El reordenamiento territorial del Tren Maya
Por Roberto Grajales.
El proyecto de Desarrollo Integral Territorial y Urbano de la Región Sureste de México – Corredor Regional Tren Maya, plantea en sus ejes el reordenamiento territorial. Claro, que lo plantea a través de discursos demagogos, habla de sustentabilidad, crecimiento económico, mejora de las comunidades ¿Pero esto es cierto?
De entrada, la planeación territorial de los polos de desarrollo no responde a las necesidades de las y los trabajadores de las comunidades donde se proponen construirlos. Los polos de desarrollo buscan satisfacer las necesidades de los monopolios. Se dice que los polos tendrán 70% de áreas verdes y 30% de urbanización y que estos contaran con todos los servicios. Aquí surge una pregunta: si el tren busca mejorar la calidad de vida de la población del sur sureste ¿Por qué construir nuevos centros urbanos con hospitales, escuelas y viviendas en lugar de construir esos hospitales, escuelas y demás infraestructura en las comunidades y barrios marginados?
La respuesta es sencilla, la infraestructura que se construirá es para que el turismo pueda quedarse más tiempo en la región. FONATUR ha repetido hasta el cansancio que es la llegada y permanencia de turistas lo que permitirá el desarrollo ¿Pero es que acaso por desarrollo se refieren simplemente al ingreso económico? Si es así, la llegada de turistas no asegura que el ingreso económico de las familias de la clase trabajadora aumente, y aunque aumente, no brinda seguridad social, de tal forma que las y los trabajadores están condenados a trabajar sin derecho a un retiro digno.
Dentro de esta planeación urbana “sustentable” también se habla de infraestructura agrologística, empacadoras, almacenes, frigoríficos, etc. Pero esto una vez más beneficia a los monopolios de la industria agroalimentaria ¿Por qué no llevar infraestructura hidráulica hacia las comunidades, hacia los campos de cultivo? ¿Por qué no mejorar los caminos rurales y crear transportes eficientes y económicos para que las y los campesinos?
Además, hay que tener claro que las tierras en dónde se construirán los polos de desarrollo, son en muchos casos tierras ejidales, que serán puestas a disposición del capital financiero a través de los FIBRAs. Es decir, que el reordenamiento territorial implica también la transformación de la forma de propiedad de la tierra, de propiedad comunal, en dónde aún la hay, a propiedad privada.
FONATUR promete que los ejidatarios serán socios de los empresarios, en una sociedad claramente desigual, y que los ejidatarios “ganaran” por la renta de la tierra ¿Y esto no causará conflictos internos en las comunidades? Para responder esta pregunta podemos observar la realidad.
En comunidades, como Felipe Carrillo Puerto, en Champotón, Campeche ya han surgido conflictos internos por el pago del derecho de vía a los ejidatarios. El dinero pagado, no coincidía con el dinero prometido ¿Dónde quedó ese dinero? Después de evitar por semanas el dialogo con los ejidatarios, la delegada de la Procuraduría agraria concluyó que se abrirá una investigación al comisario ejidal para aclarar en dónde se encuentra este dinero ¿Puede esperarse que con los FIBRAs esto sea diferente? Lo más probable es que conflictos de este tipo se presenten de manera constante hasta que los ejidos se rompan y toda la tierra sea propiedad privada, lo que la hace comerciable y la pone al alcance de los monopolios.
En los barrios de las ciudades, el reordenamiento territorial se basa en la reubicación forzada de viviendas para ocupar el espacio para la construcción de las vías y las estaciones del tren ¿Por qué no mejorar la planeación urbana? ¿Por qué no aumentar las áreas verdes? Una vez más, porque dicha reubicación forzada, no se basa en ofrecer mejores condiciones a las familias afectadas, solo busca mejorar la logística de la burguesía.
Mientras tanto, la clase trabajadora continúa viviendo marginación en las comunidades y barrios, sin los servicios básicos cubiertos, en viviendas hechas en serie con materiales de baja calidad, sin la infraestructura necesaria para mitigar los fenómenos hidrometeorológicos que golpean la región. Nada, en la planeación del proyecto integral tren maya está diseñado para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, claro está que esto sólo podrá pasar en una sociedad en la que el proletariado tenga el control del estado y de los medios de producción, en el socialismo comunismo.
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