Un laboratorio estadounidense se afana en preparar a Europa para una guerra nuclear
La actual situación en la que se encuentra Europa después de más de un mes de guerra en Ucrania y las amenazas de Vladimir Putin han despertado el miedo a una escalada que acabe en una guerra nuclear. Un temor que llevó a la población de algunos países europeos a comprar yoduro de potasio como prevención y que ha provocado que un laboratorio farmacéutico estadounidense se afane aumentar el suministro a Europa de un medicamento llamado Leukine, según informa CNN.
Detrás de este medicamento que se receta habitualmente a pacientes en tratamiento oncológico se encuentra la empresa estadounidense Partner Therapeutics, con sede en Lexington (Massachusetts) y fundada en 2017. Especializada en la investigación y tratamientos para enfermedades infecciosas, como la define CNN, en 2018 compró los derechos a la francesa Sanofi para vender Leukine, medicamento que fabrica en una planta de Washington.
John McManus, director comercial de Partner Therapeutics, ha explicado que, como dada la situación contactar con el Gobierno de Ucrania es imposible, se pusieron “en contacto con la OMS para ofrecer el fármaco con carácter humanitario en caso de que se necesite. Hay una pequeña ventana para tratar a la gente después de un evento nuclear. Así que nuestra labor de divulgación consiste en informar, preparar y concientizar sobre este fármaco en caso de que sea necesario”.
Para él la clave es “estar preparado” para que, llegado el peor de los escenarios, una respuesta rápida minimice los daños y las consecuencias. El Leukine se usa habitualmente para reducir las infecciones graves en pacientes con cáncer tratados con quimioterapia, pero también puede ser usada para tratar el conocido como síndrome de irradiación aguda (ARS) producido por la exposición a altas dosis de radiación.
Lo importante en estos casos es la rapidez de la aplicación. Así, explican, si se inyecta entre las 48 y 96 horas posteriores a la exposición a una alta dosis de radiación las posibilidades de sobrevivir aumentan. “Estos tratamientos funcionan para aumentar las posibilidades de supervivencia, pero solo para un nivel determinado de exposición a la radiación en el que el nivel de toxicidad y traumatismo no es extremo tras un evento nuclear”, ha precisado en declaraciones a CNN el doctor Nelson Chao, profesor de medicina e inmunología y jefe de la división de terapia celular y trasplante de médula ósea de la Universidad de Duke, que también ha comentado que sabe que médicos en Ucrania intentan conseguir este tipo de medicamentos.
Por ahora, Partner Therapeutics lo que ha hecho es ponerse en contacto con la Organización Mundial de la Salud y con algunas ONG para facilitarles información sobre el medicamento con la intención de suministrarlo. El principal problema es que a día de hoy no cuenta con la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos. En este sentido, McManus ha precisado que en casos de síndrome de irradiación aguda por una emergencia, este organismo europeo recurre a los dictados tanto de la OMS como del Organismo Internacional de la Energía Atómica.
Sin embargo, Leukine no es la panacea, ya que, como apunta el doctor Chao, su eficacia depende no solo del tiempo de administración, sino de la gravedad de la exposición.
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