Estatua de ex líder de Azerbaiyán inquieta a mexicanos
01 de octubre de 2012 • 16:23
• actualizado el 02 de octubre de 2012 a las 07:07
Una estatua de bronce de tamaño natural del fallecido
presidente de Azerbaiyán Geidar Aliev en la avenida principal de la
Ciudad de México, Paseo de la Reforma. Los críticos dicen que Aliyev,
quien reprimió a los disidentes, no debería estar en un bulevar decorado
con estatuas a héroes mexicanos y extranjeros.
Foto: AP
Foto: AP
La colocación de una estatua de bronce que representa a Geidar
Aliyev, líder autoritario de la república del Cáucaso, ha provocado una
polémica entre los residentes de la Ciudad de México, pues varios
activistas dicen no estar de acuerdo con posicionar a un dictador sobre
una avenida que alberga monumentos de héroes mexicanos e internacionales
Ciudad de México.- La colocación de una estatua del difunto "fundador de la nación" de Azerbaiyán en la elegante avenida Paseo de la Reforma de la capital mexicana —donde acompaña a monumentos a los héroes nacionales y Mahatma Gandhi y Abraham Lincoln, entre otros— ha causado sorpresa y molestias entre los citadinos.
La estatua de bronce de tamaño natural de estilo estalinesco busca honrar a Geidar Aliyev, el difunto líder autoritario de la república del Cáucaso. Porta una placa que lo llama "un brillante ejemplo de la devoción infinita a la patria y fidelidad a los ideales universales de paz mundial".
El monumento, erigido a finales de agosto, muestra a Aliyev sentado en una silla de bronce frente a lo que parece ser un enorme mapa de Azerbaiyán, en mármol blanco.
"Está realmente fuera de lugar", dijo Miguel Angel Mendoza, un estudiante de 18 años que pasaba frente al monumento a quien dirigió Azerbaiyán como jefe del Partido Comunista durante la época soviética y luego como presidente de 1993 a 2003. "¿Por qué no ponen un monumento a alguien que hizo el bien?"
Resulta que Azerbaiyán contribuyó con la mayor parte de los 65 millones de pesos que costó remozar y remodelar no uno, sino dos parques de la Ciudad de México, lo que le permitió poner monumentos en ambos.
Los críticos dicen que Aliyev, quien reprimió a los disidentes, no debería estar en un bulevar decorado con estatuas a héroes mexicanos y extranjeros.
"Han de tener bodegas llenas de estas cosas", dijo Daniel Gershenson, un activista de los derechos humanos que fue uno de varios manifestantes que protestaron la semana pasada frente al monumento, con pancartas que decían: "¡Quiten al dictador!".
"Es como el culto a la personalidad trasladado a México", dijo el escritor y activista Homero Aridjis, quien describió el estilo del monumento como el "del realismo social de la era soviética".
"Para nosotros es como si trajeran a un dictador del planeta Marte", agregó Aridjis. "¿Qué? ¿Vamos a tener una rotunda a dictadores muertos? ¿Quién falta? ¿Hitler? ¿Stalin?"
No sería la primera vez que los esfuerzos de relaciones públicas de Azerbaiyán han generado críticas. Grupos defensores de los derechos humanos protestaron por el hecho de que ese país fuera el anfitrión de la competencia de la canción Eurovisión, mientras que el grupo de feministas radicales Femen protestó por el hecho de que Azerbaiyán haya sido sede este año de la Eurocopa de fútbol.
El embajador de Azerbaiyán en México, Ilgar Mukhtarov, escribió que su país está agradecido con México porque fue uno de los primeros países en reconocerlo después de la desintegración de la Unión Soviética.
"Este monumento no tiene como fin el mejorar ninguna imagen, ya que la percepción mundial de Heydar (Geidar) Aliyev no requiere de rescate", afirmó.
"Es importante mencionar que fue un hombre que fue apreciado por grandes personalidades de la arena mundial y que su pueblo lo recuerda con cariño y le tiene en el mayor respeto posible, gracias a su gran obra y dedicación al pueblo de Azerbaiyán", agregó.
El monumento a Aliyev está rodeado por un césped bien cuidado y flores. A muchas personas les gusta el nuevo parque.
Brenda Torres, una arquitecta de 33 años de edad, fue entrevistada mientras descansaba en una de las cuatro bancas instaladas frente al monumento.
"La gente que viene lo ve bien y no sabe ni quien es ¿verdad?, pero sí impacto mucho esta rehabilitación del parque", agregó.
Ese es justo el secreto del éxito de Aliyev: nadie sabe realmente quién fue.
Una segunda estatua aparece en el otro parque cuya renovación financió Azerbaiyán en su mayor parte: la plaza Tlaxcoaque, en el centro de la Ciudad de México.
Representa a una mujer con los brazos levantados en señal de duelo, en memoria al pueblo de Jodzhali, donde cientos de azerbaiyanos fueron asesinados durante el conflicto de Nagorno-Karabaj. Algunos han dicho que en esa plaza, ubicada cerca de lo que fue alguna vez un centro de interrogatorios y de tortura policiales, habría sido más apropiado un monumento al sufrimiento mexicano.
La oficina del alcalde de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, quien aceptó las donaciones y asistió a la inauguración de ambos sitios, no respondió de inmediato a las solicitudes de declaraciones.
Sin embargo, durante la inauguración del primer monumento, Ebrard dijo: "Estamos muy agradecidos con la República de Azerbaiyán, porque no habíamos recibido una inversión tan grande" antes de un gobierno extranjero.
Ciudad de México.- La colocación de una estatua del difunto "fundador de la nación" de Azerbaiyán en la elegante avenida Paseo de la Reforma de la capital mexicana —donde acompaña a monumentos a los héroes nacionales y Mahatma Gandhi y Abraham Lincoln, entre otros— ha causado sorpresa y molestias entre los citadinos.
La estatua de bronce de tamaño natural de estilo estalinesco busca honrar a Geidar Aliyev, el difunto líder autoritario de la república del Cáucaso. Porta una placa que lo llama "un brillante ejemplo de la devoción infinita a la patria y fidelidad a los ideales universales de paz mundial".
El monumento, erigido a finales de agosto, muestra a Aliyev sentado en una silla de bronce frente a lo que parece ser un enorme mapa de Azerbaiyán, en mármol blanco.
"Está realmente fuera de lugar", dijo Miguel Angel Mendoza, un estudiante de 18 años que pasaba frente al monumento a quien dirigió Azerbaiyán como jefe del Partido Comunista durante la época soviética y luego como presidente de 1993 a 2003. "¿Por qué no ponen un monumento a alguien que hizo el bien?"
Resulta que Azerbaiyán contribuyó con la mayor parte de los 65 millones de pesos que costó remozar y remodelar no uno, sino dos parques de la Ciudad de México, lo que le permitió poner monumentos en ambos.
Los críticos dicen que Aliyev, quien reprimió a los disidentes, no debería estar en un bulevar decorado con estatuas a héroes mexicanos y extranjeros.
"Han de tener bodegas llenas de estas cosas", dijo Daniel Gershenson, un activista de los derechos humanos que fue uno de varios manifestantes que protestaron la semana pasada frente al monumento, con pancartas que decían: "¡Quiten al dictador!".
"Es como el culto a la personalidad trasladado a México", dijo el escritor y activista Homero Aridjis, quien describió el estilo del monumento como el "del realismo social de la era soviética".
"Para nosotros es como si trajeran a un dictador del planeta Marte", agregó Aridjis. "¿Qué? ¿Vamos a tener una rotunda a dictadores muertos? ¿Quién falta? ¿Hitler? ¿Stalin?"
No sería la primera vez que los esfuerzos de relaciones públicas de Azerbaiyán han generado críticas. Grupos defensores de los derechos humanos protestaron por el hecho de que ese país fuera el anfitrión de la competencia de la canción Eurovisión, mientras que el grupo de feministas radicales Femen protestó por el hecho de que Azerbaiyán haya sido sede este año de la Eurocopa de fútbol.
El embajador de Azerbaiyán en México, Ilgar Mukhtarov, escribió que su país está agradecido con México porque fue uno de los primeros países en reconocerlo después de la desintegración de la Unión Soviética.
"Este monumento no tiene como fin el mejorar ninguna imagen, ya que la percepción mundial de Heydar (Geidar) Aliyev no requiere de rescate", afirmó.
"Es importante mencionar que fue un hombre que fue apreciado por grandes personalidades de la arena mundial y que su pueblo lo recuerda con cariño y le tiene en el mayor respeto posible, gracias a su gran obra y dedicación al pueblo de Azerbaiyán", agregó.
El monumento a Aliyev está rodeado por un césped bien cuidado y flores. A muchas personas les gusta el nuevo parque.
Brenda Torres, una arquitecta de 33 años de edad, fue entrevistada mientras descansaba en una de las cuatro bancas instaladas frente al monumento.
"La gente que viene lo ve bien y no sabe ni quien es ¿verdad?, pero sí impacto mucho esta rehabilitación del parque", agregó.
Ese es justo el secreto del éxito de Aliyev: nadie sabe realmente quién fue.
Una segunda estatua aparece en el otro parque cuya renovación financió Azerbaiyán en su mayor parte: la plaza Tlaxcoaque, en el centro de la Ciudad de México.
Representa a una mujer con los brazos levantados en señal de duelo, en memoria al pueblo de Jodzhali, donde cientos de azerbaiyanos fueron asesinados durante el conflicto de Nagorno-Karabaj. Algunos han dicho que en esa plaza, ubicada cerca de lo que fue alguna vez un centro de interrogatorios y de tortura policiales, habría sido más apropiado un monumento al sufrimiento mexicano.
La oficina del alcalde de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, quien aceptó las donaciones y asistió a la inauguración de ambos sitios, no respondió de inmediato a las solicitudes de declaraciones.
Sin embargo, durante la inauguración del primer monumento, Ebrard dijo: "Estamos muy agradecidos con la República de Azerbaiyán, porque no habíamos recibido una inversión tan grande" antes de un gobierno extranjero.
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