Palestina. Madres sin hijos: Cuando Israel robó la alegría de la maternidad

Quds News Network / Resumen de Medio Oriente, 27 de marzo de 2025.
En muchas partes del mundo, el Día de la Madre es una fecha de celebración. Las familias se reúnen, los niños sorprenden a sus madres con flores y la gratitud se respira en el ambiente. Pero en Palestina, especialmente en Gaza, este día está marcado por el dolor, la pérdida y un sufrimiento infinito.
Para las madres palestinas, hoy no hay alegría; solo dolor. Los implacables ataques de Israel han convertido este día sagrado en un recordatorio de todo lo que han perdido.
Madres en prisión, niños entre lágrimas
Según organizaciones de presos, 14 madres palestinas permanecen encarceladas en cárceles israelíes. Se encuentran entre las 25 mujeres detenidas que sufren condiciones inhumanas. Estas mujeres sufren aislamiento, abusos y negligencia médica. Sus hijos esperan sin cesar, anhelando un abrazo que quizá nunca llegue.
Para muchas familias palestinas, la pesadilla comienza con una detención repentina y violenta. Las fuerzas israelíes irrumpen en las casas en plena noche, separando a las madres de sus hijos. Los gritos resuenan a través de las paredes, pero nadie acude a ayudar. Los niños se quedan atrás, con el corazón destrozado, su mundo patas arriba.
La guerra israelí contra las mujeres
Desde la escalada del ataque israelí contra Gaza en octubre de 2023, la situación de las mujeres palestinas se ha vuelto insostenible. Organizaciones de derechos humanos denuncian que al menos 500 mujeres han sido secuestradas, muchas de ellas utilizadas como rehenes para presionar a sus familiares.
En las celdas superpobladas y gélidas de la prisión de Damon, las mujeres palestinas sufren humillaciones a diario. Se les niegan las visitas familiares. Se les separa de sus hijos. Algunas están embarazadas, pero la atención médica es prácticamente inexistente.
Madres enterrando a sus hijos
Las atrocidades se extienden mucho más allá de los muros de la prisión. En este Día de la Madre, miles de madres palestinas lloran a sus hijos, muertos en los implacables ataques aéreos israelíes.
Según la oficina de prensa del Gobierno, durante el genocidio, se excavó una fosa común en el barrio de Al-Tuffah, en Gaza. En su interior se enterraron 43 cuerpos, muchos irreconocibles. Entre ellos, había madres que aún aferraban a sus hijos muertos. Tres bebés no nacidos fueron encontrados fuera de los cuerpos de sus madres, arrancados de sus vientres por las bombas israelíes.
El sistema de salud de Gaza ha colapsado. Hospitales han sido bombardeados, ambulancias atacadas y suministros médicos interrumpidos. Más de 60.000 mujeres embarazadas están en riesgo, sin acceso a atención médica adecuada.
Cada día, al menos 180 mujeres dan a luz en Gaza. Muchas se ven obligadas a dar a luz sin anestesia. Algunas se someten a cesáreas sin analgésicos. Otras mueren desangradas por falta de antibióticos, instrumental estéril ni transfusiones de sangre.
Los recién nacidos, las víctimas más inocentes, mueren en incubadoras mientras los cortes de electricidad los dejan sin aliento. Sus madres observan impotentes, incapaces de salvarlos.
Las madres que lo perdieron todo
Asmaa Al-Maghari fue una vez una madre alegre. Ahora ella no tiene hijos.
“En este Día de la Madre, no soy ni madre ni hija”, dice. Su madre y sus hijos murieron en ataques aéreos israelíes. Su hija le dijo una vez: “Mamá, no tengo miedo de las bombas. Simplemente no quiero morir”.
Pero ella lo hizo.
Ayah Hassouna también perdió a sus hijos. Reproduce viejas grabaciones de voz de ellos, aferrándose a los ecos de su amor. “Abro sus grabaciones y los oigo decir: ‘Te queremos, mamá, vuelve pronto a casa'”. Pero ya no hay hogar. Ya no hay hijos.
Hanin Muqaddad se consideraba una madre muy feliz. Ahora, lamenta la pérdida de sus hijos, Omar, Nada y Zina. «Fui la madre más afortunada del mundo. También fui la hija más afortunada. Pero ahora, los he perdido a todos».
Un día que el mundo no debe ignorar
Mientras el mundo celebra el Día de la Madre, las madres de Gaza siguen llorando. Entierran a sus hijos. Dan a luz en condiciones imposibles. Se sientan en celdas oscuras, añorando a sus bebés.
El mundo debe escuchar. El mundo debe actuar.
Porque en Gaza, el Día de la Madre no es una celebración. Es un día de luto. Un día de dolor insoportable. Un día que jamás debe ignorarse.
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