OTRO CAMPAMENTO DE EXTERMINIO EN MÉXICO
SOLAPADO POR EL GOBIERNO FEDERAL
AL DIABLO CON LOS PRINCIPIOS
JUAN CASTRO SOTO
Falso patriotismo. Cuando nuestros gobernantes confrontan al impe-
rialista Donald Trump, tratan de salvar su pellejo, no la patria. Más
allá de la cantidad de desfalcos y todo tipo de corrupciones que si-
guen brotando de las alcantarillas de la 4T, están desesperados por lo que
ya es inocultable: un narcoestado trasnacional y terrorista; una herencia
maldita de narcogobiernos, narcopartido, narcoelecciones, narcomitines,
narcobecas, narcopensiones, narcocartillas “morales”, narcoperiódicos,
narcobancos, narcotrenes, narcoaeropuertos... y narcoprincipios.
Y lo que faltaba, las masacres en otro centro de exterminio ubicado en
el municipio de Teuchitlán, Jalisco, que apuntan a crímenes de Estado
debido al contubernio de los tres niveles de gobierno con la delincuencia
organizada. A nivel federal, por lo menos parecen comprometidos los mi-
litares, por acción u omisión y encubrimiento, lo que toca directamente al
entonces jefe supremo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como ge-
nocida y traidor a la patria. “El presidente lo sabe todo”, decía él mismo.
No salíamos de la conmoción, cuando aparecieron testimonios de otras
fosas, como en Torreón, Coahuila, y en Tamaulipas, con más de 100 cuer-
pos sin órganos. No obstante, el gobierno impuesto de Claudia Shein-
baum, ya empieza también a negar sus vínculos mediante una fiscalía a
modo, a cargo de otro corrupto, Gertz Manero, tratando de minimizar lo
que rebasa sobremanera a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa ‒de lo
cual AMLO eximió al Estado y al Ejército, traicionando a las víctimas.
La premisa de que “No secuestran a un pobre, secuestran al que tiene”,
choca con otra realidad: la mayoría de los muertos y desaparecidos pro-
viene del pueblo trabajador, del pueblo pobre, de niños indefensos, jóve-
nes estudiantes y mujeres que viven al día. Este reclutamiento de trabaja-
dores nos recuerda a los tiempos más aciagos del porfiriato, donde los
engañados eran llevados a los campos de exterminio de Valle Nacional.
1
Lo cierto es que hoy el nivel de homicidios en México rebasa con mu-
cho al de todos los sexenios anteriores, incluso a las guerras de Ucrania,
Palestina y a cualquier guerra del mundo, con el agravante de que son los
propios mexicanos los que se matan entre sí... Más aún, estos homicidios
ya son rebasados por las desapariciones que, según AMLO, son por vo-
luntad propia y “no tienen que ver con la violencia” (3 abr 2024) ‒y quien des-
manteló en enero de 2024 la Comisión Nacional de Búsqueda.
¿Dónde esta el ataque a las causas? ¿Dónde quedó la verdad, la ho-
nestidad, la responsabilidad de Estado, la lealtad, la solidaridad con el
pueblo mexicano? A finales de su gobierno AMLO justificó que los princi-
pios que tanto presumió, pueden ser traicionados cada vez que convenga,
en aras de la “eficacia”, como lo ha he-
cho durante toda su carrera política. Y
Sheinbaum, encantada sigue su prag-
mático y corrupto ejemplo. Sólo les
falta gritar, “¡al diablo con los princi-
pios!”, así como hizo con las institucio-
nes hoy derruídas. Primero el dinero,
primero el poder y la vanagloria... ¡eso
es la eficacia, elevada a principio!
Y todo este bagaje de mentiras, ro-
bos y traiciones de la falsa transforma-
ción, es lo que sostiene a la presidente
ilegal e ilegítima Claudia Sheinbaum,
la presidente sin pueblo y contra el
pueblo que acarreó a miles de funcio-
narios para un festejo de nada en el
zócalo, al tiempo que Teuchitlán apa-
recía en escena con todo su terror.
1 Ramón CANO, “Prisiones de Valle Nacional,
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