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martes, 29 de agosto de 2023

Especial México 500. Hechos extraordinarios que anunciaron la caída de Tenochtitlan

 

Especial México 500. Hechos extraordinarios que anunciaron la caída de Tenochtitlan

Los tetzáhuitl eran hechos portentosos que incluían mensajes de los dioses.

31-08-2021

Por Naix’ieli Castillo, Ciencia UNAM-DGDC

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Se cuenta que “un fuego en el cielo” fue el aviso de los dioses al pueblo de México-Tenochtitlan de su destrucción. ¿Qué dicen las fuentes históricas?

En la cosmogonía y la tradición náhuatl la palabra tetzáhuitl se utilizaba para referirse a manifestaciones extraordinarias o hechos portentosos que incluían mensajes de los dioses.

Se ha traducido como augurios o presagios, pero estos conceptos, que también se asocian con fanatismos, supersticiones, falsedades y fantasías, no representan con cabalidad lo que eran los tetzáhuitl para las sociedades prehispánicas.

El doctor Miguel Pastrana, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM señala que los tetzáhuitl rompen el orden habitual y cotidiano del mundo, son algo anómalo o inusitado que se manifiesta para anunciar y provocar acontecimientos futuros generalmente de carácter negativo.

Por ello, solían causar temor, espanto y asombro entre la población. Podrían anunciar grandes calamidades, como hambrunas, muertes, epidemias y guerras.

De acuerdo con las fuentes históricas de tradición indígena, la llegada de los españoles y la guerra que terminó con la caída de Moctezuma y el poder político mexica fueron anticipados por una serie de acontecimientos extraordinarios.

  • Más allá de si los acontecimientos o augurios realmente ocurrieron o no, aportan valiosa información sobre la cosmovisión de las culturas de esos tiempos, de sus modos de concebir la historia, los cambios sociales y los acontecimientos políticos.

En diversas obras historiográficas se mencionan los presagios, augurios, prodigios o portentos a los que se atribuye ser anuncios de la conquista.

Los más conocidos son los que aparecen en la Historia general de las cosas de Nueva España, de Bernardino de Sahagún, pero también se habla de ellos en otras obras como La Relación de Michoacán, atribuida a fray Jerónimo de Alcalá; La Historia de las Indias de Nueva España e islas de la tierra firme de Fray Diego Durán y la Crónica mexicana de Hernando de Alvarado Tezozómoc. Estas obras se escribieron durante el siglo XVI.

El doctor Miguel Pastrana analiza, desde un punto de vista historiográfico, tres de los presagios que aparecen en diferentes obras.

En la Relación de Michoacán, atribuida a fray Jerónimo de Alcalá, se narra “el caso de la mujer que es llevada a la reunión de los dioses purépechas”. La fuente de estos relatos son antiguos sacerdotes y una persona que era un alto dignatario de Michoacán al momento del contacto con los españoles. El hecho extraordinario se relata en el texto purépecha mas o menos así:

Una mujer fue visitada por una diosa y poseída por ella, en ese estado alterado de conciencia, fue llevada por el dios Curicaueri hacia el monte a un lugar donde encontraban reunidas las deidades purépechas.

La mujer escuchó a las deidades decir que habían sido creados nuevos hombres y que llegarían a sus tierras. Los dioses enojados decían que se había roto el orden de alternancia divina que se había establecido antes que saliera el Sol que alumbraba la era actual. Era una fractura en el tiempo y en el orden mundano. El fin de una era y el inicio de otra, con efectos devastadores en el mundo humano, por lo que los dioses se retirarían de las tierras purépechas.

Cuando la mujer regresó a su comunidad, le comunicó lo que había visto al señor de Úcareo y al supremo gobernante de los purépechas. Ellos se preguntaban si serían los mexicas, los otomíes o los chichimecas los que irían a hacerles la guerra. Se llenaron de incertidumbre y no sabían que hacer.

El investigador explica que el sentido general del presagio es la ruptura del orden temporal y la secuencia de presencias divinas en el mundo, así como el abandono de los dioses del ámbito de los hombres, el termino de la religión indígena y la pérdida de poder de los gobernantes.

Otro presagio que aparece en la Historia general de las cosas de Nueva España, de Bernardino de Sahagún, es la manifestación de un ave con un espejo de obsidiana en la cabeza. Se trata de un ave prodigiosa que es llevada a la presencia de Moctezuma. Él al ver el espejo tiene dos visiones.

En una de ellas ve una serie de guerreros que están montados en animales que él desconoce, se asusta, pero vuelve a ver el espejo;  en la segunda visión aprecia una constelación conocida como mamalhuaztli. Manda llamar a sus sabios y sacerdotes pero el ave desaparece antes de que ellos puedan ver las visiones.

El doctor Pastrana señala que cada uno de los elementos que aparecen en el presagio es un anuncio misterioso. El ave, los guerreros, el espejo y la constelación. También el lugar donde está Moctezuma cuando le llevan el ave, que es el Tlillancalmécac, es significativo pues se trata de un sitio reservado para la élite tenochca, que forma parte de un grupo de edificios sagrados vinculados a la deidad femenina Cihuacóatl.

En el libro 11 de la misma obra ya se habían mencionado otras aves que eran signos de desgracias, como el cuatézcatl (cabeza de espejo); el espejo se asocia con Tezcatlipoca, un dios relacionado con el poder político y con la pérdida de este. Ver esa ave era presagio de guerra y de muerte de los gobernantes. Además los espejos eran considerados como objetos que permitían ver el mundo de los dioses y que estos a su vez se asomaran al mundo humano.

Las estrellas que Moctezuma vio eran la constelación mamalhuaztli, que en el mundo mediterráneo se conoce como el cinturón de Orión. Verlo significaba tener pobreza, hambre. Como objeto, el mamalhuaztli (que era un instrumento de madera para hacer fuego) se usaba en ceremonias como la del Fuego nuevo que marcaba el fin de un ciclo cósmico y el inicio de otro.  Este elemento del presagio anuncia a Moctezuma el fin de un ciclo, que podría incluso ser el fin del predominio mexica.

En el Códice Florentino aparecen 8 presagios relacionados con la caída tenochca que fueron recogidos por el franciscano Bernardino de Sahagún:


La Piedra que hablaba

El caso de la piedra parlante se presenta en La Historia de las Indias de Nueva España e islas de la tierra firme de Fray Diego Durán. La historia refiere que Moctezuma manda conseguir una gran piedra de sacrificios que fuera aún más grande que las de sus predecesores.

Localizaron la piedra, pero cuando los trabajadores se disponían a llevarla esta se volvió más pesada y además habló diciendo que no quería ir a Tenochtitlan. Dijo que ya no tenía sentido que la llevaran allá, porque no era tiempo de hacer lo que quería Moctezuma porque llegó ya su término. La piedra supuestamente cayó en un lago y después salió por sí misma y regresó a la cantera donde la habían encontrado.

El doctor Pastrana expone que ese tipo de piedras para deshollamientos estaban asociadas con el culto de Xipe Tótec, en su canto les labraban escenas de conquistas de guerreros tenochcas dominando a los dioses de otros pueblos. El hecho de que no se pueda hacer el monumento simboliza un daño directo a la imagen del Estado tenochca. Se presagia el fin de ese poder y el abandono de las fuerzas divinas que lo han sustentado.

El investigador señala que aunque los portentos aparecen en diferentes obras y son acontecimientos muy diferentes entre sí, al indagar los significados tienen muchas similitudes.

Todos los anuncios comparten la noción de un fin de ciclo. Los dioses purépechas hablan de que ya ha llegado un ciclo a su fin, el significado de la constelación mamalhuaztli es el mismo caso y la piedra parlante también, cuando se queja de que no quiere ir a Tenochtitlán señala que “no hay tiempo ya”. Hay una ruptura temporal ya sea del poder o incluso un cambio de era cósmica con implicaciones terrenales.

Otro elemento en común es la idea del abandono del los dioses. En el primer presagio que mencionamos literalmente los dioses dicen que se retiran, en el caso del ave con espejo de obsidiana en la cabeza, anuncia una ruptura total que implica un cambio en las presencias divinas y en el caso de la piedra parlante se da el abandono de un monumento en el que se representa el poder de los dioses.

El historiador señala que otro aspecto en común es la falla institucional, las autoridades no saben qué hacer. Eso ocurre con las autoridades purépechas y también con Moctezuma y los sabios que no pueden interpretar el mensaje del espejo. En el caso de la piedra parlante, el Estado fracasa en su intento por construir el monumento.

El doctor concluye que la presencia de ciertas nociones de tradición mesoamericana son  comunes a las tres tradiciones, la purépecha, la tenochca y la tlatelolca aunque sus narraciones específicas sean diferentes.

Los presagios a discusión en la actualidad

Los historiadores han debatido mucho sobre el significado de estos fenómenos, y no hay un consenso entre ellos. Algunos, entre ellos el doctor Miguel Pastrana, enfatizan que son evidencia o están en consonancia con la cosmovisión de los mexicas, sin duda son interpretaciones que surgieron tras su derrota para dar sentido a lo que ocurrió.

Mientras que otros estudiosos consideran que los miembros de las élites mexicas habrían conocido otros augurios o presagios en textos clásicos grecolatinos o bíblicos y que a partir de ellos hicieron sus propias versiones o adaptaciones.

Otra posición entre los investigadores es que tanto en Europa como en Mesoamérica había prácticas adivinatorias y esto contribuyó a que se mezclaran elementos de ambas culturas en los relatos.


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