El rebozo, ¿una prenda de origen árabe?
Si hay una prenda mestiza por excelencia, es el rebozo. Te contamos sobre las distintas influencias que pudo tener y cómo se originó.
El rebozo es una pieza tradicionalmente femenina, rectangular, de una sola pieza y que mide entre 1.5 y 3 metros. Su uso se extiende a lo largo de toda América Latina y sirve tanto como pieza de ornamento, como para transportar niños o productos comerciales.
El rebozo nació como parte del mestizaje entre indígenas y españoles. De acuerdo con la investigadora Ana Paulina Gámez, el rebozo tiene su origen en la prenda llamada almaizar, la cual era usada por las mujeres musulmanas durante la época de dominio islámico sobre España.
Según sus investigaciones, el almaizar migró a la Nueva España pero en formato cristiano, ya que las mujeres católicas también tenían la obligación de cubrirse el cabello durante su visita a las iglesias.
Sin embargo, también existen versiones que apuntan a que el rebozo llegó desde Oriente gracias al Galeón de Manila, una ruta comercial entre la México y Filipinas, otro de los territorios que se encontraban bajo la custodia del Virreinato de la Nueva España.
Por la parte indígena, el rebozo tiene una fuerte influencia del ayate y del ixtle, los cuales se usaban para transportar cosas.
El rebozo, la prenda mestiza por excelencia
En 1572, el dominico Diego de Durán ya hacía mención del uso del rebozo entre los mestizos. En gran medida el surgimiento de la prenda se debió a la implementación de las “prendas de pudor”, las cuales tenían por objetivo que los indígenas, quienes estaban acostumbrados a una mayor desnudez, cubrieran su cuerpo. Con el tiempo, los indígenas sincretizaron las prendas de origen europeo con los estilos de bordados propios de cada región.
De acuerdo con el Vocabulario en lengua castellana y mexicana de Fray Alonso de Molina (1555), los indígenas llamaban a esta prenda ciua nequeatlapacholoni, que quiere decir “toca de mujer”.
Actualmente hay numerosos estilos de rebozos, tanto en México como en el resto de América. Tradicionalmente se conoce a Santa María del Río, San Luis Potosí, como cuna del rebozo. Sin embargo, el lugar de su nacimiento es incierto y también Tenancingo de Degollado, en el Estado de México, reclama su autoría.
La importancia del rebozo en la sociedad mexicana alcanzó tal influencia, que para el siglo XVIII se implementaron normas de diseño y manufactura. Asimismo, se adoptó a la Virgen de las Angustias como patrona de la reboceras.
Hoy en día existen numerosos estilos, todos bordados en telar, de distintos materiales y con simbolismo propios acorde a la cosmovisión de cada región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario