Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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jueves, 25 de julio de 2019

7. SURA AL-'ARAF (La altura divisora entre el Jardín y el Fuego)

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

(1)
Alif, Lam, Mim, Sad.

(2)
Es un Libro que se te ha hecho descender, que no haya pues ninguna estrechez en tu pecho por su causa.
Para que adviertas con él y sea un recuerdo para los creyentes.

(3)
¡Seguid lo que os ha descendido de vuestro Señor y no sigáis a ningún protector fuera de Él!
¡Qué poco recapacitáis!

(4)
¡Cuántas ciudades hemos destruido! Nuestra violencia les sobrevino mientras dormían o sesteaban.

(5)
Y cuando les llegó Nuestra violencia, su única súplica fue decir: ¡Realmente fuimos injustos!

(6)
Preguntaremos a aquéllos a los que se les mandaron enviados y preguntaremos a los enviados.

(7)
Les hablaremos de lo que hicieron con conocimiento de causa, pues no estábamos Ausentes.

(8)
Ese día, el peso en la balanza será la verdad. Aquéllos cuyas acciones tengan peso, serán quienes hayan tenido éxito.

(9)
Pero aquéllos cuya acciones apenas pesen, serán quienes se hayan perdido a sí mismos por haber sido injustos con Nuestros signos.

(10)
Y en verdad que os hemos dado una buena posición en la tierra y os hemos puesto en ella medios de subsistencia. ¡Qué poco es lo que agradecéis!

(11)
Y os creamos, os dimos una forma y luego dijimos a los ángeles: ¡Postraos ante Adam! Y se postraron todos, menos Iblis, que no estuvo entre ellos.
(12)
Dijo: ¿Qué te impide postrarte habiéndotelo ordenado?
Contestó: Yo soy mejor que él; a mí me creaste de fuego, mientras que a él lo has creado de barro.

(13)
Dijo: ¡Desciende de aquí! En este lugar no cabe que seas soberbio. ¡Sal de él! Tú serás de los humillados.

(14)
Dijo: Concédeme un plazo hasta el día en que sean devueltos a la vida.

(15)
Dijo: Considérate entre los que esperan.

(16)
Dijo: Puesto que me has extraviado, yo les haré difícil Tu camino recto.

(17)
Después los abordaré por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda y a la mayor parte de ellos no los encontrarás agradecidos.

(18)
Dijo: ¡Sal de aquí degradado y despreciado!
Quien de ellos te siga...Llenaré Yahannam con todos vosotros.

(19)
¡Adam! Habitad tú y tu pareja el Jardín y comed de donde queráis, pero no os acerquéis a este árbol pues seréis de los injustos.

(20)
El Shaytán les susurró, por lo que se les hizo manifiesto lo que estaba oculto de sus vergüenzas, diciéndoles: Vuestro Señor os ha prohibido este árbol sólo para evitar que seáis ángeles o que no muráis nunca.

(21)
Les aseguró jurándoles: Realmente soy un consejero para vosotros.

(22)
Y los sedujo con engaños, Y una vez hubieron probado del árbol, se les hicieron manifiestas sus vergüenzas y comenzaron a cubrirlas con hojas del Jardín. Entonces su Señor les llamó: ¿No os había prohibido ese árbol y os había dicho que el Shaytán era para vosotros un enemigo declarado?
(23)
Dijeron: ¡Señor nuestro! Hemos sido injustos con nosotros mismos y si no nos perdonas y no tienes misericordia de nosotros, estaremos entre los perdidos.

(24)
Dijo: Descended todos*. Seréis mutuos enemigos. Tendréis morada en la tierra y posesiones en disfrute por un tiempo.
* [Referido a Adam, Hawa e Iblis.]

(25)
Dijo: En ella viviréis, en ella moriréis y de ella se os hará salir.

(26)
¡Hijos de Adam! Hice descender para vosotros vestidos que cubrieran vuestras vergüenzas y os sirvieran de adorno, así como el vestido del temor (de Allah). Y ese es el mejor. Esto forma parte de los signos de Allah para que podáis recapacitar.

(27)
¡Hijos de Adam! Que no os soliviante el Shaytán del mismo modo que logró que vuestros padres salieran del Jardín despojándolos de su vestido para que fueran conscientes de sus vergüenzas.
Él y los suyos os ven desde donde no los veis. Hemos hecho a los demonios aliados de los que no creen.

(28)
Y cuando cometen un acto vergonzoso dicen: Encontramos a nuestros padres en ello.
Pero Allah no ordena la indecencia. ¿O es que diréis sobre Allah lo que no sabéis?

(29)
Di: Mi Señor ordena la ecuanimidad y que, en cada lugar de oración, dirijáis vuestro rostro y Le invoquéis sinceramente, rindiéndole sólo a Él la Adoración. Así como os originó, volveréis.

(30)
Habrá un grupo al que habrá guiado, pero para otro se habrá confirmado el extravío. Ellos habían tomado a los demonios como protectores, fuera de Allah, y creyeron que estaban guiados.
(31)
¡Hijos de Adam! Poneos vuestros mejores y más puros vestidos en cada lugar de oración; y comed y bebed, pero no os excedáis.
Es cierto que Él no ama a los que se exceden.

(32)
Di: ¿Quién prohibe los adornos de Allah, creados por Él para Sus siervos, y las cosas buenas de la provisión?*
Di: Todo esto, El Día del Levantamiento, pertenecerá en exclusiva a quienes en la vida del mundo hayan sido creyentes.
Así es como dejamos claros los signos para los que saben.
* [Los adornos de Allah son los vestidos y los alimentos; y la aleya hace referencia a los asociadores que hacían algunos ritos de la Peregrinación desnudos y se prohibían ciertos alimentos como la leche y la grasa.]

(33)
Di: Lo que de verdad ha prohibido mi Señor son las indecencias, tanto las externas como las que se ocultan, la maldad, el abuso sin razón, que asociéis con Allah aquello sobre lo que no ha descendido ninguna evidencia y que digáis sobre Allah lo que no sabéis.

(34)
Para cada comunidad hay un plazo y cuando éste llegue, no se les atrasará ni se les adelantará una sola hora.

(35)
¡Hijos de Adam! Si os llegan mensajeros, surgidos de vosotros, que os hablan de Mis signos... Quien se guarde y rectifique, no tendrá nada que temer ni se entristecerá.

(36)
Pero los que tachen de mentira Nuestros signos y sean soberbios ante ellos... Ésos son los compañeros del Fuego donde serán inmortales.

(37)
¿Y quién es más injusto que quien inventa una mentira sobre Allah o tacha de mentira Sus signos?
A ésos les llegará lo que tengan escrito; así, cuando se les presenten Nuestros emisarios para llevar sus almas y les digan: ¿Dónde están los que invocabais aparte de Allah?
Dirán: Se apartaron de nosotros.
Y atestiguarán en contra de sí mismos que fueron incrédulos.
(38)
Dirá: Entrad en el Fuego en compañía de las comunidades de hombres y genios que hubo antes que vosotros.
Y cada vez que entre una comunidad, maldecirá a su hermana; así, cuando todas hayan coincidido en él, la última de ellas dirá de la primera: ¡Señor Nuestro! Estos son los que nos extraviaron, dales un doble castigo en el Fuego.
Él dirá: Todos tenéis el doble, pero no sabéis.

(39)
Y le dirá la primera de ellas a la última: No tenéis ningún privilegio sobre nosotros.
Gustad el castigo por lo que habéis ganado.

(40)
Es cierto que a los que tachan de mentira Nuestros signos y se muestran soberbios ante ellos, no se les abrirán las puertas del cielo, ni entrarán en el Jardín hasta que no pase el camello por el ojo de la aguja.
Así es como pagamos a los que hacen el mal.

(41)
Tendrán un lecho de Yahannam y sobre él cobertores de fuego.
Así es como pagamos a los injustos.

(42)
Y los que creen y practican las acciones de bien - y no obligamos a nadie sino en la medida de su capacidad - ellos son los compañeros del Jardín donde serán inmortales.

(43)
Quitaremos el rencor que pueda haber en sus pechos, los ríos correrán a sus pies y dirán: Las alabanzas a Allah que nos ha guiado a esto, puesto que si Allah no nos hubiera guiado, nosotros jamás nos habríamos guiado; es cierto que los mensajeros de nuestro Señor vinieron con la verdad.
Y se les proclamará: Aquí tenéis el Jardín, lo habéis heredado por lo que hicisteis.
(44)
Y llamarán los compañeros del Jardín a los del Fuego: Hemos encontrado que lo que nuestro Señor nos había prometido era verdad. ¿Habéis encontrado vosotros que lo que vuestro Señor os prometió era verdad?
Dirán: Sí. Y una voz pregonará entre ellos: ¡Que la maldición de Allah caiga sobre los injustos!

(45)
Esos que apartan del camino de Allah, procurándolo tortuoso y no creen en la Última Vida.

(46)
Entre ambos grupos habrá una separación, y sobre las "alturas de reconocimiento", habrá unos hombres que reconocerán a cada uno por sus signos. Cuando llamen a los compañeros del Jardín les dirán: Paz con vosotros. Pero ellos no podrán entrar en él, aunque lo desearan intensamente.

(47)
Y cuando tengan que volver la mirada a los compañeros del Fuego, dirán: ¡Señor nuestro, no nos pongas junto a las gentes injustas!

(48)
Los compañeros de las "alturas" llamarán a unos hombres a los que habrán reconocido por sus signos y les dirán: ¿De qué os sirvió todo lo que acumulasteis y la soberbia que tuvisteis?

(49)
¿Son éstos de aquí de los que asegurasteis con juramentos que Allah no tendría misericordia con ellos? ¡Entrad en el Jardín, no tenéis nada que temer ni nada por lo que entristeceros!

(50)
Y suplicarán los compañeros del Fuego a los compañeros del Jardín: ¡Derramad sobre nosotros un poco de agua o algo de lo que Allah os ha dado!
Dirán: Allah ha prohibido ambas cosas para los incrédulos.

(51)
Esos que tomaron su deber de Adoración como frivolidad y juego y se dejaron seducir por la vida del mundo. Hoy les olvidamos, como ellos olvidaron el encuentro de este día en el que ahora están; y por haber negado Nuestros signos.
(52)
Y es cierto que les hemos traído un Libro que hemos explicado con precisión en base a un conocimiento; guía y misericordia para gentes que creen.

(53)
¿Qué esperan sino averiguar sus consecuencias? El día que esto ocurra, dirán los que antes lo habían olvidado: Realmente los mensajeros de nuestro Señor vinieron con la verdad.
¿Habrá alguien que interceda por nosotros, o podremos regresar y actuar de forma distinta a como lo hicimos?
Se habrán perdido a sí mismos y no podrán encontrar lo que inventaban.

(54)
Realmente vuestro Señor es Allah, Quien creó los cielos y la tierra en seis días, luego se asentó en el Trono. La noche cubre al día que le sigue rápidamente y el sol, la luna y las estrellas están, por Su mandato, sometidas.
¿Acaso no Le pertenecen el Mandato y la creación?
Bendito sea Allah, el Señor de los mundos.

(55)
Pedid a vuestro Señor, humilde y secretamente; es cierto que Él no ama a los que se exceden.

(56)
Y no corrompáis las cosas en la tierra después del orden que se ha puesto en ella; e invocadlo con temor y anhelo.
Es verdad que la misericordia de Allah está próxima a los bienhechores.

(57)
Él es Quien envía los vientos como anuncio previo a Su misericordia, y cuando forman una nube pesada, la conducimos a una tierra muerta y de ella hacemos caer agua con la que hacemos que broten toda clase de frutos. Del mismo modo haremos salir a los muertos.
Tal vez podáis recapacitar.
(58)
Y la buena tierra da sus frutos con permiso de su Señor, pero la mala no da sino escasez. Así es como hacemos claros los signos para los que agradecen.

(59)
Y así fue como enviamos a Nuh a su gente, y les dijo: ¡Gente mía! Adorad a Allah, fuera de Él no tenéis otro dios; temo para vosotros el castigo de un día terrible.

(60)
Dijeron los ricos y principales de su gente: Te vemos en un claro extravío.

(61)
Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí extravío alguno, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos.

(62)
Os hago llegar los mensajes de mi Señor y os aconsejo; y sé, procedente de Allah, lo que no sabéis.

(63)
¿Os sorprende que os haya llegado un recuerdo de vuestro Señor a través de uno de vosotros para advertiros y para que fuerais temerosos y se pudiera tener misericordia con vosotros?

(64)
Lo tacharon de mentiroso y lo salvamos en la nave a él y a los que con él estaban, ahogando a los que habían negado la verdad de Nuestros signos.
Verdaderamente fueron una gente ciega.

(65)
Y a los Ad, a su hermano Hud que les dijo: ¡Gente mía! ¡Adorad a Allah! Fuera de Él no tenéis otro dios.
¿No os guardaréis?

(66)
Dijeron los ricos y principales de su gente, que no creían: Te vemos en una insensatez y te tenemos por uno de los mentirosos.

(67)
Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí ninguna insensatez, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos.
(68)
Os hago llegar los mensajes de mi Señor y soy un consejero digno de confianza para vosotros.

(69)
¿Os sorprende que os haya llegado un recuerdo de vuestro Señor a través de uno de vosotros para advertiros? Recordad cuando os hizo sucesores de las gentes de Nuh y os dió una complexión y una fuerza superiores.
Recordad los dones de Allah para que así podáis tener éxito.

(70)
Dijeron: ¿Has venido a nosotros para que adoremos únicamente a Allah y abandonemos lo que nuestros padres adoraban?
Tráenos lo que nos has prometido si eres de los veraces.

(71)
Dijo: Un castigo vergonzoso y la ira de vuestro Señor han de caer sobre vosotros. ¿Vais a contradecirme, con argumentos a favor de unos nombres que vosotros y vuestros padres habéis asignado, y con los que Allah no ha hecho descender ningún poder?
Esperad entonces, que yo también espero.

(72)
Y lo salvamos junto a los que con él estaban, por una misericordia Nuestra, exterminando a los que habían negado la verdad de Nuestros signos y no eran creyentes.

(73)
Y a los Zamud, a su hermano Salih que les dijo: ¡Gente mía! Adorad a Allah, fuera de Él no tenéis otro dios.
Os ha llegado una evidencia de vuestro Señor: La camella de Allah que es un señal para vosotros; dejadla que coma en la tierra de Allah y no la toquéis con ningún daño; porque si lo hicierais, os alcanzaría un doloroso castigo.
(74)
Y recordad cuando os hizo sucesores de los Ad y os dio una posición en la tierra. Os hacíais palacios en sus llanuras y excavabais casas en las montañas.
Recordad los dones de Allah y no hagáis el mal en la tierra como corruptores.

(75)
Los ricos y principales, que eran aquéllos de su gente que se habían llenado de soberbia, dijeron a quienes eran considerados inferiores, que eran los que habían creído: ¿Es que acaso tenéis conocimiento de que Salih es un enviado de su Señor? Contestaron: Nosotros creemos realmente en aquello con lo que ha sido enviado.

(76)
Dijeron los que se habían llenado de soberbia: Nosotros negamos aquello en lo que creéis.

(77)
Y desjarretaron a la camella rebelándose contra la orden de su Señor. Y dijeron: ¡Salih, tráenos lo que nos has asegurado si es que eres uno de los enviados!

(78)
Entonces los agarró la gran sacudida y amanecieron en sus hogares caídos de bruces*.
* [Según Ibn Yuzay, Allah ordenó a Yibril que gritara y éste dio un enorme grito entre el cielo y la tierra que les causó la muerte. La palabra árabe es "rayfa" y expresa la idea de temblor violento, sacudida y sonido que estremece.]

(79)
Se apartó de ellos y dijo: ¡Gente mía! Os hice llegar el mensaje de mi Señor y os aconsejé, pero no amabais a los consejeros.

(80)
Y Lut, cuando dijo a su gente: ¿Estáis cometiendo la indecencia que nadie antes en los mundos ha cometido?

(81)
¿Vais a los hombres con deseo, en vez de a las mujeres? Realmente sois una gente desmesurada.
(82)
Pero la única respuesta de su gente fue decir: ¡Expulsadlos de vuestra ciudad, son gentes que se tienen por puros!

(83)
Y lo salvamos a él y a su familia con la excepción de su mujer, que fue de los que se quedaron atrás.

(84)
E hicimos que les cayera una lluvia.
¡Mira cómo acabaron los que hicieron el mal!

(85)
Y a los Madyan, su hermano Shuayb, que dijo: ¡Gente mía! Adorad a Allah; no tenéis otro dios que Él.
Os ha llegado una evidencia de vuestro Señor; así pues cumplid con la medida y el peso y no menoscabéis a los hombres en sus cosas ni corrompáis en la tierra después del orden que se ha puesto en ella.
Eso es un bien para vosotros si sois creyentes.

(86)
Y no estéis esperando al acecho en cada camino para intimidar, ni desviéis del camino de Allah a quien cree en Él, deseando que sea tortuoso.
Recordad cuando érais pocos y Él os multiplicó, y mirad cómo han acabado los corruptores.

(87)
Y si hay entre vosotros un grupo que ha creído en aquello con lo que he sido enviado y otro grupo que no ha creído, tened paciencia hasta que Allah juzgue entre nosotros.
Él es el mejor de los jueces.
(88)
Dijeron los ricos y principales, aquéllos de su gente que se habían llenado de soberbia: ¡Shuayb! Te vamos a expulsar de esta ciudad a ti y a los que están contigo, a menos que volváis a nuestras creencias.
Dijo: ¿Aunque sea en contra de nuestra voluntad?

(89)
Si volviéramos a vuestras creencias, después de que Allah nos ha salvado de ellas, caeríamos en una mentira inventada contra Allah. Nunca volveremos a ellas a menos que Allah, nuestro Señor, lo quiera. Nuestro Señor abarca todas las cosas con Su conocimiento, en Allah nos confiamos.
¡Señor nuestro! Juzga entre nosotros y nuestra gente con la verdad; Tú eres el mejor de los jueces.

(90)
Y dijeron los ricos y principales de su gente, los que se habían negado a creer: Si seguís a Shuayb estaréis perdidos.

(91)
Los agarró la gran sacudida y amanecieron en sus hogares caídos de bruces.

(92)
Fue como si los que habían tachado de mentiroso a Shuayb nunca hubieran habitado en ella.
Y ésos que habían negado a Shuayb fueron los perdedores.

(93)
Se apartó de ellos y dijo: ¡Gente mía! Os he hecho llegar los mensajes de mi Señor y os he aconsejado.
¿Por qué habría de sentir lo que le sucediera a una gente incrédula?

(94)
No hemos enviado a una ciudad ningún profeta sin haber castigado a su gente con la miseria y el padecimiento para que pudieran humillarse.

(95)
Y luego les dábamos bienestar en lugar del mal.
Pero cuando se veían prósperos, decían: La fortuna y la adversidad eran cosas que ya afectaban a nuestros padres.
Y entonces los agarrábamos de repente sin que hubieran podido darse cuenta.
(96)
Si las gentes de las ciudades hubieran creído y se hubieran guardado, les habríamos abierto las bendiciones del cielo y de la tierra.
Sin embargo negaron la verdad y los castigamos a causa de lo que adquirieron.

(97)
¿Acaso la gente de las ciudades está a salvo de que les llegue Nuestro castigo de noche, mientras duermen?

(98)
¿O están a salvo esas mismas gentes de que Nuestro castigo les llegue por la mañana mientras juegan?

(99)
¿Es que están a salvo de la astucia de Allah?
Sólo la gente perdida se siente a salvo de la astucia de Allah.

(100)
¿Acaso a los que han heredado la tierra después de otros que hubo en ella, no les sirve de guía saber que, si quisiéramos, los agarraríamos también a causa de sus transgresiones, sellando sus corazones para que no escucharan?

(101)
Esas son las ciudades parte de cuyas noticias te contamos.
Les llegaron sus mensajeros con las evidencias, pero no iban a creer en lo que antes habían tachado de mentira.
Así es como Allah sella los corazones de los incrédulos.

(102)
En la mayor parte de ellos no encontramos compromiso alguno, sólo que se habían pervertido.

(103)
Luego, una vez pasados éstos, enviamos a Musa con Nuestros signos a Firaún y los suyos que los negaron injustamente.
Y mira cómo acabaron los corruptores.

(104)
Dijo Musa: ¡Firaún! Soy un mensajero del Señor de los mundos,
(105)
Y soy verdadero. Tengo la obligación de no decir sobre Allah sino la verdad. Habéis tenido evidencias de vuestro Señor, así que dejad que vengan conmigo los hijos de Israel.

(106)
Dijo: Si has traído un signo, muéstralo si es que dices la verdad.

(107)
Entonces arrojó su vara y fue una serpiente claramente visible.

(108)
Y se sacó la mano y ésta apareció blanca ante los que miraban*.
* [Como una muestra más de lo que decía, se sacó la mano del interior de sus vestidos y ésta apareció con una luz resplandeciente alumbrando el espacio entre el cielo y la tierra]

(109)
Dijeron los principales de la gente de Firaún: Ciertamente es un mago experto

(110)
que quiere expulsaros de vuestra tierra. ¿Qué es lo que deliberáis pues?

(111)
Dijeron: Retenedlos a él y a su hermano y envía reclutadores por las ciudades

(112)
que te traigan a todos los magos expertos.

(113)
Y vinieron los magos de Firaún diciendo: ¿Seremos recompensados si somos los vencedores?

(114)
Dijo: Sí, y estaréis entre los próximos a mí.

(115)
Dijeron: ¡Musa! Arroja tú o lo haremos nosotros.

(116)
Dijo: Arrojad vosotros. Y al hacerlo, hechizaron los ojos de la gente, los llenaron de miedo y produjeron una magia prodigiosa.

(117)
Pero inspiramos a Musa: ¡Arroja tu vara! Y se tragó lo que habían falseado.

(118)
Así prevaleció la verdad y se desvaneció lo que habían hecho.

(119)
Allí fueron vencidos y quedaron empequeñecidos.

(120)
Entonces los magos cayeron postrados.
(121)
Y dijeron: Creemos en el Señor de los mundos.

(122)
El Señor de Musa y de Harún.

(123)
Dijo Firaún: ¿Habéis creído en él sin que yo os haya dado permiso? Realmente se trata de una estratagema que habéis urdido en la ciudad para sacar de ella a sus habitantes, pero vais a saber.

(124)
Os cortaré una mano y un pie del lado contrario y luego os crucificaré a todos.

(125)
Dijeron: Verdaderamente hemos de volver a nuestro Señor.

(126)
Te vengas de nosotros sólo porque cuando llegaron los signos de nuestro Señor creímos en ellos.
¡Señor nuestro! Derrama sobre nosotros paciencia y llévanos a Ti, estándote sometidos.

(127)
Y dijeron los principales de Firaún: ¿Vas a permitir que Musa y su gente corrompan la tierra y te abandonen a ti y a tus dioses? Dijo: Mataremos a sus hijos y dejaremos con vida a sus mujeres y en verdad que nos impondremos sobre ellos.

(128)
Dijo Musa a su gente: Buscad ayuda en Allah y tened paciencia, pues es cierto que la tierra pertenece a Allah y la heredarán aquellos de Sus siervos que Él quiera.
Y el buen fin es de los que temen (a Allah).

(129)
Dijeron: Hemos sufrido antes de que tú vinieras a nosotros y también después.
Dijo: Puede que vuestro Señor destruya a vuestros enemigos y haga que les sucedáis en la tierra para ver cómo actuáis.

(130)
Y castigamos a la familia de Firaún con los años de sequía y esterilidad y la falta de frutos para que tal vez recapacitaran.
(131)
Y cuando les venía un bien decían: Esto es por nosotros; pero si les sobrevenía algún mal, lo atribuían al mal agüero de Musa y a los que con él estaban.
¿Acaso su mal agüero no estaba junto a Allah?
Sin embargo, la mayoría de ellos no sabía.

(132)
Y dijeron: Sea cual sea el signo que nos traigas para hechizarnos con él, no te vamos a creer.

(133)
Y enviamos contra ellos el diluvio, la langosta, los piojos, las ranas y la sangre como signos claros, pero se llenaron de soberbia y fueron gente de mal.

(134)
Pero cuando hubo caído sobre ellos el castigo, dijeron: ¡Musa!: Ruega por nosotros a tu Señor según lo que acordó contigo.
Si apartas de nosotros este castigo, te creeremos y dejaremos ir contigo a los hijos de Israel.

(135)
Pero cuando los libramos del castigo durante un tiempo fijado y el plazo cumplió, ellos no cumplieron.

(136)
Nos vengamos de ellos y los ahogamos en el mar por haber tachado de mentira Nuestros signos y haber sido insensibles a ellos.

(137)
Así hicimos que los que habían sido subyugados antes, heredaran los orientes y los occidentes de la tierra que habíamos bendecido.
Y la hermosa palabra que tu Señor había dado a los hijos de Israel se cumplió
Porque fueron pacientes. Y destruimos lo que Firaún y su gente habían hecho, así como lo que habían erigido.
(138)
E hicimos que los hijos de Israel cruzaran el mar. Hasta que llegaron a una gente entregada a la devoción de unos ídolos que tenían.
Dijeron: ¡Musa! Queremos que nos busques un dios, igual que ellos tienen dioses.
Dijo: Realmente sois gente ignorante.

(139)
La verdad es que aquello a lo que están dedicados es perecedero y es inútil lo que hacen.

(140)
Dijo: ¿Deseáis tener otro dios que Allah cuando Él os ha favorecido sobre todos los mundos?

(141)
¿Y cuando os salvó de la gente de Firaún que os atormentaba con el peor de los castigos al matar a vuestros hijos y dejar con vida a vuestras mujeres?
Ahí sí que teníais una gran prueba que vuestro Señor os ponía.

(142)
Emplazamos a Musa durante treinta noches que completamos con diez más, de manera que el tiempo que determinó su Señor fueron cuarenta noches.
Dijo Musa a su hermano Harún: Ocupa mi lugar entre mi gente, pon orden y no sigas el camino de los corruptores.

(143)
Y cuando Musa vino a Nuestra cita y su Señor le habló, dijo: ¡Señor mío! Muéstrate ante mí para que pueda verte; dijo: No Me verás, pero mira el monte y si permenece en su sitio entonces Me verás.
Y cuando su Señor se manifestó al monte lo pulverizó y Musa cayó fulminado. Al volver en sí, dijo: ¡Gloria a Ti! A Ti me vuelvo y soy el primero de los creyentes.
(144)
Dijo: ¡Musa! Verdaderamente te he escogido por encima de los hombres, dándote Mi mensaje y Mi palabra, así que toma lo que te he dado y sé de los agradecidos.

(145)
Y escribimos para él, en las Tablas, una exhortación para todo y una explicación de todo.
¡Tómalo con fuerza! Y ordena a tu gente que tomen lo mejor de ellas.
Os mostraré la morada de los pervertidos.

(146)
Alejaré de Mis signos a quienes se llenan de soberbia en la tierra sin razón; ésos que aunque vean todo tipo de signos, no creen en ellos y aunque vean el camino de la guía recta no lo toman como camino, pero que si, en cambio, ven el camino de la perdición, lo toman como camino.
Eso es porque han negado la verdad de Nuestros signos y son indiferentes a ellos.

(147)
Y los que niegan la verdad de Nuestros signos y el encuentro de la Última Vida, sus obras serán inútiles.
¿Y es que acaso se les pagará por otra cosa que no sea lo que hayan hecho?

(148)
Pero durante la ausencia de Musa, su gente se hizo, a partir de las joyas que tenían, el cuerpo de un becerro que mugía.
¿Pero es que no veían que ni les hablaba ni les guiaba por ningún camino? Lo tomaron (como dios) y fueron injustos.

(149)
Y cuando se echaron atrás y vieron que se habían extraviado dijeron: Si nuestro Señor no tiene compasión de nosotros y no nos perdona, estaremos perdidos.
(150)
Entonces Musa regresó a su gente, enojado y entristecido y dijo: ¡Que mal me habéis sustituido en mi ausencia!
¿Queríais apremiar el mandato de vuestro Señor?
Y arrojó las Tablas, agarró de la cabeza a su hermano y lo arrastró atrayéndolo hacia sí, y éste dijo: ¡Hijo de mi madre! La verdad es que pudieron conmigo y casi me matan, no hagas que se alegren por mí los enemigos ni me tengas por injusto.

(151)
Dijo: ¡Señor mío! Perdónanos a mí y a mi hermano y haznos entrar en Tu misericordia, pues Tú eres el más Misericordioso de los misericordiosos.

(152)
En verdad que a quienes tomaron el becerro, les alcanzará la cólera de su Señor y una humillación en este mundo.
Así es como pagamos a los que inventan.

(153)
Y los que hagan el mal y luego, después de haberlo hecho, se echen atrás y crean; es cierto que tu Señor, a pesar de lo que hicieron, es Perdonador y Compasivo.

(154)
Y cuando se hubo calmado el enojo de Musa, tomó de nuevo las Tablas en cuya escritura hay guía y misericordia para los que temen a su Señor.

(155)
Musa había elegido a setenta hombres de su gente para la cita fijada con Nosotros. Y después de haber sido arrebatados por el temblor fulminante, dijo: ¡Señor mío! Si hubieras querido los habrías destruído anteriormente incluyéndome a mí.
¿Nos vas a destruir por lo que han hecho los ignorantes de entre nosotros? Esto no es sino Tu prueba con la que extravías a quien quieres y guías a quien quieres. Tú eres Nuestro Protector, perdónanos y ten compasión de nosotros.
Tú eres el mejor de los perdonadores.
(156)
Y escribe para nosotros lo bueno en esta vida y en la Última pues hemos sido guiados a Ti. Dijo: Aflijo con Mi castigo a quien quiero y Mi misericordia abarca todas las cosas y la escribiré para los que sean temerosos, para los que entregen el zakat (la purificación de sus bienes) y para los que crean en Nuestros signos.

(157)
Esos que siguen al Mensajero, el Profeta iletrado, al que encuentran descrito en la Torá y en el Inyil, y que les ordena lo reconocido y les prohíbe lo reprobable, les hace lícitas las cosas buenas e ilícitas las malas y los libera de las cargas y de las cadenas que pesaban sobre ellos.
Y aquéllos que creen en él, le honran, le ayudan y siguen la luz que fue descendida con él; ésos son los afortunados.

(158)
Di: ¡Hombres! Es cierto que yo soy para vosotros el Mensajero de Allah, a Quien pertenece la soberanía de los cielos y la tierra.
No hay dios sino Él, da la vida y da la muerte; así que creed en Él y en Su Mensajero, el Profeta iletrado que cree en Allah y en Sus palabras y seguidle para que tal vez os guiéis.

(159)
De la gente de Musa hay una comunidad que guía de acuerdo a la verdad y con ella hacen justicia.
(160)
Y los dividimos en doce tribus.
Y cuando Musa pidió dar de beber a su gente, le inspiramos: ¡Golpea la piedra con tu vara! Y brotaron de ella doce fuentes.
Cada uno supo de dónde debía beber.
Y extendimos sobre ellos la sombra de la nube y les bajamos el maná y las codornices: ¡Comed de lo bueno que os proveemos!
Pero no Nos perjudicaron, sino que se perjudicaron a sí mismos.

(161)
Y cuando se les dijo: Habitad esta ciudad* y comed de (lo que haya en) ella donde queráis, y rogad: ¡Alivio (para nuestras faltas)! Y entrad por la puerta en postración, que así vuestras faltas se os perdonarán.
Y a los que hagan el bien les daremos aún más.
* [De Jerusalén (Al Quds).]

(162)
Pero los que de ellos eran injustos dijeron otras palabras de las que se les había ordenado decir y les mandamos un castigo del cielo a causa de la injusticia que habían cometido.

(163)
Y pregúntales por la ciudad que se encontraba a orillas del mar, cuando transgredieron el sábado, siendo el sábado cuando los peces acudían y se dejaban ver, mientras que, por el contrario, los días en los que no debían guardar descanso no acudían.
Así fue como los probamos por haberse pervertido.
(164)
Y cuando un grupo de ellos dijo: ¿Por qué amonestar a una gente a la que Allah va a destruir o a castigar con un severo castigo?*
Dijeron: Es para tener una justificación ante vuestro Señor y por si acaso temen.
* [Según explica lbn Kathir, la gente de esa ciudad se había dividido en tres grupos: Uno, el de los que violaron el sábado al pescar en él. Otro el de los que se opusieron a ello, advirtieron a los primeros y se alejaron de ellos. Y un tercer grupo que calló aunque no participó, y éstos últimos son los que hablan en la aleya.]

(165)
Y cuando olvidaron lo que se les había recordado, salvamos a quienes se oponían al mal y agarramos a los que habían sido injustos con un castigo implacable a causa de su perversión.

(166)
De manera que cuando traspasaron los límites de lo que se les había prohibido, les dijimos: ¡Convertíos en monos despreciables!

(167)
Y cuando tu Señor anunció que hasta el Día del Levantamiento estaría enviando contra ellos a quien les infringiera el peor castigo. Es cierto que tu Señor es Rápido en la cuenta y que Él es Perdonador y Compasivo.

(168)
En la tierra, los dividimos en comunidades: Unos rectos y otros no. Y los pusimos a prueba con bienes y males por si acaso volvían.

(169)
Después de ellos vino una generación que heredó el Libro.
Tomaban lo que les ofrecía la vida inmediata de aquí y decían: Ya se nos perdonará. Y si se les presentaba de nuevo algo semejante lo volvían a tomar.
¿Acaso Allah no les exigió el compromiso de no decir sobre Allah nada que no fuera verdad y no estudiaron su contenido?
La morada de la Última Vida es preferible para los que tienen temor (de Allah). ¿Es que no van a razonar?

(170)
Y los que se aferran al Libro y establecen la oración prescrita... Es cierto que no vamos a dejar que se pierda la recompensa.
(171)
Y cuando sacudimos el monte por encima de ellos como si fuera un entoldado y creyeron que les iba a caer encima.
Tomad con fuerza lo que os hemos dado y recordad lo que contiene, tal vez os guardéis.

(172)
Y cuando tu Señor sacó de las espaldas de los hijos de Adam a su propia descendencia y les hizo que dieran testimonio: ¿Acaso no soy Yo vuestro Señor? Contestaron: Sí, lo atestiguamos. Para que el Día del Levantamiento no pudierais decir: Nadie nos había advertido de esto.

(173)
Ni pudierais decir: Nuestros padres eran ya asociadores idólatras y nosotros hemos sido una generación consecuente. ¿Vas a castigarnos por lo que hicieron los falsos?

(174)
Así es como explicamos los signos por si se vuelven atrás.

(175)
Cuéntales el caso de aquel a quien habíamos dado Nuestros signos y se despojó de ellos, entonces el Shaytán fue tras él y estuvo entre los desviados.*
* [Sobre esto cuenta lbn Mas´ud, que hubo un hombre entre los hijos de Israel al que Musa envió al rey de los Madyan para que le llamara a la adoración de Allah, pero el rey lo sobornó ofreciéndole poder a cambio de que abandonara la religión de Musa y siguiera la suya; y lo hizo, extraviando con ello a mucha gente.
Por otro lado Ibn Abbas dice que se refiere a un hombre de la tribu de los cananeos llamado Bal´am b. Baura que tenía conocimiento del nombre supremo de Allah. Y cuando Musa quiso luchar contra los cananeos, éstos le pidieron a Bal´am que rogara a Allah utilizando Su nombre supremo contra Musa y su ejército, a lo que él se negó. Pero le presionaron y accedió y rogó a Allah que Musa no pudiera entrar en la ciudad, y entonces Musa también rogó a Allah en contra suya. Y en este caso los signos de los que se desprendió serían su conocimiento del nombre supremo de Allah.]

(176)
Si hubiéramos querido, habríamos hecho que éstos le sirvieran para elevarle de rango, pero él se inclinó hacia lo terrenal y siguió su deseo.
Es como el perro, que si lo ahuyentas jadea y si lo dejas también; así es como son los que niegan la verdad de Nuestros signos. Cuéntales la historia por si acaso reflexionan.

(177)
¡Qué mal ejemplo el de los que niegan la verdad de Nuestros signos! Ellos mismos son los perjudicados.

(178)
A quien Allah guía es el que está guiado y a quien extravía... Esos son los perdidos.
(179)
Hemos creado para Yahannam muchos genios y hombres. Tienen corazones con los que no comprenden, ojos con los que no ven y oídos con los que no oyen. Son como animales de rebaño o peor aún en su extravío. Esos son los indiferentes.

(180)
Y Allah posee los nombres más hermosos. Llamadlo con ellos y dejad a los que cometen aberraciones con Sus nombres. Se les pagará por lo que hicieron.

(181)
Entre quienes hemos creado hay una comunidad que guía por medio de la verdad y con ella hace justicia.

(182)
Y a los que niegan la verdad de Nuestros signos los llevaremos a la perdición gradualmente, de una manera que no adviertan.

(183)
Les daré un tiempo de plazo. Es cierto que Mi estratagema es sólida.

(184)
¿Es que no van a reflexionar? Vuestro compañero no está poseído por ningún genio. Él no es sino un advertidor.

(185)
¿Es que no se paran a considerar el dominio de los cielos y la tierra y las cosas que Allah creó, así como el hecho de que tal vez su plazo de vida esté próximo a cumplirse? ¿En qué otro relato pueden creer?

(186)
A quien Allah extravía no hay quien lo guíe. Y los deja vagando errantes, fuera de los límites.

(187)
Te preguntan acerca de la Hora, de cuando llegará. Di: La verdad es que el conocimiento sobre ello está junto a mi Señor y sólo Él; en su momento, la hará aparecer.
Pesa en los cielos y en la tierra y no os llegará sino de repente.
Te preguntan como si estuvieras al tanto de ella; di: Sólo Allah sabe de ella, sin embargo la mayor parte de los hombres no saben.
(188)
Di: No soy dueño de beneficiarme o de perjudicarme más de lo que Allah quiera. Si yo conociera el No-Visto habría tenido mucho bien y el mal nunca me habría tocado.
Pero no soy mas que un advertidor y alguien que anuncia buenas noticias a la gente que cree.

(189)
Él es Quien os creó a partir de un sólo ser del que hizo a su pareja para que encontrara sosiego e intimidad en ella.
Y después de cubrirla, quedó embarazada de una carga ligera que llevó adelante hasta que se hizo pesada y entonces ambos pidieron a Allah, su Señor: Si nos das un hijo recto estaremos siempre agradecidos.

(190)
Pero cuando les dio uno recto, Le atribuyeron copartícipes (a Allah) en lo que les había dado.
¡Sea ensalzado Allah por encima de lo que Le asocian!*
* [Sobre esta aleya existen básicamente dos explicaciones. La primera es la que se refiere al nombre que Adam y Hawá pusieron a su hijo. Iblis habría forzado a Hawá para que llamara a su hijo Abdul-Hariz, el siervo del Hariz, que era uno de los nombres de Iblis; y como también le habían llamado Abdul-lah, siervo de Allah, la expresión: "Le dieron copartícipes en lo que les había dado" aludiría a esto.
Pero otra explicación seguida por lbn Yuzay, recurre a explicar que el sujeto de la acción de atribuir copartícipes a Allah no son Adam y Hawá sino sus descendientes.]

(191)
¿Le asocian a aquellos que no han creado nada sino que han sido creados?

(192)
¿Y que no pueden dar ayuda ni ayudarse a sí mismos?

(193)
Si los invitáis a la guía no os seguirán. Es igual para ellos que los llaméis o que os quedéis callados.

(194)
Realmente aquellos a los que invocáis fuera de Allah son siervos como vosotros. ¡Llamadlos y esperad que os respondan si sois sinceros!

(195)
¿Tienen acaso piernas con las que caminan?, ¿o manos con las que toman?, ¿u ojos con los que ven?, ¿u oídos con los que oyen? Di: Llamad a los que asociáis y luego tramad contra mí sin más demora.

(196)
En verdad mi Protector es Allah, Quien hizo que descendiera el Libro.
Y Él es Quien se cuida de los justos.

(197)
Y ésos que invocáis fuera de Él no pueden auxiliaros a vosotros ni pueden auxiliarse a sí mismos.

(198)
Y si los llamáis a la guía no escuchan. Y los ves que te miran, pero no ven.

(199)
¡Adopta la indulgencia como conducta, ordena lo reconocido y apártate de los ignorantes!

(200)
Y si te solivianta una incitación del Shaytán, busca refugio en Allah, es cierto que Él es Quien oye y Quien sabe.

(201)
En verdad los que tienen temor (de Allah), cuando una instigación del Shaytán los tienta, recuerdan y entonces ven con claridad.

(202)
Pero a sus hermanos los mantienen* en el error sin descuido.
* [Es decir, a los hermanos de los demonios; éstos los mantienen en el error.]

(203)
Y cuando no les traes ningún signo dicen: ¿Por qué no se te ha ocurrido ninguno? Di: Sólo sigo lo que procedente de mi Señor se me inspira. Estas son evidencias de vuestro Señor, guía y misericordia para gente que cree.

(204)
Y mientras el Corán se esté recitando, prestad atención y callad, tal vez obtengáis misericordia.

(205)
Y recuerda a tu Señor en ti mismo, humilde, con temor de Él y sin subir la voz, al comenzar y al terminar el día. Y no seas de los negligentes.

(206)
Es verdad que los que están junto a tu Señor no sienten ninguna soberbia que les impida adorarle; Le glorifican y se postran ante Él.

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