Luego de que se diera a conocer que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sufrió un hackeo masivo que sacó a la luz algunos de las más polémicos problemáticas que ha enfrentado la actual administración federal, también se filtró información sobre lo acontecido en llamado “Culiacanazo”.

Un “grupo internacional de hackers”, autodenominados Guacamaya, obtuvieron al menos 6 terabytes de información confidencial, a través de correos electrónicos (que incluye textos, archivos adjuntos, cartas, videos), alojados en servidores la Sedena, que datan desde el año del 2016 hasta septiembre del 2022.

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Entre la información se dan a conocer detalles sobre el fallido operativo militar realizado en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, el 17 de octubre de 2019, en el cual a “Los Chapitos” les bastaron 4 horas con 15 minutos para “doblar” al Gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el resumen, el Ejército establece que a las 15:15 horas de ese mismo día, se llevó a cabo la detención de Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón” -hijo del capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”-, cumplimentando una orden de aprehensión, girada el 2 de abril del 2018, por la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, D.C., “por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de acopio y tráfico de armas, secuestro, cobro de piso y delitos contra la salud”.

El mismo informe aclara que tan solo 2 minutos después, a las 15:17 horas del 17 de octubre del 2022, “los efectivos de seguridad invitan a Ovidio Guzmán López a persuadir a sus hermanos de cesar su “actitud hostil” de los integrantes de las células; el líder del Cártel de Sinaloa estableció comunicación directa con Iván Archivaldo Guzmán Salaza, conminándolo a ordenar el cese de las agresiones, pero su hermano respondió con una negativa y lanzó amenazas en contra del personal militar y sus familias”.

“A las 19:30 horas, se recibe la orden por parte del C. Presidente de la República del cese del operativo para detener a Ovidio Guzmán López, al tomar la decisión con personal del Gabinete de Seguridad, con el fin de que cesen los desmanes, y las Fuerzas Operativas se replieguen, después de los hechos que se suscitaron en Culiacán, Sinaloa, por el operativo en contra de Ovidio Guzmán”, indica el mismo informe de la Sedena, dirigido a su titular, Luis Cresencio Sandoval González.

Y así sin más, fue como AMLO dejó ir libre al hijo de “El Chapo”, hecho que dejó al menos 9 personas muertas, contradiciendo a la versión pública oficial, que había indicado que sólo eran 8 fallecidos, todos encontrados en vehículos calcinados, que pertenecían a particulares, así como a la Guardia Nacional y a la Policía Municipal de Culiacán.

López Obrador aseguró, el 30 de julio del 2021, que si no hubiera liberado al presunto narcotraficante Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, en el fallido operativo militar realizado en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, el 17 de octubre de 2019, habrían muerto al menos 200 inocentes.

Además, el político tabasqueño reclamó que en gobiernos anteriores buscaban solucionar todo con la violencia y aseguró que tiene su conciencia tranquila con dicha decisión.

Previo a esta declaración, AMLO declaró el 31 de octubre del 2019 que la orden de captura y de extradición en contra de Guzmán López, seguían vigentes. En conferencia de prensa matutina apuntó que se “tiene que continuar todo lo que está en curso, no se cancela nada”.

Por otra parte, se conoció que la Sedena reservó la información de lo sucedido en el operativo fallido en Culiacán, Sinaloa, llevado a cabo el 17 de octubre del 2019, para evitar así que grupos de la delincuencia organizada emulen lo sucedido en la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”.

MO