ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL SEPARATISMO CATALÁN
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL SEPARATISMO CATALÁN
Es indudable que el separatismo catalán es el punto de partida de la disolución de España pues al mismo, de producirse, le sobrevendrán luego otros y por lo tanto será el paso necesario para la desintegración de tal nación. Nosotros desde ya queremos aclarar que no tenemos nada que ver con la España actual de Zapatero, Aznar o Rajoy, una verdadera antítesis respecto de la tradicional de Carlos V o aun de su último remanente que fuera la dictadura nacional de Franco. Por lo cual poco nos interesa desde el punto de vista de los principios que esté unida o disgregada (más bien que nos gustaría casi esto último). Pero menos aun nos agrada el separatismo catalán fundado en razones burguesas y economicistas totalmente ajenas a un pensamiento tradicional basado en valores espirituales. Creo que en vez el problema habría que formularlo desde un punto de vista circunstancial y táctico en función de hacer valer nuestros propios principios. Y la pregunta a formular es: ¿A quién le conviene que España esté dividida? Hoy en día hay en Europa un conflicto de intereses entre la Otan informada por el imperialismo norteamericano y el ruso euroasiático revitalizado con Putin. Al respecto España ha actuado como parte integrante de la primera enviando tropas a las fronteras de las repúblicas del Báltico para evitar la reconstitución de la antigua ex Unión Soviética. No es casual entonces que sea la Rusia de Putin y sus diferentes satélites europeos quienes se han mostrado como los mayores interesados en tal hecho separatista. Nosotros, como tradicionalistas evolianos, sostenemos que el comunismo no ha desaparecido con el cambio cosmético efectuado por la nueva nomenklatura la cual ha suplantado en todo caso el gulag por el polonio. Que sigue por lo tanto siendo nuestro principal enemigo y que ante el conflicto entre el occidente liberal y el neocomunismo nacional disfrazado de euroasianismo nos quedamos con el primero por razones de estricta supervivencia. Es por tal razón exclusivamente que respaldamos la unidad territorial y política de las naciones componentes de la Otan.
1 comentario:
El nacionalismo catalán sirvió a la oligarquía industrial catalana para gobernar y chantajear a los gobiernos de España bajo el liberalismo que ellos mismos auspiciaban durante los últimos 150 años, consiguiendo todo tipo de privilegios que convirtieron a la región en la más industrial y rica de España, incluidos y muy especialmente, los tiempos de Franco. Afortunadamente, las oligarquías económicas de origen catalán han evolucionado y su negocio está sobre todo en el resto de España, incluso viven fuera, motivo por el que han sacado todos sus negocios de Cataluña y han ubicado sus sedes en otras capitales de España, por lo que solo los tontos de izquierdas son ahora separatistas catalanes (totalmente contradictorio con sus ideas de izquierda). El partido de la derecha catalana que ha cometido este suicidio, después de esta unión con los izquierdistas, se estima que apenas tendrá presencia parlamentaria en unas hipotéticas elecciones regionales. Será sustituido por un partido de derechas liberal catalán de corte jacobino, cuyo presidente es un abogado en excedencia del mayor banco catalán que desde hace una semana tiene su sede en Valencia.
La moraleja es que el lleno de falsedades "nacionalismo catalán" al calor del dinero desarrolló un complejo de superioridad sobre el resto del país y los hechos les están demostrando ahora que si se hicieron ricos, fue gracias al resto de España. Piensen que el 50% del PIB catalán se ha deslocalizado en la última semana y el goteo sigue.... Sin que nadie en España haya declarado un boicot a los productos catalanes, las ventas de sus productos están reduciéndose en un 20%. Resultado, de seguir así se convertirán en unos meses en una de las regiones más pobres de España.
Obviamente, el sentimiento insuflado a los catalanes a base de Televisión Manipuladora y coacciones del gobierno local tardará años en aflojar, pero les brindo no obstante el epitafio que he preparado al nacionalismo separatismo catalán:
"La historia de unos mentirosos chantajistas a quienes la avaricia rompió el saco".
Eduardo