Cascos azules y abusos sexuales: un escándalo recurrente
Reducir Normal Aumentar Imprimir En momentos en que se conoce el caso de la supuesta violación de un joven haitiano por parte de cascos azules uruguayos en el país caribeño, se evocan otros incidentes en los que se han vinculado a soldados de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas con delitos sexuales cometidos en zonas en las que la organización ha desplegado misiones.
En mayo de 2005, el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, informó que las denuncias de abuso y explotación sexual cometidos por miembros de la organización habían aumentado a más del doble en 2004.
Según un informe de la ONU, en ese año se registraron un total de 121 denuncias de explotación y abusos sexuales, en 105 de las cuales estaban imputados cascos azules.
Casi la mitad de las denuncias contra soldados estaban vinculadas con relaciones sexuales con menores de edad y 15%, con violaciones y agresiones sexuales.
En 2007, el periodista del servicio africano de la BBC, Martin Plaut, recordó que soldados marroquíes y uruguayos habían sido implicados en abusos de menores de edad en el Congo.
"No es la primera vez que (cascos azules marroquíes) enfrentan cargos. Hace dos años, seis de sus contingentes en Congo fueron arrestados por abusar de niños. Y no estaban solos. Con los marroquíes cayeron soldados de la ONU de otros países, desde Sudáfrica hasta Uruguay", dijo Plaut.
Explicaciones
En 2008, la organización no gubernamental Save the Children emitió el estudio (Nadie a quién recurrir), en el que exploró las denuncias de explotación y abusos sexuales de niños por parte de cascos azules y trabajadores de organizaciones internacionales de ayuda.
"Soldados asociados con el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU (DPKO, por sus siglas en inglés: UN Department of Peacekeeping Operations) fueron identificados como una fuente de abuso en algunos de los lugares donde llevamos a cabo nuestro trabajo de campo, particularmente en Haití y en Costa de Marfil", señala el documento.
De acuerdo con Save the Children, los soldados de las fuerzas de paz ejercen influencia en las comunidades en las que están prestando servicio, especialmente en niños y jóvenes.
"Esto se debe principalmente al hecho de que están armados y de que proporcionan la muy necesitada seguridad física en contextos de extrema fragilidad. Por otra parte, las fuerzas de paz cuentan con un significativo número de militares con actitudes discriminatorias hacia las mujeres", explica en el estudio la organización.
Denuncias
Pero ¿por qué, tras años de denuncias, casos de este tipo se siguen repitiendo?
"Continúa pasando y me temo que, pese a todos nuestros esfuerzos, hay posibilidades de que vuelva a pasar nuevamente en el futuro. Me gustaría decirle que es la última vez que pasa, pero no puedo", le dijo a BBC Mundo la vocera de la ONU en Ginebra, Corinne Momal-Vanian.
"Está pasando porque lamentablemente es un reflejo de lo que los seres humanos nos hacemos mutuamente. Hemos implementado muchas medidas para evitar incidentes de este tipo y cuando suceden, los investigamos inmediatamente. Tenemos una política de cero tolerancia, pero no estoy segura de que eso signifique que no van a haber casos", indicó la funcionaria.
De acuerdo con Momal-Vanian, el número de casos registrados en 2008 y 2009 declinaron en comparación con años anteriores.
"Tenemos cifras que están reduciéndose, pero incluso si tuviésemos cifras que aumentan, eso no siempre significa que la situación está empeorando. Se debe, en parte, a que la gente denuncia con mayor libertad porque siente que los mecanismos están funcionando", explicó la vocera de la ONU.
Otro factor que Momal-Vanian asegura se debe tomar en cuenta es la expansión de las misiones de paz de la ONU.
"A finales de 2010, teníamos 120.000 funcionarios uniformados en el terreno. Se trata del número más grande de la historia (de la organización). Por ende, entre más personas tenemos en el campo, independientemente de nuestros esfuerzos, el riesgo podría aumentar", indicó la funcionaria, quien también señaló que como parte de los mecanismos de transparencia de la ONU, las estadísticas sobre los casos de abusos se han publicado en la página en internet de la .
Procedimientos
En 2006, estadísticas dadas a conocer por la ONU indicaron que 316 agentes de sus fuerzas de paz desplegados en todas sus misiones habían sido investigados: 18 civiles fueron despedidos y 17 miembros de las unidades policiales fueron repatriados. En total, la organización ordenó 144 repatriaciones por motivos disciplinarios.
Poco antes de abandonar su cargo como secretario general de la ONU, en 2006, Kofi Annan pidió que en las misiones de paz se implementara una política de "tolerancia cero" frente a abusos sexuales.
"Ha habido crímenes tales como violaciones, pedofilia y tráfico de seres humanos", dijo Annan.
¿Qué le pasa a un soldado que está involucrada en delitos de este tipo?
En el caso de los cascos azules, depende del sistema judicial del país al que pertenece el imputado. El país tiene la obligación legal de procesarlo judicialmente si la evidencia de conducta inapropiada es sustancial.
"Cuando es personal militar o policial de un Estado miembro que lo cedió (para una misión), hacemos una investigación preliminar, lo enviamos de regreso a su país, le prohibimos que participe en futuras operaciones de paz, pero no podemos procesarlos", señaló Momal-Vanian.
"Ha habido procedimientos judiciales. Quizás no tantos como quisiéramos y en algunos casos, los trámites han sido demasiado lentos, pero ha habido casos de encarcelamiento, degradación de rango y multas".
Prevención
La ONU implementa una serie de medidas para evitar cualquier tipo de abuso en misiones de paz.
"Podrían parecer básicas, pero son igualmente importantes. Algunas veces, los comandantes deciden que los soldados salgan siempre uniformados, pues así pueden ser fácilmente identificados como cascos de paz. También se han restringido sus movimientos con toques de queda. Por ejemplo, no pueden salir de sus bases después de cierta hora", aseguró la vocera del ONU.
Otros mecanismos tienen que ver con políticas que les prohíben mantener relaciones sexuales con prostitutas y con menores de 18 años.
"Si limitamos las circunstancias en las que (los soldados) pueden desarrollar una conducta inapropiada, puede tener un impacto positivo", señaló la portavoz de la ONU.
De acuerdo con Momal-Vanian, la ONU ha reforzado los mecanismos de vigilancia de sus soldados. Pero aún así, asegura, algunos lugares en donde se han desplegado las tropas, hacen extremadamente difícil el monitoreo efectivo de sus acciones.
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