Escenarios
Una reformada dictatorial, a su vez dictada por el poder supremo del capital, enviada por CalNerón al Congreso de la Unión, moderada por el Senado de la República, devuelta por la Cámara de Diputados, reenviada por la Cámara alta y aprobada por la Cámara baja en comisiones, será finalmente aprobada, esta vez en sesión plenaria, ordinaria por su ignominia y extraordinaria por su trascendente gravedad. No habrá quien lo impida en el país de nadie, de aquí no pasa nada nunca jamás. En los hechos, la nueva Ley de Seguridad Nacional entregará el poder civil a las fuerzas armadas y desaparecerán los derechos humanos en México, por no hablar de garantías individuales y colectivas. Hasta los diputados y senadores que han traicionado al pueblo y su país, perderán el llamado poder legislativo, incluyendo el fuero; ahora no habrá más que fuero de guerra. Con todo bajo control del poder supremo en Washington, el Pentágono, la CIA y Wall Street, estratégico mando al que obedecen las fuerzas armadas en México (incluyendo la del crimen organizado), el sistema electoral impondrá como cara civil de una dictadura militar al fascista de por sí, Enrique Peña Nieto, y habremos transitado así de la dictadura perfecta (Vargas Llosa dixit) a la barbarie de los años setenta en el Cono Sur latinoamericano. ¿Qué hará el movimiento encabezado por AMLO al respecto? Contenerse, autoreprimirse para evitar más violencia. El movimiento siciliano de mediatización nacional hará lo mismo, pero con abrazos y besos, regalos y todo eso. Los medios masivos de incomunicación y desinformación, por su parte, harán lo propio. Si acaso existe un ánimo popular con autonomía, paliará la frustración, qué decepción, desilusión, con el recurso típicamente mexicano de la evasión televisiva, el fanatismo patriotero, religioso y futbolero, y el embrutecimiento por humo y alcohol, entre otras anestesias, o el nicho académico, en el mejor de los casos, "el arte y la cultura", como llaman los abstractos a su limbo, es decir, el ostracismo, el individualismo colectivo, el repliegue táctico en la soledad.
El hueso para García Luna será la PGR cuando Ebrard lo sustituya en la Secretaría de Seguridad Pública; para Yúnes Linares, Gobernación, luego de estar a cargo del Cisen…
Como si México no tuviera más de seis años bañado en sangre, se desatará una cacería que saturará de inocentes las cárceles clandestinas y poblará de seres pensantes y actuantes las fosas comunes, arreciarán los allanamientos de morada, la intervención de la comunicación confidencial, las detenciones arbitrarias, el secuestro, la tortura, la desaparición forzada… la represión. Una vez extirpado con asesinatos colectivos "el cáncer de la subversión", como llama el fascismo al anhelo de vivir, seguirán los asesinatos selectivos, otra forma de genocidio, para acabar con los brotes de libertad y dignidad, o sea, la metástasis. ¿Libertad de expresión, de pensamiento, derecho a la información, a la manifestación pública? Desde ahora y por decreto, el totalitarismo y la barbarie son la nueva normalidad.
¿Quién gobierna en México? ¿El crimen organizado? -se preguntó un periodista de investigación a finales del sexenio pasado. Ahora nos dice la radio, palabras más o menos, que todo tiempo pasado fue peor: si alguien no lo hubiera enfrentado con decisión, el crimen organizado controlaría el país. ¡Piuf! ¡Qué alivio!
2. Posible
AMLO gana las elecciones; derrota inclusive a la maquinaria de fraude electoral y al aparato del Estado todo. "A pesar del cochinero", dice, y antes de que diga otra cosa, ocurre por primera vez desde el interregno un golpe de Estado por el ejército federal y la policía. Ahora mando yo, declara la bota militar bajo las órdenes de Washington, el Pentágono y la CIA (léase agencias gringas de seguridad). La invasión se descara, se quita la máscara, que es una cara más.
3. Probable
AMLO gana las elecciones; derrota inclusive a la maquinaria de fraude electoral y al aparato del Estado todo. México está de fiesta; el pueblo jubiloso cree que el triunfo es suyo, pero la fiesta dura lo que falta del sexenio, pues una vez en la Presidencia, el peje demuestra ser de la misma ralea que sus antecesores, que lo encumbraron, además de antecederlo. El sistema se reproduce mediante sus propios procesos institucionales y, en todos los casos, perdemos.
4. Imaginario
Una muchacha bellísima sube al templete con el ombligo al aire y dice:
Contra la guerra en México.
Hemos venido a cantar unas cuantas netas con todas sus letras para que les queden claras a todos y las escuchen y entiendan hasta en otros planetas. Venimos a decir, por ejemplo, que México no está en venta, ni vivo ni muerto ni en agonía perpetua, y que dejen de insistir en adueñarse de este país porque sus pobladores originarios, sus habitantes de nacimiento, una vez encabronados con los traidores al servicio de los invasores, son capaces de correrlos a patadas, pero antes de patearlos, venimos a realizar un acto de resistencia pacífica: nos resistimos a que los gringos dicten a sus títeres una estrategia genocida para favorecer sus intereses económicos, su hegemonía mundial en detrimento de los pueblos; nos resistimos a la llamada "guerra contra el narco" porque se trata de una guerra contra el pueblo y no ha servido más que para "encarecer la droga y abaratar la vida", porque se trata de un genocidio como negocio, proyecto desestabilizador que persigue la declaración del "Estado fallido" por el desgobierno espurio de México y la invasión militar por Estados Unidos en el marco de la Iniciativa Mérida; nos resistimos a que las fuerzas armadas supuestamente mexicanas participen en operaciones conjuntas del Comando Norte bajo el mando supremo del Pentágono, así cuenten con la aprobación a posteriori por el Senado de la República; nos resistimos a que las mismas fuerzas armadas, tan sumisas y obedientes a los yanquis, sean enfrentadas al pueblo de México, al que deberían servir y defender; nos resistimos a que lo traicionen y siga muriendo gente inocente, indefensa, inerme; nos resistimos a seguir derramando sangre, mientras el crimen organizado y otros poderes fácticos infiltran todos los ámbitos del poder formal, corrupto y putrefacto de por sí; nos resistimos a la militarización de la vida pública y privada por ser doctrina de seguridad nacional dictada por Estados Unidos a las dictaduras redundantes del Cono Sur latinoamericano durante los años setenta y ahora, cuatro décadas más tarde, al desgobierno espurio de su patio trasero; nos resistimos a la militarización de la Ciudad de México porque es la vía de los hechos a la reforma dictatorial que, si lo permitimos, entregará el poder civil a las fuerzas armadas; nos resistimos a que los diputados traicionen también al pueblo de México. De ser aprobada semejante aberración legislativa, los hombres y las mujeres libres la desconoceremos, nos declararemos en desobediencia civil y nos defenderemos de los abusos y la violencia institucional como sociedad organizada. Por lo pronto, declaramos visitante non grato al nuevo embajador gringo en México por ser un administrador de "Estados fallidos" con amplia experiencia en Afganistán; venimos a repudiar la base militar de Estados Unidos en Puebla y sus aviones espías en nuestro espacio aéreo y sus agentes armados en nuestro territorio, no sólo de sus agencias, sino también de las empresas privadas que son ejércitos de mercenarios y actuaron con sádica impunidad en Irak y Afganistán. ¡Aquí no pasarán! ¡México nunca será colonia gringa! ¡Ni lo sueñen!
Venimos a cantar unas cuantas netas con todas sus letras para que las escuchen incluso en otros planetas; a decir que ya estamos hasta la madre de su pinche tiranía, su puta dictadura, su chingada destrucción…
Venimos a gritar: ¡Ya basta!
¡Y comenzamos!
Tiene lugar entonces un insólito concierto frente a la embajada gringa, en el que generales retirados del ejército federal hacen un llamado a la deserción, como lo hizo Jane Fonda en su gira por Estados Unidos, a riesgo de ser acusada de alta traición y ejecutada, o sea, castigada con la pena de muerte, durante la guerra contra Vietnam. "Cuando el ejército del pueblo es enfrentado al pueblo -dicen los militares mexicanos- y usado como instrumento de opresión, la única dignidad posible… ¡es la rebeldía!"
5. Real
Al hacer mis compras en el tianguis, distingo la voz de Gloria Estefan: Sé que aún me queda una oportunidad; sé que aún no es tarde para recapacitar…
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