Palestinos quieren movilizar a “indignados” israelíes en favor de la paz
El eco de las grandes manifestaciones israelíes, que claman por más justicia social, parece muy lejano en las callas de Ramallah, la capital económica de Cisjordania. Son numerosos los palestinos que, en este mes del Ramadán, no les han prestado mucha atención.
Martes 16 de agosto de 2011| por Véronique Falez / Le Monde
"Sus protestas no me afectan; no se trata de asuntos políticos, como en Túnez y Egipto, sino del costo de la vivienda. Como ya no tienen problemas de seguridad con los palestinos, ahora los israelíes se concentraren sus problemas internos’', analiza Majdal Nijem, estudiante de 22 años que, junto con otros, lanzó en marzo pasado en Facebook el movimiento para la reconciliación entre el Hamas y el Fatah, a raíz de la “primavera árabe”.
"Existe una ruptura total entre la sociedad israelí y la palestina desde la segunda Intifada. El espacio que nos separa no corresponde a la traza del mapa geográfico", se lamenta Saleh Abdel Jawad, profesor de ciencias políticas en la facultad de Beir Zeit.
Fady, de cráneo liso y ojos claros detrás de unos pequeños anteojos rectangulares, vive en Jerusalén oriental y tiene un pequeño negocio en Ramallah, “donde el precio de las casas es igualmente caro”. Él juzga con severidad la revuelta en marcha al otro lado del muro, "donde los israelíes tienen una economía sólida, un nivel de vida elevado, la posibilidad de atenderse y de desplazarse". El joven más bien teme que las manifestaciones se traten de un “juego político”, ``un pretexto para construir aún más viviendas en las colonias israelíes en Cisjordania’'.
PRIMAVERA ÁRABE
Los palestinos que siguen las manifestaciones de los “indignados” israelíes en los noticieros de las cadenas de televisión Al Jazira y Al Arabiya, ven en ellas, con cierto orgullo, la “copia” de las revueltas de la “primavera árabe”. Ése es el caso del ex militante de izquierda Daoud Talhami, miembro del Consejo Nacional Palestino desde hace más de 30 años.
Al igual que otros intelectuales, él espera que la revuelta de los israelíes tome un giro más político. "Las fuerzas que trabajan por la paz en Israel, muy debilitadas en estos momentos, podrían aprovechar ese clima de protesta para alertar a la opinión pública sobre la relación entre la ocupación de los territorios palestinos y los problemas económicos y sociales israelíes. El dinero que gasta el Gobierno en Jerusalén oriental y en Cisjordania podría dirigirse a la población desfavorecida de Israel", subrayó.
Éste es el mismo análisis que se hace en el seno de la Autoridad Palestina. "Si observamos los acontecimientos con una mirada positiva, constatamos actualmente que es posible movilizar a la ciudadanía israelí, en este caso, por reivindicaciones sociales justas", señala Hassan Balawi, consejero en el ministerio de relaciones exteriores. "Así pues, podemos tener la esperanza de poder movilizar a la opinión pública en favor de la paz, explicando que nuestras gestiones ante Naciones Unidas para crear el estado palestino permitirán normalizar las relaciones entre Israel y los estados árabes, además de promover la prosperidad económica".
Y agrega: "Una parte importante de nuestra campaña de comunicación se dirige al pueblo israelí. La ocupación les resulta cara a los palestinos, pero también a la sociedad israelí".
MINORÍA ARABE ISRAELÍ
A esta interpretación optimista se mezcla, no obstante, el temor de que el Gobierno israelí utilice el conflicto con los palestinos para encontrarle la salida a la crisis. "Ya lo hemos visto en el pasado; la represión contra el pueblo palestino es el tema favorito que permite unificar a una gran parte de la opinión pública israelí", advierte Balawi.
En el centro de Ramallah, a unos pasos de la plaza central Manara, Amar tiene una pequeña panadería. Él está en favor de los manifestantes israelíes, pero considera sobre todo que "los árabes de 1948 deberían de acompañarlos para hacer caer al Gobierno de Benyamin Netanyahou".
Los árabes israelíes -cerca de 20 % de la población de Israel-, pese a estar particularmente afectados por el alza del costo de la vida, se han movilizado muy poco hasta ahora. "En los últimos meses se han aprobado en el parlamento israelí numerosas leyes discriminatorias en su contra. Eso explica que (los árabes israelíes) hayan tomado sus distancias, sintiéndose excluidos de las reivindicaciones de ese movimiento social", explica Sawsan Zaher, abogada de Adalah, centro que defiende los derechos de la minoría árabe en Israel. "Pero ya está en marcha un proceso y cada vez hay más árabes que participan en las manifestaciones".
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