WIKILEAKS Y LA GUERRA CIBERNÉTICA EN CIERNES – LOS TIEMPOS (Editorial) – 9.12.2010
Estamos asistiendo a una serie de acontecimientos que no pueden ser vistos con desdén. Se trata nada menos que de la primera guerra cibernética de la historia
Cuando por fin después de una muy prolongada etapa de desconcierto y confusión comenzaba a aclararse el panorama sobre lo que en realidad es y lo que no es el ya famoso sitio de “filtraciones” WikiLeaks, y cuando las especulaciones sobre sus posibles alcances y limitaciones y los intereses y motivaciones que se esconden tras sus creadores estaban en auge, una serie de vertiginosos giros ha vuelto a poner en ascuas a quienes tratan de asimilar tan inusual vorágine informativa.
A tal extremo se ha llegado porque con cada minuto que pasa más difícil resulta aquilatar el justo valor de la infinidad de noticias que alrededor de WikiLeaks se generan y, más difícil aún, discernir entre lo que es en verdad relevante de lo que es sólo hojarasca, de esa que tanto abunda en tiempos de la revolución de la información.
Para complicar aún más el ya de por sí enrevesado asunto, nuevos protagonistas han ingresado al escenario con tan extraordinario vigor que han logrado lo que parecía imposible: opacar el caso WikiLeaks y desplazarlo a un segundo plano detrás de una avalancha de noticias que hasta hace pocos días hubieran parecido sólo argumentos de novelas de ciencia ficción.
Es el caso, por ejemplo, de la guerra cibernética que sube de tono sin cesar enfrentando en el ciberespacio a verdaderos ejércitos integrados por los cerebros mejor dotados del mundo al servicio de los Gobiernos más poderosos, unos, y de una anónima red de “hacktivistas” que actúan en nombre de la libertad, otros. Se trata, según muchos observadores, de los prolegómenos de la primera guerra cibernética de la historia.
El primer objetivo de las primeras escaramuzas fue el sitio desde el que se desafió nada menos que al servicio de Inteligencia de Estados Unidos. Y aunque estuvo a cargo de los mejores expertos de los servicios de Inteligencia de los Gobiernos afectados, sólo alcanzó paupérrimos resultados. Lograron cerrar el sitio web de WikiLeaks pero sólo para que a las pocas horas más de 500 “espejos” pusieran los tan temidos contenidos al alcance de todos.
La contraofensiva, “Operation payback” (Operación: venganza), en cambio, fue letal. Estuvo dirigida nada menos que contra empresas como Amazon, PayPal, Visa y MasterCard, cuatro de los principales canales a través de los que fluye la economía en la era digital. Cuatro empresas que, por la naturaleza de sus actividades, se suponía contaban con los mejores sistemas de seguridad de Internet.
Y para agravar los males de los Gobiernos y de las instituciones más representativas del sistema financiero de la era digital, en pocas horas pasaron de 50 a más de 5 mil los reclutas que voluntariamente se ofrecieron para engrosar las filas de la red “Anonymous”, la que durante la tarde de ayer hizo su presentación pública a través de un manifiesto según el cual “WikiLeaks se ha convertido en algo más que filtración de documentos: se ha convertido en el campo de batalla de la gente contra el Gobierno”.
Así las cosas, no parece exagerado afirmar que estamos asistiendo a los prolegómenos de un fenómeno ante el cual podrán emitirse los más diversos juicios de valor, pero de ningún modo menospreciar
http://www.eforobolivia.org/blog.php/?p=7818
Esto me recuerda la novela "El jinete en la onda del Shock" de John Brunner. Léanla si pueden.
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