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viernes, 25 de enero de 2013

Pronunciamiento llevado a la XIII asamblea del Movimiento #YoSoy132 en Huexca Morelos

Pronunciamiento llevado a la XIII asamblea del Movimiento #YoSoy132 en Huexca Morelos


de Organización Tlacaelel, el lunes, 21 de enero de 2013



La lucha continua….



¡Acumular Fuerzas para derrocar al régimen!



Después de un mes de consumada la imposición es visible la dirección que sigue el régimen: la continuidad y la profundización de las políticas neoliberales. Casi 1000 muertos más dan la pauta para aseverar que la guerra continua; a lo que cabe sumar la proximidad de la aprobación de las reformas privatizadoras y tecnócratas (educativa y energética) y la coronación de Óscar Naranjo (militar colombiano que opero la estrategia de contrainsurgencia de EU en su país) como asesor de seguridad nacional de Peña Nieto.



Esto no hace más que confirmar que el movimiento #yosoy132 no se equivocó en luchar hasta el final, contra aquel que representa la continuidad de un régimen oligárquico y depredador, mismo que anuncia nuevos ataques a los derechos de los trabajadores y pugna por la criminalización de la juventud. Este régimen además selló la alianza con Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, represor que se ha colocado la bandera de defensor de la “paz social”.



Los recientes acontecimientos políticos anuncian que los años siguientes serán de lucha constante, en la cual debemos impulsar la paciente preparación y acumulación de fuerzas. Y esforzarnos por revertir la dinámica social actual, que en estos momentos es una franca lucha contra los de abajo. Para ello el movimiento necesita propuestas y para brindarlas se debe analizar la lucha más reciente.



¿Qué paso el 1ero. de diciembre?



Es fundamental una consideración sobre el 1 de Diciembre, ya que fue un momento en el que el movimiento entró en una dinámica distinta y sus repercusiones desembocan en un debate interno que influirá inevitablemente en el rumbo del movimiento, es por ello que la lectura seria del 1 ero de diciembre, le permitirá al movimiento orientarse para que no fracase en una lucha de largo aliento por ganar una verdadera oposición al régimen.



En primer lugar habría que decir que los hechos de aquel día no se explican como un simple acto de provocación impulsado por una decena incitadores, esta es una visión policial que criminaliza directamente a todos aquellos que manifestaron su repudio a la toma de protesta de EPN. Pero tampoco corresponde con la realidad el que haya sido una acción del proletariado revolucionario en una ofensiva contra el gobierno; o como la clara y directa manifestación de la elevación en el nivel de conciencia de la juventud.



Ninguna de las tres posturas explica ni cuál fue la estrategia del Estado en la provocación, ni las condiciones en el movimiento que se orientaban hacia una u otra forma de lucha y menos hacen un análisis de las consecuencias reales que la confrontación trajo al movimiento.



El escenario estaba montado. El gobierno había movido su línea de peones y esperaba, resguardado en sus murallas, la jugada conjunta de los movimientos de la oposición. Mientras tanto los medios de difusión, siempre al servicio del Estado, difundieron constantemente información referente al cerco policiaco, recurso de intimidación cargado de violencia visual.



En otro espacio, en el digital, en las redes, el escenario también comenzaba a adquirir forma. Múltiples convocatorias que hacían un llamado a la lucha circularon libremente por las redes sociales. Se difundía información para fabricar bombas molotov, petardos y demás artefactos útiles para un escenario en específico: la confrontación.



Toda esta información circulando libre y públicamente en internet y nadie del gobierno que la denunciara, nadie. Dejaron hacer. Esto es el primer y claro indicio de que era lo que el gobierno quería y esperaba.



Desde antes que llegara la fecha, la gente sabía que la marcha no sería como las anteriores. Se hicieron notar formas de protesta pacífica, así como un llamado abierto a la confrontación directa contra las fuerzas policiacas de quienes creyeron, falsamente, que había la posibilidad de ganarle al Estado en el terreno de la lucha directa.



Lo siguiente fue el enfrentamiento entre pistolas, balas de goma, escudos, gas lacrimógeno contra brazos, piedras, bombas molotov. Gritos, confusión, desorganización, lesionados, presos; fue una situación de explosión social espontánea, producto de la rabia contenida y de oleadas de indignación ante los abusos policiales de gente que se acercaba a socorrer a los compañeros. Gente que después de los acontecimientos no han vuelto a movilizarse al lado del #yosoy132.





El hecho fundamental es que la confrontación con la policía no se convirtió en una consigna de la población en general, ni siquiera la mayoría de los que ese día protestaron asumieron la consigna del “derrocamiento del Peña Nieto” a través de la acción, sino que fue la integración de los que ya estaban preparados lo que movilizó a la policía y esto fungió como catalizador de la confrontación. Es por ello que la consigna de enfrentar a las fuerzas del Estado fue arriesgada y dio pie para que la estrategia del Estado operara de manera efectiva: desprestigiar mediáticamente, darle un golpe físico y moral y tratar de sacar del camino al movimiento, la piedra en el zapato de EPN.



Si bien, muchas de las acciones del primero de Diciembre fueron legítimas y en cierta forma inevitables, producto del descontento y la rabia, es importante reconocer que tuvo consecuencias negativas para el movimiento y, como integrantes del movimiento, no podemos reivindicar esta forma de acción como método que nos guíe en una lucha de largo aliento contra un Estado cuasi-militarizado, pues estaremos condenados al fracaso. Lo que debemos preparar es una perspectiva de lucha que aglutine a grandes sectores del movimiento estudiantil y popular con la firme perspectiva de derrotar al Régimen, cosa que no se logra en la dinámica de la acción directa.



Creemos que las consecuencias del primero de diciembre le dan la razón a estas consideraciones expuestas, pues el movimiento recibió un golpe físico, político y mediático. Más de 50 heridos y otras decenas de encarcelados, en fuerte proceso de criminalización. Se libró una batalla de casi un mes para la liberación de los presos políticos. Lucha en la que la participación social fue muy reducida y sin la presencia de muchos que se dispusieron al enfrentamiento del 1D pues… esta vez, la población no salió a las calles.



Parecía como si para muchos el primero de diciembre sólo fue una aventura, dejando a los presos a la deriva con manifestaciones que no rebasaban las 150 personas. Este ha sido el punto más débil de todo lo que va del movimiento, por ello sostenemos que la combatividad no se mide en un día de confrontación, sino en la disposición de mantener una lucha prolongada e ininterrumpida, que más que potenciarse se truncó después del 1ero.



La lucha que viene





La situación actual del país y del movimiento social nos coloca en un escenario en el cual es necesaria reforzar la lucha en su carácter pacífico en tanto que asegura la unidad y abona a la reagrupación de aquellos compañeros de lucha que se alejaron del movimiento después de las acciones del primero. El término “pacífico” no debe tomarse de manera dogmática, sino que se debe comprender que estratégicamente el movimiento debe tener un carácter pacífico porque necesita construir una base social amplia que realmente se oponga a las políticas neoliberales de Enrique Peña Nieto y de quienes representa.



Dentro del movimiento, la lucha pacífica nos parece que no es un impedimento para la unidad, sino su condición, porque si bien el movimiento respeta todas las formas de lucha que cada movimiento decida adoptar, el movimiento nuestro tiene que definir las suyas propias. Así como el EZLN decidió dar una lucha pacífica o como hay quienes deciden optar por la adaptación al sistema electoral, nosotros debemos decidir cómo será nuestra lucha, y creemos que las condiciones y las lecciones del 1D apuntan a esta forma de lucha pacífica, pero combativa, apartidista, no electoral y enfocada a la juventud.





El movimiento, además, debe reafirmar su carácter anti neoliberal. Es preciso que asumamos que nuestra lucha es contra este modelo económico y por la construcción de otro modelo basado en la solidaridad y no en la explotación.



El movimiento estudiantil #Yosoy132 es una fuerza que no se puede apagar ahora, por ello debemos hacer el esfuerzo necesario para volver a ser ese referente para la juventud y convertirnos en un espacio de aglutinación que permita a los jóvenes dar una lucha con objetivos claros y métodos precisos.



Creemos que desde el 132 debe hacerse un llamado público a todas aquellas organizaciones sociales, populares, sindicales y campesinas que se declaran abiertamente contra el régimen y en especial con aquellas que durante años han sostenido luchas incansables en contra del modelo económico neoliberal como son los compañeros del SME, CNTE, Atenco, EZLN. Converger en un espacio donde podamos además de respetar las formas de lucha de cada uno, crear una programa mínimo de lucha conjunta que nos permita tener impacto social y mediático para poder continuar la lucha ante la embestida del gobierno.



Esto no significa que compartamos las formas de lucha de estas organizaciones o que las adoptemos como propias. Incluso se pueden reconocer diferencias en los proyectos que representamos. Pero en este momento en que el objetivo y el enemigo es común: construir una oposición fuerte al régimen neoliberal representado por EPN, régimen que significa, entre otras cosas, la militarización, la violencia, la criminalización, las reformas neoliberales que nos empobrecen, el ataque a los derechos laborales, la exclusión, etc.



¡Contra las Reforma Energética y la Reforma Laboral!



¡Contra la antidemocrática Reforma Educativa!



¡No a la militarización del país!



¡Por la unidad del movimiento juvenil, obrero y popular frente al Régimen!



¡Contra la criminalización de la juventud y de la protesta social!



COORDINACIÓN: #YoSoy132 Tlalpan, Colectivo Salud y Libertad (COSALI), compañeros de prepa 5, compañeros del #YoSoy132 Prepa 6, #YoSoy132 Benito JuÁrez, Colectivo Voz Alterna (Fac. Filosofía), Organización Tlacaelel



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