El Presidente ruso Vladimir Putin aprovechó la oportunidad para convertirse en defensor del cristianismo y aceptó la decisión tomada por el Presidente turco Recep Tayyip Erdogan de cambiar el estatus de la catedral bizantina Hagia Sofía (Santa Sofía) de museo a mezquita.
A pesar de que Putin, durante sus años en el poder, vio a la Iglesia Ortodoxa Rusa como un medio para proyectar su poder blando ruso y su condición de defensor de los valores tradicionales en aras de reforzar su propia legitimidad, el Kremlin prefirió negarse a comentar sobre el decreto de Erdogan, firmado el 10 de julio y declaró que la transferencia del control de la Hagia Sofía del lugar a la Dirección de Asuntos Religiosos es un asunto interno de Turquía.[1] [2]
Las relaciones entre Rusia y Turquía han sido bastante complicadas. Sin embargo, a pesar del descontento acumulado del Kremlin con Ankara, este parece no estar dispuesto a arruinar la todavía frágil alianza Rusia-Turquía que Moscú ha estado tratando de fortalecer desde que los dos países enmendaron relaciones en el 2016 luego que Erdogan se disculpó con Putin por el derribo de un avión de la fuerza aérea rusa, hecho perpetrado por el ejército turco.[3]
A continuación se muestra una descripción general de la reacción silente del Kremlin a la medida de Erdogan de convertir a la Santa Sofía en mezquita:
El Presidente turco Erdogan llega a la Hagia Sofía para presidir el rezo de los viernes (Fuente: Gazeta.ru)
La llamada telefónica de Putin a Erdogan
El 13 de julio, Putin habló con Erdogan por teléfono, en una llamada iniciada por la parte turca. En la conversación, Putin llamó la atención de Erdogan sobre la considerable protesta pública en Rusia por su decisión de reconvertir la Santa Sofía en mezquita, 86 años después de que fuese declarada como museo.
Sin embargo, el portal del Kremlin hizo hincapié en que Erdogan «dio explicaciones relevantes» en respuesta y agregó que este «denotó que se garantizara el acceso a este monumento único y singular de la civilización del mundo para todos los que deseen visitarlo, incluyendo a extranjeros y que la seguridad de los ítems y artículos sagrados [reliquias] para los cristianos estarían asegurados».[4]
Portavoz presidencial ruso Peskov: El estatus de la Hagia Sofía no dañará ni perjudicará las relaciones entre Rusia y Turquía
El 17 de julio, el portavoz presidencial ruso Dmitry Peskov señaló en una entrevista con la estación de radiodifusión local Avtoradio, que Rusia no tenía la intención de presionar sobre el tema, ya que la postura oficial del Kremlin es que este es un tema interno de Turquía. Este además expresó su confianza en que la medida turca no perjudicará las relaciones Moscú-Ankara.
Ante la sugerencia de que el cambio en el estatus de la Hagia Sofía pudiera utilizarse para dañar las relaciones entre Rusia y Turquía, Peskov respondió: «No, no creo que eso suceda. La postura oficial de nuestro estado es que este es un asunto interno de Turquía». Eso es para principiantes».
Este continuó: «En segundo lugar, todavía tenemos la esperanza de que, sin importar la decisión que se tome, nuestros socios turcos tendrán en cuenta el estatus de la Hagia Sofía como objeto del patrimonio cultural mundial de la UNESCO… ¿Qué significa eso de tomar en cuenta el significado sagrado? Significa que los cristianos, nuestros turistas que van allí, tienen la oportunidad de entrar. Para hablar comúnmente».[5]
Peskov sugirió además que el cambio pudiera incluso ser beneficioso, observando que la tarifa de admisión al museo Hagia Sofía era bastante cara, pero que, como mezquita, la entrada sería gratuita para todos. Este declaró: «Los socios turcos explicaron que todo se preservaría de la mejor manera posible y que todos podrán visitar la Hagia Sofía. Además, había entradas bastante caras para el Museo de la Hagia Sofía. Ahora no habrá entradas y la entrada será gratuita. En este sentido, nuestros turistas se beneficiarán de esta situación».[6]
El 14 de julio, el día después de la llamada telefónica de Erdogan con Putin, Peskov también declaró que Moscú está «satisfecho» con la promesa de Turquía de mantener la Santa Sofía abierta a los visitantes. Este dijo: «Hemos escuchado las declaraciones de nuestros colegas turcos, sobre todo la del presidente de Turquía, quienes dijeron que la iglesia de Santa Sofía será preservada y permanecerá abierta a los visitantes. Nosotros estamos satisfechos».[7]
La llamada telefónica de Putin con el primer ministro griego Mitsotakis
El 22 de julio, 2020 el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis llamó a Putin para discutir el decreto de Erdogan, entre otras cosas. Cabe señalar que Mitsotakis criticó duramente la decisión de Turquía de reconvertir a la Santa Sofía en mezquita «Grecia condena categóricamente la decisión de Turquía de convertir a la Santa Sofía en mezquita… [es] un insulto a su carácter ecuménico», declaró Mitsotakis el día que Erdogan firmó el decreto.[8]
Sin embargo, el portal del Kremlin no reportó condena alguna a Turquía, describiendo la llamada telefónica como para enfatizar simplemente el simbolismo del lugar: «Ellos [Mitsotakis y Putin] también consideraron la situación con el cambio de estatus de la iglesia de Santa Sofía en Estambul, lo que subraya la excepcional cultura, valor histórico y espiritual de este lugar único del Patrimonio Mundial y la importancia de preservarlo como tesoro de toda la humanidad y un símbolo de paz y de acuerdo», declaró el Kremlin.[9]
También cabe señalar que las relaciones entre Rusia y Grecia no están en su mejor momento. Además de las disputas diplomáticas entre los dos países, en el año 2018, Grecia expulsó a los diplomáticos rusos, acusándolos de socavar la seguridad nacional[10], en octubre del 2019, la Iglesia Ortodoxa Griega reconoció a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (IOU). Esto se produjo después de que el patriarca de Constantinopla concediera autocefalía (independencia) a la IOU, creando el cisma del 2018 entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.[11] En noviembre del 2019, se informó que la Iglesia Ortodoxa Rusa había anunciado que también suspendería la comunión con el jefe de la Iglesia Griega.[12] Ese mismo mes, manifestantes rusos embistieron con piquetes la embajada griega en Moscú, llamando a Mitsotakis títere estadounidense y acusándolo de haber presionado a la Iglesia griega para que le otorgue autocefalía a la IOU con el fin de complacer a Washington.[13]
Vicecanciller de Rusia Vershinin: Las fuerzas externas no deberían interferir en la decisión de Turquía sobre el estatus de la Hagia Sofía
También la cancillería rusa comentó sobre el nuevo estatus de la Hagia Sofía. El 13 de julio, la portavoz de la cancillería rusa María Zakharova, declaró que el ministerio «lamenta» la reconversión de la Hagia Sofía en mezquita, comentando:
«Lamentamos la decisión de los líderes de la República de Turquía de convertir el museo de la catedral Hagia Sofía en mezquita y reanudar los servicios de rezos musulmanes allí.
«La decisión de 1934 sobre el estatus del museo, adoptada por iniciativa de Mustafá Kemal Atatürk, el fundador del estado turco moderno, convirtió a la Hagia Sofía en un símbolo de paz y armonía interreligioso durante muchas décadas y desempeñó un papel importante en promover un ambiente de tolerancia religiosa y diálogo entre naciones.
«Esperamos que la gerencia de la Hagia Sofía, que fue museo hasta hace poco y que sigue siendo lugar sagrado para todo el mundo cristiano, así como también patrimonio de la cultura global y de la civilización euroasiática, cumpla plenamente con su condición de Lugar del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Esperamos que cualquier acción relacionada a este hito único tenga en cuenta su significado excepcional para los creyentes de todo el mundo».[14]
Sin embargo, el mismo día, el vicecanciller ruso Sergei Vershinin, le dijo a la prensa que las fuerzas externas no deberían interferir en la decisión de Turquía sobre el estatus de la Hagia Sofía.[15] «Saben que este tema ha provocado una protesta pública en nuestro país y más allá. En general, consideramos que este tema es un asunto interno de Turquía, en el que ni nosotros ni nadie más debería intervenir. Al mismo tiempo, destacamos el importancia de la edificación como lugar que forma parte de la cultura del mundo», afirmó Vershinin.[16]
[1] News.ru, 17 de julio, 2020.
[2] Interfax-religion.com, 17 de julio, 2020.
[3] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 6567 – Reacciones por parte de Rusia a la reunión Putin-Erdogan, 10 de agosto, 2016.
[4] Kremlin.ru, 13 de julio, 2020.
[5] Interfax-religion.com, 17 de julio, 2020.
[6] News.ru, 17 de julio, 2020.
[7] Interfax-religion.com, 14 de julio, 2020.
[8] Ekathimerini.com, 10 de julio, 2020.
[9] Kremlin.ru, 22 de julio, 2020.
[10] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 7589 – Rusia en el mundo – Relaciones Rusia-Grecia: Retaliación diplomática, 26 de julio, 2020.
[11] Interfax-religion.com, 30 de octubre, 2019. Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No.7716 – La Iglesia Ortodoxa Rusa se separa de Constantinopla luego que el Patriarcado le otorga independencia a la Iglesia de Ucrania de Moscú, canciller Lavrov arremete contra el Patriarca Bartolomé de Constantinopla por conspirar con Washington, 18 de octubre, 2018.
[12] Interfax-religion.com, 2 de noviembre, 2019.
[13] Interfax-religion.com, 18 de noviembre, 2019.
[14] Mid.ru, 13 de julio, 2020.
[15] Interfax-religion.com, 13 de julio, 2020.
[16] Orthodoxtimes.com, 13 de julio, 2020.
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