La aparición de nuevos virus no se puede predecir, pero sí los procesos ecológicos de epidemias futuras: Antonio Lazcano
- El Colegio Nacional <elcolegionacional@colnal.mx>CCO:erubielcamacho43@yahoo.com.mxsáb 13 de feb. a las 09:50
13 de febrero 2021
ECN/380
Ciencias Biológicas
y de la Salud
LA APARICIÓN DE NUEVOS VIRUS NO SE PUEDE PREDECIR, PERO SÍ LOS PROCESOS ECOLÓGICOS DE EPIDEMIAS FUTURAS: ANTONIO LAZCANO
* El Colegio Nacional transmitió en vivo el 12 de febrero, a través de sus plataformas digitales, la conferencia Darwin y los virus: origen y evolución del SARS-CoV-2, impartida por el colegiado Antonio Lazcano
*La sesión reinauguró el ciclo Los viernes de la evolución, que coordinan el biólogo mexicano y el también colegiado José Sarukhán, y se realizó en el contexto del 212 aniversario del natalicio del naturalista inglés Charles Darwin
*“Uno puede decir que los virus de RNA mutan en promedio un millón de veces más rápido que las células y los virus de DNA, pero los coronavirus mutan, en promedio, de 8 a 10 veces más lentamente que otros virus de RNA”: Antonio Lazcano
*En palabras del científico mexicano, la diversidad genómica limitada del SARS-CoV-2 se puede explicar porque es un virus de aparición reciente y no provoca una infección crónica, causa una infección aguda, es decir, se transmite más rápido de lo que muta
“Un virus es un sistema biológico que se multiplica, se puede replicar con variación, por lo tanto, está sujeto a las leyes inflexibles de la selección natural y de la evolución biológica”, aseguró el miembro de El Colegio Nacional, Antonio Lazcano, al impartir la conferencia Darwin y los virus: origen y evolución del SARS-CoV-2. La sesión forma parte del ciclo Los viernes de la evolución, coordinado por el biólogo mexicano y el también colegiado José Sarukhán.
El experto en el origen de la vida agregó que el saldo de la pandemia por coronavirus SARS-CoV-2 es extraordinariamente doloroso y que ahora se dispone de una serie de herramientas moleculares que permiten entender con detalle muchas de las intimidades biológicas de estos patógenos. “Debemos a la investigadora escocesa June Almeida el descubrimiento de los coronavirus en 1967 y al biólogo estadounidense Baltimore la clasificación de los virus según el tipo de material nucleico que poseen, ya sea por RNA y DNA, presentada en 1971.”
Explicó que los virus de RNA (ácido ribonucleico por sus siglas en inglés) han explorado en términos evolutivos distintas maneras de organizar su genoma. Son entidades biológicas extraordinariamente diversas y esto se debe a que cuando se replican, sus polimerasas, es decir las enzimas que se encargan de duplicar sus ácidos nucleicos, cometen errores que les permiten mutar. Mientras más grande sea el genoma de RNA mayor cantidad de errores se van a cometer, de ahí la diversidad.
En palabras del científico mexicano, las consecuencias médicas, epidemiológicas, de este error son fáciles de comprender, porque si existe una enorme diversidad en los virus de RNA, cuando se desarrolle un medicamento, un antiviral contra una población, habrá virus que se podrán escapar debido a que tienen una secuencia distinta, información genética variada, ésa es una de las razones por las que no se tiene una vacuna universal contra los virus de la Influenza o el SIDA.
La respuesta evolutiva de los virus de RNA ante la acumulación de mutaciones se puede entender a partir de cuatro elementos: poseen genomas pequeños empaquetados en genomas más grandes, tienen superposición de genes, segmentos de genomas y practican el secuestro de enzimas editoras, este último es el mecanismo que se observa en los coronavirus.
“Uno puede decir que los virus de RNA mutan en promedio un millón de veces más rápidamente que las células y los virus de DNA, pero los coronavirus mutan, en promedio, de 8 a 10 veces más lentamente que otros virus de RNA, esto se debe a la proteína no estructural 14, que está pegada a la polimerasa y que es una exonucleasa”. La exonucleasa juega un papel crítico en la evolución del tamaño y las bajas tasas de mutación de los coronavirus, edita y corrige los errores en ellos si los puede detectar y es homóloga a la molécula presente en la célula del genoma humano.
De acuerdo con Lazcano, el SARS-CoV-2 tiene cerca de 30 mil ribonucleótidos y la presencia de una exonucleasa le permite aumentar sus tamaños enormemente. En los coronavirus también se puede dar una deleción, es decir, una mutación en la que se pierden nucleótidos. “Cuando se replique el virus los nucleótidos van a estar ausentes, la exonucleasa corrige los errores, pero no puede corregir lo que no está, esto es importante porque la variabilidad genética que vemos en el SARS-CoV-1 y en el SARS-CoV-2 puede deberse a las sustituciones de nucleótidos. Con los mecanismos mencionados, lo que se busca es entender el origen de la variabilidad en estos coronavirus.”
Agregó que el SARS-CoV-2 acumula un par de mutaciones por mes, pero durante el mismo periodo el virus de la influenza acumula el doble de mutaciones y el virus de la inmunodeficiencia humana acumula cuatro veces más mutaciones. Esto significa que las poblaciones del virus del SARS-CoV-2 tienen menor diversidad. “La diversidad genómica limitada del SARS-CoV-2 se puede explicar porque es un virus de aparición reciente y no provoca una infección crónica, causa una infección aguda, es decir, se transmite más rápido de lo que muta. Pero hay excepciones.”
“El virus infecta a una persona, empieza a multiplicarse rápidamente, se producen anticuerpos y luego se puede marchar, el problema real es que la respuesta inmunológica puede provocar una hiperinflamatoria, que causa tanto daño a los pacientes que los puede conducir a la muerte. Lo anterior indica que hay una estabilidad genómica del coronavirus y es muy probable que las vacunas disponibles sirvan para todas las variantes. Aunque habría que preparar vacunas polivalentes, por si acaso.”
El colegiado enfatizó que la aparición de resistencia del SARS-CoV-2 no será tan rápida como en el virus de VIH, pero se tiene que mantener una vigilancia epidemiológica a nivel molecular constante. “No estamos tan desarmados, por un lado, tenemos las vacunas del RNA mensajero que han sido de un éxito formidable. Si yo veo la RNA polimerasa del SARS-CoV-2 hay que pensar en cómo inhibir esa polimerasa, y se puede hacer con el uso de medicamentos que ya existen como el Sofosbuvir.”
Recordó que Darwin escribió que el hombre está construido sobre el mismo modelo de los demás mamíferos y que puede adquirir de esas especies, enfermedades tales como la rabia o las viruelas, hecho que prueba la similitud en su composición. “Si nosotros nos fijamos en el análisis químico al que se refería Darwin, podemos entender cómo un virus puede brincarse de un receptor H2 de un murciélago a un humano, sin mayor problema.”
Se refirió a que le sorprendió la decisión del gobierno de la Ciudad de México de pasar al semáforo naranja “cuando vemos países donde la vacunación está procediendo bien, donde están confinados, y están prestando mucha atención a estas variantes. En el caso de México, seguro por el Día del Amor y la Amistad nos han hecho pasar a color naranja, con lo cual me temo un aumento de los casos. Hay que tener una vigilancia de las variantes para que éstas nos permitan delinear las estrategias de prevención y vacunación. Hacer análisis filogeográfico y filodinámico de la pandemia, es algo que yo no he oído escuchar de las autoridades de salud y me preocupa enormemente.”
El también Doctor Honoris Causa de la Universidad de Valencia, España, enfatizó que no se puede predecir la aparición de nuevos virus, “debido a que la evolución biológica es un proceso multifactorial, es imposible predecir qué mutaciones se van a fijar en una población, lo que es fácil es anticipar el surgimiento de mutantes resistentes a los antivirales; y es más fácil predecir los procesos ecológicos que pueden facilitar epidemias futuras.”
La conferencia Darwin y los virus: origen y evolución del SARS-CoV-2, se encuentra disponible en el canal de YouTube de El Colegio Nacional: elcolegionacionalmx.
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