Pronostican época de desenfreno sexual y derroche económico
tras pandemia
Cecilia Barría - BBC News Mundo
BBC News Mundo mar., 12 de enero de 2021 12:50 p. m. CST
En el año 2024 podríamos entrar en un período de
pospandemia, dice el sociólogo, médico y profesor de Ciencias Sociales y
Naturales de la Universidad de Yale, Nicholas Christakis.
En su nuevo libro, "Apollo's arrow: the profound and
enduring impact of coronavirus on the way we live" (La Flecha de Apolo: el
impacto profundo y duradero del coronavirus en la forma en que vivimos),
analiza los efectos de la pandemia en la sociedad desde una perspectiva
histórica y anticipa lo que puede ocurrir en los próximos años.
Considerado por la revista Time como una de las 100 personas
más influyentes del mundo y por la revista Foreign Policy como uno de los 100
mejores pensadores globales, Christakis es una voz respetada en el ambiente
académico. Por eso sus proyecciones sobre los cambios sociales y el futuro de
la humanidad han tenido resonancia.
Molesto con la Casa Blanca por la forma en que ha enfrentado
la pandemia, el investigador tiene esperanza en que las vacunas nos ayudarán a
salir de esta crisis, aunque advierte que la inmunidad grupal no se logrará
rápidamente.
Sus investigaciones lo han llevado a argumentar que luego de
enfrentar el impacto biológico de la pandemia durante 2021, tendremos que
lidiar con las secuelas sociales, psicológicas y económicas del virus por un
buen tiempo más, antes de entrar en la época de la pospandemia.
"Si miras lo que ha pasado en los últimos 2.000 años,
cuando las pandemias terminan hay una fiesta. Es probable que veamos algo
similar en el siglo XXI".
La entrevista ha sido editada por razones de claridad y
concisión.
Con el desarrollo de distintas vacunas para frenar la
expansión de la pandemia de covid-19, ¿estamos frente al inicio del fin de la
pandemia?
Las cosas van seguir mal por un tiempo. Inventamos una
vacuna, que es algo milagroso, porque somos la primera generación de humanos
que ha sido capaz de inventar, en tiempo real, una respuesta.
Eso nunca había ocurrido en la historia. En apenas 10 meses
logramos tener una vacuna. Sin embargo, aún hay que producir cientos de
millones de dosis, distribuirlas y, aún más importante, persuadir a la gente
para que se vacune.
vacuna
Cuando se logre la inmunidad grupal, explica Christakis, la
sociedad tendrá que enfrentar los efectos sociales, psicológicos y económicos
de la pandemia.
Al menos la mitad de la población debe vacunarse y eso
tardará por lo menos un año, no va a ocurrir más rápido. Mientras, el virus
sigue propagándose.
Entonces vamos a vivir de esta manera extraña en la que
hemos vivido, con mascarillas y cierres, al menos todo el 2021.
Después lograremos la inmunidad de grupo, ya sea de manera
natural, porque el virus ha infectado a la suficiente cantidad de personas -con
un gran costo humano-, o porque mucha gente se ha vacunado.
Eso es solo la primera parte de un largo proceso, ¿qué sigue
después?
Luego tendremos que recuperarnos de los efectos sociales,
psicológicos y económicos. Millones de personas están sin empleo o han cerrado
sus negocios. Muchos niños han interrumpido su aprendizaje en las escuelas. Y
muchas personas estarán de luto. Superar todos estos problemas no será rápido.
¿Ha ocurrido lo mismo en otras pandemias a lo largo de la
historia?
Si miras la historia de las pandemias, remontándose miles de
años, esto tomará tiempo. Pienso que la actual etapa en la que se encuentra la
pandemia se extenderá al menos hasta fines de 2021, luego vendrá un período
intermedio y alrededor del 2024 entraremos en la pospandemia.
No creo que estemos en el principio del fin de esta pandemia.
Creo que estamos al final del principio.
¿Y qué lecciones podemos aprender de las otras pandemias que
hemos vivido en la historia de la humanidad?
Hay muchas. La primera es reconocer que la manera en que
vivimos ahora parece como antinatural, como si viviéramos en una época extraña,
desconocida.
Pero las pandemias no son nuevas para nuestra especie, son
solo nuevas para nosotros. Pensamos que es loco, que es descabellado vivir en
estos tiempos. Pero no lo es.
Lo que pasa es que estamos vivos en un momento en que hay un
evento que ocurre una vez cada cien años. Es importante no perder la
perspectiva.
Otra cosa es que aunque el virus es realmente malo, ya que
mata a cerca de un 1% de la población infectada, no es peor que otros. Podría
estar matando al 10%, al 30% de los infectados.
Podríamos estar enfrentando una peste bubónica a nivel
global, porque no hay ninguna razón para que un virus solo mate al 1%. Por
ejemplo, en la película Contagion, el virus mata a una de cada tres personas.
Podríamos estar en ese escenario, pero no estamos.
Sin embargo, estoy molesto con la Casa Blanca, porque yo y
los demás expertos que trabajan en estos temas sabíamos que el virus sería un
problema grave hacia finales de enero.
Y sabemos que el presidente Trump fue informado sobre esto
hace más de un año y no tomó medidas. El país tendría que haber estado
preparado para hacer un sacrificio compartido por la salud de todos.
Traslado de un paciente con covid en Austin, Texas.
El profesor de Yale considera que el gobierno de Donal Trump
no tomó las medidas necesarias para enfrentar la pandemia, peses a que tenía la
información.
Nos tendrían que haber dicho que algo extraño estaba
pasando, que nuestro mundo ha cambiado, que hay un nuevo patógeno mortal. Esto
es algo que pasa cada cierta cantidad de siglos y tenemos que ser maduros para
enfrentarlo.
No somos niños para pretender que esto no está ocurriendo.
No tendríamos que haber elegido la negación, como lo hizo el presidente. No
podemos mentir sobre el virus, no podemos culpar a otros.
De hecho, culpar a otros es algo típico de las pandemias.
Por ejemplo, en las plagas de la época medieval culparon a los judíos; cuando
apareció el VIH fueron culpados los homosexuales.
Siempre ha estado la tentación de culpar a alguien. Es
estúpido, es solo un virus que nos afecta.
Una de las lecciones fundamentales de las pandemias en la
historia es que se trata de una experiencia humana esencial, que pasa
raramente, pero que requiere madurez para enfrentarla. No podemos fantasear con
que no está ocurriendo.
¿Cuáles son los patrones que más se repiten durante las
pandemias de acuerdo a sus investigaciones?
Los virus no son solamente un fenómeno biológico, son un
fenómeno social.
Todo lo que hemos visto en esta pandemia, como la muerte de
trabajadores de la salud, ha ocurrido antes. Por ejemplo, en la plaga de Atenas
en el 430 a.C., los doctores morían. Durante la plaga bubónica en 1347 las
enfermeras, las monjas católicas que cuidaban a los enfermos morían, como está
ocurriendo ahora.
Otro patrón que se repite y que ya lo había mencionado
antes, es culpar a otros por la pandemia. Los griegos, por ejemplo, pensaban
que era culpa de los espartanos.
Deudos de víctimas del covid-19 en un cementerio en Manaos,
Brasil.
Uno de los patrones que se repiten a lo largo de la
historia, explica el investigador, es culpar a otros por la pandemia.
Negación, mentiras, supersticiones, siempre han estado
presentes. Lo mismo que la desinformación. Por ejemplo, todas esas ideas
estúpidas que han circulado como inyectarse desinfectante, o que el virus es
parte de una conspiración.
Otra característica de las pandemias es el dolor. La gente
pierde a miembros de su familia, pierde el sustento, pierde su estilo de vida.
Estos son tiempos de dolor.
También existe una dimensión existencial. Cuando hay una
pandemia, las personas buscan el sentido de sus vidas, piensan más sobre el
significado moral de sus vidas.
Cuando George Floyd fue asesinado, la gente entró en un
estado de ánimo reflexivo. Sus vidas estaban de alguna manera suspendidas por
el virus. Es como ir a la iglesia, te pone en un estado de ánimo más contemplativo.
Creo que vimos un poco de eso durante las protestas porque
había una conexión más profunda con nuestra propia existencia.
Lo quiero llevar hacia el futuro, ¿cómo será ese período
pospandémico?
Cuando logremos la inmunidad de grupo, aunque el virus aún
estará con nosotros, su poder será menor. Luego vendrá el período intermedio,
donde el impacto biológico de la pandemia quedará atrás, pero aún tendremos que
lidiar con el impacto económico y social. Y alrededor de 2024 entraremos en el
período de la pospandemia.
Típicamente en períodos de pandemia la gente se vuelve más
religiosa, ahorra dinero, le toma aversión al riesgo, tiene menos interacciones
sociales y se queda más en casa. Dejas de ver a tus amigos.
Fiesta genérica
"Después de la pandemia puede venir una época de
desenfreno sexual y derroche económico", dice Christakis.
Pero en la pospandemia todo eso dará marcha atrás, como pasó
en los locos años 20 del siglo pasado. La gente buscará inexorablemente más
interacción social. La gente irá a clubes nocturnos, restaurantes,
manifestaciones políticas, eventos deportivos, recitales.
La religiosidad disminuirá, habrá una mayor tolerancia al
riesgo y la gente gastará el dinero que no había podido gastar. Después de la
pandemia puede venir una época de desenfreno sexual y derroche económico.
Si miras lo que ha pasado en los últimos 2.000 años, cuando
las pandemias terminan, hay una fiesta. Es probable que veamos algo similar en
el siglo XXI.
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