Las excelencias de Ramadán
En esta jutba arrojaremos luz sobre las cualidades y las excelencias de este bendito mes de Ramadán que hacen de él el mejor mes de todo el año
23/07/2012 - Autor: Mohamed Bellahcen - Fuente: Webislam
Queridos hermanos, nos detendremos hoy con las excelencias del bendito mes de Ramadán mediante algunas narraciones proféticas que hablan de las características y cualidades de este distinguido mes que rogamos a Allah, Exaltado y Majestuoso, que lo alcancemos con vida y que haga que su luna aparezca y estemos seguros, con fe, paz e Islam, nuestro Señor y su Señor (el de la luna) es Allah; una luna de bien y guía. Asimismo, pedimos a Allah, Enaltecido, que nos de fuerza de voluntad para que ayunemos sus días y permanezcamos rezando sus noches de la manera que Le complazca.
Antes de meterme de lleno en el tema de hoy, quisiera resaltar un punto de suma importancia y es que Allah, Exaltado, prefirió algunas de sus criaturas sobre otras por buenas razones que conocen algunos y otros desconocen. Allah, Majestuoso, eligió de entre los humanos a Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones) y lo prefirió sobre todos los seres humanos. Es más, lo prefirió sobre todas sus criaturas. De la misma manera, eligió de entre los lugares la ciudad de la Meca y la prefirió sobre todas las ciudades del mundo, y eligió el viernes de entre los días de la semana para ser su preferido día y eligió el mes de Ramadán que es considerado el mejor mes de todos los meses del año. Este mes es distinguido por una serie de cualidades que lo destaca de entre los demás meses. El mérito de este mes es igual que el mérito de az-zarid (pan ensopado en un guiso de carne y vegetales) sobre las demás comidas. Az-zarid, de hecho, era la comida más sabrosa y gustosa de los árabes y era la más preferida del mismo profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones).
Estimados hermanos, mencionaremos algunas narraciones proféticas sobre este bendito mes y las comentaremos un poco y nos detendremos con algunos de sus significados. Pero déjenme, en primer lugar, señalar que el principal objetivo de estudiar estos dichos proféticos es aprovechar el mes de la mejor manera posible y esforzarse para la obtención del máximo número de hasanat (recompensas). No cabe duda que el comerciante inteligente, y la mayoría de ustedes trabajan en el comercio, multiplica sus esfuerzos y trabaja más en temporada cuando hay una gran demanda y la gente compra de manera impulsiva. Este comerciante pasa más tiempo en su tienda y muestra interés en comprar mercancía que aumente sus beneficios y ganancias. De la misma manera, el musulmán que es listo ha de aprovechar el tiempo favorable en el que las recompensas se multiplican para incrementar sus actos devocionales y poner los codos para obtener el máximo número de ganancias en su comercio con Allah, Enaltecido sea.
Es suficiente honor saber que el mes de Ramadán fue elegido por Allah para revelar y descender en él la constitución de esta comunidad, el Noble Corán que no ha venido sino para contentar a los humanos. Es igual que el catalogo o el folleto de instrucciones que acompaña los aparatos electrónicos, por ejemplo, y te informa sobre su uso. Allah, Majestuoso, es el autor, si me permiten la expresión, de este libro y es el creador de este humano; y es Él quien sabe lo que le beneficia y lo que le perjudica. Este Corán fue revelado por Allah en el mes de Ramadán:
En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán, dirección para los hombres, y pruebas claras de la Guía y el Discernimiento (…) (2:185);
Es cierto que lo el Corán hicimos descender en la noche del Decreto (97:1).
Es más, Allah, Exaltado sea, reveló los libros anteriores en el mes de Ramadán. De facto, Wa’ila Ibn ‘Al’asqa’ (que Allah se complazca con él) relató que el Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y otorgue paz) dijo:
“Las páginas de Ibrahim (que Allah le conceda paz) fueron reveladas la primera noche de Ramadán, la Torá el sexto día de Ramadán, los evangelios el décimo tercer día de Ramadán, y el Furqan (el descernimiento; uno de los nombres del Corán) fue descendido el vigésimo cuarto de Ramadán”. Transmitido por Ahmed.
El mes de Ramadán es el mes del arrepentimiento, de volver hacia Allah y solicitar Su perdón, y en el mismo Allah perdona los pequeños pecados, tal y como indicó el Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y otorgue paz):
“Las cinco oraciones, la oración del viernes hasta (la siguiente) oración del viernes y (el ayuno) de ramadán hasta (el siguiente ayuno de) ramadán son una expiación para lo que hay entre ellas, si se abstiene de los grandes pecados”. Transmitido por Muslim.
Asimismo, dijo:
“A una persona que ayuna durante el mes de ramadán con fe (sincera) y con esperanza (de alcanzar el beneplácito de Allah), le serán borradas sus faltas anteriores”.
En otra versión dijo:
“A una persona que efectúe la oración nocturna (qiyam) el mes de ramadán con fe (sincera) y con esperanza (de alcanzar el beneplácito de Allah), le serán borradas sus faltas anteriores”.
En una tercera ocasión dijo:
“A una persona que efectúe la oración nocturna la noche del Decreto con fe (sincera) y con esperanza (de alcanzar el beneplácito de Allah), le serán borradas sus faltas anteriores”.
Todas estas versiones están recogidas en los libros auténticos de Bujari y Muslim. Es una buena nueva por parte del Mensajero de Allah oh queridos hermanos, pues basta que uno ayune el mes de Ramadán con fe y creencia en su obligatoriedad y con esperanza de obtener beneficio y recompensa por parte de Allah para que todos nuestros pecados anteriores sean borrados con la salvedad de los grandes pecados que necesitan de nosotros un arrepentimiento sincero y verídico.
De entre los méritos de este mes, estimados hermanos, que Allah, Enaltecido, destaca a quien lo ayune de nosotros, la comunidad de Muhammad (que Allah le bendiga y otorgue paz) con cinco cualidades que no encontramos en otras comunidades anteriores. Ŷabir (que Allah se complazca con él) relató que el Profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) dijo:
“A mi comunidad le fueron concedidas en el mes de ramadán cinco cosas que no fueron dadas a ningún otro profeta anterior a mí. Cuando es el primer día del mes de ramadán Allah, Exaltado sea, mira a Sus siervos y a quien Allah mira nunca le castiga. El mal aliento del ayunante cuando es de tarde es más dulce para Allah que la fragancia del almizcle. Los ángeles les solicitan (a los ayunantes) perdón cada noche. Allah le ordena a su Paraíso y dice: ‘prepárate y embellécete para Mis siervos, pues se acerca el tiempo en el que descansarán de la dificultad y el cansancio de la vida mundana a Mi paraíso’. Allah perdona en la última noche a todos los ayunantes. Entonces un hombre de entre la gente dice: ¿Es la noche del Decreto? Dijo: No, ¿No has vistos a los trabajadores trabajar y cuando terminan su trabajo se les paga? Transmitido por Albayhaqi.
El mes de Ramadán es el mes de súplica por antonomasia, y de ahí la siguiente aleya:
Y cuando Mis siervos te preguntan sobre Mí. Yo estoy cerca y respondo al ruego del que me pide (…) (2:186)
Se encuentra en medio de las aleyas que hablan del ayuno. Además, el profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) nos llamó la atención sobre un asunto extremadamente importante y es:
“Para el ayunante hay una súplica que no es rechazada”. Transmitido por Ibn Maŷah y otros.
Por tanto, el musulmán y la musulmana deben incrementar sus súplicas estando en ayunas sobre todo durante el mes de Ramadán dado que hay muchas más posibilidades de que esos ruegos sean respondidos.
En este mes hay una noche que es mejor que mil noches. Allah, Exaltado sea, dijo:
La noche del Decreto es mejor que mil noches (97:3).
Dicen los eruditos del Islam que la adoración en esta noche solo equivale a la adoración de mil noches, es decir lo que supera ochenta y tres años de adoración. El profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) nos aconsejó buscarla entre las últimas diez noches de ramadán y nos advirtió de dejar escapar esta oportunidad diciendo:
“Este mes os ha llegado, y en él hay una noche que es mejor que mil noches, quien es privado de ella es como si fuera privado de toda bendición. Y sólo se priva a sí mismo de sus bendiciones, quien está totalmente privado”. Transmitido por Ibn Maŷah.
No puedo dejar de señalar que el ayunante obtiene un gran favor el Día de la Resurrección. Dicho favor consistirá en que Allah ingresará a los ayunantes al Paraíso a través de una puerta que estará reservada exclusivamente a ellos. Ésta se llama “Ar-rayan” (es decir, el sitio donde se sacia la sed). De facto, el Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y otorgue paz) dijo:
“Hay una puerta en el paraíso llamada Ar-rayan, a través de la cual el Día del Juicio sólo entrarán las personas que hayan ayunado, y ninguna otra. Será dicho: ¿Dónde están las personas que han ayunado? Éstas entrarán por allí, y nadie más lo hará salvo ellas. Una vez que hayan entrado, la puerta se cerrará y posteriormente nadie entrará por allí”. Transmitido por Bujari y Muslim.
Estimados hermanos, concluyo la primera parte de la jutba con un hadiz del Profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz), en el cual hallamos muchos méritos de este bendito mes de Ramadán y en la segunda parte me limitaré a explicarlo un poco si Dios quiere. El Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y otorgue paz) dijo:
“El ayuno es un escudo. Si uno de vosotros está en un día de ayuno que no utilice malas palabras ni levante su voz, y si alguien lo insulta o lo ataca que diga: ‘Soy una persona ayunando’ (dos veces). ¡Por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad! Para Allah el mal aliento del ayunante en el Día del Juicio será más dulce que el almizcle. Abandona su comida y su bebida por Mí, el ayuno es por Mí y soy Yo quien lo recompensa’. Y cada buena obra se multiplicará por diez.”
En otra versión encontramos esta expresión al final del hadiz:
“El ayunante experimenta dos alegrías: cuando finaliza (su ayuno) se alegra de que haya finalizado y cuando se encuentre con su Señor se alegrará de su ayuno”.
Segunda jutba
Hermanos, “El ayuno es escudo” quiere decir que es protección para no caer presa de los males y la inmoralidad, y por eso, el Profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) aconsejó a los solteros de entre los jóvenes a apresurarse a casarse tan pronto como encontraran medios para ello, y si no a que ayunaran mucho porque el ayuno los protegerá de los pecados dado que el ayuno, tal y como dice el dr. ‘A’id Alqarni, “debilita la pasión y el deseo sexual, los malos pensamientos y la predisposición de pecar, entonces el alma se ilumina” (Lecciones de la mezquita en ramadán: 97). El profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) dijo:
“Oh, jóvenes, quien de vosotros tenga medios para casarse que lo haga, porque eso ayuda a bajar la mirada y a guardar la parte privada, y quien no pueda, que observe el ayuno que es una protección”,
En cuanto a la expresión: “Si uno de vosotros está en un día de ayuno que no utilice malas palabras ni levante su voz, y si alguien lo insulta o lo ataca que diga: ‘Soy una persona ayunando’ (dos veces)”, pues la palabra utilizada en árabe es rafaz que significa relación sexual y en este hadiz quiere decir hablar del sexo de una manera provocativa que le excita a uno y despierta en él el deseo sexual y hace referencia en general a decir obscenidades. Otras palabras utilizadas son assajab, es decir levantar la voz y alŷahl que significa discusión, disputa entre otras cosas que pueden provocar pelea, desvinculo familiar y odio entre la gente. Por eso, el profeta (que Allah le bendiga y otorgue paz) nos aconseja que si alguien nos provoca insultándonos y quiere pelearse con nosotros, que nos recordemos a nosotros mismos y le recordemos a él que estamos ayunando, esperando que este recordatorio sea un motivo para que la otra persona deje de molestarnos.
“¡Por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad!, para Allah el mal aliento del ayunante en el Día del Juicio será más dulce que el almizcle” quiere decir que el Profeta jura por Allah que el mal aliento que provoca el estomago y que puede molestarnos a nosotros los humanos, para Allah es mejor que el aroma del almizcle. Al igual que la sangre del mártir huele a la fragancia del almizcle, el olor que sale de la boca de los ayunantes no es, sino más dulce que el propio almizcle.
En cuanto a “abandona su comida, su bebida por Mí, el ayuno es por Mí y yo asigno la recompensa por él, y la buena obra se multiplica por diez veces”; dicen los ulemas que el ayuno está muy lejos de la ostentación, dado que es un secreto entre el siervo y su Señor y nadie se entera de ello excepto Allah, Enaltecido sea. Pues la persona es capaz de hacer a la gente creer que ha ayunado y entra a su casa y al cerrar la puerta detrás de él, se pone a comer y a beber y nadie de entre los humanos puede saberlo, salvo Allah, el Más Sabio, quien conoce lo oculto. Por consiguiente, la persona cuando ayuna normalmente no lo hace por ostentación o para que la gente hable bien de él, sino que quiere por medio de ese ayuno conseguir la faz de Allah, Enaltecido, y es por ello que Allah ha atribuido el ayuno a Sí diciendo “El ayuno es por Mí” y sólo Allah, el Altísimo, sabe más. Lo que nos hace seguros de esta interpretación lo que dice Allah en el mismo hadiz: “abandona su comida, su bebida por Mí”; en otra versión “abandona su comida, su bebida y su pasión por Mí”; y en una tercera versión nos encontramos con la siguiente expresión añadida a la anterior: “se hambrienta por Mí, tiene sed por Mí y se priva de tener placer por Mí”. Vemos en esta última frase del hadiz que Allah, Exaltado sea, repite la palabra “por Mí” varias veces y si la hubiera dicho una sola vez, habría sido suficiente y el que la haya repetido significa que quiere que quede grabado en nuestro cerebro que el ayuno es realizado por Él y por nadie más.
“Yo lo recompenso y cada buena obra se multiplica por diez”, o sea que Allah, Enaltecido sea, se encarga de asignar la recompensa por el ayuno y nadie sabe el valor de esta recompensa salvo Allah. Por el contrario, de las demás obras se sabe más o menos su recompensa, y de hecho, hay una versión que dice: “Todas la obras (buenas) del hijo de Adán son para él, excepto el ayuno que es por Mí y Yo lo recompenso”, es decir que las obras de los siervos tales como la oración, la peregrinación y demás se sabe de su recompensa, pues cada buena obra se multiplica por diez y puede multiplicarse por setecientas veces y hasta donde Allah quiera, salvo el ayuno, cuya recompensa no se sabe.
El hadiz es concluido por esta expresión: “El ayunante experimenta dos alegrías: cuando finaliza (su ayuno) se alegra de que haya finalizado y cuando se encuentre con su Señor se alegrará de su ayuno”. El humano se alegra cuando realiza un trabajo de la mejor manera posible y lo finaliza. Por eso, las festividades en el Islam tienen lugar después de grandes trabajos e importantes prácticas de adoración. El momento de la ruptura (iftar) viene después del ayuno de Ramadán y la fiesta del Sacrificio viene después de realizar la mayoría de los ritos de la peregrinación. Es decir que después del cansancio, el esfuerzo y la realización de diversos tipos de los actos devocionales viene el día de la fiesta en el que el musulmán se alegra porque Allah le permitió que llevara a cabo lo que le había prescrito y, por cierto, a la fiesta de la ruptura del ayuno se le denomina también el día del premio.
Además, al igual que el estudiante, que se ha esforzado durante el curso académico y ha velado por las noches estudiando y repasando se alegra cuando aprueba sus exámenes y obtiene buenos resultados, el ayunante se alegra el Día del Juicio cuando se le da su libro en la derecha y Allah, Enaltecido, lo ingresa en el Paraíso. Quiera Allah alegrarnos el día de encontrarnos con Él, ingresándonos en el Paraíso junto al sello de los profetas (que Allah le conceda paz y bendiciones) y quiera completar nuestra bendición haciéndonos contemplar Su noble rostro. Amín.
Todo lo que he dicho de bien, es mérito de Allah y los errores han de atribuirse a mi débil ser y al demonio. Y alabado sea Allah, el Señor de los mundos y la paz y las bendiciones de Allah sean con Su Mensajero, su familia, sus compañeros y sus seguidores hasta el día del juicio.
Nota: Sermón del viernes en la mezquita de Puerto Rico el día 13 de julio 2012 /23 Sha’ban 1433.
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