La difícil reconstrucción de la Gran Mezquita de Mosul
El templo puede ser reconstruido con técnicas modernas, pero la fachada lucía unas decoraciones muy antiguas que resultan muy complicadas de replicar
Debía ser el símbolo de su derrota pero, antes de que se escurriera de sus manos,las huestes del Estado Islámico dinamitaron su perímetro. La gran mezquita de Al Nuri y el singular minarete de Al Hadba, que durante más de ocho siglos dominaron el horizonte de la ciudad vieja de Mosul, se desvanecieron el miércoles bajo el polvo. Sobre sus ruinas las escaramuzas continuaron mientras los vecinos digerían con dolor el ocaso de su monumento más emblemático, la conocida como torre Pisa de Irak.
"El día que se anuncie el triunfo militar y se produzca la liberación definitiva será una celebración triste. Era una mezquita muy querida por todos los iraquíes por la forma de su minarete y su ubicación en el centro de la urbe", reconoce a EL MUNDO el arqueólogo Musab Mohamed, director de antigüedades en la segunda ciudad de Irak. Su equipo trataba ayer de certificar el nivel de destrucción del complejo, plantado en el laberinto de callejuelas que forma el corazón de la villa. Desde su púlpito Abu Bakr al Badgadi proclamó su califato a caballo de Siria e Irak a finales de junio de 2014.
"No hemos logrado acceder aún a la mezquita porque sigue siendo el campo de batalla, pero hemos analizado las fotografías aéreas que han difundido las fuerzas de seguridad. El 90% de la mezquita y el alminar han sido destrozados por completo. Se han esfumado", confirma Mohamed. Los enfrentamientos prosiguen en las inmediaciones de la que fuera la segunda mayor mezquita de Mosul, levantada en 1172 por Nur al Din Mahmud Zangi, el gobernador de Alepo y Mosul que unió a las tropas árabes contra los cruzados llegados de Europa. De la torcida existencia del minarete dejó constancia en el siglo XIV el gran viajero Ibn Battuta, nacido en Tánger.
"La hicieron saltar por los aires cuando estábamos a 50 metros de recuperarla. El Daesh [acrónimo en árabe del autodenominado Estado Islámico] está empujando el conflicto hacia una guerra de guerrillas minando todas las calles y edificios", señala a este diario Yahia Rasul, portavoz del ejército iraquí. "La batalla continúa. Los terroristas controlan el 1% del oeste de Mosul y están completamente asediados en cinco pequeños distritos del casco antiguo", agregarehusando proporcionar una fecha estimada para concluir un asalto que comenzó el pasado octubre.
"En los últimos días hemos matado a decenas de militantes. Deben quedar como mucho unos cuantos cientos y sus cadáveres están esparcidos por todas las calles", desliza Rasul. La voladura de la mezquita, en cuyas proximidades permanecían apostadas las tropas iraquíes desde hacia meses, propina un duro golpe a las fuerzas de seguridad que han padecido en silencio la pérdida de cientos de miembros en los estertores de una azarosa contienda. "Avanzamos con cautela. El Daesh tiene en su poder francotiradores, cinturones de explosivos, bombas caseras y casi 100.000 civiles que usan como escudos humanos", agrega el oficial.
Horas después de que comenzara a circular el cataclismo sufrido por la mezquita, los acólitos de Al Bagdadi culparon a la coalición internacional que lidera Estados Unidos. Una acusación negada por el comando central americano. "El IS destruyó uno de los grandes tesoros de Mosul e Irak. Es un crimen contra el pueblo de Mosul y todo el país y un ejemplo de por qué esta organización brutal debe ser erradicada", manifestó en un comunicado el general Joseph Martin, el comandante estadounidense de la alianza.
A juicio del primer ministro, Haidar al Abadi, el acto es el "reconocimiento oficial de la derrota" de las tropas del califato.
La tragedia de la mezquita -un monumento que ilustra los billetes de 10.000 dinares iraquíes y servía de distintivo para los habitantes de la llamada perla del norte ha recorrido el planeta sumándose a la retahíla de monumentos de distintas épocas que la barbarie del IS ha borrado del mapa. Durante los tres años que sojuzgaron Mosul, los yihadistas volaron la tumba del profeta Jonás, encaramada sobre las ruinas de Nínive; mutilaron y redujeron a escombros iglesias y monasterios; arrasaron el museo local; y enviaron a la hoguera miles de preciados libros y manuscritos guardados en la biblioteca.
"Esta nueva destrucción ahonda las heridas de una sociedad alcanzada por una tragedia humanitaria sin precedentes", denunció ayer Irina Bokova, la directora general de la Unesco. Precisamente fue la agencia de la ONU la que inició en 2012 las obras de rehabilitación de un ya por entonces maltrecho minarete, conocida popularmente como el jorobado por su estructura inclinada de 52 metros de altura recubierta con ladrillos. En 2014 la irrupción de los yihadistas en su geografía interrumpió su cura. La Unesco, sin embargo, ha precisado que "el estudio necesario para la conservación del minarete se halla concluido y podría ser útil en el futuro".
"Todo es posible", replica Mohamed cuando se le interroga por el escenario de una incierta reconstrucción. "La mayor dificultad son los materiales de construcción. Eran muy ligeros y delicados y es probable que con la voladura se hayan evaporado", arguye el experto. "Se podrá intentar reconstruir con métodos modernos pero no será la de antes. La fachada lucía unas decoraciones muy antiguas que resultan muy complicadas de replicar".
En 2014, apenas unos meses después de conquistar la urbe, los residentes desafiaron el terror del Estado Islámico concentrándose en los accesos de la mezquita y advirtiendo de que no tolerarían la orden de destrucción dictada por los extremistas. "Si voláis el minarete, tendréis que matarnos también a nosotros", gritó la multitud.
Su audaz gesto en un callejero de ejecuciones, lapidaciones y decapitaciones canceló entonces los planes de una demolición acaecida finalmente en las postrimerías de su dominio del enclave. Desolado por el patrimonio extraviado, un historiador de la ciudad mártir que en los últimos tres años ha levantado acta de la brutalidad yihadista escribía ayer: "¿Volverá a brillar el sol sobre Mosul sin el minarete de Al Hadba? Nunca jamás".
No hay comentarios:
Publicar un comentario