Islam, vida y realidad en el mundo contemporáneo
Conferencias - 11/02/1998 15:50 - Autor: Omar Abu Bil
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Etiquetas: religion, vida, realidad, omar, abu
Estoy muy contento de estar esta tarde aquí con vosotros para poder hablar un poco de Islam. Intentaré hacer una exposición breve para un debate posterior, debate que espero enriquecedor para todo el mundo y dialogal, no un combate dialéctico.
El título de la conferencia es quizá un poco ampuloso pero absolutamente polisémico, porque la realidad, lo que vivimos, no es unívoca. Es polisémica.
"Islam, vida y realidad en el mundo contemporáneo" es un título que intenta reflejar la vitalidad en la que se halla inmersa el mundo islámico actual, que podríamos definir como civilización en movimiento; vida también significa vida del Islam, en lo que tiene de más sacral y superior, o sea, la religión, la espiritualidad; vida y realidad en el mundo contemporáneo significa que hablaremos no de grandes pasados o de las pequeñas miserias del pasado, sino de lo que representa el Islam para el hombre actual, porque en tanto que fundamentado en una revelación divina, el Islam está anclado en la eternidad, y en cada época, aunque se exprese con matices diferentes, básicamente apela a lo mismo en el hombre.
Sé que muchos de vosotros tendréis interés en hablar de los grandes temas periodísticos relacionados de una manera o de otra con el Islam: situaciones políticas de Palestina, de Afghanistán, de Argelia; temas candentes hoy día como lo fueran antes el Irán jomeinista o hasta el Iraq de Saddam Hossein. No solo esto, sino que otras cuestiones, más "sociales", como por ejemplo la mujer, os pueden pasar por la cabeza al pensar en el Islam.
No quiero eludir los temas, pero atended: antes de hablar de todo esto, dejad que haga una explicación general sobre otros aspectos islámicos, los más "sacrales", los que son los fundamentos de todo el edificio. Y encima estos aspectos explican el resto.
Para cerrar ya la introducción, me voy a referir a otro hecho que os puede llamar la atención: viene hoy a hablaros un joven catalán. Musulmán o islámico, que son conceptos diferentes pero relacionados con el Islam, son unas palabras no monopolizadas exclusivamente por los árabes. Los turcos, los persas, los pueblos del África Negra sudanesa, los pueblos turcos del Sinkiang, los eslavos de Bosnia, son musulmanes. Es como si a alguien le extrañara que un camerunés, un chino o un surinamés sean cristianos. Una cosa es la adscripción étnica o lingüística y otra la religiosa. Esta no-arabidad del Islam es un tema que desarrollaremos más adelante.
RELIGIÓN, CULTURA, ESPIRITUALIDAD E ISLAM
De acuerdo con lo que se entiende corrientemente en castellano, la palabra religión consiste en una colección de puntos de vista y de doctrinas sobre la relación entre Dios y el hombre, y cómo esta relación debe ser establecida. Este aspecto relacional es fundamental, ya que religión proviene de ligare en latín, es lo que nos vincula con Dios.
Es una manera de crear una unión entre dos entidades separadas, el hombre y Dios, porque según la creencia cristiana básica, Adán (aleihi salam) fue expulsado del Paraíso por haber pecado y por haberse separado de Dios. La felicidad y la salvación se encontraría, pues, en restablecer la unión con Dios. Por lo tanto, la misión de la religión es la de rehacer este vínculo primordial entre el hombre y Dios, es hacer que el pecado original sea perdonado.
Esta concepción de la función religiosa es la que se tiene habitualmente en un contexto occidental moderno, tanto por parte de los religiosos como por parte de los que no lo son.
Justamente esta concepción es la opuesta a la concepción islámica del hecho sacral, ya sea religioso, ya sea espiritual.
Para aclarar términos, comenzaremos explicando qué es el Islam, una palabra árabe que significa "sumisión a Dios", "obediencia a Dios", "pacificación interior", y que es la paraula que se usa en el Corán y otros textos islámicos para nombrar a esta religión.
En el Cristianismo, e insisto en comparar Islam y Cristianismo no por manía personal, sino porque es la Tradición sagrada que más bien conocéis, el lazo entre el hombre y Dios se ha de restablecer en el momento presente necesariamente a través de la figura de Jesucristo. En el Islam desaparece esta mediación, y el hombre mira a Dios directamente, y se somete a él a través de una profunda fe, que se expande en todos los rincones de la vida. Por eso los musulmanes, cuando hablamos del Islam, lo definimos como Din, y usamos esta palabra hasta hablando en una lengua que no sea árabe. Din significa en árabe "forma de vida", "way of life" en inglés. El Din del Islam comprende absolutamente TODOS los aspectos de nuestra vida, los aspectos sagrados, los más materiales, los espirituales, los políticos, los doctrinales, las relaciones sociales, la relaciones como etnia… Repetimos para no perder el hilo: en el Islam hay que someterse a Dios a través de una creencia que se expande por todas las dimensiones humanas y se traduce en forma de vida.
La salvación en el Islam no proviene de la Redención de la Cruz y de la sola fe, sino con la fe y la práctica de todas las reglas del Din, de la manera estipulada, con la conducta personal, y habrá salvación siempre que Dios quiera, evidentemente.
El fundamento del Din del Islam es el tawhid.
La unicidad divina (tawhid en árabe) es el pilar básico del Islam.
Repito esto porque es fundamental, y sin esto no se entendería nada del Islam. Como decía antes, el Islam es sumisión. ¿Pero sumisión a qué? Sumisión a Dios. Sumisión a Dios, en último término es sumisión a los mandamientos, instrucciones, al Din del Islam. La primera condición para ser musulmán, cuando hace taslim, o sea, que alguien se somete o se pacifica, al aceptar interiormente y exteriormente que "No hay más divinidad que Dios", La ilaha illa Allah. El musulmán acepta que no hay más concepto de adoración aparte de Dios, que en árabe se llama Allah, y los musulmanes preferimos este nombre, porque esta palabra es excepcional en árabe, no tiene ni masculino, ni femenino, ni singular, ni plural, es excepcional como Él es; en cambio, la palabra castellana "Dios" tiene el problema que puede usarse en plural (dioses), en femenino (diosa), y que es una palabra masculina. Pero Allah para nosotros está fuera de las categorías de la Creación, porque es el Creador, y por lo tanto no tiene ni número, ni género.
Todo viene de Allah y todo se remite a Allah, es el fundamento de todo. Toda la Creación, y aún más, toda la Manifestación Universal, no vale nada ante Él, porque todo es contingente excepto Él. En el Islam medimos todo en relación a Allah.
Como este punto es importante nos extenderemos. La teología islámica enseña que Allah tiene seis atributos, y a través de estos se percibe a Allah en contexto islámico. Los seis atributos son: al-wuyud (existencia), al-qidam (Su Existencia no tiene inicio), al-baqa’ (Su Existencia es Infinita), al-wahdaniía (incomparabilitat), mukafalatu lil hawadith (no se li poden atribuir cualidades propias de la Creación), al-qiiamu bi náfsihi (subsiste por Sí Mismo, no necesita a nada ni a nadie). Además es ‘Alim (lo sabe todo), Qadir (poderoso), Haii (Vivo), Murid (tiene voluntad), Mudrek (lo percibe todo), Qadim y Azali (Primordial y Eterno), Mutakallim (habla), Sádeq (Veraz).
En cambio, Allah no es: un compuesto, no lo podemos separar en elementos; un cuerpo, un cuerpo es limitado; tampoco visible. No tiene un lugar ni tiene compañero.
Sus atributos no se pueden separar de Su Esencia. Mediante los atributos los humanos Lo conocen. No tiene necesidad.
Una vez vista la Unicidad Divina, el tawhid, según el Islam, iremos a otro concepto, también importante en el Din del Islam. Es la Nubuwwat, la profecía.
En la Tradición Islámica, Allah hizo al hombre para que Lo pudiera conocer, para que alcanzara la salvación. El primer hombre, Adam (aleihi-salam) es ya el primer profeta. Allah creó a Adam (aleihi-salam) de una arcilla celestial y Le dijo a sus ángeles que se prosternaran ante él, para señalar que el hombre puede llegar a ser muy superior en rango espiritual a los ángeles. Todos cumplieron la orden, pero Iblís, un ser de fuego al que Allah había ordenado prosternarse ante Adam (aleihi-salam) dijo que no lo haría, por envidia, porque él creía que su fuego era superior a la arcilla adámica. Desde entonces Iblís, el Satán, es el peor de los enemigos del hombre. Allah pone a Adam (aleihi-salam) en el Paraíso, rodeado de ángeles. Pero Iblís, envidioso, quería que viviera fuera de aquel lugar. Y sugirió a Adam (aleihi-salam), presentándose como su amigo, que hiciera una cosa que Allah no quería. Por olvido le hizo caso, y Allah le dijo que se fuera del Paraíso, le enseñó el arrepentimiento, como forma de volver a Allah. Adam (aleihi-salam) se arrepintió, Allah le perdonó y lo envió a la Tierra con unas hojas sagradas con las instrucciones que los hombres tenían que seguir para alcanzar el Paraíso.
Bueno, retengamos dos cosas de esto que os acabo de decir: en la narración coránica de la historia de Adam (aleihi-salam), como véis, no hay pecado original (Adam -aleihi salam- contraviene la voluntad divina por olvido, y en el Islam el olvido exime del pecado) ni es Eva la incitadora. De esta manera, el primer hombre es el primer profeta. Los profetas en el Islam tienen el ‘isma (impecabilidad), y los ángeles se tienen que postrar ante ellos: eso quiere decir que el estado humano es absolutamente respetable en el Islam, y que hay posibilidades de alcanzar una plenitud espiritual.
Pues bien, la misión de los profetas es la de ser un modelo y guiar a los hombres hacia el camino que Allah ha trazado. Ha habido un profeta para cada pueblo y tribu de la tierra, de manera que cada grupo humano a quedado sin guia divina. ¿Qué bello ejemplo de ecumenismo, verdad?. En uno de los hadices (dichos del profeta Mohamed ), se explica que ha habido un total de 124.000 profetas en toda la história humana.
No todos los profetas són iguales. Hay de dos clases: los unos son enviados, y no traen con ellos ninguna Revelación divina, sino que confirman las anteriores, y los otros són mensajeros y traen con ellos una Revelación divina. Estas revelaciones són las que los musulmanes nombran libros de Allah, que incluyen el Corán, el libro sagrado del Islam, evidentemente; tambien los Salmos de David (aleihi-salam), la Torá de Moisés (aleihi-salam), el Evangelio de Jesús (aleihi-salam), entre otros. Otro ejemplo de ecumenismo.
Lo único que decimos los musulmanes es que en estos libros junto con la Revelación divina hay añadidos u omisiones, por lo que están incompletos. El único libro completo, que no se ha alterado en 1400 años és el Córan.
En el Córan salen 25 profetas. Los mas destacados són: Adan, Noé, Abraham, David, Moisés, Jesus y Mohammad ( la paz sea con ellos ).
Se nos presenta un claro problema: Si todos estos profetas vienen del mismo sitio, si todos los libros que han traído són la palabra de Allah, ¿por qué son diferentes?
Por que cada libro y cada profeta habla al hombre de una época y de un lugar, y Allah les indica los medios para la salvación mas adecuados a sus aptitudes.
Aparte de los profetas, hay otras personas muy próximas a Allah: los auliá Allah, los amigos de Allah, que son todos los "santos", como diríamos en castellano. Los auliá de la época islámica también tienen una jerarquía entre ellos. La mejor generación de musulmanes són la primera comunidad musulmana de Medina y la familia del profeta Mohammad, que és su descendencia atraves de su primo ‘Ali y hija Fátimah az Zahrá. Los auliá tambien tienen ‘isma, impecabilidad.
Y para finalizar el apartado de la Nubuwwat, hablaremos de su elemento central, el profeta Mohammad es una realidad multidimensional. Tradicionalmente algunos han dicho que habia dos maneras de mirarse el conocimiento islámico: desde el punto de vista del zahir ( exoterismo) y del batin
(esoterismo). El zahir hace referencia a las acciones de los hombres y el batin a los estados espirituales y no son en absoluto dos cosas diferentes, sino diferentes profundidades de la misma cosa. Por poner un símil diríamos que el Islam és como el mar, y hay quien se conforma con navegar por el para conocerlo, y hay quien, mientras navega, se va introduciendo en el para conocer tambien sus profundidades. El profeta Mohammad , en su aspecto zahir, a través de su práctica personal és un modélo de conportamiento para el musulmán; a través de su función como "jurista" (explica con detalle las leyes islámicas) és un modelo para los sabios llamados alfaquíes; como governante és un modelo para la política y la organización social. En su aspecto batin el profeta Mohammad tiene una dimension metafisica tremenda, dado que Allah dijo que ha hecho la Creación para él y que su luz fué la primera cosa creada; igualmente Seyydina Mohammad és el último de los profetas, el sello de los profetas (Jâtim el anbiá), la revelación que nos trae, con el Corán, es la última, y la expresión mas pura de la primordial. No en vano un dicho de el dice que " yo ya era profeta cuando Adán estaba entre la tierra y el agua", queriendo significar que ya desde la preeternidad, al momento de constituirse el primer profeta, Allah le habia destinado ser el sello de la profecía, una muestra mas de la primordialidad de su misión.
Al.lah hizo el mundo de manera que toda su misericordia convergiese en el profeta Mohammad , en el sentido que lo eleva al rango de Mejor de las Creaciones (Jairu-l-Baría ) . Y no solo és profeta para nosotros: es el Profeta de todos los mundos, del humano ciertamente, pero tambien del vegetal, del mineral, del animal, del angélico…
Este rango tan superior y el hecho que los musulmanes lo recordemos a cada paso hace que lo queramos tanto, porque lo tenemos absolutamente interiorizado.
Y daos cuenta de una cosa: a pesar de esto los musulmanes lo queremos porque si lo seguimos nos enseña la manera de llegar a Allah, no por él mismo. Lo fundamental es lo que se establezca con Su Señor y como se actúe. El Profeta Mohammad no es el Cordero de Dios que a través de su pasión salva a la humanidad: es el modelo que si se sigue bien conduce al camino de la plenitud. Nadie puede cargar con los pecados ajenos en el Islam.
Ummah
Podríamos extendernos más pero tengo que concretar para que nos os durmáis (¡espero que no!) y para respetar el tiempo que me han dado. Ahora ya hablaremos del Islam humano, de los musulmanes.
Los musulmanes son más o menos el 25 por ciento de la humanidad, unos mil millones de fieles. Al contrario de la imagen estereotipada que se tiene muchas veces, los musulmanes árabes sólo son el 18 por ciento del total de fieles musulmanes. Y muchos árabes no son musulmanes, sino cristianos, especialmente en Siria, Líbano, Palestina y Egipto. Por jemplo el famoso escritor Khalil Gibran, el ex-presidente de la ONU Boutros Ghali, el artista de cine Omar Sharif o el cantautor Marcel Khalifa son árabes cristianos.
El conjunto de musulmanes, lo que llamaríamos "Comunidad islámica Mundial" es lo que en árabe se llama "Ummah". Describiremos brevemente la Ummah.
El gran sufi africano, que murió hace unos cinco años, Amadou Hampâté Bâ dijo una vez: "En Africa el Islam es como el agua: se tiñe con los colores de la tierra". Básicamente estoy de acuerdo con la cita de este sabio, lo único que esto pasa no sólo en África, sino en todo el mundo, en todas las comunidades musulmanas.
Hay una cultura islámica con muchos colores distintos, zonas y variaciones. Una civilización tradicional, como es el caso del Islam, está fundamentada en una norma divina, que es igual en todas partes, pero cada parte de esta civilización tiene libertad para desarrollar sus posibilidades en la misma. La uniformidad y la colonización cultural son algo ajeno a las grandes tradiciones de la humanidad.
De hecho, en el Islam siempre ha habido el elemento de diversidad. Ya en tiempos del Profeta Mohammad , entre sus primeros Compañeros nos encontramos con Salman al Farsi, iraní; Bilal al Habashi, etíope y Sohaib, griego (que Allah esté satisfecho con ellos). El Profeta Mohammad dijo, de manera clara y explícita, en su último sermón que "un árabe no es superior a un no-árabe y a la inversa; un blanco no es superior a un negro y a la inversa; el único criterio de superioridad entre las personas es su fe". Alguno dirá: el Corán está en árabe, los términos islámicos de que nos hablas son árabes ¿no es esto imperialismo árabe?. No, porque en las civilizaciones tradicionales las lenguas sagradas tienen una función más elevada que las lenguas nacionales o étnicas. Su función es fijar un patrón y manera de pensar propias de aquella tradición, de manera que sus componentes capten el mismo fondo conceptual independientemente de su origen étnico y lingüístico. De hecho, esto ya se dice en el Corán, cuando dice Allah que lo ha hecho descender en lengua árabe porque es más clara. El árabe tiene una concreción y riqueza difícil de hallar en otra lengua. Toda gran tradición tiene su lengua sagrada, que es superior a las demás que comprende y fija modelos: ya sea el sánscrito, el latín, el hebreo, el pali …
Siguiendo al sabio iraní Seyyed Hosseïn Nasr, que a su tiempo recorre a Toynbee y a Vincent Monteil, hay dos polos básicos de civilización islámica por lo que respecta a la "cultura": el polo árabe y el iranio. Una parte de los musulmanes recibieron el Islam a través de árabes y otra a través de los persas. Por esto en la zona "pérsica" los términos religiosos muchas veces se dan en farsi y no en árabe.
Porque el farsi, bien que no tenga el rango elevado que tiene el árabe, también por riqueza y concreción ha conseguido la preeminencia sobre otras lenguas para tratar temas islámicos. En Turquía, Irán y en Pakistán, por ejemplo, dicen "Namaz" por "Salat". Entre estos polos hay cinco "zonas": la árabe, la negroafricana, la turca, la indo-irania y la malaya. Es un esquema un poco simplista pero que aclara las cosas.
A parte del árabe, como lenguas islámicas importantes, vehículo de literatura relacionada con el Islam, y lenguas de relación entre musulmanes de orígenes diferentes están el farsi (que ya hemos dicho) y el urdu, comprendidas entre las dos por unos trescientos millones de persona; asimismo, gracias al Califato Otomano cobró su importancia el turco.
Por lo que respecta a los aspectos puramente religiosos, en el Islam hay dos grandes corrientes, llamadas ahl as sunnat wal yama’at y shi’a-u-‘Ali. Estosd grupos difieren entre sí en un número reducido de creencias islámicas secundarias, y para poner comparaciones diremos que hay menos diferencia entre sunnis y shi’as que entre católicos y protestantes. La controversia fundamental gira alrededor de la cualificación de ahl el beit (la paz sea con ellos), és a dir, Fátimah az Zahrá y los Santos Imames descendientes del Profeta Mohammad . Para los sunnis tradicionales son los transmisores del legado espiritual del Santo Profeta , mientras que para los shi’as, a parte de esto son los transmisores también de la ciencia jurídica e intérpretes infalibles del Corán.
A su vez, los musulmanes de ahl as sunnat wal yama’at tienen cuatro escuelas diferentes de fiqh (jurisprudencia islámica), que difieren entre sí en actos concretos y formas de hacer el culto. Estas diferencias son debidas a las interpretaciones que del Corán y los hadices del Profeta Mohammad hicieron los imames Málek, Abu Hanifa, Shafi’i e Ibn Hanbal (que Allah tenga Misericordia con ellos).
Los musulmanes de la shi’a-u-‘Ali se dividen en dos ramas, la zaydi (que es la del Yemen) y la más extendida, la Ithna Ásheri (duodecimanos). Los duodecimanos tienen aún abiertas las puertas de las interpretaciones jurídicas generales, iytihad, mientras que para los ahl as sunnat tradicionales esta posibilidad se cerró hace mil años. Los duodecimanos se relacionan durante toda su vida con un marya’, o intérprete jurídico. Hay dos grandes centros de ciencia islámica de donde salen estos marya’i, en an Nayaf (Iraq) y Qom (Irán).
La iniciación islámica se llama tasawwuf, palabra que los europeos han convertido en sufismo. El tasawwuf es un conocimiento iniciático que proviene de la transmisión que el Profeta ha ido haciendo, y que tiene por objetivo la unión del hombre con Allah, la aniquilación del hombre en él, mediante la purificación interior, el cultivo de las virtudes espirituales, de forma gradual, por el esfuerzo consciente del adepto, la guía de un maestro y la Misericordia de Allah. El iniciado que alcanza el objetivo y que se realiza espiritualmente se llama sufi.
Estos sufíes están ligados al Profeta Mohammad a través de una cadena iniciática, llamada sílsila. Todas las sílsilas empiezan en el Profeta Mohammad . La iniciación consiste en afiliarse espiritualmente a una sílsila y recibir educación espiritual, recibir una vía, llamada tariqah. Hay muchas tariqas, porque los hombres son diferentes entre sí y necesitan hallar lo que más se ajuste a su idiosincrasia. Las tariqas más importantes son: Qadiriyya, extendida por doquier; la Sohravardiyya y la Chishtiyya de Pakistán; la Shadhiliyya en el Norte de África; la Maulaiyya sobretodo en Turquía; la Naqshabandiyya también extendida un poco por todas partes; la Tiyaniyya difundida principalmente en África y Kurdistán y la Sha Ni’matullahi, tariqa de Irán. La pertenencia a una tariqa es independiente de la escuela jurídica que se siga y hasta en muchos casos de si se es sunni o shi’a.
Politica y Sociedad
Deliberadamente este punto es el último y el que trataré mas por encima, porque seguro que es el tendrá más preguntas, aunque si lo que he dicho anteriormente ha estado bien entendido (o bien explicado) ya tendréis muchos elementos de juicio para comprendernos.
Como hemos visto, en el din del Islam se incluyen todas las dimensiones humanas, y por lo tanto, claro, la socio-política. De hecho no es tan extraño, ya que todas las grandes tradiciones de la humanidad cuentan con su propia manera de organizar lo político y la sociedad, y todas hacen derivar esta dimensión de lo que hay más sólido en su civilización, que es la dimensión sagrada, los valores superiores que sustentan la civilización dada. La única civilización que vulnera esta constante humana y que ha profanado la política y la comunidad para convertirlas en laicidad y contrato social es la civilización occidental moderna, porque en Europa antes de la revolución de 1789 habia una civilización tradicional.
La doctrina del Tauhid, de la Unicidad Divina es el fundamento de todo el Islam. Por lo tanto, la política tambien tiene que estar fundamentada en este principio, y obedecer la ley de Allah, porque la organización política puede estar de acuerdo con la ley de Allah, y por lo tanto en equilibrio con toda la creación o contra ella, y por lo tanto de espaldas a la Creación y escindida de el ser humano entendido como un todo, como persona integrada en el Universo.
En el Libro de Allah, el Corán, y en la Sunna, dichos y comportamientos del Profeta Mohammad la verdad es que hay pocas indicaciones claramente políticas. Instituye una forma comunitaria de sociedad, en la que sus diversos elements colaboran y están en harmonía, con unas formas sencillas de organización y una autoridad clara que tiene que velar para que el orden funcione y nadie sufra injusticia. La legislación básica ya está hecha, son las leyes religiosas, que el Jefe de Estado ha de hacer cumplir. Para casos concretos y particulares se deja la posibilidad de elaborar leyes, y hasta las tradiciones étnicas (‘urf) tienen un espacio.
En la legislación islámica hay leyes equitativas, o sea, adaptadas a cada caso y persona, pero no iguales para todos, lo que significaría homogeneización y a largo plazo injusticia. Por ejemplo, el robo es un delito grave y con unos castigos. Pero si el ladrón es ladrón porque no tiene otro recurso, en vez de tener castigo el juez le deberá buscar trabajo. Así y con todo, si roba para tener lujos, se le castiga. Otro caso, los hombres están obligados a mantener a la familia, pero las mujeres sólo trabajan si quieren. Por lo que respecta a los impuestos, los musulmanes pagamos un impuesto religioso llamado zakat (azaque), que las minorías no musulmanas en un Estado islámico no tienen que pagar porque no practican el Islam, claro, pero tienen que pagar otro, llamado yizia, porque también tienen que contribuir a las arcas del Estado. Como que las guerras en el Islam tienen una función defensiva, para defender el Islam, sus ciudadanos no-musulmanes están exentos de participar en guerras. Obligar a ir a un cristiano, un judío o un zoroastriano a una guerra por el Islam sería un disparate.
¿Y si las leyes islámicas son tan buenas, qué pasa con los países musulmanes que tienen problemas? Pasan dos cosas. La primera es que muchos países por influjo de la colozación han adoptado usos legislativos occidentales y tienen unos códigos legales mixtos, que no son ni una cosa ni la otra, y por eso son especialmente inoperativos; y otra de las rémoras de este pasado es que las colonizaciones crearon un conjunto de fronteras y pequeños estados-nación, ajenos a la realidad humana, a los que se les hace muy difícil sobrevivir en un mundo escindido entre el Norte y el Sur, con condiciones muy duras, y donde estos pequeños estados son dirigidos por élites formadas en París, Londres o Harvard, que han adoptado los métodos sociales y económicos que han aprendido allí. La legislación islámica crea las posibilidades de desarrollo espiritual de cada miembro de la sociedad, según sean sus aptitudes, y además da al conjunto social una evolución determinada hacia una concepción global de la vida si se puede desplegar al completo. A pesar de todo, en los actuales países musulmanes, excepto casos especiales, la vida cotidiana es diferente a la occidental en términos de solidaridad entre las personas y de posibilidades de llevar una vida centrada en los aspectos religiosos de la vida.
Los musulmanes en la Catalunya actual
Ya sabemos que hace unos siglos este país formó parte de las tierras del Islam. Después de la conquista de los cristianos (que no reconquista: fue invasión y destrucción de una manera de vivir) los musulmanes fueron reducidos a mudéjares, después a moriscos y después o expulsados o disueltos en el cuerpo social, y los últimos testimonios que tenemos de musulmanes andalusíes en la Península Ibérica son de hace ciento cincuenta años, aunque haya excepciones de prácticas islámicas que se han conservado hoy día en zonas aisladas de Andalucía y probablemente en otros lugares. Prácticas islámicas, no musulmanes completos.
Estas prohibiciones para los musulmanes terminaron en 1978 con la Constitución Española, que aceptaba la libertad de religión. Entonces sale a la luz que hay musulmanes españoles, no inmigrantes de otros países islámicos, sino españoles de raíz, que se declaran musulmanes. Estos musulmanes eran de origen familiar católico y por razones diversas aceptaron el Islam. Se organizan legalmente en entidades religiosas, y promueven el Islam junto con los musulmanes inmigrados.
Más tarde se crea una federación de entidades islámicas, la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), y en 1992, mientras se discute el Acuerdo de Cooperación entre los musulmanes y el Estado, nace una segunda Federación, llamada UCIDE. Ambas constituyen la Comisión Islámica de España, que es signataria de los acuerdos y convenios con el Estado.
Los musulmanes gracias a estas leyes ven reconocidos algunos de sus derechos religiosos, como constituir entidades religiosas, tener lugares de culto, educación religiosa y facilidades laborales para practicar la religión. Actualmente se está profundizando y se reclama que sea respetado el derecho familiar islámico.
Lo que es importante retener de esto es el hecho de que haya ciudadanos españoles y catalanes de origen que nos reclamamos como musulmanes, y que a través de la Comisión Islámica tenemos un reconocimiento legal como minoría religiosa, como segunda religión del país y, en palabras del Acuerdo de Cooperación, "fundamental en la constitución de la identidad nacional". Esto también es importante porque el Islam no es una religión extranjera, una"religión de moros", sino que es una de las religiones de nuestro país. Y ya que queremos integración, el Islam, si está asentado sólidamente aquí, y tiene unas instituciones bien establecidas, puede ser la herramienta de integración de muchos ciudadanos inmigrantes, integración que se haría a través de su identidad más íntima y no contra esta, mediante una despersonalización.
Por eso os digo: el Islam en Catalunya no son sólo los nobles restos del Hisn Balaguí. Es una realidad viva en el mundo contemporáneo.
Como introducción a un debate ya he situado bastantes elementos. Ahora os toca a vosotros. La palabra es vuestra. Establecemos diálogo para comprendernos y aprender de los demás. No para convencer ni para descualificar.
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