El Estado palestino, de pleno derecho

 El Estado palestino, de pleno derecho Dos hechos importantes acaban de acontecer: el gobierno de México reconoció al Estado de Palestina y aceptó las cartas credenciales de su embajadora; asimismo, rechazó la agresión del sionismo de Israel luego de que se había acordado una tregua. Y eso se dio en medio de la violencia que se desató con toda saña y de nuevo hizo visibles los crímenes de lesa humanidad que se perpetran en aquella dolida zona del planeta. Aumentó el número de mártires del genocidio, ya muy cerca de los 50 mil. El paso siguiente es que la ONU, tan vilipendiada y ninguneada por el gobierno israelí, reconozca como Estado de pleno derecho a Palestina. Eso permitiría quitar al gobierno de Estados Unidos el enorme poder que ejerce en el tema de la guerra y la paz, a pesar de que ha hecho pública su intención de apropiarse del territorio palestino, con fines de negocios turísticos. También daría paso a nuevas iniciativas para tratar de resolver el problema de todo el Oriente Medio, amenazado de que los sionistas avancen en su línea expansionista para hacerse de lo que llaman “El gran Israel”. Palestina tiene derecho a un asiento en la ONU, con todas las facultades y las obligaciones que su normativa establece. La protege el derecho internacional, sobre todo el que se refiere a los derechos humanos. Cuenta con una historia milenaria de posesión de sus tierras, con reconocimiento y apoyo de la mayoría de la humanidad, con una estructura de gobierno propio y con una población que reconoce y reclama su nacionalidad. Es de esperarse que, a las acciones de las autoridades mexicanas siga la solicitud formal al organismo de Naciones Unidas de admisión con derechos plenos, sin regateos de ninguna especie, al Estado libre y soberano de Palestina.