Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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jueves, 1 de marzo de 2012

el judaismo es la religion de El Gobierno Mundial del Anticristo

El Gobierno Mundial del Anticristo“Si un pavor religioso no me impidiera poner los ojos en
esos tiempos formidables,
no me sería difícil apoyar en poderosas razones de analogía,
la opinión
de que el gran imperio anticristiano será un colosal reino
demagógico,
regido por un plebeyo de satánica grandeza, que será el
Hombre de Pecado”
Donoso Cortés
El Mesías de la New Age
Los mundialistas, es decir, aquellos que promueven y trabajan para
la instauración del Orden Mundial, saben que la religiosidad es una
condición necesaria para el advenimiento de este Nuevo Orden . La
voz de ataque es “unirse a la humanidad para construir un hábitat
terreno visible”; “participar en la construcción de este nuevo orden
global” y “eliminar la soberanía religiosa como la política”
demoliendo las fronteras entre las religiones para que surja una
religión universal.
El movimiento New Age tiene un sinnúmero de proyectos para
establecerse y cumplirse en este nuevo milenio. Todos y cada uno
de estos propósitos están vinculados con el proyecto polìtico del
orden mundial, y dentro de ellos destaca, sin duda alguna, el
anuncio del advenimiento de la nueva Era de Acuario, acompañado
de su propio mesías que guiará a la humanidad durante los dos mil
años de transición de esta nueva era.
Dentro de los proyectos de la New Age encontramos los siguientes:
• Una nueva visión del mundo.
• Una idea de totalidad, de globalidad espiritual, política y
económica.
• Una concepción de la humanidad y del universo como un
organismo vivo.
• La unidad de la ciencia y de la religión, es decir, la física y la
experiencia mística.
• Una profunda conciencia ecológica.
• El surgimiento y evolución de una nueva conciencia y cultura
universal, fundada en una renovada concepción del amor.
• Una nueva cultura y civilización bajo el principio de
globalización económica y política, con el fin de establecer un
nuevo gobierno mundial centralmente planificado.
• Una nueva era de unidad y de paz.
• Una comunidad mundial donde la guerra sea desterrada y el
hambre eliminada.
• Una divinidad del hombre lista a ser manifestada.
• Un amanecer de las facultades paranormales del ser humano,
logrando una evolución de la especie humana y cristalizando
una armonía del hombre consigo mismo, con la naturaleza,
con el cosmos y con lo divino.
Además de los postulados antes mencionados, primordialmente el
movimiento de la nueva era enarbola la bandera del surgimiento
de una nueva religión construida sobre las cenizas de las
tres más importantes: el Cristianismo, el Islamismo y el
Judaísmo. Asimismo, anuncia el advenimiento de un nuevo
mesías, el Mesías de la Era de Acuario.
Raíces
Una de las más grandes raíces que tiene la New Age es, sin duda
alguna, el esoterismo. Al igual que el proyecto del orden mundial
tiene su fundamento en el grupo de los iluminados de la
masonería, la New Age también bebe las mismas aguas. Las
fuentes del esoterismo se derivan de los antiguos mitos egipcios y
griegos, de la literatura gnóstica y así como el enigmático Hermes
Trismegisto, que se identifica con el dios egipcio del saber, Tot, y
con el mensajero griego de los dioses, Hermes, que es el señor del
sueño y de la muerte, por medio de los cuales llegan a la conciencia
de los hombres los mensajes divinos (de aquí que también se le
conozca el esoterismo como hermetismo).
Los que transmitieron todas estas tradiciones esotéricas herméticas
fueron los Gnósticos, los Templarios, los Rosacruces y finalmente
los Francmasones y la Sociedad Teosófica .Es sabido cómo la
masonería se vinculó con el Consejo Mundial de las Iglesias y con la
élite de la banca internacional, creando así un sinnúmero de
sociedades políticas secretas tanto en Europa como en América.
Ahora bien, los pilares principales de este saber esotérico son la
Astrología, el Teosofismo, la Cábala Judía y la llamada Alquimia. La
Cábala es un término hebreo que significa tradición y se considera
el conjunto de doctrinas esotéricas que engloban lo esencial de las
tradiciones místicas y mágicas de los judíos, que pretende
completar el Torá, fuente escrita de la fe del pueblo elegido.
En cuanto al Teosofismo conviene mencionar que es una de las
principales ramas de influencia de la New Age. La Teosofía fue
fundada en el año de 1875 por la rusa Helena Blavatski (1831-
1891) con dotes de médium y practicante de espiritismo. Su
finalidad consistía en la formación de un núcleo de fraternidad
universal de la humanidad, sin distinción de raza, creencias, sexo,
casta o color; fomentar el estudio comparativo de las religiones y
de las filosofías y la investigación de las leyes inexplicables de la
naturaleza y los poderes latentes del hombre. Entre la Teosofía y la
teoría actual de la New Age se encuentra la figura de la inglesa
Alice Bayle (1880-1849) quien perteneció al círculo más íntimo de
la Sociedad Teosófica. Alice Bayle es una de las principalísimas
promotoras de la Nueva Era de Acuario, vinculada principalmente a
la venida de la reaparición del Cristo y de la nueva religión
mundial que servirían de plataforma al surgimiento del
nuevo orden mundial.
Alice Bayle ha desarrollado el fundamento de la doctrina del
advenimiento del Cristo, a quien denominan con el nombre de
Maitreya (el Mesías de la Era de Acuario), de un grupo reducido de
“espíritus selectos” llamados Maestros de la Sabiduría. Estos son
los miembros más elevados de una logia o fraternidad blanca, es
decir, de la jerarquía espiritual que ocultamente gobierna al
mundo. Según esta tesis, está próximo a revelarse el maestro de
maestros para la nueva Era de Acuario, a quien denominan
genéricamente con el nombre de Maitreya. Conviene mencionar
que hasta los días de hoy este personaje Maitreya no tiene
correspondencia particular con ningún individuo o persona
concreta, sino que es simplemente el término nominativo o
genérico de una función que habrá de desarrollar el guía o
Mesías de la Nueva Era de Acuario.
Finalmente, dentro de los pilares del esoterismo que arropan la
New Age, encontramos la Astrología, y es precisamente en base a
esta corriente que la New Age afirma que la humanidad está en
vísperas de grandes acontecimientos cuyos hechos se encuentran
escritos desde hace tiempo en los astros. Según el saber
astrológico, está por concluirse el signo astronómico de Piscis y
estamos entrando – o ya entramos – al signo de Acuario. Existe el
antecedente esotérico del gran “año cósmico”, que es el tiempo que
tarda la prolongación ideal del eje de la tierra (o sea, el sol ) en
recorrer los doce signos del zodiaco. El zodiaco es una faja de
medición, ideada por el hombre y proyectada sobre el cielo, para
medir el curso del sol y de los planetas. Está dividido en doce
signos que reciben el nombre de constelaciones. Según el saber
esotérico, un año cósmico en el gran ritmo del universo dura
25,920 años. Dividido entre los doce signos del zodiaco, resulta que
cada mes cósmico dura 2,160 años, el tiempo que tarda en
transcurrir un signo del zodiaco. Pues bien, en la actualidad nos
encontramos en el tránsito del mes de Piscis al de Acuario.
Por tanto, están dadas las condiciones para que no solamente surja
el Nuevo Orden Mundial y la Nueva Iglesia Universal (fundada en
las cenizas del Cristianismo, Judaísmo e Islamismo), sino que,
según ellos, está listo a manifestarse el nuevo Cristo, el Mesías de
la Era de Acuario, y que según los propios defensores de esta
idea, entre ellos el pintor inglés Benjamin Crame, será, ni más ni
menos, que el mesías que los judíos siguen esperando; y también
será el quinto buda de los budistas; el Imán Mahdi de los
Musulmanes; el Bodhisattva de los hindúes y el retorno de Cristo
para los cristianos.
El Anticristo en la Sagrada Escritura
Así las cosas, es tiempo de traer a colación lo que decía San Juan
en su primera carta hablando del Anticristo: “Habéis oído que ha de
venir el Anticristo y ahora muchos se han hecho anticristos… ¿Quién
es el Anticristo sino el que niega que Jesús es el Hijo de Dios? Ese
es el Anticristo el que niega al Padre y al Hijo.” (2, 18-22).
San Juan nos refiere tanto un Anticristo personal como una
multiplicidad de anticristos. Pareciere que hay contradicción pero en
realidad no existe tal, pues desde las autoridades judías del
Sanedrín que le dieron muerte a Jesucristo, o más bien, desde
Herodes hasta nuestros días, muchos se han vuelto anticristos.
Pero no olvidemos que el misterio del mal ha estado en marcha a
través de los siglos y ha engendrado innumerables anticristos; y la
masonería está a punto de dar su asalto final a través de la
llamada “bestia de la tierra”(Apoc,13) que será una Iglesia falsa
con un Papa falso, (ver artículo: Un Falso Cristo y Una Falsa
Iglesia) y la “bestia del mar” (Apoc 13) que será, ni más ni menos,
que el Anticristo encabezando el nuevo orden mundial
mediante un gobierno mundial centralmente planificado.
Ya lo decía el historiador Donoso Cortés: “Si un pavor religioso no
me impidiera poner los ojos en esos tiempos formidables, no me
sería difícil apoyar en poderosas razones de analogía, la opinión de
que el gran imperio anticristiano será un colosal reino demagógico,
regido por un plebeyo de satánica grandeza, que será el hombre de
pecado.”
También San Pablo en su segunda carta a los Tesalonisences
identifica al Anticristo como “el hombre de pecado”, “el hijo de la
perdición”, “el ánomos” (el hombre sin ley); el profeta Daniel, en
sus visiones de los últimos tiempos le denomina “el devastador”, “el
desolador”, y finalmente, San Juan en el Apocalipsis lo describe
como “la bestia que surge del mar” y la “bestia que surge de la
tierra”, que será su profeta.
Se cuestiona si el Anticristo será un movimiento o una persona. De
acuerdo con la opinión de los padres de la Iglesia de los primeros
siglos, el Anticristo o bestia del mar es una persona humana
concreta. Y si bien es cierto que han existido grandes movimientos
anticrísticos, la persona del Anticristo será la cabeza de un gran
movimiento anticrístico, y que como estamos viendo, será el nuevo
orden mundial apoyado en un gobierno mundial geopolíticamente
dividido en diez reinos o naciones del mundo, o probablemente de
Europa. Así pues, todo movimiento requiere de una cabeza que lo
dirija y, a su vez, todo individuo requiere de un movimiento que lo
impulse en igualdad recíproca. El ejemplo de Hitler y el Prusianismo
Alemán, Musolini y el Nacionalismo Italiano y Napoleón y la
Revolución Francesa. Hoy hablamos del Nuevo Orden Mundial y su
Jefe.
El Mensaje Mariano y El Anticristo
Son muchos los mensajes de la Santísima Virgen María en los que
ha hablado del advenimiento del reinado del Anticristo y que forma
parte toral de la religión católica, particularmente del libro del
Apocalipsis.
Dijo la Virgen en la Salette: "Durante ese tiempo nacerá el
Anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa virgen, que tendrá
comunicación con la antigua serpiente, maestra de impureza. Su
padre será obispo. Al nacer vomitará blasfemias, tendrá dientes; en
una palabras será el demonio encarnado, lanzará gritos espantosos,
hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. Tendrá
hermanos, que aunque no sean como él, demonios encarnados,
serán hijos del mal; a la edad de doce años llamará ya la atención
por sus ruidosas victorias que alcanzará. Bien pronto estará cada
uno a la cabeza de los ejércitos, asistidos por legiones del
infierno...”
“Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo.”
La apostasía actual que estamos viviendo es una relación causal
con el advenimiento del Anticristo según lo constata San Pablo en
su segunda carta a los Tesalonisences, capítulo 2, versículo 1-12:
“Que nadie en modo algunos os engañe porque antes ha de venir la
apostasía y ha de manifestarse el hombre de la iniquidad, el hijo de
la perdición que se opone y se alza contra todo lo que se dice Dios
o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y
proclamarse dios a sí mismo. La venida del inicuo irá
acompañada del poder de Satanás, de todo género de milagros,
señales y prodigios engañosos, y de seducciones de iniquidad, para
los destinados a la perdición, por no haber recibido el amor a la
verdad que lo salvaría. Por eso Dios les envía un poder engañoso,
para que crean en la mentira y sean condenados cuantos no
creyendo en la verdad, se complacen en la iniquidad.”
Características
De acuerdo con lo que señala la Sagrada Escritura, hay un
sinnúmero de características que poseerá este líder político del
nuevo orden mundial:
1. “El Anticristo no será un demonio, sino un hombre demoníaco,
toda vez que el dragón, (Satanás) le pasó su poder, su trono
y una gran autoridad.” (Apocalipsis 13, 2).
2. El Anticristo será Judío y los judíos lo recibirán como el
mesías esperado por tantos y tantos siglos, cumpliéndose así
el vaticinio de Jesucristo: “He venido en nombre de mi Padre
y no me recibísteis, más vendrá Otro en su propio nombre y
a ese sí lo recibiréis” (Jn 5, 43). Entonces podemos decir
que el momento cumbre de la historia mundana de los judíos,
(que han sido los principales precursores y financiadores
a través de la masonería del nuevo orden mundia), lo
tendrá cuando el Anticristo desencadene sobre la Iglesia la
peor persecución de todos los tiempos.
3. El Anticristo será un falso remedo de Jesucristo, por lo
que dará la impresión de ser bueno, de ser aparentemente
virtuoso y santo y que hablará mucho de fraternidad, y de
humanismo, tratando de conquistarse a todos y a todo.
4. El Anticristo – con el poder de Satanás – hará portentos tales
que pasmará a los habitantes de la tierra. No serán
verdaderos milagros, pues sólo Dios los hace, pero sí falsos
milagros y prodigios engañosos.
5. El Apocalipsis nos da ejemplos concretos de estos falsos
milagros que hoy son muy posibles con la actual tecnología:
“hacer bajar fuego del cielo”; “hacer hablar a la estatua de la
bestia y el poder de esta estatua de quitar la vida a quien no
la adore” (Apoc. 13, 15).
6. Reinará tres años y medio o menos (Apoc 13, 5 y Daniel 7,
24). “y si aquellos días no fuesen acortados nadie se salvaría
pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días”
(Mt 24, 22)
7. No será quebrado por mano humana (Daniel 7, 25), sino
que será aniquilado por el soplo de la boca del Señor y con la
manifestación de su Parusía. (II Tesalonisences 2, 8), San
Miguel Arcángel lo lanzará vivo al fuego del infierno (Apoc 20,
1-3).
8. El Anticristo o bestia del mar tendrá un aliado que será el
falso profeta que surge del mundo religioso y que se
constituye en el principal promotor de la falsa Iglesia,
indispensable esta para que pueda surgir el culto sacrílego al
Anticristo.
9. El reino del Anticristo – llegado el momento – será universal y
totalitario; en este sentido, reducirá a la Iglesia a una
tribulación cual nunca ha conocido, y hará imperar en su
tiempo una especie de boicot económico biotecnológico: nadie
que no tenga la marca de la bestia podrá realizar cualquier
tipo de transacción comercial. Así lo confirma el Apocalipsis
13, 18: “He hizo poner a todos, pequeños y grandes, una
marca impresa en la mano derecha o en la frente a fin de que
nadie pudiese comprar o vender si no estaba marcado con el
nombre de la bestia o el número de su nombre. Aquí la
sabiduría: quien tenga entendimiento calcule la cifra de la
bestia, porque es cifra de hombre: su cifra es 666.”
En este sentido, el progreso tecnológico contribuirá decididamente
a la dominación del gobierno mundial por parte del Anticristo. Las
transacciones de todo tipo transmitidas velozmente alrededor del
globo mediante fibras ópticas, satélites, terminales de apertura
pequeña, computadoras compatibles y portátiles, bases de datos
centralizados, teléfonos celulares y otros métodos de comunicación
inalámbrica, han abierto nuevas perspectivas para el mundo. Las
tarjetas de crédito con chip microprocesador permitirán realizar
transacciones de débito y crédito desde cualquier lugar y a
cualquier hora. Todas las transacciones serán depositadas en unas
cuantas bases de datos, las que finalmente serán controladas por
quien detente el poder. Los microchips contendrán cantidades
masivas de información y se convertirán en la identidad de cada
persona. Se emitirá una tarjeta de identidad para eliminar el abuso
de las tarjetas de crédito. El código de barras o código universal
de productos será un método muy eficaz para registrar todo tipo de
compra. Así se podrá examinar todo tipo de transacción comercial.
El uso del dinero efectivo disminuirá hasta desaparecer totalmente.
La marca de la bestia podría ser impresa con rayo láser en la
mano derecha o en la frente de cada persona; y desde luego
sería una marca indeleble, invisible y que contendría bajo el
código de barras, el nombre del Anticristo o su número, el
666, más el número de cada uno a manera de tarjeta de
crédito.
En cuanto a la gematría 666 (los judíos y los griegos usaban las
letras o signos numéricos, por lo que tenían por costumbre poner
nombres con números) se han propuesto innumerables nombres
con esa cifra. Teitán, Apolo, Nerón, Maitreya son algunos ejemplos
de ello. No estamos en condiciones de adivinar quien sea el
Anticristo, pero lo que sí podemos afirmar es que está listo a
manifestarse en el mundo entero.
También se puede mencionar el hecho de que el número 6 es el
número que le corresponde al hombre y tres veces 6 significa que
el tres, como símbolo de la divinidad, se convierte en un hombre
que se hace pasar como si fuera Dios. Asimismo, el 666 indica
una imperfección permanente que nunca pueda alcanzar el 7 que
es símbolo de la perfección y plenitud de Dios y de toda su
creación.
10. El Anticristo no será rey hereditario, sino que subirá desde
el suelo y alcanzará el poder mediante engaños y fraudes.
Reinará apoyado en el Asia y sujetará a occidente. Tendrá
cuatro puntos concretos:
a. negará que Jesús es el salvador Dios (Jn 1, 2).
b. Se erigirá como salvador absoluto de la humanidad (Jn 1,
5).
c. Se divinizará (II Tesalonisences 2).
d. Suprimirá, combatirá o falsificará todas las demás
religiones (Dn 66).
11. Por último, en cuanto a la personalidad del Anticristo, hay
algunas opiniones de los Santos Padres de la Iglesia, así
como de Teólogos, sobre esta apostasía y el reino del
Anticristo. Por ejemplo:
a. San Agustín, en su comentario al Salmo 7, dice que “el
Anticristo se sentará en el templo, esto es, en la Iglesia,
como si el pueblo de Dios estuviese formado de una multitud
de impíos.”
b. San Hipólito mártir en su texto Acerca del Anticristo, dice
que el Anticristo tendrá su imagen en todas las iglesias y en
su obra “De la consumación del mundo” reconoce que “la
seducción llenará al mundo entero; los pastores se
convertirán en lobos hasta que al fin todos crean en el
Anticristo” y añade “…despreciadas las Escrituras, abundará el
estupro, el adulterio; surgirán falsos doctores de perniciosas
costumbres…”
c. San Efren, aseguraba que "cuando venga el Anticristo estará
completa la apostasía del siglo".
d. Francisco Suárez en su obra De los Misterios de la Vida
Cristiana en su Disp. 54 dice que “la mayor parte de los
fieles se separarán de Cristo aunque la Iglesia no perecerá en
la persecución”.
e. San Roberto Belarmino en su obra Del Anticristo, cree que el
Anticristo para ganarse a los judíos, fingirá reconstruir el
templo de Jerusalén y observará por un tiempo el sábado y
tendrá su sede en Jerusalén.
f. San Ireneo, en su obra Contra las Herejías, dice que “El
Anticristo resumirá toda la apostasía en sí mismo, transferirá
a Jerusalén su reino y se sentará en el templo de Dios y lo
adorarán como si él fuese el Cristo… y aplastará a los santos
del Altísimo y tratará de cambiar los tiempos y las leyes…”
El Último Imperio
De acuerdo con la común opinión de la mayoría de los Padres de la
Iglesia de los primeros V siglos, el Anticristo se alzará en su imperio
a partir de un resurgimiento o restauración de lo que fue el
colosal Imperio Romano. Tal afirmación se apoya en las
visiones que tuvo el profeta Daniel (siglo VII antes de Cristo)
relativas a cuatro bestias que emergen del mar y que serían los
imperios sucesivos que existirían en la historia y que iban a tener
poder sobre la tierra. De las cuatro bestias que suben del mar tiene
especial importancia la cuarta bestia y que coincidirá, siete siglos
después, con la visión que tiene San Juan en su Apocalipsis sobre el
Anticristo.
Veamos primero la visión que tuvo el profeta Daniel:
“Yo estaba mirando durante mi visión nocturna y salieron del mar
cuatro grandes bestias, diferentes una de otra. La primera bestia
era como un león, y tenía alas de águila… la segunda, semejante
a un oso… y vi otra semejante a un leopardo… tenía esta bestia
cuatro cabezas…; …y vi en la cuarta bestia, espantosa y terrible y
extraordinariamente fuerte que… devoraba y desmenuzaba y lo que
sobraba lo hollaba con sus pies… y tenía diez cuernos. Estaba
contemplando los cuernos, cuando divisé otro cuerno pequeño,
que despuntaba sobre ellos; y le fueron arrancados tres de los
primeros cuernos. Y he de aquí que había ojos como de hombre y
una boca que profería cosas horribles” (VII, 3-10).
Un ángel, que fue interprete de la visión le explica a Daniel y le dice
lo siguiente: “Estas grandes bestias que son cuatro, son cuatro
imperios que se levantarán en la tierra” (VII, 17).
Los tres primeros imperios representados en las tres primeras
bestias que emergen del mar, se referían al Imperio Babilónico,
al Reino Medopersa y al Imperio Griego de Alejandro Magno,
y esta tercera bestia que tenía cuatro cabezas, se refiere a que el
Imperio Griego se dividió en cuatro reinos o cuatro subreinos: Siria,
Egipto, Asia Menor y Macedonia. Las tres bestias aquí referidas
con forma de león, oso y leopardo, coinciden exactamente
con la bestia que vio San Juan emerger del mar, y que dice lo
siguiente:
“Y del mar vi subir una bestia con diez cuernos y siete cabezas… la
bestia que vi era semejante a un leopardo; sus patas eran como
de oso y su boca como boca de león” (XIII, 1-2).
Ahora bien, tocante a la cuarta bestia de la visión de Daniel, nos
dice el profeta Daniel lo siguiente: "Quise entonces saber la verdad
acerca de la cuarta bestia que era tan diferente de todas las
demás y extraordinariamente terrible, que tenía dientes de hierro y
uñas de bronce… y acerca de los diez cuernos que estaban en su
cabeza, y también acerca de aquel otro que le había salido y
delante del cual habían caído los tres…” (VII, 19-21).
El ángel le explicó a Daniel la visión de la siguiente manera: “La
cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra (este cuarto
reino correspondió al Imperio Romano en la época de Jesucristo)
este será diferente de todos los reinos, ... Los diez cuernos
significan que de este reino (Imperio Romano) surgirán diez
reyes, y tras ellos se levantará otro que será diferente de los
anteriores y derribará a tres reyes” (VII, 23-24).
El ángel le explica al profeta Daniel cómo del cuarto imperio
surgirán diez reyes, que no sólo se refieren a los diez emperadores
romanos, sino principalmente a los que habrían de surgir en el
fin de los tiempos, de acuerdo a la explicación que otro ángel le
hace a San Juan en el Apocalipsis, siete siglos después, respecto de
la misma bestia, cuando le afirma que “los diez cuernos que viste
son diez reyes que aún no han recibido reino, más con la bestia
recibirán potestad como reyes.”
De todo lo que se ha citado, se colige que la cuarta bestia
corresponde al engranaje del nuevo orden mundial que,
producto de la labor de muchos siglos y particularmente centrada
en el siglo XX, dará lugar al surgimiento de un gobierno mundial
dividido en diez naciones de Europa, con la Comunidad
Económica Europea, o de diez reinos en las que el mundo quedará
dividido según la propuesta del Club de Roma. Así pues, habrá
diez reyes (reinos o naciones) que la Sagrada Escritura llama
los diez cuernos de la bestia y que provendrán de un
resurgimiento de un imperio (del nuevo orden mundial) y
dentro de ellos surgirá el undécimo cuerno que será, ni más
ni menos, que el Anticristo, el plebeyo de satánica grandeza que
hablaba Donoso Cortés. Este cuerno pequeño crecerá de golpe
y vencerá a tres de los diez reyes y los demás
voluntariamente se le someterán.
De todo lo dicho afirmamos que el Anticristo será un rey
universal que dominará una confederación de diez reinos o
naciones del mundo. Este reino colosal será la expresión del
sueño de la reconstrucción del imperio que ha estado latente en la
mente de los grandes Estadistas Europeos. Carlo Magno, Napoleón,
Hitler representan casos concretos de ello. Hoy en día el nuevo
orden mundial con sus grupos de apoyo de la Masonería, del
Consejo de Relaciones Exteriores, de la Naciones Unidas, del Grupo
Beilderberg, del Club de Roma y de la Comisión Trilateral, están
como fundamento para proyectar el poder político, económico y
militar sin precedentes en el mundo y que aportará los elementos
necesarios para que el Anticristo desencadene el gobierno más
autoritario y terrible que la historia haya conocido.
La Gran Tribulación
Cuando el Anticristo aparezca en escena, dará inicialmente una
imagen de alguien aparentemente bueno, revestido de una
inteligencia excepcional y de extraordinarios dotes de líder que le
ayudarán a resolver los graves males que padezca en ese entonces
la humanidad entera. Se hará ver como descendido del cielo y
tendrá una gran plenitud de toda la ciencia humana y hará gala de
una humanidad y humanitarismo en el sentido más amplio de la
palabra. Podríamos decir que al principio será un excepcional
Teólogo de la Liberación de los pobres. Si no fuera así, no se
entiende como toda tribu, pueblo, lengua y nación le va a reconocer
como si fuera el salvador de los hombres y lo va a adorar, por un
tiempo, tiempos y medio tiempo, es decir,por tres años y medio.
Sólo se puede entender esto si el Anticristo presenta una imagen de
mendacidad y de santidad, sobre todo de una santidad que hoy se
encuentra tergiversada, como el ejemplo del caso de la princesa
Diana, que no faltan quienes la han promovido para que sea
venerada en los altares. Esta falsa y aparente santidad que el
Anticristo va a manifestar, será tan grande que incluso tendrá la
posibilidad de engañar a personas serias y aún a los mismos
creyentes, y eso es lo que explica el hecho de que la Escritura
afirme que el engaño “podría llegar hasta los mismos elegidos”.
El Anticristo, como relató en su obra el teólogo ruso ortodoxo
Vladimir Soloviev, será una imagen de gran espiritualista, asceta
y amigo de los hombres, que aparecerá en escena como un gran
benefactor. Dará al mundo una paz: una falsa paz; dará al mundo
un orden: un orden inicuo; solucionará temporalmente el
problema económico y toda la cuestión social.
Pero una vez que se manifieste su real identidad, el Anticristo
desencadenará en la tierra lo que Jesucristo denominó como “La
Gran Tribulación”. Recordemos las palabras de nuestro Señor:
“Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación predicha por
el profeta Daniel, instalada en el lugar santo – el que lee,
entiéndalo – entonces los que estén en Judea, huyan a las
montañas; quien se encuentre en la terraza, no baje a recoger las
cosas de la casa; quien se encuentre en el campo, no vuelva atrás
para tomar su manto… porque habrá entonces grande tribulación,
cual no la hubo jamás desde el principio del mundo que Dios
creó hasta ahora, ni la habrá jamás” (Mt 24, 15-21).
La Gran Tribulación se caracterizará principalmente con la
persecución, donde el Anticristo hará imperar la abominación de la
desolación, es decir, el sacrilegio máximo, proclamándose dios a
sí mismo, y siendo ateo pretenderá recibir honores divinos como si
fuera el mismo mesías. Reducirá a la Iglesia a una tribulación cual
nunca ha conocido, persiguiendo a los santos y profetas y a cuantos
no quieran sometérsele. Suprimirá el sacrificio de la Santa Misa
y el culto público durante 1290 días (Daniel 8, 12 y 12, 11), es
decir, 42 meses. La Santa Misa plausiblemente podría oficiarse en
catacumbas.
Las guerras terribles, las pestes, los terremotos, el hambre, el
terrorismo y todas las tragedias que están ocurriendo hoy en el
mundo, no son sino el principio de los dolores. Pero el dolor
mismo será peor todavía, porque madurada ya la iniquidad en la
tierra, ella se levantará en toda su fuerza y aprovechará todos sus
ensayos, dirigida por Satanás en pleno furor para atentar a los
verdaderos cristianos, sabiendo que le queda poco tiempo. ¡Ay de
las que crían y de las preñadas en aquellos días! ¡Ay de los que
quedaron para ser cribados por Satanás en la última prueba!
Las dos fuerzas antagónicas que pelean en el mundo desde la caída
de los primeros padres se tenderán en el máximo esfuerzo.
En la Gran Tribulación los santos serán derrotados y
vencidos por todas partes y la apostasía cubrirá el mundo
como un diluvio. La iniquidad y la mentira tendrán libre juego y el
poder político más poderoso que haya existido sobre la humanidad,
no sólo perseguirá a la religión a sangre y fuego, sino que será
revestido de una falsa religiosidad; y los pocos fieles a Cristo
sufrirán cuando aparezca en la tierra el hijo de la perdición, aquel
en que Dios no tiene parte y que Cristo no se dignó nombrar
siquiera: el otro, es decir, el Anticristo. Él con el poder de
Satanás, y en medio de la gran tribulación, aplastará a todos lo
santos y abatirá toda ley, tanto la de Cristo como la de Moisés.
Matará a los profetas y a cuantos no quieran sometérsele (entre
estos figuran los dos testigos – Apoc 11 – que habrán de aparecer
en el mundo durante 1260 días, para predicar el arrepentimiento y
condenar los errores diabólicos del Anticristo. Según la exégesis
antigua, estos dos testigos serán Enoch y Elías, que aún no han
muerto sino que fueron arrebatados y volverán a la tierra a cumplir
su última misión, en la que tendrán que pasar por la muerte). El
Anticristo se lanzará contra la Iglesia, acusándola de haber quedado
detenida en el tiempo.
Se impondrá por la fuerza y el engaño el control de un estado
centralmente planificado y totalitario, y existirán las más duras
penas, un culto malvado, cuyos actos serán de apostasía y de
sacrilegio; nadie del mundo podrá escapar de este culto tan
execrable. Se impondrá por todas partes un reino de iniquidad y de
mentira. El gobierno será exterior y tiránico; la libertad estará
desenfrenada de placeres y diversiones y habrá en general una
estrepitosa alegría falsa que cubrirá la más profunda desesperación.
En la Gran Tribulación acontecerán extraños fenómenos cósmicos,
falsas resurrecciones, reencarnaciones aparentes, invasión de
fenómenos de ocultismo, brujería y hechicería que darán la
impresión de una manera convincentemente real de que la doctrina
de la Iglesia estuvo en un grave error, y el único que tendrá poder
en el mundo será Satanás acompañado de los espíritus diabólicos y
cósmicos, que tendrán un poder extraordinario sobre toda la
naturaleza. Algunas personas serán transportadas de un lugar a
otro por espíritus diabólicos y también habrá resurrección de
algunos muertos y justos, es decir, muertos que tomarán la figura
de almas justas, que vivieron en la tierra, para así mejor seducir a
los hombres; estos diciéndose muertos resucitados, no serán otra
cosa que el demonio bajo sus figuras y predicarán otro evangelio
contrario al del verdadero Cristo Jesús, negando la existencia del
cielo y también las almas de los condenados. Estas almas
aparecerán como unidas a sus cuerpos. Por todas partes se verán
prodigios extraordinarios, porque la verdadera fe se habrá
extinguido y la falsa luz alumbrará al mundo.
Así pues, decir “una tribulación como nunca se vio otra igual”, es
decir muchísimo. Quiere decir que los cristianos de aquel
tiempo, o sea, nosotros, sufrirémos como nunca se sufrió,
como no sufrió Job, como no sufrió Noé, como no sufrió Juan
de la Cruz, como no sufrió Juana de Arco, como no sufrieron
los mártires que derramaron su sangre, que fueron
perseguidos a causa del amor de Cristo. Todos ellos habrán
sufrido menos y los cristianos de aquel tiempo de la gran
tribulación no son los que ya pasaron entonces, sino que
seremos nosotros. ¡Bienaventurado entonces sea el dolor,
con tal de que veamos volver a Cristo!
Dice Jesucristo: “Si el mundo os odia, sabed que primero me odió a
mí… acordaos de esta palabra que os dije: no es el siervo más
grande que su Señor. Si me persiguieron a mí, también os
perseguirán a nosotros”.
Así pues, no queda más que prepararse santamente a la Gran
Tribulación, como dijera su Santidad el Papa Juan Pablo II en Fulda,
Alemania, en el año de 1980 en relación con el secreto de Fátima:
“Debemos prepararnos para sufrir dentro de no mucho, grandes
pruebas, las cuales exigirán de todos nosotros la disposición de
hacer donación de la propia vida (martirio) y una dedicación
total a Cristo y por Cristo. Con vuestra oración y la mía, es posible
mitigar nuestra tribulación, pero no será posible evitarla, porque
sólo así la Iglesia podrá ser efectivamente renovada… cuantas
veces de la sangre ha brotado la renovación de la Iglesia. Esta vez
no será de otra forma. Debemos ser fuertes, prepararnos, confiar
en nuestro Señor y en su Madre Santísima y ser asiduos, muy
asiduos en el rezo del Santo Rosario”.
Finalmente, la Santísima Virgen al Padre Gobbi le ha transmitido
una serie de mensajes insistentes en el tema de la gran tribulación,
como necesaria purificación al gran castigo que vendrá al mundo en
el día de la ira de Yavéh, o también juicio de las naciones y que
será la antesala de la segunda venida de Cristo o Parusía.
Algunos mensajes son los siguientes:
“Las horas que van a vivir son las más graves y dolorosas… así
ustedes, mis hijos predilectos, consagrados a Mi Corazón… se
convierten en las gotas de mis lágrimas que se derraman sobre los
dolores inmensos de la Iglesia y de toda la humanidad, mientras
entran en los tiempos fuertes de la gran tribulación” (31 de
diciembre de 1990).
“El reino glorioso de Cristo será precedido de una gran tribulación
que servirá para purificar a la Iglesia y al mundo y para conducirlos
a su completa renovación” (28 de enero de 1979). Conviene aclarar
que la gran tribulación no solamente coincide con el gobierno
mundial y reinado del Anticristo y la persecución consecuente con
todos los fieles cristianos, en las que la Iglesia estará prácticamente
oculta y pasando una terrible pasión, sino que también la parte final
de la tribulación lo constituye el gran castigo al que hemos hecho
mención, también llamado el “día de la ira de Dios”, o el “día
grande de Dios” o el “día de la ira de Yavéh”, o también entendido
todo ello como el Juicio de las Naciones.
“Sabed leed y meditad todo lo que en las Sagradas Escrituras os ha
sido claramente descrito, para ayudaros a comprender el tiempo
que estáis viviendo… con mi voz maternal os conduzco a todos a
comprender las señales de la gran tribulación. En os evangelios, en
las cartas de los apóstoles y en el libro del Apocalipsis se os han
descrito claramente las señales ciertas para haceros comprender
cuál es el peligro de la gran tribulación” (13 de octubre de 1989).
Conviene aclarar también que en un sentido muy amplio de la
palabra, la gran tribulación podríamos decir que ya empezó con
todo el proceso de apostasía que estamos viviendo tanto en el
mundo como en la Iglesia, y con los consecuentes efectos de ellos,
así como de los trastornos de orden natural, terremotos, sequías,
inundaciones, epidemias, males incurables que se extienden por
toda la tierra, desastres que causan la muerte inesperada de miles
de personas; todo esto aunado a los rumores de guerra y a los
actos de terrorismo por todas partes de violencia. Todo ello de
alguna forma pertenece a la Gran Tribulación, pero en sentido
estricto, la gran tribulación abarca el período específico del
reinado del Anticristo y la parte final del gran castigo de
parte de Dios, en la que también está involucrada la última batalla
que encabezará el Anticristo con sus diez reyes y que no es otra
que la famosa batalla del Armagedón que habla el Apocalipsis.
Como nos damos cuentas, la Gran Tribulación contiene un
sinnúmero de elementos violentísimos y de gran sufrimiento para
todos, aunque la esencia se limita a la pasión y “muerte” de la
Iglesia y al triunfo aparente de Satanás sobre el mundo, con su
gran sacrilegio que es la abominación de la desolación en el lugar
santo.
Un Falso Cristo y una Falsa Iglesia
“Ellos traman la ruina de la
Iglesia, no desde afuera, sino
desde adentro; en nuestros días el
peligro está casi en las entrañas
mismas de la Iglesia y en sus
mismas venas; y el daño
producido por tales enemigos es
tanto más inevitable cuanto más a
fondo conocen la Iglesia”
Encíclica Pascendi de Pío X,
del 8 de septiembre de 1907
Uno de los males más violentos, o quizá el mayor, que ha tenido la
Iglesia es la infiltración del espíritu masónico que ha
penetrado hasta su mismo centro, y también dentro del
Vaticano. Decía la Santísima Virgen al Padre Gobbi en 1986: “En la
Iglesia ha entrado también la desunión, la división, la lucha, el
antagonismo. Las fuerzas del ateísmo y de la masonería, infiltrada
en su seno, han logrado romper su unidad interior y oscurecer el
esplendor de su santidad.”
La masonería – o francmasonería, como también se le llama – nace
oficialmente en Inglaterra en el año de 1717, con el establecimiento
de la Gran Logia de Inglaterra, y decimos oficialmente porque no es
más que la coraza o careta tras la cual se pretenden encubrir las
antiguas prácticas gnósticas, que desde los primeros siglos, han
intentado destruir la doctrina cristiana.
La masonería ha sido reiteradamente condenada por la Iglesia en
innumerables documentos, particularmente en la Encíclica
Humanum Genus del Papa León XIII en 1884, así como en la
Constitución Apostólica Eminenti del Papa Clemente XII del año de
1738; también en la Constitución Pro Vidas del Papa Benedicto XIV
en1751; la Encíclica Mirari Vos del Papa Gregorio XVI en la que
señala al mundo entero que la masonería es la principal causa de
todas las calamidades de la tierra y de los reinos y como el
“sumidero impuro de todas las sectas anteriores".
La masonería es una gran conspiración habilidosamente
organizada y disciplinada contra Jesucristo y la Iglesia, y
consiguientemente contra el mismo Dios y contra todo lo que
significa orden y respeto a alguna autoridad y
reconocimiento de algún deber que cumplir y de un freno de
nuestras pasiones. Su fin último y principal es el de la
destrucción radical de todo orden religioso y civil establecido
por el cristianismo, y la creación de otro orden nuevo con
fundamentos y leyes tomados de la entraña misma del
naturalismo (Encíclica Humanus Genus no. 8).
La Santísima Virgen ha estado indicando en varias ocasiones cómo
está por cumplirse la prueba más grande para la Iglesia desde que
fue fundada, cumpliéndose así lo que decía el Papa Pío X en su
Encíclica Paccendi: “Ellos traman la ruina de la Iglesia, no desde
fuera, sino desde adentro; en nuestros días el peligro está casi en
las entrañas mismas de la Iglesia y en sus mismas venas; y el daño
producido por tales enemigos es tanto más inevitable cuanto más a
fondo conocen la Iglesia.”
María Santísima decía lo siguiente la Padre Gobbi: “La Iglesia
conocerá la hora de su mayor deserción, el hombre malvado se
introducirá al interior de ella y se sentará en el mismo Templo de
Dios, mientras que el pequeño resto que permanecerá fiel será
sometido a las pruebas y persecuciones más grandes.” (13 de mayo
de 1990).
“La gran prueba ha llegado para su Iglesia. Han seguido difundiendo
los errores que han llevado a la pérdida de la fe… hasta se prepara
a escondidas un verdadero cisma que pronto podrá llegar a ser
abierto y proclamado…” (noviembre de 1990).
“Hoy les confirmo que éste es el Papa de mi secreto; el Papa de
quien hablé con los niños durante las apariciones. (Fátima); el Papa
de mi amor y de mi dolor… cuando este Papa haya cumplido la
misión que Jesús le haya encomendado, yo bajaré del cielo para
acoger su sacrificio, y todos serán envueltos por una densa tiniebla
de apostasía que entonces llegará a ser general.” (13 de mayo de
1991).
Finalmente, el 13 de mayo de 1992, María Santísima dijo lo
siguiente: “Hijos predilectos, hoy recuerdan el setenta
quincuagésimo aniversario de mi primera aparición, acontecido en
Fátima, acontecida en la Cova de Iría, el 13 de mayo de 1917…
entonces predije los tiempos de la pérdida de la verdadera fe y de
apostasía, que sería difundida en cada parte de la Iglesia. Están
viviendo los tiempos que yo les he predicho… los tiempos de la
guerra y la persecución a la Iglesia y al Santo Padre, a causa de la
difusión del ateísmo teórico y práctico, de la rebelión de la
humanidad a Dios y a su ley…”
Conviene ahora explorar un poco el propósito de la masonería para
el establecimiento de una falsa iglesia.
Digamos primero, antes de entrar al desarrollo principal, que existe
una forma de masonería ateísta y espiritualista, de un eclecticismo
muy liberal, capaz de ejercer, y que ejerce de hecho actualmente,
una fuerte fascinación sobre los ambientes eclesiásticos más
“avanzados”. Así se han podido construir en el seno de la Iglesia
misma, un movimiento clandestino con inspiración masónica. Este
tiende a promover un neocristianismo, reinterpretando todo
según la cultura moderna, que sería el único verdaderamente
universal, y por tanto, nominalmente católico. Pero este así llamado
universalismo, entendido como un sincretismo muy liberal, lo
convierte, de hecho, en adversario declarado del catolicismo
romano.
Sin entrar en detalles de sus orígenes y de su organización,
recordemos solamente que la masonería presenta a través de su
historia una doble corriente paralela, cuyas dos ramas en definitiva
trabajan para el mismo fin, pero con distintos medios:
1. La corriente materialista, de inspiración racionalista
(nada por encima de la razón y de la experiencia). Esta
corriente admite a los llamados deístas (una fe vaga en el
gran arquitecto del universo), pero está compuesta mucho
más abundantemente por ateos o agnósticos.
2. La corriente espiritualista, de inspiración gnóstica, se
considera heredera por medio de la cábala judía, de las más
altas antiguas tradiciones paganas esotérica y secretas. El
conocimiento y la tradición de una pretendida sabiduría
trascendente, a base de simbolismos, que excluye todo
dogmatismo, es la prerrogativa de una élite de iniciados. Esto
son los únicos depositarios de los secretos y los únicos que
laboran los planes de acción y detentan el mando.
El fondo de esta “alta ciencia esotérica”, está llamada a trascender y
a destronar a todas las religiones reveladas.
¿Quién está detrás de todo esto? Un masón de grado elevado (J. M.
Reymond) ha afirmado lo siguiente: "Nosotros hemos querido
cristalizar la inmortalidad en el símbolo del gran arquitecto del
universo, especie de representación de la unidad cósmica, suprema
inteligencia universal, que no es más que la vida misma.” Pero esto
no lo dice todo; no se nos olvide que “otro” pretende asumir el
lugar de Cristo la soberanía sobre el universo. En un texto de
Claudio de Saint Martín (uno de los más influyentes masones
espiritualistas del siglo XVIII) no se deja duda sobre la identidad de
la “suprema inteligencia universal”, ni sobre el nombre muy
personal que se le debe dar: Lucifer. Incluso Osvaldo Wirth, masón
ocultista, ha dejado estas palabras sumamente reveladoras: “La
serpiente inspiradora de desobediencia, de insubordinación y de
rebelión, fue maldita por los antiguos teócratas (entiéndase Dios
Padre) en el momento que era honrada entre los iniciados
(entiéndase Adán y Eva). Llegar a ser similar a la divinidad, tal era
el fin de los antiguos misterios. En nuestros días, el programa de
iniciación no ha cambiado.”
A propósito de las sectas teosóficas, muy emparentadas con la
masonería espiritualista en sus objetivos, en sus métodos y
frecuentemente también en sus comunes adeptos, René Guenon,
especialista en estas cuestiones, se pregunta: “¿No estará detrás de
todos estos movimientos, alguna cosa extraordinariamente temible,
que sus mismos dirigentes tal vez no conocen, y de la cual ellos
todavía son simples instrumentos?” (El Teosofismo, página 280).
Creación de una Nueva Iglesia
Con su pretensión de una hegemonía universal, la corriente
masónica espiritualista se pone evidentemente a la par con la
Iglesia Católica. Pero ella no se ha limitado a una actividad de
concurrencia en su seno; sus hombres han madurado un complot,
han elaborado un plan en el que se expresa la voluntad de
suplantar a la Iglesia existente, previendo su sustitución con
una nueva iglesia, radicalmente transformada según sus
miras.
Es entre 1880 y 1890 que este plan fue elaborado. En aquella
época, escribe Pier Virion en su obra “Misterio de la Iniquidad” de
1967, ciertos grupos ocultistas trabajaban activamente en las
grandes órdenes masónicas, invadidas entonces por el
materialismo, con el fin de unirlas alrededor de un espiritualismo
iniciático (desembocando, en última instancia, en un esoterismo
luciferiano). Tanto en Francia como en Inglaterra, este esfuerzo
provenía, en su mayor parte, de un resurgimiento del
rosacrucianismo, del espiritismo y del cabalismo. Los clérigos
prestaron una activa cooperación, entre ellos: Elifas Levy y el
Canónigo Roca, profeta de una nueva iglesia iluminada, la cual,
según él, sería “ratificada oficialmente por el último Papa,
convertido ya éste al “nuevo Cristianismo””.
De esta convergencia de esfuerzos, nacieron en Francia tres grupos
principales:
1. La Orden Cabalística de los Rosacruces, fundada en 1888
por Stanislao de Guaita, un mago negro cuyo propósito era
dar a conocer a la teología cristiana las magnificencias
esotéricas ocultistas de las cuales, según él, está llena sin
saberlo.
2. La Orden Martinista, fundada en 1890 por Papus. Dice Pier
Virion, que esta es actualmente una de las más peligrosas
sociedades secretas, por su poder de corrupción doctrinal en
los ambientes católicos. Este movimiento, obra maestra de lo
que se puede llamar masonería blanca, se esfuerza en crear,
de manera muy inteligente, un clima de conciliación con la
Iglesia, y por tanto se dedica a la conquista de personalidades
eclesiásticas y, al mismo tiempo, de la clase burguesa. El gran
instructor de este movimiento es Saint-Ydes de Abeildre. El
propósito de este grupo es establecer un gobierno
mundial invisible con el concurso de las potencias
ocultas de cada orden y de cada escuela. En su última
fase el poder sería ejercido por un “colegio de sabios”,
compuesto por representantes de las potencias sociales,
financiaras, culturales, y que admitiría también sobre una
base de rigurosa igualdad a los jefes de todas las grandes
religiones, es decir, Islamismo, Budismo, Hinduismo,
Catolicismo, entre otras. Precisamente la religión católica
vendría ser absorbida en este sincretismo universal,
presentado este como la única religión del futuro. En el
orden político, se establecería un socialismo tecnificado,
dividiendo al mundo en zonas geopolíticas.
3. El Simbolismo, representado por Oswald Wirth, quien
sustenta un “cristianismo esotérico u ocultista”, cuya
seducción se ejerce en gran medida sobre católicos que están
ávidos de misticismo.
En 1937, los dignatarios del Consejo Supremo de Francia, han
emprendido, con Oswald Wirth, la tarea de encontrar sacerdotes
católicos, con el fin de preparar el acercamiento entre la
Iglesia y la masonería. Asimismo, fuera de Francia se ha
establecido un esfuerzo idéntico de penetración del catolicismo en
varios países, como por ejemplo Italia, donde se exponía la
necesidad de fundar una masonería católica, que pretendía
clandestinamente accionar dentro de la Iglesia y sin rebelión
abierta. Pero eso sí, una rebelión profunda, una revolución
silenciosa.
Estos esfuerzos conjuntos han tenido verdaderos frutos. La etapa de
simple diálogo con la masonería, parece ya superada. Lo que se
está creando ante nuestros ojos es un clima de convenio y simpatía.
Las sectas masónicas se vanaglorian siempre más de contar entre
sus miembros a sacerdotes. Este hecho por otra parte, ha sido
confirmado en el curso de una reciente transmisión radiofónica del
gran maestro del gran oriente de Francia, el cual precisó, además,
que la presencia de sacerdotes en la masonería implica para ellos la
obligación de ser dogmáticamente libres…, es decir, liberados del
Credo Católico. En el Vaticano, los diplomáticos están presionando
por un cambio, por ellos deseado, de la postura oficial de la Iglesia,
hasta hoy muy hostil a la masonería.
Todo el trabajo realizado en las Logias Masónicas, particularmente a
fin del último siglo, en favor de un espiritualismo de inspiración
gnóstica, apunta en definitiva a instaurar un nuevo cristianismo y
una nueva Iglesia. “Estamos obligados a construir sobre la base
de una documentación rica en certezas, escribe Pier Virion, que un
magisterio oculto conduce a los doctores de la nueva iglesia,
inventada en las altas sociedades secretas en este fin del siglo XX.”
Este ecumenismo de esta nueva iglesia, no es la nuestra.
Mezcla todo junto: el error y la verdad, todas las religiones y
todas las ideologías; todas las instituciones y todos los
regímenes políticos incluido el comunismo ruso y el chino.
Sus teólogos eliminan la acción creadora de Dios,
consagrándola como hija del Cristo Cósmico que está
surgiendo de la humanidad, la cual no recibe más la gracia,
sino que la da. Es la humanidad entonces la que pontifica de
frente al Papa, porque según ellos la Iglesia de Pedro ha
errado… haciendo errar la corriente de la unidad mundial.
Esta unidad mundial, todavía en gestación, pero muy pronto
a manifestarse, no deberá de contener nada del espíritu
católico de la antigua iglesia romana. Esta unidad se va a
realizar fuera de la Iglesia Católica Romana y contra ella,
pero se presentará como la nueva Iglesia Católica Romana.
Será el fruto del espiritualismo masónico, el único que puede
asegurar el verdadero universalismo.
Y así estos masones afirman que el papado (con Juan Pablo
II) cundirá; y entonces aparecerá un cristianismo nuevo,
sublime, liberal, profundo, verdaderamente universalista,
absolutamente enciclopédico… un culto universal donde
todos los cultos serán englobados. El Dios será la humanidad
que a mis ojos se confunde con el Cristo, que es también el
universo entero. Al Cristo-hombre sufriente, la Iglesia le
sigue en nuestros días el Cristo-Espíritu triunfante (El
Canónico Roca, “ La Gloria Centenaria” ).
Solamente en una sociedad teocrática y que tenga el carácter de la
masonería, podrá reunir un día el Islam y la Cristiandad, los hebreos
y los budistas, Europa y Asia, todos en un mismo ideal y en una
intensa esperanza. Corresponde a la masonería, según lo
dicho, el formar la iglesia universal.
También en el Boletín del Gran Oriente no. 37, se afirma que la
masonería adquiere una superiglesia, la iglesia que reunirá a todas
las iglesias.
Esta es la realidad que estamos viviendo y que nos sumerge de
lleno en el peligro incurrido por la Iglesia actual debido a la
infiltración masónica.
En 1972 nuestro Señor le decía a la mística Filiola lo siguiente: “¡Se
ha dejado conducir a la Iglesia en las manos de un espíritu como
masónico…! ¡Oh, sufriremos! Este espíritu difundido ahora en toda
la Iglesia, se ha introducido primero, asegura Filola, en el Vaticano
mismo.” Desde hace 45 años, Ella ve este mal como un cáncer
incrustado en el corazón mismo de la cristiandad. El Vaticano
hospeda, nos dice, una especie de contra iglesia secreta,
compuesta por prelados y dignatarios ganados al espíritu
masónico “espiritualista” (caracterizado, como lo hemos dicho,
por un ecumenismo sincretista, antidogmático y por un humanismo
muy abierto). Estos personajes bajo máscaras honorables, bajo las
apariencias también de un lenguaje ortodoxo, pero ambiguo,
intrigan en la sombra, conducen un sutil doble juego, persiguen con
método y paciencia un plan concertado.
En el clima rápidamente degradado que se ha impuesto después del
Vaticano II, esta contra iglesia cree haber logrado su fin.
Suplantar a Cristo
A la luz de cuanto se ha dicho, se pueden entender ciertos
aspectos:
1. Se quiere suprimir a Jesús, el Cristo, para poner en su lugar
un Cristo como un puro vocablo, un ser abstracto, un
mítico; sin ningún interés en cuanto a su existencia histórica,
pero que simboliza felizmente al hombre en su camino
ascendente, a la humanidad en su camino futuro de plenitud,
adquirida esta por la autodivinización del hombre.
2. Se ha suplantado a Cristo por una proyección subjetiva,
privada por lo tanto de cualquier contenido real, concreto;
pero útil por la carga efectiva que lleva a través de los
tiempos y cuya energía espiritual puede ser recuperada.
3. Se ha suplantado a Cristo por un ser divino concebido en
modo panteísta. Es decir, que cada individuo llegue a liberar
a su Cristo interior de las misteriosas fuerzas del
subconsciente, o que colectivamente la humanidad termine,
como decía Teilhard de Chardin, por identificarse como fruto
de sus esfuerzos humanos, con el Cristo Cósmico, con el
Cristo espíritu.
4. Se ha suplantado a Cristo por un sutil disfraz del príncipe
de este mundo. Bajo la imagen misma de Cristo y bajo el
pretexto seductor de una religión más profunda, más pura,
más espiritual, más divina… surge el mismo Satanás que va
tomando los espíritus de todas las almas.
Por eso, es fundamental en este tiempo que entendamos la
necesaria adhesión a la humanidad santa de Jesucristo, y
también correlativamente a la maternidad de María Inmaculada.
Esto explica por qué estos dos grandes pilares son las garantías de
la integridad y de la autenticidad de la vida cristiana, y al mismo
tiempo, se han convertido en tiro al blanco de los golpes más
furiosos del enemigo.
Conclusión de lo Dicho
De todo lo que hemos dicho pues, se puede resumir que existe una
forma de masonería que ha penetrado en la Iglesia y que
pretende transformarla desde el interior; su tesis no es otra
que un avivamiento o resurgimiento de un espiritualismo gnóstico,
pero adaptado a la cultura moderna. Este espiritualismo masónico
tiene características comunes muy singulares:
• Una aversión por los dogmas y una reducción de toda la
doctrina católica al orden simbólico.
• La explicación de la fe religiosa como un fenómeno
subjetivo, ligado a una experiencia mística y en dependencia
estrecha con la cultura del momento.
• Un relativismo moral, con el rechazo de toda norma
absoluta.
• En cuanto a los métodos: la voluntad de penetrar en las
instituciones de la Iglesia, para irlas modificando sin
violencia, bajo la máscara de reformas graduales: una
verdadera revolución.
• Y en cuanto a la finalidad: la voluntad de suplantar la
Iglesia Católica y de sustituirla con una nueva Iglesia,
totalmente otra, que sería fruto de su acción radical.
Todo esto ha sido fruto de una labor profunda de las grandes logias
masónicas, siendo el principal artífice de esta operación la Orden
Martinista, cuyo fundamento es un panteísmo que emana de los que
es la Cábala Hebrea. El dios único de esta teología se confunde
con el hombre y se identifica con la humanidad.
¿Dónde queda Jesús?, El ha sido despojado de su divinidad. ¿Dónde
queda el cristianismo? Ha sido vaciado de su substancia, de su raíz,
de su cultura, de su sacrificio, de su dogma, de su
Eucaristía.¿Dónde queda Dios? Es una palabra que no significa
nada, sino que se confunde con el cosmos y donde el hombre debe
identificarse con él a través de una evolución donde surja su
divinidad interior.
Es decir, el plan de acción es muy claro: destruir o suplantar a la
Iglesia Católica para sustituirla por un organismo universal
de tipo sincretista, y políticamente integrado en un Nuevo
Gobierno Mundial.
Las Dos Bestias Apocalípticas
Precisamente esto es lo que Juan en su Apocalipsis anunciaba sobre
el surgimiento de las dos bestias: la que surge del mar, y que
significa el mundo político; y la que surge de la tierra y que
significa el mundo religioso. Y esta segunda bestia, que es un
falso profeta, un falso Papa, pondrá a toda la Iglesia a los pies
de la primera bestia, que será ni más ni menos que el mismísimo
Anticristo.
Encontramos numerosísimos mensajes de María Santísima en este
sentido:
El 29 de junio de 1983 la Santísima Virgen mencionó a través del
Padre Gobbi, dos instituciones que han sobresalido por sus
esfuerzos para destruir a la Iglesia: “El dragón rojo es el ateísmo
marxista, que ya ha conquistado el mundo entero y ha llevado a la
humanidad a construirse una nueva civilización sin Dios. Por esto se
ha convertido en un desierto árido y frío, inmerso en el hielo del
odio y en las tinieblas del pecado y de la impureza. La bestia negra
es también la masonería, que se ha infiltrado en la Iglesia y la
ataca, la hiere y trata de destruirla con su táctica engañosa.”
El 3 de junio de 1989, María Santísima expresaba lo siguiente: “…la
bestia negra es la masonería; la bestia negra, obra en la
sombra, se esconde, se oculta, tratando de introducirse en todas
partes… las siete cabezas de la bestia indican las varias logias
masónicas que obran en todas partes de una manera engañosa y
peligrosa.”
“Esta bestia negra tiene diez cuernos y sobre los cuernos diez
diademas, que son signo de dominio y de realeza. La masonería
domina y gobierna todo el mundo por medio de los diez cuernos… El
objetivo de la bestia negra, es decir,de la masonería, es el de
combatir de una manera disimulada, pero tenaz, para impedir a las
almas recorrer el camino indicado por el Padre y por el Hijo, e
iluminado por los dones del Espíritu Santo… La masonería obra con
todos los medios para impedir que las almas se salven y así quiere
volver inútil la obra de la redención llevada a cabo por Cristo… el
objetivo de las logias masónicas hoy, es de obrar con gran astucia,
para llevar a la humanidad en todas partes a despreciar la Santa
Ley de Dios, a obrar en abierta oposición a los diez mandamientos,
a sustraer el culto debido al sólo Dios para darlo a los falsos ídolos,
que son exaltados y adorados por un número creciente de hombres:
la razón, la carne, el dinero, la discordia, el dominio, la violencia, el
placer…
“Ahora comprenden, que en estos tiempos, mi Corazón Inmaculado
se hace su refugio y el camino seguro que los lleva a Dios, frente al
terrible e insidioso ataque de la bestia negra, es decir, de la
masonería.”
La Masonería Eclesiástica
El 13 de junio de 1989, después de hablar de lo que es la masonería
política, nuestra Madre Santísima habló de una penetrante
disertación sobre la masonería eclesiástica y el poder que tiene
sobre la tierra: “Desde la tierra acude en ayuda de la bestia negra
que surge del mar, una bestia que tiene dos cuernos, semejantes a
los de un cordero… al símbolo del sacrificio está íntimamente unido
el del sacerdocio: los dos cuernos. Un cubrecabeza con dos cuernos
llevaba el sumo sacerdote del antiguo testamento. La mitra, con dos
cuernos, que llevan los obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud
de su sacerdocio.
“La bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la
masonería infiltrada dentro de la Iglesia, es decir, la masonería
eclesiástica que se ha difundido sobre todo ante los miembros de la
jerarquía. Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia ya les
ha sido predicha por mí en Fátima, cuando les anuncié que
Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia. Si el
objetivo de la masonería es del de conducir a las almas a la
perdición, llevándolas al culto de falsas divinidades, el fin de la
masonería eclesiástica, en cambio, es el de destruir a Cristo y a su
Iglesia, construyendo un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y
una falsa iglesia.”
Precisamente en el libro del Apocalipsis encontramos perfectamente
anunciado el surgimiento de estas dos bestias, la que surge del mar
y la que surge de la tierra: “Y vi del mar subir una bestia con diez
cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas, y sus
cabezas nombres de blasfemia…” (13, 1). Esta bestia del mar
representará el poder político, apoyado por la masonería que se
opone a todo orden cristiano. Pero junto a esta bestia del mar surge
una bestia de la tierra y que San Juan llamará más tarde un falso
profeta y que tiene un carácter religioso, y es precisamente lo que
María Santísima denomina como la masonería eclesiástica y cuyo
fin es poner un falso ídolo, un falso Cristo y una falsa Iglesia:
“Y vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos como un
cordero, pero hablaba como dragón.” (Apoc 13).
El Obstáculo
¿Qué es lo que falta para que pueda manifestarse este
rebelde y aparezca públicamente la falsa iglesia y el falso
Cristo, es decir, un falso Papa?
Para que pueda manifestarse en toda su fuerza el misterio de la
Iniquidad o del mal que hablaba San Pablo, es necesario que el
que retiene esta apostasía sea quitado de en medio. Así lo
dice el texto de San Pablo referente a lo que detiene la
manifestación del Anticristo: “Y ahora ya sabéis que es lo que le
detiene para que su manifestación sea a su debido tiempo. El
misterio de la iniquidad ya está obrando ciertamente, sólo (hay) el
que ahora lo detiene hasta ser quitado de en medio, y entonces se
rebelará el hombre sin ley, a quien el Señor Jesús matará con el
soplo de su boca y destruirá con el resplandor de su Parusía…” (II,
2, 6-8).
San Pablo dice que el Anticristo no podrá aparecer hasta que “algo”
o “uno” que se describe como el “retenedor” u “obstáculo” se
haya ido o sea removido. Y ahora nos volvemos a preguntar ¿en
estos momentos quién o qué puede ser este retenedor u obstáculo?
Sin duda alguna que en este tiempo María Santísima está
deteniendo y reteniendo la mano de su Hijo Jesucristo, y que el
Espíritu Santo asiste a su Iglesia para que las puertas del infierno
no prevalezcan en contra de ella. Sin embargo, todo parece indicar
que este Papa, Juan Pablo II, es el “retenedor o el obstáculo” que
tiene que ser removido primero para que pueda manifestarse con
toda su fuerza la iniquidad, y que logre por fin la masonería el
surgimiento de la falsa iglesia y de su falso Cristo.
Esto viene a corroborar aquello que dijo la Virgen de Garabandal
respecto a los Papas que faltaban para que llegara al mundo el fin
de los tiempos. En efecto, la Santísima Virgen le diría a la principal
vidente Conchita González que, “después de este Papa que acaba
de morir (Juan XXIII), no quedarían más que tres y después vendría
el fin de los tiempos” (Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II). Por
tanto, este último Papa, Juan Pablo II, será el Papa del
“tiempo de las naciones”. Será el Papa de las últimas etapas,
del último esfuerzo, del Papa que abrirá oficialmente el fin de
los tiempos y de la última oportunidad dada a la Iglesia para
anunciar la buena nueva al mundo antes del fin de los
tiempos.
También aquí resultan muy esclarecedoras las palabras que le
revelara el Sagrado Corazón a la Hermana Faustina Kowalska,
religiosa polaca, propagadora de la devoción a la Divina
Misericordia, proclamada recientemente santa, y cuya fiesta se
celebra en la Iglesia el domingo siguiente al de la Pascua de
Resurrección. En el año de 1931 el Sagrado Corazón le dijo lo que a
continuación se cita: “Quiero a Polonia de una manera especial. Si
es fiel y dócil a mi voluntad, la elevaré en poder y santidad, y de
ella saltará la chispa que preparará al mundo a mi segunda
venida…”
Esta chispa que salió de Polonia es, sin lugar a dudas, Juan Pablo II.
Regresemos ahora otra vez a los mensajes de la Virgen revelados al
Padre Gobbi, particularmente el del día 17 de junio 1989, donde le
hace referencia al surgimiento de este falso Cristo y de esta falsa
iglesia.
“Hijos predilectos, comprended ahora el designio de vuestra Madre
Celeste, la mujer vestida del sol, que combate con su ejército en la
gran batalla contra todas las fuerzas de mal para obtener su
victoria, con la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad…
combatid conmigo, hijos míos, contra la bestia semejante a un
cordero, la masonería infiltrada en el interior de la vida eclesial,
para destruir a Cristo y a su Iglesia. Para conseguir este fin, ella
pretende construir un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una
falsa iglesia.”
Pero no sólo la Virgen nos revela lo anterior, sino que también nos
abre la puerta del tiempo en que esto va a ocurrir, y ya como
fruto de una apostasía violentísima dentro de la Iglesia, y que abre
las puertas precisamente a este falso Cristo y a esta falsa iglesia.
En el mismo mensaje en su parte final, hablando del número 666,
María Santísima dice lo siguiente:
“…el 666, indicado una sola vez, es decir por uno, expresa el año
666. En este período histórico, el Anticristo se manifiesta a través el
fenómeno del Islam, que niega directamente el misterio de la
Santísima Trinidad y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo…
“El 666, indicado dos veces ,esto es, por dos expresa el número
1332. En este período histórico, el Anticristo se manifiesta con un
radical ataque a la fe en la palabra de Dios. A través de los filósofos
que empiezan a darle un valor exclusivo a la ciencia, y luego a la
razón, se tiende gradualmente establecer como único criterio de
verdad a la sola inteligencia humana…
“…El 666, indicado tres veces, es decir ,por tres, expresa el año
1998. En este período histórico, la masonería, ayudada por la
eclesiástica, logrará su gran objetivo: construir un ídolo que se
pondrá en el lugar de Cristo y de su Iglesia: un falso Cristo y una
falsa iglesia.
“…Habéis llegado así al vértice de la purificación, de la gran
tribulación y de la apostasía.
“La apostasía se habrá ya generalizado porque casi todos
seguirán al falso Cristo y a la falsa iglesia. Entonces quedará
abierta la puerta a la aparición del hombre o de la persona
misma del Anticristo.”
Cisma en la Iglesia
Por lo anteriormente dicho por María Santísima, estamos ya en el
tiempo en que este cisma de la Iglesia que de hecho existe
se haga visible en cualquier momento. Este cisma traerá el
surgimiento de un falso Cristo y una falsa iglesia. Este falso
Cristo no es el Anticristo, que aparecerá después, sino un
falso Papa que encabezará una falsa iglesia; y esta será una
condición, después de un tiempo en que la mayoría de los
hombres sigan a este falso Papa y a esta falsa iglesia, para
que quede la puerta abierta a la manifestación del anticristo.
El misterio del mal ha venido preparando por siglos el momento
cumbre de la explosión máxima de la apostasía, donde la masonería
pretenderá instalar en el trono de la Iglesia su Anticristo y su
Antipapa. Pero no pensemos que este Anticristo se instalará
en la verdadera Iglesia de Cristo, sino que surgirá un falso
camino, una falsa iglesia universal, que aunque tenga el
nombre de católica, rendirá honores a un Papa que no será
auténtico ni lo será a los ojos de Cristo. El Papa verdadero, el
que sea el representante de la Iglesia Verdadera, que en
este momento es Juan Pablo II y en su caso ,su legítimo
sucesor, tendrá que buscar el exilio porque la Iglesia fiel en
los últimos tiempos, tal y como está profetizado, se reducirá
a aquellos católicos que estén dispuestos a ser fieles al Papa
y a la Iglesia Verdadera.
Ha habido innumerables profecías privadas a místicos y santos que
han revelado esta apostasía en la Iglesia en el final de los tiempos,
y el surgimiento de una falsa iglesia y un gran antipapa. En el año
1820, la beata Ana Catalina Emmerick, religiosa agustina y
estigmatizada, tuvo visiones de la Iglesia en el futuro. El 13 de
mayo dijo: “Vi una fuerte oposición entre dos Papas… y vi cuan
funestas serían las consecuencias de esta falsa iglesia… vi que la
Iglesia de Pedro era socavada por el plan de una secta secreta y
dañada por las tormentas”.
“La Iglesia se encuentra en gran peligro. Debemos orar para que el
Papa no se vaya de Roma, ocurrirán males incontables si lo hace”.
(1ro de octubre de 1820).
“…Cuando esté cerca el tiempo del reino del Anticristo, aparecerá
una religión falsa que estará en contra de la unidad de Dios y de su
Iglesia. Esto causará el cisma más grande que se haya visto
en el mundo. Al acercarse más el fin de los tiempos, más se
extenderán las tinieblas de Satanás en la tierra y mayor será el
número de los hijos de la corrupción, mientras que el número de los
justos disminuirá proporcionalmente”.
Antipapa
Ahora bien, hablar de un antipapa en la historia de la Iglesia no es
nada nuevo. La Iglesia nos ha demostrado en el pasado que ha
transitado por cismas, apostasías y ha tenido con anterioridad dos
pontífices al mismo tiempo pretendiendo el mismo trono. Ahora
parece indicar que vamos en la misma dirección: las llaves de
Pedro, de Juan Pablo II podrían ser pronto ambicionadas por otro,
cuando los disidentes y falsos maestros del Vaticano se vuelvan más
abiertos y rebeldes.
En la historia de la Iglesia ha habido 37 antipapas. El gran cisma de
occidente surgió después de la elección del Papa Urbano VI, el 8 de
abril de 1378. El 2 de agosto de ese mismo año, los cardenales
publicaron una declaración que decía que la elección era inválida ya
que fueron presionados a elegirlo por temor y exigieron que Urbano
VI renunciara a su cargo. Él se negó a hacerlo y por consiguiente
eligieron otro Papa, quien fue Clemente VII que se fue a Avignon.
Cada uno de los Papas excomulgó al otro y se declararon
mutuamente cismáticos y destronados. Ambos parecían haber sido
elegidos válidamente. Esto causó una división en los países, los
santos de la Iglesias y las órdenes religiosas. Y pareciera que todo
esto está a punto de repetirse en breve.
Es conveniente recordar que el que tiene el poder en la Iglesia y la
autoridad suprema es el Papa, así como el Colegio de Obispos,
cuando están unidos al Papa, que es la cabeza. Esto significa que
ningún Colegio Episcopal de cualquier país puede ejercer su poder
supremo independientemente del Papa.
El caso es que las profecías católicas y María Santísima nos
advierten que graves problemas amenazarán al Papado en estos
tiempos inminentes que vamos a vivir. Cuando el Papa Juan Pablo II
ya no esté entre nosotros, la impresión general por parte de la
mayoría de los videntes serios actuales, así como de los
observadores y pensadores de la Iglesia, es que nos encontraremos
en un caos. Un antipapa se apoderará de la autoridad papal y la
grey fiel a la Iglesia sufrirá fuertes persecuciones. Esta realidad ha
sido, como se ha mencionado, profetizada por muchos místicos y
santos.
Por ejemplo el beato Joaquín en el siglo XIII dijo lo siguiente:
“Hacia el final de los tiempos, el anticristo derrocará al Papa y
usurpará la sede”.
Juan de Vitiguerro (siglo XIII) dice: “El Papa cambiará de su
residencia y la Iglesia no será defendida durante 25 meses o más
porque en todo este tiempo no habrá Papa en Roma…”
La beata Ana María Taigi (siglo XIX) dice: “…El Santo Padre se verá
obligado a salir de Roma”.
Sin embargo, conviene recordar ahora la promesa de Jesucristo:
“Las puertas del infierno no prevalecerá en contra de ella.”
En todo momento, para aquellos que son fieles, la luz de la verdad
estará ahí para ser seguida por aquellos que quieren permanecer
fieles al Señor y a la Santísima Virgen María. Ella nos ha recordado
que en estos tiempos será el Ancla de Salvación y la Luz que
iluminará el Verdadero Camino hacia el Padre. María es signo de
definición del verdadero camino, de toda Iglesia que se jacte de ser
verdadera. La Iglesia verdadera siempre será aquella que
tenga los sacramentos, que proclame a Jesús crucificado, a
Jesús en la Eucaristía y tenga a María Santísima como Madre,
de esto no tenemos la menor duda y lo repetimos para que quede
claro en este momento.
Renuncia forzada del Papa
Ahora bien, no parece claro que venga un papa falso a la muerte del
Papa Juan Pablo II, pues no habría razón teológica para considerarlo
como tal. Es decir, entendemos que este falso Papa tratará de
asumir su poder en vida de Juan Pablo II, lo que
automáticamente lo califica como un Papa ilegítimo o impostor.
Para mayor claridad citaremos lo que el Sagrado Corazón le decía a
Vassula sobre este punto, y que resulta de gran trascendencia:
“Deja que los que tengan oídos escuchen lo que el espíritu le dice a
las Iglesias: todos aquellos que tengan sed que vengan. Escribe y
diles a mis almas sacerdotales esto: la rebelión está en marcha
ahora pero en secreto, y el que la está deteniendo tiene que ser
primeramente removido antes que el rebelde aparezca
abiertamente
“Me dirijo a vosotros ahora para deciros desde dentro de mi corazón
las mismas palabras amargas que proferí en mi última cena rodeado
de mis discípulos: “alguien que comparte mi mesa se rebela en
contra de mí. Yo os digo esto ahora antes de que suceda, para que
cuando suceda vosotros podáis creer que soy Yo que os estoy
hablando hoy…
“Ayunad para que no seáis puestos en la prueba; permaneced
firmes y guardad las tradiciones que os he enseñado; obedeced a
mi Papa (Juan Pablo II) no importa lo que surja; permaneced fieles
a él y Yo os daré la gracia y la fuerza que necesitaréis, os digo que
es urgente que os mantengáis fieles a él. Sobre todo, nunca
escuchéis a cualquiera que lo contradiga; no permitáis que vuestro
amor por él crezca falto de sinceridad…
“El demonio ya está trabajando y la destrucción no está lejos de
vosotros. El Papa Juan Pablo II tendrá mucho que sufrir. Es por esto
que todos seréis perseguidos, vosotros que proclamáis la verdad y
que sois obedientes a mi Papa…
“Si alguien cruza vuestro camino con una doctrina diferente a la que
yo os he instituido, no lo escuchéis. Estas gentes vienen del
engañador. He establecido mi fundación sobre Pedro, la roca… y las
puertas del infierno no prevalecerán jamás en contra de ella… si
alguno cruzase vuestro camino y os dijese; “vuestra fidelidad que
profesáis por este Papa cambiadla por el fuerte movimiento
de este otro”, no cambiéis” (18 de marzo de 1993).
Así las cosas, podemos mencionar que la crisis que vendrá a la
Iglesia con el surgimiento de una falsa Iglesia estará precedida por
un momento histórico en que habrá dos Papas; y todo nos parece
indicar que uno de estos dos será el Papa Juan Pablo II, y el otro
será un ilegítimo sucesor de él( el falso profeta del que ya hemos
hecho mención con anterioridad), puesto que el Papa Juan Pablo II
será Papa hasta que se muera, pues él ha manifestado en varias
ocasiones que no tiene la menor intención de renunciar a la
responsabilidad que Dios y María Santísima le han encomendado en
este tiempo tan crucial y definitivo para la historia de la Iglesia.
Hay que estar entonces atentos a los acontecimientos que ocurran
en torno a Roma, en torno al Vaticano y particularmente al Papa
Juan Pablo II, y expresar de una manera especial nuestra fidelidad a
este Papa quien María ha preparado para los grandes
acontecimientos, tal y como se lo mencionó al Padre Gobbi el 1ro de
enero de 1979: “…Yo he obtenido de Dios para la Iglesia, el Papa
preparado y formado por mí. Él se ha consagrado a mi corazón
inmaculado y me ha confiado solemnemente la Iglesia, de la que
soy Madre y Reina. En la persona y en la obra del Santo Padre Juan
Pablo II, Yo reflejo mi gran luz, que se hará tanto más fuerte,
cuanto más las tinieblas lo invadan todo.”
Y también reveló el 13 de mayo de 1991 lo siguiente: “Hoy les
confirmo que este es el Papa de mi secreto; el Papa de quien hablé
con los niños durante las apariciones; el Papa de mi amor y de mi
dolor… cuando este Papa haya cumplido la misión que Jesús le ha
encomendado, yo bajaré del cielo para acoger su sacrificio, todos
serán envuelto por una densa tiniebla de la apostasía que entonces
llegará a ser general.”
El que quiera entender, que entienda.

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