Como muchos saben, el partido oficial, Morena, está muy lejos de ser un verdadero partido político.

¿Por qué?

-Publicidad-

Porque en la mayoría de los partidos políticos mexicanos existen reglas, principios, prácticas democráticas, transparencia y, sobre todo, se garantiza el derecho a disentir.

En cambio, en Morena no hay reglas, no existen prácticas democráticas, tampoco transparencia y prevalece el pensamiento único y la divinidad al “amado líder”, a cuyas ocurrencias dislates y locuras todos deben sumarse y deben aplaudir, a riesgo de ser echados “del paraíso”.

Lo cierto es que Morena es la versión política y tropical de la moda mundial “de lo orgánico”; lo más primitivo y rupestre; lo más alejado de la odiosa modernidad y de la horripilante pluralidad.

Y es que en los hechos Morena es un hato, un rebaño o una manada de políticos provenientes de todas las formaciones partidistas preexistentes en México pero que, por obra y gracia de la ambición de poder sin límite, aceptaron estar domesticados por quien lleva el cencerro: el macho cabrío motejado como “amado líder”, López Obrador.

Sí, en Morena no se complican la vida con la fastidiosa democracia y menos con los odiosos debates y tampoco con la nada entendible discusión de ideas; en Morena la regla de oro es la trepanación de ideas e ideales y el regreso a los tiempos previos a la civilidad democrática.

En el Partido de López Obrador la lista de requisitos y obligaciones es igual a Los Diez Mandamientos de la Ley del Dios López.

No pensarás con cabeza propia.

No disentirás.

No dudarás de la infalibilidad de tu Dios López.

No contradecirás nada de lo que diga el Dios López, a pesar de ser mentira, falso, fuera de la realidad y/o una estupidez.

No dirás nunca la verdad ni aceptarás la realidad.

No serás honesto ni por casualidad.

No aceptarás las reglas de la democracia.

No exigirás tener razón, a pesar de tenerla

No denunciarás las raterías y las mentiras de la manada de Morena y, sobre todo, las raterías de tu Dios López y de su prole.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: MUÑOZ LEDO CRITICA CARTA DE AMLO AL PARLAMENTO EUROPEO

Y defenderás –hasta con la vida– las mentiras, las raterías, las transas, las violaciones constitucionales del hato de Morena y del Dios López.

En efecto, en Morena existe una sola voz, una opinión única, un pensamiento exclusivo que se sabe indiscutible: existe un solo Dios que, al mismo tiempo es fuente infinita del poder, de verdad absoluta, sabiduría divina y, claro, felicidad a partir de la riqueza mal habida.

Y el infalible e infaltable Dios López además de ser adorado debe ser obedecido con la guía de su “cencerro”; fuente e inspiración del aplauso y la veneración.

Y la mejor muestra del hato, la manada y el rebaño que son las mujeres y los hombres de Morena lo vimos en la respuesta presidencial al Parlamento Europeo, que aprobó una resolución que condena la violencia que prevalece en México, la persecución de Estado contra los periodistas y la colusión entre el gobierno de Obrador y las bandas criminales.

El presidente, como también saben, respondió con una carta impresentable a la Unión Europea; misiva vergonzosa hasta para los lacayos del presidente, en la que llamó “borregos” a los eurodiputados.

Lo simpático es que López “escupió al cielo”, ya que los verdaderos “borregos” están en Morena y en su gobierno.

Y luego de la carta a los eurodiputados todo México probó que en Morena está prohibido pensar y disentir y que el único músculo que se les permite ejercitar a los “morenistas” es la lengua; no para hablar, sino para lamer botas y degustar sapos y serpientes.

Pero la sublimación de la obediencia de los “borregos” de Morena al “cencerro” de AMLO lo vimos en carta de 18 gobernadores del partido oficial quienes regalaron a los mexicanos la mayor joya del “borreguismo lopista”.

Epístola en la que los “borregos” mandatarios estatales de Morena rechazan la condena del Parlamento Europeo al represor López Obrador.

Carta en la que los “borregos” gobernadores mienten al asegurar que México vive su mejor momento de libertad de expresión.

Misiva en la que 18 gobernadores de Morena ejercitan con maestría la lengua sobre las botas oficiales.

Y es que en Morena y en el gobierno de López Obrador se exige 99.9 por ciento de ejercicio lingual y 0.1 por ciento de actividad cerebral.