El “Estado palestino” en la ONU: ¡Estamos por la derrota de EUA e Israel!
La lucha histórica del pueblo palestino contra el Estado nazi-sionista de Israel, que es parte central de la lucha de todos los pueblos del mundo contra la dominación imperialista de conjunto, nuevamente se encuentra en el centro de la polémica mundial.
El actual líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, presentará el día 23 de septiembre ante el Consejo de Seguridad de la ONU una demanda para el reconocimiento oficial de Palestina como Estado independiente, con plenos e idénticos derechos a todas las demás naciones. Este estatus le permitiría, por ejemplo, denunciar ante la justicia internacional la ocupación de sus territorios por fuerzas sionistas. En la actualidad Palestina tiene, dentro de la ONU, un estatus que no es de Estado sino de “entidad observadora permanente”.
Esta propuesta que defienden actualmente las autoridades palestinas despierta grandes simpatías y expectativas no sólo en el mundo árabe, sino en el conjunto de la izquierda y el activismo mundial. Sin embargo, es preciso colocar con claridad que esa propuesta, además de ser escandalosamente limitada, abandona las reivindicaciones históricas del pueblo palestino. La propuesta de Abbas a la ONU plantea conformar un “mini-estado” palestino cuyas fronteras serán anteriores a 1967 y con un territorio comprendido por Gaza, Cisjordania y la parte este de Jerusalén como capital. Esto es, de hecho, una capitulación a Israel, pues legitima el robo de los territorios palestinos que usurparon los sionistas en 1948. Es más, según publicaciones de la cadena Al-Jazeera, el presidente Abbas aceptó condiciones como la permanencia de los colonos israelíes que ocupan Cisjordania, que ese nuevo estado palestino no posea fuerzas armadas propias y hasta que una fuerza militar de la OTAN sea colocada en el mismo.
Otro elemento importante, es que Abbas sólo hace esta propuesta en este momento debido a la impresionante presión del proceso revolucionario que sacude al mundo árabe, históricamente simpatizante de la causa palestina. Basta ver la reciente manifestación contra la embajada de Israel en Egipto.
Incluso con todas las limitaciones que tiene la reivindicación que hace Abbas, el imperialismo norteamericano y obviamente Israel se oponen tajantemente a la misma. Barak Obama ya anunció que los EUA rechazarán la idea de un estado independiente palestino y que, si fuere necesario, harán valer su derecho al veto. El presidente norteamericano declaró, de forma engañosa, que "la paz no llegará mediante declaraciones y resoluciones en la ONU (…) En último término, son los israelíes y los palestinos, no nosotros, los que deben llegar a un acuerdo sobre las cuestiones que les dividen: las fronteras y la seguridad, los refugiados y Jerusalén”. Con su acostumbrada hipocresía, añadió al mismo tiempo que ambos sectores tienen "aspiraciones legítimas". En el mismo sentido, el propio Abbas declaró e instó a Israel a que reconozca un Estado palestino y no a "perder la oportunidad para la paz".
Nosotros, desde la LIT, no hemos cambiado absolutamente en nada nuestra posición histórica que parte de la necesidad de la destrucción del Estado nazi-sionista de Israel como condición indispensable para que exista paz en la región y que reivindica una Palestina libre, laica, democrática y no racista. Nunca habrá paz mientras exista el Estado genocida de Israel, en la medida que es un enclave, un gendarme de los intereses imperialistas en la región. Tampoco hemos cambiado nuestra caracterización de la dirección política palestina actual: la ANP es una dirección absolutamente entreguista y que traiciona las banderas históricas de su pueblo.
Por todo esto, no pueden existir ni convivir “pacíficamente” dos estados. Israel nació como un instrumento de la contrarrevolución en medio oriente, fue concebido y sostenido por las potencias imperialistas y Stalin. Nosotros no confiamos de forma alguna en la ONU, sabemos que lo que se vote en ese espacio nunca podrá ser una solución de fondo para la cuestión palestina. Tanto es así que la misma ONU que hoy pretende erigirse como el juez supremo para conceder o no el derecho de los palestinos a tener un estado, fue la que dividió Palestina en noviembre de 1947, robándole el 54% de su territorio en favor de Israel. En ese tiempo, fueron expulsados de sus tierras ancestrales más de 700 mil palestinos, soportando una serie de ofensivas asesinas, en donde el nuevo Estado nazi-sionista, arrasaba y masacraba poblaciones enteras en su afán de consolidarse. Desde entonces, el pueblo palestino vive confinado en campos de refugiados en Gaza, Cisjordania, el Líbano, Siria y en otras decenas de otros países.
Estamos por el voto favorable al nuevo estado palestino
Desde la LIT estamos por la derrota de la posición de los EUA y de Israel en esta votación que se realizará en la ONU. Desde el momento en que ocurrirá una votación sobre una cuestión muy concreta -se reconoce o no el nuevo estado palestino- y desde el momento en que el imperialismo está negando a Palestina derechos básicos que tienen otras naciones y que la cuestión del derecho al estado independiente palestino genera una serie de movilizaciones en Palestina y en otros puntos del mundo árabe, nosotros nos posicionamos por el derecho democrático y la derrota del imperialismo yanqui y de Israel en esa votación. Esto no significa, como lo explicamos más arriba, que concordemos con la propuesta de Abbas. Sin embargo, es claro que una derrota del imperialismo y del sionismo en esa votación, fortalecería el proceso revolucionario árabe y produciría un debilitamiento relativo para Israel, muy cuestionado en la región.
Israel, por causa de los golpes de la revolución árabe, se encuentra cada vez más aislado. Recibió golpes en Egipto, que se expresó en el episodio de la embajada israelí; otro con el alejamiento de Turquía, que antes era uno de sus principales aliados en el área y otro en Jordania. Estos golpes lo colocan en una situación compleja. La tarea es, con las movilizaciones a nivel internacional y nacional, aislar a la bestia sionista cada vez más. Sabemos que la solución real y la satisfacción a las reivindicaciones palestinas no pasan por las negociaciones ni menos por la ONU, sin embargo, podemos aprovechar el hecho de que se esté discutiendo la cuestión para generar o potenciar procesos de movilización y redoblar esfuerzos en la campaña contra Israel. Es en este marco que debemos seguir impulsando la campaña mundial de boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra Israel a la cual se sumaron innúmeras organizaciones palestinas y no palestinas desde 2005 y que, a pesar de sus límites al no plantear la destrucción del Estado de Israel, coloca objetivos muy progresivos, como el Derecho de Retorno para todos los refugiados palestinos y el fin de todas las agresiones israelíes y del bloqueo a Gaza. Además, es imperioso exigir en todos los países la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con los sionistas.
No obstante, insistimos, desde la LIT-CI seguimos sosteniendo que la única manera de defender realmente los derechos del pueblo palestino es luchar por la bandera original de la antigua OLP: la lucha por la destrucción del estado de Israel y la construcción de un Estado Palestino laico, democrático y no racista, en todo el territorio histórico de Palestina.
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