AL TIEMPO

¿Cuántos violadores militan hoy en el partido Morena?

-Publicidad-

¿Cuántos “besucones” de niñas tienen cargos de elección popular, como el de presidente, gobernadores o legisladores?

¿Cuántos abusadores de niños y de mujeres son diputados, senadores y candidatos a gobernador y/o gobernadora?

¿Quién será capaz de “sacudir la mata” del partido en el poder, para quitarle a Morena el estigma de “retrato del retrete de la política”?

¿Por qué a nadie parece importarle –desde López Obrador hasta el más pequeño militante–, que todos los días aparece un nuevo escándalo de abuso sexual, de violación, de manoseo de mujeres y de violencia de los militantes de Morena?

¿Por qué los doctos estudiosos e intelectuales de Morena, guardan silencio por la otra violación tumultuaria cometida por diputados, senadores y gobernantes de Morena; la violación a la Constitución?

¿Por qué las mujeres de Morena, las “buenas conciencias” del partido oficial y sus intelectuales orgánicos guardan silencio sobre una larga, cada vez más larga lista de abusadores sexuales, violadores, besucones de niñas en todos los niveles del partido en el poder y hasta violadores de la Constitución?

La respuesta a las interrogantes anteriores las conocen todos.

¿Por qué?

Porque en el partido oficial parecen haber entendido de manera distinta el potente mensaje central del Himno Nacional.

Pasaron de poderoso: “…un soldado en cada hijo te dio” al denigrante: “… un violador en cada hijo te dio”.

Y es que desde el dueño del partido, el tirano López Obrador, hasta el más pequeño de sus militantes, todos o casi todos nos regalan todos los días un retrato de que Morena es “el retrete de la política”.

Nos regalan estampas de abusadores de mujeres y niños, pero también de violadores de la Constitución.

Así, vemos a un líder que por años acumuló una indigna galería de fotografías besuqueando y chupeteando niñas. Sumas decenas de imágenes en las que López Obrador confirma esa patología.

Pero luego vemos a ese mismo “jefe máximo” y “amado líder”, como el responsable de orquestar la violación tumultuaria a la Constitución.

Y si el jefe tiene tales desviaciones, también vemos a un presidente del partido, Mario Delgado, como integrante VIP de la mayor secta de abuso sexual y explotación infantil de la historia, conocida como NXIVM.

Pero Delgado también aparece en la primera fila de quienes violentan la Carta Magna en una fea manada política de violadores.

Pero tampoco ahí termina la historia.

La candidata de Morena al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, también pertenece a esa secta, cuyo fundador, Keith Raniere, apenas en meses recientes fue condenado a casi cien años de prisión.

Luego aparece –en medio del escándalo– el “villano favorito” el impresentable Félix Salgado Macedonio, violador de profesión y que sólo por ser amigo del tirano López no ha sido llevado a prisión.

No podemos pasar por alto al manoseador y también presunto violador, David Monreal, hermano del también impresentable, Ricardo Monreal, de quien existen más de un video toqueteando las nalgas de mujeres de su equipo de colaboradoras.

Y crece el reciente escándalo del diputado federal por Morena, Saúl Huerta, acusado de violación de niños menores de edad.

El charlatán dizque diputado fue defendido por el jefe de los charlatanes de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, quien luego de la primera acusación contra el violador Huerta lo defendió con el argumento de que el legislador cometió el delito en su tiempo libre.

Lo que no dijo el patán Mier, es que Saúl Huerta sí utilizó el fuero para quedar en libertad, a pesar del grave delito cometido.

Peor aún, a pocas horas de que el violador Saúl Huerta fue acusado por la madre de un menor, por intento de violación, otras víctimas se sumaron a la denuncia, lo que obligó a Morena a iniciar un procedimiento de desafuero.

Pero la lista de políticos y candidatos violadores, abusadores y manoseadores de Morena es larga, al extremo de que la voz popular ya moteja a ese partido como la “casa de los violadores y los abusadores sexuales?

Y por eso vale insistir.

¿Dónde están las feministas de Morena; dónde está la preocupación por las víctimas de los abusadores de mujeres, de niños, de niñas?

¿Por qué en Morena muchos guardan silencio sobre los muchos casos de abuso, de besuqueo de niñas, de violación, de manoseo; por que nadie acusa la violación tumultuaria de la Constitución?

Está claro que en Morena prefieren callar a pesar de que la voz popular que ya identifica al partido oficial como “el retrato del retrete de la política”.

Se los dije.