Khaled Shahrour, miembro del Frente Popular de Liberación Palestina, pasó 18 años en las cárceles sionistas
"Los presos palestinos son el cuerpo de la resistencia desde 1965"
Ángeles Diez
Rebelión
Khaled Shahrour es un hombre pequeño de movimientos ágiles que habla con las manos, los ojos, los gestos... habla con todo el cuerpo. Majed le presenta como un "combatiente". Miembro del Frente Popular de Liberación Palestina, pasó 18 años en las cárceles sionistas y en ellas se formó políticamente, aprendió a interpretar la forma de actuar de los israelíes, a organizarse y organizar la resistencia de los presos palestinos. Una vez fuera, actúa de enlace, coordinando y atendiendo la organización de los presos en las distintas cárceles. A medida que responde a mis preguntas se va colocando en mi lugar, me corrige "no, no, esa no es la pregunta, tienes que preguntarme por nuestro aprendizaje en la cárcel, tienes que preguntarme qué hemos aprendido en la resistencia... " Khaled nos cuenta que fue detenido en 1967 y que estuvo en prisión hasta 1985 en que fue liberado en un intercambio de presos con Israel en 1985. Desde ese momento continúa luchando por los presos palestinos desde otro lugar.
¿Puedes contarnos las causas de tu detención, las acusaciones por las que te encarcelaron?
En realidad fueron tres las acusaciones. En primer lugar me acusaron de intentar infiltrarme a nivel armado contra el estado de Israel, en segundo lugar, de eliminar a colaboracionistas y la tercera acusación fue la de pertenencia a un grupo ilegal, el FPLP, en Jordania
Hay tres tipos de detenciones en Israel. Está la detención administrativa, la detención por precaución o preventiva y una tercera detención de enjuiciamiento, es decir, directamente por acusación de pertenecer a un grupo terrorista. Nosotros fuimos detenidos bajo esta tercera acusación. Era la primera etapa de la lucha palestina en 1967, la guerra de los 6 días, en mi unidad éramos 19 personas encabezadas por Abu Ali Mustafa, el que más tarde fuera Secretario General del F.P.L.P y asesinado el 2002. De nuestro grupo todos perecieron, quedamos cuatro que fuimos detenidos cuando intentábamos salir hacia Jordania. Estábamos en una fase de preparación y almacenamiento de municiones. Volviendo al tema. Fuimos detenido como vinculados a un grupo terrorista, por tanto fuimos interrogados y sometidos a tortura de mil formas diferentes. Son torturas que pretenden arrancar de ti un reconocimiento de culpabilidad, tratan de arrancarte declaraciones que les permita enjuiciarte y condenarte por los tribunales israelíes casi de forma automática. Nos torturaron física y psicológicamente en distintas etapas para arrancarnos confesiones que les sirvieran. Una vez conseguido lo suficiente como para poderte enjuiciar, aunque no hubieras realizado nada de lo que declaras, te enjuician y dan por hecho tu culpabilidad.
¿Teníais algún tipo de asesoramiento legal? ¿Algún tipo de garantías? ¿En qué condiciones se celebró el juicio?
En aquellos momentos la situación era muy particular. Nos sometieron a un tribunal militar y nombraron un abogado de oficio. Nosotros rechazamos el abogado, si lo hubiéramos reconocido hubiéramos reconocido implícitamente al tribunal que nos juzgaba. Obligaron a un abogado árabe a que asumiera nuestra defensa pero nosotros nos negamos, les dijimos que éramos luchadores por la libertad contra las fuerzas de la ocupación y que por tanto no reconocíamos un tribunal de las fuerzas de la ocupación, ni a los abogados que nombraran. Nosotros, les dijimos, no nos arrepentíamos de nada y seguiríamos luchando si nos pusieran en libertad.
Hay dos criterios que para Israel son importantes, la seguridad, desde su óptica, y el efecto político. Cuando hay un auge en la lucha de los palestinos, multiplican por cien las detenciones y aumentan las condenas para disuadir y desmoralizar. Cuando la situación está más calmada entonces las detenciones son menores y también las condenas.
Estuve encarcelado 18 años, del 8 de diciembre del 67 hasta el 8 de mayo de 1985
¿Cómo fue la liberación? ¿Por qué te liberaron? ¿Intervinieron organismos internacionales?
Fue parte de un intercambio de prisioneros israelíes. entre El FPLP- Mando General -que y Israel para liberar a soldados israelíes detenidos por dicha organización ,a cambio de presos palestinos.
¿Pero eso es en realidad un reconocimiento de un estado de guerra, no de terrorismo como dicen los israelíes?
Sí, Israel no lo reconoce oficialmente pero implícitamente sí reconoce que está en estado de guerra. Sólo en una situación de fuerza se ven obligados a intercambiar prisioneros y reconocen indirectamente la ocupación. Sin embargo, cuando estás negociando con ellos pacíficamente, no son capaces de reconocer nada ni de ponerte en libertad.
¿Cúal ha sido tu actividad desde que te pusieron en libertad?
Ahora desempeño una lucha en varios frentes. Por un lado, como militante del FPLP, ejerzo de periodista y escritor. También soy presidente de la comisión de los presos en las cárceles israelíes y soy miembro del comité de disciplina del FPLP. Por supuesto también ejerzo como padre, en casa, con mis hijos.
¿Cuáles son los problemas más importantes de los presos palestinos en este momento?
Israel tiene dos objetivos con relación a los presos. Como ser humano, pretende convertirte en un problema para tu familia, para la sociedad, es decir, invalidarte física y psicológicamente. Nosotros en la cárcel pretendemos superar esta situación y tratamos de formarnos, de convertirnos en una escuela de construcción y de concienciación y hacer fracasar así esta estrategia. AQl mismo tiempo, no hay que olvidar la razón por la cual hemos sido detenidos: acabar con la causa de la liberación de palestina; de modo que nuestro objetivo es continuar con esa lucha en donde estamos.
Pero tendrías que preguntarme por nuestro aprendizaje en la cárcel, qué hemos aprendido que nos ayuda a sobrevivir y a mantener viva la causa.
Bien, sí, háblame entonces de ese aprendizaje
Una de las herramientas de lucha que hemos desarrollado en las cárceles y que es muy eficaz es la huelga por la mejora de las condiciones de vida ya que permite contrarrestar los efectos del aislamiento y la tortura. El hecho de luchar por la mejora de las condiciones físicas y psíquicas de los presos es una de las armas más mortíferas para preservar nuestra mente y nuestro cuerpo, para poder proseguir la lucha en un futuro. Israel pretende convertirnos en cadáveres, vivos pero cadáveres, trata de aniquilarnos en vida, que no sirvamos ni para nuestras familias ni para nuestra sociedad, que seamos una carga para ellos y también para la propia causa.
¿Qué tipo de actividades realizáis con los presos que siguen en la cárcel?
La huelga como forma de lucha tiene variantes. Una vía es negarnos a prestar servicios como por ejemplo el afeitar; otra vía es no admitir entrevistarnos con la dirección de las cárceles, rechazar las mediaciones de las personas jurídicas que pretenden ofrecerse como mediadoras sensatas. También está la huelga de hambre, incluso la rebelión contra los carceleros. A veces hemos perdido a compañeros porque el ejército ha lanzado helicópteros contra las cárceles. La lucha de los presos está coordinada y tiene apoyo logístico desde fuera para poder influenciar en la administración y poder negociar, para obligar a los servicios penitenciarios a negociar. Se trata de una lucha que depende de nosotros mismos porque todo lo que aquí hacemos parte de la conciencia de los presos, si no lo hacemos así no sirve para nada. Lo que hacemos fuera por los que están ahora tiene que ser un reflejo de lo que hacen ellos.
¿Qué valor le das a este Foro árabe en apoyo de los presos?
Esto es una ceremonia, como una pequeña luz que terminará por apagarse, no me parece que sea el método para luchar. Hay que entender bien la fase en de la lucha en que se está.
Hay que tener en cuenta que el cuerpo de la resistencia en su conjunto son los presos, tanto los que están dentro como los que están fuera, ellos son el cuerpo de la resistencia desde 1965. Somos un todo, con una entidad propia al margen de las organizaciones a que pertenecemos y somos la garantía de la continuidad de la lucha.
Primero hay que tener en cuenta las distintas etapas por las que ha atravesado la lucha palestina. En la primera etapa, la lucha era genérica, se trataba de una causa nacional que estaba por encima y era independiente de las organizaciones; a nivel de conciencia superaba las diferenciaciones partidistas, para todos era una lucha de resistencia contra un enemigo ocupante. Luego había distintas categorías de presos según en la cárcel en que estuvieras porque el grado de implicación en la resistencia era diferente. En la cárcel en la que yo estuve era una cárcel emblemática, la cárcel de Ascalon. Teníamos las más largas condenas dentro de estas cárceles porque éramos guerrilleros, representábamos la lucha armada, la vanguardia que, de alguna forma, marcaba la pauta al resto de los presos de las cárceles israelíes. Estábamos en un momento previo al de la militancia política. Si no se hubiera dado este tipo de resistencia, la lucha de los presos hubiera terminado fracasando.
Esto que acabo de narrar, es la primera etapa, desde 1965 hasta 1973. La segunda etapa es la etapa en la que se trasladan a los presos las contradicciones de la militancia política, las contradicciones relacionadas con la edad biológica, las que resultan de nuestra pertenencia a un grupo u a otro. En este momento Israel redobla la utilización de colaboracionistas, da privilegios a unos frente a otros para logar los enfrentamientos entre los palestinos. Es una etapa muy negativa entre 1973 y 1976. Te resumo mucho lo que ha sucedido. La tercera etapa es en la que de nuevo empezamos a trasladar las contradicciones al enemigo, a Israel.
Estas etapas resumen nuestro aprendizaje. Hemos aprendido en las cárceles a zanjar las diferencias internas mediante el diálogo democrático y a anteponer el interés general de los palestinos, su causa nacional, el combate contra el enemigo, por encima de las discrepancias. Esto es lo que se ha conseguido el movimiento de los presos.
A diferencia de lo que ocurre fuera con los palestinos donde predominan las diferencias, esto no se está dando en las cárceles. La tercera etapa de la que te hablo es la de superación de las contradicciones. Esto no quiere decir que no hayamos tenido discrepancias que se han trasladado desde el exterior, por ejemplo, los acuerdos de Oslo generaron importantes tensiones entre los presos, pero aun así, la línea dominante ha sido una mayor concienciación política, una mayor coordinación y diálogo democrático para contribuir a la causa. De ahí surgió el documento de los presos que ha sido tan importante para definir su posición y demandar la unidad en la lucha. Este documento fue una iniciativa de los presos, no de las organizaciones políticas. Este documento que salió a la luz en el 2005 se conoce como el documento de los presos y en él se hace prevalecer la unidad en la lucha contra la ocupación por encima de cualquier discrepancia política.
Hoy en día, después de los acuerdos de Oslo de 1993, estamos ante una situación muy difícil pues hay 350 presos anteriores a estos acuerdos que no fueron tomados en consideración. Israel ha separado los presos de Fatah de los de Hamas, a estos de los del FPLP, a estos de los de 1948, a los árabes de los palestinos..., y eso es un reflejo de la realidad exterior, de la fragmentación de la resistencia. Se ha producido una herida profunda en el estado de ánimo de los presos. En este sentido, la unidad, se convierte en un arma fundamental para poder superar esta situación, para que la lucha de los presos se mantenga y para que no se consiga la despolitización. No se puede consentir esa separación entre los presos de Cisjordania, de los de Gaza, a los de Fatah de los de Hamas y del resto...
¿Qué ocurre con la gente joven? ¿También los jóvenes palestinos que son encarcelados tienen ese compromiso?
Hay dos generaciones en la cárcel. Hay la generación de la resistencia armada y están los niños de la intifada. Mientras la consciencia de la primera generación es nacionalista global e integradora, la de los jóvenes de la intifida tiene mayor tendencia hacia lo particular, hacia su grupo, hacia su forma de enfocar concretamente la lucha. Nosotros pertenecemos a una etapa que se intenta eliminar. El sionismo se ha plasmado sobre Palestina como nunca tratando de abrir esa brecha generacional. Estamos viviendo una situación parecida a la del Titanic: El que está en el barco se hunde y el que se tira al mar muere. Hay un intento acelerado de liquidación de la etapa revolucionaria palestina muy notorio. Lamentablemente las nuevas generaciones que están incluidas en los acuerdos de Dayton no son conscientes de esta situación y se les trata de separar para que no tengan una visión de conjunto de la lucha.
El otro día ocurrió uno hecho en este sentido. Se produjo una concentración contra el proceso de negociaciones directas y los jóvenes palestinos pegaron a los miembros de la ejecutiva de la OLP. Cuando les preguntamos si conocían a los dirigentes palestinos a los que habían atacado, si conocían sus nombres, no conocían a nadie, al propio Arafat le recuerdan de lejos. Se manifestaban contra las negociaciones directas y cuando salieron los miembros del comité ejecutivo y les pegaron sin conocerles. Esto no refleja que la realidad que es mucho más complicada y que hace falta tener un sentido histórico de la lucha palestina.
¿Cuales crees que son los pasos que se deben dar, tanto por las organizaciones que están fuera como por las organizaciones de apoyo a los presos?
No es fácil decir cuál es la etapa en la que nos encontramos y cuál sería la estrategia a seguir. Creo que hay que seguir la máxima de Gramsci cuando decía que había que ser pesimista en la realidad pero optimista en la voluntad. Estamos en una aldea globalizada y todo está interrelacionado. La lucha no sencilla como para saber de antemano que un camino es mejor que otro, pero lo cierto es que habría que empezar a actuar y que esta situación debería desembocar en la creación de una serie de fuerzas que sepan capturar el momento histórico y trazar una línea estratégica determinada de salida globalizada no sólo en relación al tema palestino. Desde la prehistoria hasta el espacio hay un camino largo que no es recto, pero sí es ascendente. Yo sigo creyendo que hay salida. Es como los barcos, hay que trazar en ziz-zaz pero sin perder el objetivo.
¿Qué piensas de Hezbullah? ¿Crees que puede cumplir un papel en el proceso de unidad del mundo árabe y en la causa palestina?
Estados unidos sigue siendo un imperio y pretende acabar con Hezbullah porque pretende acabar con Siria, Líbano... EEUU no cesará en su empeño de golpearle. Pero al imperio le quedan máximo 25 años para intentar destruir todas las resistencias. Mientras Hezbullah forme parte del eje que conforma la resistencia del mundo árabe será un aliado fundamental contra la ocupación, tiene una gran influencia en todo el mundo árabe pero no podemos saber cuál será su evolución. La ausencia de las fuerzas de izquierda laicas agrava mucho las cosas. Estamos atrapados entre una derecha colaboracionista y una izquierda incapaz. Llevamos muchos años de lucha y no hemos conseguidos objetivos concretos y esto ha producido un desencanto en las masas que se han refugiado en la religión. Cuando fracasó la revolución de 1905 muchos de los sectores populares rusos se refugiaron en la religión, igual que ocurre ahora. Tendríamos que estudiar cómo superar esta situación.
*Esta entrevista fue realizada el 5 de diciembre en el Foro árabe internacional de apoyo a los presos en las cárceles de la ocupación que se celebró en Árgel; no hubiera sido posible sin la ayuda de Majed Dibsi que nos presentó a su compañero Khaled, tradujo las preguntas y respuestas y revisó la transcripción.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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