México, 4o lugar en gas shale... sin poder extraerlo

México, 4o lugar en gas shale... sin poder extraerlo Inversiones privadas elevarían la producción nacional de siete mil millones de pies cúbicos por día a 80 mil millones o más.

En el subsuelo de México hay una reserva energética que de ser explotada al menos triplicaría la producción de petróleo y elevaría hasta 11 veces la de gas en el país: se trata de los llamados petróleo y gas shale, los cuales ya son extraídos en Estados Unidos como parte de su revolución energética y lo perfilan para ser el primer productor mundial de energéticos en cinco años. El Departamento de Energía estadounidense ubica a México en el cuarto lugar a nivel mundial en términos de reservas potenciales, sólo en términos de gas shale, con 681 billones de pies cúbicos “técnicamente recuperables”. Esto representa hasta 11 veces las reservas remanentes totales de gas natural de México, combustible del que, en el primer semestre de 2013, importó mil 295 millones de pies cúbicos, es decir, 307 millones más que en el mismo periodo de 2012, que fue de 988 millones de pies cúbicos. El costo para el país por estas importaciones fue de mil 98.7 millones de dólares al cierre de junio. Por ello, el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) advierte que “cualquier política en materia energética que se quiera instrumentar a través de una reforma, ha de contemplar acciones puntuales con respecto al uso de estos recursos (petróleo y gas shale)”. A su vez, César Maldonado, académico del Departamento de Mecatrónica del TEC de Monterrey, sostiene que con ese gas Estados Unidos va a generar energía para los próximos cien años, por lo que en México “nos guste o no, se va a requerir la participación de la iniciativa privada para su extracción”. También conocidos como de “lutitas” (formaciones geológicas donde se encuentra) son potenciales reservas de petróleo y gas, y en el caso de México se detectaron posibles yacimientos en Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí, de acuerdo con el estudio “México ante la revolución energética del Siglo XXI” del Instituto Mexicano de la Competitividad. Estos recursos se conocen desde el siglo XIX, pero apenas hace 10 años se desarrolló la tecnología para su extracción y explotación comercial, sobre todo en Estados Unidos. El estudio del Imco indica que la producción en ese país “ha crecido de forma exponencial” y pone como ejemplo: “en 2012 el estado de Dakota del Norte se convirtió en el segundo productor de petróleo de Estados Unidos, sólo detrás de Texas, cuando hace apenas 10 años el estado no figuraba en el mapa de hidrocarburos”. De acuerdo con el Departamento de Energía de EU: “México tiene el cuarto potencial de gas de lutita más grande del mundo. La pregunta es si el país podrá explotar dicho potencial y si en el corto plazo estados como Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí podrán desplazar a Veracruz, Tabasco y Campeche como los principales productores de hidrocarburos del país”. En cuanto a petróleo lutita (oil shale) el estudio “3 dilemas. Un diagnóstico para el futuro energético de México”, elaborado por el CIDAC, sostiene que “el aceite extraído de la piedra de lutita, indudablemente transformará el mercado del petróleo en los próximos cinco años: el choque de oferta de esta nueva producción tendrá un impacto similar sobre el mercado, al que tuvo la gigantesca demanda china hace 15 años”. Para el catedrático del Tec de Monterrey, César Maldonado, el gobierno de México tiene que hacer un esfuerzo en cuanto a establecer alianzas para que el desarrollo de la tecnología de lutitas se presente de manera más rápida.