No culpes a la Sharia por el extremismo islámico: culpa al colonialismo
En docenas de estados de Estados Unidos los legisladores de
derecha han advertido que los extremistas islámicos quieren imponer un gobierno
religioso fundamentalista en las comunidades estadounidenses, razón por la cual
han intentado prohibir la Sharia, un término árabe que a menudo se utiliza para
referirse a la ley islámica.
Los debates políticos que citan el terrorismo y la violencia
política en el Medio Oriente para argumentar que el Islam es incompatible con
la sociedad moderna refuerzan los estereotipos sobre un mundo musulmán
incivilizado.
También reflejan la ignorancia sobre la Sharia, que no es un
código legal en el sentido más estricto del término. Sharia significa “sendero”
o “camino” y reúne un amplio conjunto de valores y principios éticos extraídos
del Corán, el libro sagrado del islam, y la vida del profeta Mahoma. Por tanto,
diferentes personas y gobiernos pueden interpretar la Sharia de manera
distinta.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el mundo intenta
descubrir dónde encaja la Sharia en el orden global.
En las décadas de 1950 y 1960, cuando Gran Bretaña, Francia
y otras potencias europeas renunciaron a sus colonias en Medio Oriente, África
y Asia, los líderes de los países soberanos de mayoría musulmana tuvieron que
enfrentarse a una decisión de enorme importancia: ¿debían construir sus
gobiernos sobre valores religiosos islámicos o abrazar las leyes europeas
heredadas del dominio colonial?
El gran debate
Mi investigación histórica muestra que, invariablemente, los
líderes políticos de estos nuevos países optaron por mantener los sistemas de
justicia colonial en lugar de imponer la ley religiosa.
Sudán, Nigeria, Pakistán y Somalia, entre otros países que
habían recuperado recientemente su independencia, limitaron la aplicación de la
Sharia a disputas matrimoniales y de herencia en familias musulmanas, tal y
como habían hecho sus administradores coloniales. El resto de sus sistemas
legales siguió basándose en la legislación europea.
Francia, Italia y Reino Unido impusieron sus sistemas
legales en los territorios de mayoría musulmana que colonizaron (CIA Norman B.
Leventhal Map Center, CC BY).Ver fotos
Francia, Italia y Reino Unido impusieron sus sistemas
legales en los territorios de mayoría musulmana que colonizaron (CIA Norman B.
Leventhal Map Center, CC BY).
Más
Para entender por qué eligieron este curso, investigué el
proceso de toma de decisiones en Sudán, el primer país de África subsahariana
que obtuvo la independencia de los británicos, en 1956.
En los archivos y bibliotecas nacionales de la capital
sudanesa, Jartum, y en entrevistas a abogados y funcionarios sudaneses,
descubrí que los principales jueces, políticos e intelectuales presionaron para
que Sudán se convirtiera en un estado democrático islámico.
Visualizaron un sistema legal progresivo consistente con los
principios de la fe islámica, uno en el que todos los ciudadanos,
independientemente de su religión, raza u origen étnico, pudieran practicar sus
creencias religiosas de manera libre y abierta.
“El pueblo es igual que los dientes de un peine”, escribió
el entonces futuro juez de la Corte Suprema de Sudán, Hassan Muddathir, en
1956, citando al profeta Mahoma, en un memorando oficial que encontré archivado
en la Biblioteca de Sudán de Jartum. “Un árabe no es mejor que un persa, y el
blanco no es mejor que el negro”.
Sin embargo, el sector que ejercía liderazgo en Sudán cuando
el país dejó de ser colonia rechazó esa idea. Decidieron mantener la tradición
del derecho consuetudinario inglés como la ley del país.
¿Por qué conservar las leyes del opresor?
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