El “No se hagan bolas” de AMLO
07-11-2017 06:00 AM
El llamado que hiciera la semana pasada Andrés Manuel López Obrador a Ricardo Monreal para que no renuncie a Morena puso nerviosos a más de uno, y sobre todo a una, la jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum.
Parecía que el dueño de Morena jugaba con la posibilidad de bajar a quien ya había designado como candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
No era algo descabellado. En el 2011, López Obrador ungió desde un templete a Yeidckol Polevnsky como candidata del PRD al gobierno del estado de México y semanas más tarde colocó a Alejandro Encinas.
Pero el pasado fin de semana, López Obrador dejó claro que eso no ocurrirá con Sheinbaum, quien ahora puede respirar tranquila.
El pasado viernes, en La Yesca, Nayarit, López Obrador dijo ante reporteros: “yo admiro a Claudia Sheinbaum para que quede claro, desde luego hay quienes no la ven con buenos ojos, pero también se debe de garantizar el derecho a disentir, una cosa es que no les guste Claudia y otra cosa es que no sea nuestra representante, ella va a ser la coordinadora de Morena en la Ciudad de México”.
Agregó: “Claudia es excelente, en todos los campos, le tengo toda la confianza a Claudia Sheinbaum”.
Dos días después, en Villanueva, Zacatecas, fue todavía más claro: “Ya el proceso de elección de los coordinadores de organización en la Ciudad de México concluyó y nosotros tenemos como representante en la Ciudad de México... nuestra coordinadora es Claudia Sheinbaum, es una mujer inteligente, preparada, honesta, con convicciones”.
Estos mensajes de fin de semana de López Obrador equivalen a la famosa frase “No se hagan bolas, el candidato es uno”, atribuída al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, durante la campaña presidencial de 1994.
El candidato del PRI era Luis Donaldo Colosio, pero Salinas había jugado con la posibilidad de sustituirlo por Manuel Camacho Solís, quien como comisionado para la paz en Chiapas acaparaba más reflectores y más espacios en los medios que Colosio.
En una reunión privada con las cúpulas y principales liderazgos del PRI, el presidente Salinas dejó claro que no tenía pensado cambiar de candidato.
Involuntariamente, en los últimos días López Obrador emuló al personaje que más aborrece. En unos cuantos días, al hacer un llamado público a Monreal, jugó con la posibilidad de cambiar de candidato, y luego se vio obligado a aclarar que esa no era su intención.
López Obrador se la jugará con Sheiunbaum, quien arrastra un deterioro de su imagen y una baja en su nivel de intención de voto debido al Monrealazo y a los efectos políticos del sismo del pasado 19 de septiembre.
OFF THE RECORD
**EL DEDO DE PEÑA
El dedo del presidente Enrique Peña Nieto se está moviendo y en breve apuntará al elegido.
Hay dos hechos claves para la definición del candidato del PRI a la Presidencia de la República: la designación del gobernador del Banco de México y la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.
Ambos tienen como fecha clave el 15 de noviembre.
**FRENTE SIN BRÚJULA
Parece que el Frente Ciudadano por México se mueve sin rumbo fijo.
El pacto cupular que le dio origen ya no existe, pues uno de sus artífices, Dante Delgado, se pronunció el pasado domingo por la candidatura de Miguel Angel Mancera.
Esa declaración representa un golpe letal para el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, quien ya se sentía con la candidatura en la bolsa.
Tenemos un Frente sin acuerdos, sin método, sin candidato y sin plataforma de gobierno común.
twitter:@pepecontreras_m
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