Gran Mentira, así intitularon a un
extracto de la película “Concur-
sante” que explica las bases del gran
fraude financiero en 5 minutos. Un en-
gaño tan grande que mucha gente no
lo asimila. Pero hay otros engaños.
Las grandes mentiras se han
vuelto una técnica de propaganda,
pues tienen gran impacto al ser usa-
das “desde las estructuras oficiales”,
afirmaba Hitler. En el escenario de la
Segunda Guerra Mundial, se atribuye
a Joseph Goebbels, encargado de la
propaganda nazi, la siguiente cita:
Si dices una mentira lo suficiente-
mente grande y sigues repitiéndola, la
gente acabará por creerla. La mentira
sólo puede mantenerse mientras el
Estado pueda proteger al pueblo de
las consecuencias políticas, económi-
cas y/o militares de la mentira. Por
tanto, se vuelve de vital importancia
para el Estado utilizar todos sus pode-
res para reprimir la disidencia, porque
la verdad es enemiga mortal de la
mentira y, por tanto, la verdad es, el
mayor enemigo del Estado.
Algunos afirman que no existe una
cita exacta de ello y que, en cambio,
sí hay otras donde Goebbels apoya
abiertamente la verdad. Pero los he-
chos confirman la cita y, pues ¿quién
dirá de sí mismo que es un mentiroso?
Vivimos en un mundo de enormes
engaños y el más reciente es la su-
puesta pandemia y su vacuna, tan
grande que todo mundo lo ha creído,
como señala Goebbels, a base de re-
petir y repetir y repetir. Es la mentira
la verdadera gran pandemia.
Así, muchos se han convertido en
instrumentos y portadores de la men-
tira, al servicio del estado totalitario,
simplemente porque ellos mismos no
serían capaces de decir semejantes
falsedades y piensan que nadie po-
dría hacerlo. Podemos decir mentiri-
tas, sí, y en todo vemos pequeñas
mentiras producto de la desconfianza,
pero una mentira colosal ¡no puede
sino ser verdad!, el “mundo feliz” e ilu-
sorio que nos han vendido.
¿Cuántas grandes mentiras nos
han metido a la cabeza sin percatar-
nos? Empecemos por desconfiar de
las grandes verdades.
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