El armadillo, un misterioso habitante de México
El armadillo es una de las especies originarias del continente americano más antiguas y con un gran valor cultural. Debido a su caza está considerado en peligro de extinción.
El dasipódidos (Dasypodidae), comúnmente conocido como armadillo, jueche o toche, es un mamífero placentario de la orden de los Cingulata. Originario del continente americano, se distingue por la posesión de un caparazón dorsal compuesto por placas yuxtapuestas, orejas cortas y cola larga. Gracias a su armadura, el armadillo es capaz de enrollarse en forma de bola, quedando protegido de depredadores.
Aunque son muy semejantes a los pangolines, no están emparentados y cada uno pertenece a distintas familias. Los armadillos han diferido muy poco durante su evolución, siendo un grupo muy antiguo, cuya forma actual existe desde el Paleoceno.
La especie más expandida en el continente es el armadillo de nueve bandas, cuyo hábitat se extiende de Sudamérica a Estados Unidos. Esta especie y la del armadillo de cola desnuda son la únicas que tienen dicho rango de distribución y cuyo origen se sitúa en el continente, según los registros fósiles. Existen 20 especies de armadillo.
El armadillo y su presencia cultural
En México, los armadillos suelen habitar en las regiones cálidas y templadas, y se alimentan de insectos y de otros animales pequeños muertos. En los pueblos de América del Sur, el caparazón de armadillo se utiliza para hacer charangos, con un gran valor comercial. Asimismo, históricamente ha tenido una gran importancia gastronómica para estados como Tabasco y Yucatán, lo que generó que se declarara como una especie en peligro de extinción. Por otra parte, su consumo implica un peligro para la salud, ya que el armadillo es portador del virus de la lepra.
A la carne de armadillo se le conoce como “siete carnes”, ya que se dice que aglutina los sabores del pollo, res, puerco y conejo. En la antigüedad, la cola y el caparazón eran utilizados en la medicina tradicional, pues se creía que servían para aliviar los malestares durante el embarazo; mientras que la sangre era bebida con aguardiente para curar el asma. No existen pruebas científicas de dichos efectos.
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