Retroceso histórico
La aprobación de la contrarreforma eléctrica que ordenó el presidente López Obrador al Poder Legislativo será un retroceso histórico cuyas consecuencias aún no dimensionamos. Parece que nada impedirá que diputados y senadores acaten la orden de aprobarla tal y como la recibieron de Palacio Nacional. Al mismo tiempo, las expectativas de que el Poder Judicial pudiera corregir el desatino son francamente desalentadoras.
El deseo de López Obrador es regresar a la Comisión Federal de Electricidad el monopolio de la generación eléctrica en el país a base del contaminante carbón, y hacer a un lado a quienes la generan a base de energías solar o eólica, que no contaminan. De nada sirve que tengamos firmado un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá. Tampoco todas las evidencias científicas que demuestran que el sol y el aire son las formas más baratas y limpias, conocidas hasta hoy, de generar electricidad. López Obrador quiere poner a México en sentido contrario a la tendencia mundial.
En Estados Unidos y Canadá están muy atentos a lo que decida el gobierno mexicano en las próximas horas. Varias de sus empresas serán afectadas y podría haber varias demandas. Desde el punto de vista ambiental, también habrá consecuencias.
En México, la iniciativa privada ya informó que las tarifas eléctricas aumentarán 17 por ciento de un solo golpe, que tendremos que pagar los usuarios. Usted y yo, no sólo las industrias, las empresas o los negocios.
Por si fuera poco, los especialistas financieros ya pronostican que, ese capricho presidencial, será el empujón que precipite a México a perder su grado de inversión. Se concretaría la amenaza que ha pesado sobre nuestra economía desde hace muchos meses y, entonces sí, ¡agárrense! El peso, que en los últimos días ha estado presionado, se desplomaría. Eso presionaría la inflación al alza y el Banco de México tendrá que trabajar horas extras.
No son pocos los capitales que han salido del país. Le doy un ejemplo: con todo y crisis global por la pandemia de coronavirus, los mexicanos nos convertimos —en los últimos meses— en el grupo extranjero que más ha invertido en bienes raíces en Miami y en todo el sur de la Florida. Incluso, corre la versión de que una pariente política del propio López Obrador ordenó a su agente financiero que en el momento en que se apruebe la contrarreforma eléctrica saque sus inversiones de México.
Algunos consideran esa decisión un error peor que la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco.
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BON APPÉTIT
Las presiones de los gobernadores hacia Marko Cortés, presidente del PAN, para ser ellos quienes nombren al próximo coordinador en el Senado son más fuertes que nunca. De ahí el retraso para dar a conocer la decisión que debió haberse anunciado el 15 de febrero. El mapache veracruzano Julen Rementería quiere quedarse con ese hueso cueste lo que cueste.
¿Habrán consultado a los senadores panistas?
POR ALEJANDRO CACHO
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