan, localizado en la provincia de Raqqa, la capital "de facto" del califato.
El grupo advierte de que el incidente se produce como consecuencia de las tensiones entre 75 yihadistas de nacionalidad holandesa -algunos de origen marroquí- y agentes iraquíes de la inteligencia del IS.
El conflicto se inició cuando tres yihadistas fueron arrestados por el servicio secreto de la organización y uno de ellos fue golpeado hasta la muerte durante el interrogatorio. Para tratar de calmar los ánimos, la cúpula de IS en Raqqa envió un emisario que la célula holandesa asesinó como venganza. Tras la escaramuza, los combatientes holandeses han sido confinado en cárceles del grupo.
Las derrotas también amenazan la paz interna del IS. En Mosul han aflorado ya desavenencias entre los acólitos de Al Bagdadi. "Empieza a verse con claridad las divisiones que existen entre las tropas de Al Bagdadi y los batallones de Abu Omar al Shishani [yihadista checheno y ex sargento del ejército georgiano que opera como comandante del IS en Siria]", apuntó recientemente a este diario Said Mamuzini, ex dirigente del Partido Democrático del Kurdistán en la ciudad.
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