LAS SIETE PROFECIAS MAYAS
La primera profecía, muestra al universo como un proceso de ciclos eternos a distintas escalas, a nivel galáctico,
con ciclos de 26.000 años, y a nivel personal, con vidas de 70 años que se viven inscriptas en esos ciclos mayores.
La primera profecía anuncia el final del presente ciclo, dice que desde 1999 quedan 13 años, que cada hombre está
en el salón de los espejos para encontrar en su propio interior su naturaleza multidimensional. Dice que nuestro sol
gira alrededor de Alción, el sol central de las Pléyades y que ambos sistemas, giran alrededor de la mente, y de
Hunabku en el centro de la galaxia, en un giro que dura 200 millones de años. Los Mayas, con la primera profecía
quieren abrir la mente del hombre a la galaxia. Dejan codificado en su calendario la fecha clave para la
transformación definitiva, el sábado 22 de diciembre del año 2012. Los Mayas no hablan del fin del mundo, es más,
específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de evolución
hacia niveles superiores.
La segunda profecía, dice que las respuestas a todo están en el interior del hombre, que su comportamiento
determina su futuro, afirma que la humanidad se encuentra en un momento de transición fundamental hacia una
nueva manera de percibir el universo. Dice que la tierra y el sistema solar, están recibiendo un haz de luz, energía e
información desde el centro de la galaxia, que eso está provocando un aumento en la vibración del planeta y las
ondas cerebrales y las células del hombre, se están poniendo en resonancia, en equilibrio, con la nueva frecuencia,
ocasionando enormes cambios en su comportamiento. La segunda profecía muestra dos caminos: uno de
comprensión y tolerancia, el otro de miedo y destrucción. En ambos se aprenden las lecciones necesarias para la
evolución de la conciencia. Somos nosotros, los que debemos decidir cual de los dos tomamos, son el cielo y el
infierno manifestados simultáneamente. Nos dice que la humanidad se dirige hacia una nueva época de armonía,
que para llegar a ella, tenemos que enfrentar nuestros grandes miedos y aceptar que las situaciones difíciles, las
vivimos para aprender de ellas. Conservando la paz en cualquier situación que vivamos, por difícil que sea,
podremos mantener y aumentar nuestra energía interna produciendo un estado de vibración alta y un estado de
respeto por todo lo que existe. Las situaciones difíciles, estarán en nuestras vidas mientras necesitemos aprender
algo de ellas.
La tercera profecía, nos dice que debemos tomar conciencia de nuestra influencia en el planeta para no seguir
equivocándonos, provocando su destrucción, como ha sucedido a lo largo de la historia. Nos dice que los procesos
de industrialización sin sentido ecológico han provocado con sus deshechos un aumento general en la temperatura
del planeta, que esto se acentuará con el aumento de la actividad del sol, causado por la energía que se recibe
desde el centro de la galaxia ocasionando grandes cambios en el clima y en los vientos. Serán vórtices de energía
que limpiarán la superficie de la tierra, que son la manifestación de la inconformidad de nuestro planeta y de las
energías elementales contenidas en su interior. La cuarta profecía nos dice que el hombre debe terminar con su
conducta depredadora, para sincronizarse con los ritmos de la naturaleza y ajustarse a los cambios que llevarán a
todo el universo a una era de armonía. Los Mayas nos dicen que los cambios en el clima, producirán el derretimiento
de los polos, permitiendo así que la tierra se limpie y reverdezca nuevamente produciendo grandes cambios en la
composición física de los continentes donde vivimos. Todas las profecías buscan un cambio en la mente del hombre,
pues el universo está generando todos esos procesos para que la humanidad se expanda por la galaxia
comprendiendo su integridad fundamental con todo lo que existe.
La quinta profecía, dice que todos los sistemas basados en el miedo, sobre los que está fundamentada toda nuestra
civilización, se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre, para dar paso a una nueva realidad de
armonía. El hombre está convencido de que el universo existe sólo para él, que la humanidad es la única expresión
de vida inteligente y por eso actúa como un depredador con todo lo que existe. Los sistemas fallarán para enfrentar
al hombre consigo mismo, hacerlo ver la necesidad de reorganizar la sociedad y continuar en el camino de la
evolución, que nos llevará a comprender la creación. Examinemos el sistema económico que reglamenta, cuantifica,
y pone precio a las relaciones en el planeta, la economía del hombre contemporáneo está orientada por principios de
agresión y defensa y es incompatible con un universo en armonía. Estados Unidos basó su economía en la fuerza
militar, con un crecimiento central planificado que dio como resultado gran parte de los dispositivos tecnológicos que
ahora utilizamos. La propulsión a chorro para transporte aéreo, la red vial para transporte vehicular, los sistemas de
computación y almacenamiento de datos y comunicaciones, la biología molecular, y los sistemas nucleares de
producción entre otros. Parece ser una economía libre y sin planificación central, debido a la competencia de bienes
y servicios en el mercado y la distribución de artículos de consumo, basados en la tecnología.
La Unión soviética, que también había centrado su economía en su enorme poderío militar a la par de Estados
Unidos tenía un gran problema: El poder político dentro de un individuo dentro del sistema era enorme comparado
con su nivel de riqueza, los oficiales tenían grandes recursos mientras estaban en el poder, pero al retirarse su nivel
de vida se deterioraba significativamente. Para evitar ese quiebre económico, los funcionarios salientes se
corrompían, todo esto puso en graves problemas al gobierno desde su seno mismo, fragmentando a la Unión
Soviética en muchas naciones independientes y convirtiendo a todo su sistema en un caos. Lo que era la segunda
potencia mundial está en ruinas y todos los países entendieron, gracias a la Unión Soviética, que hay que tomar otro
camino. China, también concentró su economía en su fuerza militar, incluso sus fuerzas armadas producen artículos
de consumo y tienen canales de distribución propios. Su economía logró evadir la crisis financiera, porque no
permitió que su moneda pudiera ser convertida libremente en dólares, poniéndola fuera del alcance de las
especulaciones financieras.
El hombre moderno está intentando aprovechar al máximo su dinero en el menor tiempo posible, sin importar que
tenga que hacer para lograrlo o cuales sean sus repercusiones sobre el bienestar generado. El eje Estados Unidos-
Europa-Japón bajó con éxito sus costos de producción, aumentó sus utilidades y su nivel de ahorro y se encontró
con enormes recursos financieros. Decidieron incrementar sus mercados repitiendo la estrategia ampliada al final de
la segunda guerra, con Japón y Europa inyectando masivamente dinero en las economías de Latinoamérica, India,
Pakistán, el sudeste de Asia, Corea y China. Los precios de las acciones subieron, asumiendo un crecimiento similar
al de 1945, y una política de libre movimiento de bienes y capitales se incrementó en todo el mundo. Invirtieron
entonces enormes cantidades de recursos en miles de proyectos y acciones que no produjeron una expansión en la
producción mundial sino que sólo buscaban la especulación financiera.
En estos momentos, prácticamente todas las economías del mundo están en crisis y se ha desatado una ola
especulativa en todas partes. En un solo día, 1.5 trillones de dólares cambian de manos en los mercados financieros
internacionales, un 15% de caída en los mercados, hacen desaparecer una riqueza equivalente a la producción
anual de todas las fábricas de Estados Unidos. Desde 1995 la economía mundial no está dominada por el
intercambio de automóviles, acero, trigo y otros bienes y artículos reales, sino por el intercambio de divisas, acciones
y bonos, es decir, de riqueza virtual, con la que es muy fácil especular. Hay más dinero que nunca circulando entre
los distintos países en búsqueda de la mayor utilidad en el menor tiempo, los mercados de capital se están
fusionando en un sólo mercado global.
La especulación financiera a alterado todos los índices, la riqueza se ha vuelto invisible. Ya no se invierte en generar
industria y bienestar, lo único importante son los resultados trimestrales. Hay un 140% más de dinero en el mercado
de capitales de los Estados Unidos, que lo que está empleado en la fabricación de bienes, muy por encima del punto
especulativo más alto del que se llegó en 1929 antes del derrumbe financiero. El índice industrial Down Jones
aumentó 4 veces desde 1990, hoy está por encima de los 11.000 puntos. Antes llevaba 72 años aumentar un 15% el
promedio de precios y ganancias; para recuperar su equilibro, debería bajar 5300 puntos, una caída del 50%.
El New York Time informó que en los años 90, la deuda privada, particularmente la de los consumidores, aumentó a
niveles records, y el ingreso anual sólo lo hizo en 1.200 dólares pasando de 35.745 dólares a 37.000 en 1990. El
síndrome de la tarjeta de crédito se ha vuelto un mal común; el hombre se endeuda más allá de lo que gana,
poniendo su economía personal en la cuerda floja y eso se refleja en todos los niveles. La especulación en torno al
capital financiero condujo a una situación económica mucho más delicada que la de 1929, antes del derrumbe de la
bolsa en 1930. Casi todas las economías están en problemas, y los salvavidas gubernamentales con dinero de
bancos que están al borde de la quiebra, dificultan aún más todo este proceso.
La quinta profecía Maya, dice que el DINERO dejará de usarse como medio de intercambio, y los síntomas que
surgen desde distintas partes del mundo parecen confirmarlo. A lo largo de 1999, científicos de todos los países
sospecharon que la delicada situación económica podría agravarse por el problema de las computadoras llamado
Y2K.
Diferentes organismos del estado y compañías de todas partes invirtieron millones de dólares en programas de
Software y técnicos que fueran capaces de evitar que el caos informático terminara por desplomar el sistema
económico y financiero mundial. El pánico surgió cuando los especialistas se dieron cuenta que el procesamiento de
fechas a través de las computadoras se hacía utilizando años de 2 dígitos en vez de los 4 dígitos reales. Las tarjetas
perforadas utilizadas en los años 50 o 60 tenían grandes limitaciones en cuanto a la cantidad de información, por eso
fecharon la información con sólo dos cifras, esa diferencia, por defecto, se fue traspasando a los nuevos sistemas
operacionales y computadoras sin ser corregido. Un subprograma anteponía automáticamente al año de 2 dígitos el
número 19, para que el hombre viera un año de 4 dígitos aunque realmente la computadora estaba procesando sólo
2 cifras. La transición de 1999 al 2000, haría que las computadoras a las que no se les hubiera corregido el
problema, regresaran al año 1900, con los que todos los datos almacenados en sus archivos, pasarían a ser
posteriores a la fecha en que se encontraría la computadora, con lo cual todas las operaciones darían resultados
equivocados.
A pesar de las predicciones, la red informática sobrevivió al Y2K. Aparentemente el nuevo año había comenzado sin
problemas, pero en pocos meses un nuevo hecho amenazó con poner en jaque a todo el sistema informático.
Nuevos virus se propagaron por todo el mundo, afectaron los sistemas operativos de cientos de miles de máquinas,
paralizando la actividad de una enorme cantidad de empresas durante semanas. A esto se suma el peligro de los
hackers, piratas informáticos, que rompen con la seguridad de las computadoras y pueden acceder y alterar
cualquier información confidencial almacenada en un disco rígido. Además, con el surgimiento del comercio
electrónico en la actualidad es posible robar un número de tarjeta de crédito que esté viajando por Internet, y hacer
compras ilimitadas a través de la red, miles de usuarios pueden quedar en banca rota sin que sea posible comprobar
quien efectuó la compra, todos estos peligros pueden tener gravísimas implicancias para la economía mundial.
Los sistemas de control de tráfico aéreo, las aduanas, las redes de transporte y los sistemas de telecomunicación,
las redes de distribución de alimentos y las de electricidad, son sólo algunas de las ramas que se verían afectadas.
Existen situaciones de alto riesgo en el sistema económico y en el de manejo de información, y si a eso le
agregamos el aumento en la actividad del sol, que puede causar daños irreparables en los satélites, la situación se
complica.
Con las llamaradas solares se recibe una dosis inusual de rayos ultravioleta que expanden a la atmósfera superior de
la tierra, disminuyendo la presión que existe sobre los satélites que están a baja altura. Esto los hace bajar su órbita
a una mucho más rápida, perdiéndose contacto temporal con ellos en el mejor de los casos e interrumpiendo todas
las comunicaciones del planeta en el peor. También puede suceder que los 19.000 objetos que se encuentran en la
órbita de la tierra, al recibir una alta dosis de electromagnetismo del sol, vean dañados sus componentes electrónicos
y dejen de funcionar para siempre. Al afectarse la ionósfera por las extraordinarias emisiones solares, se producen
alteraciones en todas las comunicaciones de radio y televisión, pues es en esa capa de la atmósfera en donde se
transmiten y se reflejan las distintas frecuencias.
Tenemos entonces que la economía y las comunicaciones son sistemas muy frágiles e interconectados a todos los
demás. La red eléctrica es especialmente sensible a las llamaradas solares como ocurrió durante 9 horas en todo
Quebec, en 1989. El sistema de electricidad es la columna vertebral de nuestras sociedades contemporánea, si
fallaran, fallarían uno tras otro todos los demás sistemas como fichas de dominó que caen consecutivamente.
Se dice que un sistema es igual de fuerte que al más débil de sus componentes o eslabones, imaginemos como
reaccionaría nuestra sociedad a todos estos sucesos simultáneos: La comida comenzaría a escasear, las
comunicaciones serían imposibles, el tráfico enloquecería en todas la ciudades, la economía se paralizaría. La
mayoría de la gente perdería la razón, comenzarían los desordenes civiles que por la cantidad de gente involucrada
desbordarían todas las expectativas y controles de los gobiernos. Esta situación de descontrol total modificaría para
siempre todos los sistemas de la sociedad. Los sistemas religiosos basados en un Dios que infunde miedo también
entrarían en crisis. Surgiría un solo camino espiritual común para toda la humanidad que terminará con todos los
límites establecidos entre las distintas maneras de ver a Dios.
El nuevo día galáctico está anunciado en todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda la
humanidad. Es claro entonces que todo lo que no produzca este resultado debe desaparecer o transformarse. La
nueve época de luz no puede tener una humanidad basada en la economía militar de imposición de verdades por la
fuerza. Estamos en el final del ciclo de la noche de 5125 años, en el final de un día galáctico de 26.000 años, a punto
de entrar en el amanecer de la galaxia. La época de cambio que los Mayas denominaron el TIEMPO DEL NO
TIEMPO, también fue profetizada por otras culturas y religiones, todas coinciden en que esta a punto de suceder un
cambio de grandes proporciones. Para los Budistas aproximadamente en el año 500 a.c. Budha puso en movimiento
la rueda del Dharma, y al hacerlo dijo que esta daría cinco vueltas y que cada una duraría 500 años; y al final del
ultimo giro, aproximadamente en esta época, vendría un periodo de caos que conduciría a una nueva fase en la
evolución de la consciencia y a cambios sin precedentes en el hombre. Los indios de la tribu Hopi tienen una roca
tallada de más de 3.500 años de antigüedad, ubicada en Mesanegra-Arizona, en ella se muestra el Gran Espíritu que
lleva dos caminos: el primero material y tecnológico de la raza blanca y el segundo espiritual verdadero de los hopis:
Los dos caminos avanzan paralelos, pero al final después de una época de purificación, el camino tecnológico
zigzaguea y desaparece; mientras el camino Hopi florece camino al quinto mundo. Sus sacerdotes vieron el final del
cuarto mundo por el fuego, con caballos de acero (tren) partes de la luna que se traerán a la tierra y la construcción
por parte del hombre blanco de una casa que flotará en el cielo, la estación soviética Mir.
El hombre se encuentra totalmente desconectado de la naturaleza, por la forma en que medimos el tiempo, y la
tecnología que tenemos a nuestro alrededor: ondas de radio, microondas, radares, teléfonos, televisión y todo tipo de
frecuencias electromagnéticas que nos están aislando de la vibración fundamental de la tierra. Otro de los
fenómenos que se han producido últimamente es la aparición en Inglaterra y otras partes del mundo de más de
3.000 formas geométricas espontaneas que se forman en los cultivos, desde abril de 1999, el fenómeno se ha
disparado, apareciendo entre tres y cuatro formas en distintos países cada noche simultáneamente., inclusive en
áreas restringidas donde no es posible ingresar voluntariamente. Estudios científicos han demostrado que todas las
espigas que conforman el dibujo, no mueren, por el contrario dan un 40% más de frutos que las no inclinadas;
aparecen alrededor de sitios sagrados.
Lo más sobresaliente es que los círculos tienen unas medidas que se ajustan perfectamente a los intervalos de la
escala mayor musical, a la música de las esferas. Es bastante improbable que la proporción diatónica se obtenga por
casualidad, es muy probable que la naturaleza se esté manifestando en formas incomprensible para nosotros,
definitivamente algo está sucediendo.Los Mayas sabían que el universo manifiesto existe gracias a la polaridad, dos
fases contrarias, una positiva y otra negativa que conforman la eterna dualidad. Esta polaridad se manifiesta en el
día y en la noche; una fase activa y una pasiva. Llamaban HIA a la fase positiva, a la claridad del sol, lo masculino, la
actividad, el verano, el calor. Llamaban HIU a la fase negativa, la oscuridad, lo femenino, el reposo, el invierno, el
frío, la lluvia; Hia-Hiu es la oposición. Las dos fases no son absolutas, algo de la una contiene a la otra, todos
tenemos una parte femenina y una masculina; ondulan afectando a toda la naturaleza y a todos los acontecimientos.
El hombre es el resultado de esa eterna dualidad. Para los Mayas el secreto del manejo del tiempo está en la
sincronía con el presente, el pasado ya no existe y no tiene sentido preocuparnos por el futuro; para ser felices
debemos localizarnos en el tiempo presente, en el centro del símbolo del infinito.
La sexta profecía Maya, nos dice que en ultimo Katun del ultimo Baktun, donde nos encontramos ahora, aparecerá
en el cielo un cometa llamado “piedra del cielo” , cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre,
en esta tercera dimensión, anunciando la llegada de los trece cielos. Los Mayas veian a los cometas como agentes
de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente, para que ciertas estructuras se transformen,
permitiendo la evolución de la consciencia colectiva. Todas las cosas tienen un lugar que les corresponde, todas las
circunstancias por más adversas que parezcan son perfectas para generar comprensión sobre la vida, para
desarrollar la conciencia sobre la creación; por eso el hombre se encuentra siempre ante situaciones inesperadas
que le generan sufrimiento. Es un modo de lograr que reflexione sobre su relación con el mundo y sobre los otros.
Así a lo largo de muchas experiencias en muchas vidas, comprenderá las leyes universales de la razón de la
Creación.
El cometa del que habla la sexta profecía fue anunciado también por muchas religiones y culturas. Por ejemplo en la
Biblia en el “Libro de las Revelaciones” aparece bajo el nombre de Ajenjo. Los cometas están formados por polvo,
hielo y pedazos de materia. El hielo se evapora al calentarse con el sol y produce una atmósfera transitoria, la cola
que se despliega por el cielo y se puede ver desde millones de kilómetros. La mayoria de los asteroides se
encuentran en órbitas relativamente estables entre Marte y Júpiter en una zona llamada cinturón de asteroides que
giran alrededor del sol. Una teoría basada en textos Sumerios asegura que son los restos de otro planeta llamado
Marduk, que existió en el sistema solar entre Marte y Júpiter y que explotó debido a una guerra atómica de una
civilización anterior a la de la Tierra. Los cometas siempre han formado parte del sistema solar; pero su aparición
causa pánico colectivo, como por ejemplo el cometa Halley que se creía en 1910 que su cola contenía cianuro.
La comunidad científica acepta que hace 65.000.000 millones de años en el cretáceo terciario un cometa cayó en el
Océano Atlántico, frente a la península de Yucatán, causando la extinción de los dinosaurios. Su crater de 180 km.
de diámetro contiene iridio un elemento muy raro en la tierra pero muy común en los asteroides.
Se estima que hay aproximadamente 1.000.000 de residuos cósmicos de entre 50 y 500 metros capaces de
aproximarse a la Tierra y chocar con ella, produciendo la destrucción regional o de un país entero.
El primer paso para establecer una defensa planetaria es localizar los cometas o asteroides, de posible órbita en
colisión con la Tierra, ya que no es posible defenderse de algo que no se sabe que existe. Solo unas 100 personas
en todo el mundo están dedicadas a vigilar el cielo para detectar los objetos capaces de chocar con nuestro planeta.
Hay muy pocos lugares dedicados exclusivamente a este propósito (Nuevo México, Hawai, Arizona).
Cada observatorio en la Tierra solo puede dedicarse 100 horas al mes, para detectar los objetos en el cielo, debido a
las interrupciones de las nubes y a la posición del Sol que con su resplandor impide la visualización.
Los Mayas nos enviaron un mensaje de alerta, para que tomemos conciencia del peligro inminente y movilicemos a
nuestra sociedad, en un esfuerzo global que trascienda las fronteras de los países. Debe establecerse una base de
datos alimentada por todas las Naciones e implementar un sistema de búsqueda continua, que permitan mantener
siempre localizados los cometas encontrados. Los Mayas siempre registraron y estudiaron los objetos del cielo; su
alerta fue prevenir al hombre sobre los peligros de no conocer las órbitas y períodos de grandes residuos que se
cruzan con la trayectoria conocida de la Tierra. Ellos sabían que para el hombre moderno, descubrir con anticipación
un asteroide tan grande que pudiera causar su extinción, y luego desviarlo, seria uno de los mayores logros de la
historia humana, y un echo crucial que nos uniría como especie. El peligro inminente nos obligaría a construir un
nivel de cooperación internacional; a establecer un sistema de comando y control por encima de los países y una
estructura de comunicación mundial. Nos obligaría a trascender la separación que es la base de nuestra sociedad. Si
consideramos a toda la humanidad, como una gran conciencia que esta comenzando a formarse; nada tan oportuno
como un peligro externo para consolidar esa unidad. La red mundial de Internet, permitió la conexión y la
comunicación de las células inteligentes individuales, y comenzamos a experimentar el conocimiento totalmente
compartido; el “Saber Planetario”. Además, la aparición en cada vez más seres humanos de un sexto sentido
permitiría que evolucionemos a un sistema de comunicación más rápido que la luz: EL PENSAMIENTO.
La organización rápida de un sistema de defensa planetario requiere de la colaboración de todos los seres humanos,
es una lección de UNIDAD planetaria. La velocidad de entrada de los meteoritos en la atmósfera de la Tierra es de
entre 11 y 75 km./seg. Lo que hace que tengan más energía cinética por kg. de peso que los explosivos como el
TNT. Esta velocidad de entrada hace que la fricción con la atmósfera derrita el bólido, y el aire se cargue
eléctricamente convirtiéndose en una bola fuego. Un asteroide de 10 km. de diámetro que entrara a 30 km./seg.
Explotaría con una energía equivalente a 15. millones de veces la explosión atómica de Hiroyima Al chocar contra la
Tierra movería la corteza y produciría un crater de 180 km. de diámetro, generando terremotos de mas de 8 puntos
en la escala de R. en todo el planeta y moviendo las placas tectónicas produciendo erupciones volcánicas en
cadena, cuyos desechos sulfurosos ocultarían el sol oscureciendo la tierra y enfriándola por mucho tiempo. En el
caso que el impacto fuera contra el Mar que ocupa el 70% del planeta, se producirían gigantescas olas llamadas
sunamis. El Laboratorio Nacional de Zambia, una agencia de la NASA, utilizó un super-procesador, para realizar un
modelo sobre la situación. Si un asteroide de 1 km. de diámetro, que pesara 1 millón de toneladas, chocara a 60
km./seg. en el mar frente a N. York. Se concluyó que el cometa se vaporizaría instantáneamente con 500 km.
cúbicos de Océano. Y produciría una explosión equivalente a l0 veces la cantidad de bombas atómicas existentes
simultáneamente. El agua vaporizada cubriría totalmente al planeta y olas de 60 metros devastarían todas las
ciudades en las costas de Océano Atlántico. Esto generaría un invierno que ocasionaría la extinción del hombre.
Nuestra sociedad puede defenderse de estas catástrofes, solo se requiere cambiar a penas la velocidad del meteoro
para que en lugar de encontrarse con el centro de la tierra pase inofensivamente de largo. Una de las medidas
posibles que se han estudiado es utilizar Velas Solares que lo frenarían, evitando el encuentro con la tierra; esto solo
si se lo detecta a tiempo.
Se fijan al asteroide grandes superficies de Milar que se inflan como una bolsa de aire; el viento solar ejerce una
suave y constante presión, disminuyendo su velocidad, permitiendo que la tierra pase primero por el sitio de
encuentro. La ventaja de este método es que es económico y seguro para el medio ambiente, fácil de construir y de
poner en órbita: los riesgos son que las velas no se abran o que no tengan el tamaño suficiente para hacer el trabajo.
Otra manera seria desviarlo para otra dirección con la fuerza generada por una explosión nuclear, muy cerca del
asteroide. La desventaja seria que la radiación puede llegar a la tierra, contaminándonos a todos; o que se fragmente
en pedazos sin desviarlo, complicando aun más el problema. Otra manera de desviarlo seria fijándole un motor, que
le de un pequeño empujón cuando está en el pre-helio, es decir lo más cerca del sol, esto haría que su órbita,
cambiara lo suficiente como para nunca estrellarse con la Tierra.
Hay dos opciones para destruir el asteroide o cometa: una es pulverizándolo con un cohete nuclear en fragmentos
inofensivos, que solo nos darían un bellísimo espectáculo de luces al entrar en la atmósfera; la tecnología para
lograrlo ya existe, solo se necesita reprogramar el objetivo y puede utilizarse en el ultimo momento, pero se corre el
peligro de que las bombas puedan no ser lo suficientemente potentes como para destruir el objeto. Otra opción es
utilizar un espejo parabólico del tamaño de un estadio de fútbol, para dirigir la luz concentrada del sol hacia el
cometa; el calor seria muy destructivo y lograría vaporizarlo; el peligro radica en que al apuntarle no le de el rayo, o
que este vaya a parar a un sitio habitado del planeta.
Todas las anteriores son formas físicas y que necesitan de la tecnología; pero también debemos contemplar las
formas PSIQUICAS. En estos momentos se realizan gigantescas cadenas de meditación que agrupan a millones de
seres humanos con un mismo objetivo, algunos guiados en directo a través de Internet por un Maestro.
Se ha comprobado que la energía que se mueve de esta manera ha sido capaz de generar cambios físicos,
alteración de eventos en el tiempo, Sanación a distancia y activación de vórtices energéticos en sitios de poder
alrededor del mundo. Imaginemos el poder que tendría, una cadena universal con todos los seres concentrados al
mismo tiempo en un objetivo común. Quizá la aparición del cometa tenga por objeto, que nos demos cuenta de lo
que podemos hacer actuando en UNIDAD.
Los Chilames o Sacerdotes Solares Mayas, que manejaban otros calendarios marcados por Sirio, Venus y Marte,
con ciclos paralelos al de 5.200 tunes de una duración de 3.600 años con 9 infiernos y 13 cielos, pudieron visualizar
psíquicamente más de 900 años antes la llegada de Hernán Cortez en 1519 al Puerto de Veracruz en México:
Profetizaron que el conquistador llegaría al territorio Maya junto con el cometa Eko-Kan o Estrella Serpiente dando
comienzo a 9 infiernos – 9 periodos de 52 años en los que la oscuridad se apoderaría del mundo Maya. Les pidieron
a su pueblo que se replegaran por 468 años a lo profundo de la selva, pues no habría manera de evitar el dominio de
“La cruz Desequilibrada”, como la llamaron ellos. Profetizaron que la mayoría de los Códices serian destruidos por el
fuego y que todo su pueblo seria considerado, en el nivel de evolución de los animales.
Profetizaron que en 1987, terminarían los 9 infiernos, dando paso a un periodo de 5 años o periodo de ajuste y luego
a un Katún o periodo de 20 años de gestación o transformación. Llamaron a este periodo”El Tiempo del No Tiempo”;
que seria una época de cambios donde se llevarían los conocimientos Mayas a todos los pueblos de la Tierra,
generando la transformación que dará paso a los 13 cielos.
El 22 de Diciembre del 2012, dará comienzo un nuevo ciclo de Luz y Armonía para la humanidad entera, los 13
cielos.
La Nave del Tiempo Tierra 2013 la profecía de los Mayas para el 2012 es nadamás y nada menos que el
fin de su gran cuenta de los días: 1,872,000 días o 5,200 tunes que equivalen a 5,125 años solares.
Esta cuenta empieza en el año 3113 A.C. que es la "Entrada al HAZ de Sincronización Galáctica" y
terminará para el año 2012 con la "Sincronización Galáctica".
Ahora bien este GRAN CICLO consta, como ya se dijo de: 1,872,000 kines/días; 5,200 tunes de 360
kines/días cada uno (ligeramente menos que un año por tun); 260 katunes de 7,200 kines/días cada uno
(un poco menos que veinte años por katún); veinte ciclos Ahau de trece katunes o 93,600 kines/días cada
uno (260) tunes o aproximadamente 256 años por ciclo Ahau); trece baktunes de 144,000 kines/días cada
uno (400 tunes o un poco más de 394 años por baktun.) La unidad clave en este caso es entonces es el
BAKTUN, entonces 400 tunes = 20 katunes = 1 baktun y equivale a un poco más de 394 años solares
indefinidos (365.2422 días).
Con esta serie de 13 baktunes representada por las 13 columnas verticales del Módulo Armónico Maya
(TZOLKIN), podemos empezar a construir el calendario del Grán ciclo, sobreponiendolo al periodo 3113
A.C. al 2012 D.C. Deberá observarce que el primer ciclo baktun es el 0, el segundo es el baktun 1, etc. lo
que implica que un ciclo no se contabiliza hasta que haya durado su periodo, osea, hasta qye se termina.
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