lgunas viñetas sobre Manuel Lozada, también conocido como "El Tigre de Alica".
Manuel Lozada nació en un poblado o comunidad de nombre San Luis, del entonces denominado Séptimo Cantón del estado mexicano de Jalisco, en 1828 y murió fusilado en Loma de los Metales, Nayarit, el 19 de julio de 1873. Era de sangre cora, ya fuese por ascendencia indeterminada o por mestizaje directo, y quedó huérfano de padre siendo muy pequeño. Su madre, por penurias económicas, lo dio en adopción a un tío, de nombre José María Lozada, quien le dio su apellido al pequeño Manuel.
Fue apodado "El Tigre de Alica" debido -se dice- a su huida y posteriores andanzas en la Sierra de Alica, en el actual Nayarit, como consecuencia de su vida de bandolero, sierra de la cual bajó al poco tiempo para asesinar a un militar que había azotado públicamente a su madre, enfurecido, al parecer, por no lograr la captura de Lozada. A partir de ahí, acorde a la tradición oral, se acuñó su mote.
Fue general en jefe de la Primera División de los Auxiliares del Ejército Imperial Mexicano, en la época de Maximiliano de Habsburgo, y la autoridad suprema -informal- de los Pueblos Unidos del Estado de Nayarit. Aunque Nayarit sería estado constitucional hasta 1917, pues antes era el Séptimo Cantón del Estado de Jalisco, luego territorio militar y posteriormente ídem federal. Cabe mencionar que algunos escribían "Nayarith".
Maximiliano reconoció su grado divisional a falta de someter Nayarit, así que lo mejor fue negociar, ofreciendo en principio un gobierno militar autónomo. Su enemigo mortal- literalmente- fue el general liberal Ramón Corona.
Había sido amnistiado en 1854. Ya entonces Antonio López de Santa Anna decía sobre él, según registros, que "la gavilla capitaneada por Manuel Lozada sigue cometiendo toda clase de excesos, pues cuenta con una absoluta impunidad...".
Su gente era conocida como "macuaches" o "mochos". Macuache era un término local para referirse a los indígenas pobres. Aparentemente proviene de determinada voz de lengua nahuatleca, "macehualli", que significa vasallo o villano.
Reportes franceses durante el Segundo Imperio arrojan que Lozada tenía una resistencia física impresionante y que no se movía una hoja en Nayarit sin su consentimiento. Con todo, a su muerte se confirmó que todo su haber lo constituían 1,116 pesos con 50 centavos, fruto de la venta reciente de unos animales.
Al restaurarse la República, Juárez notó que el regionalismo de Jalisco era muy fuerte y podía darle dolores de cabeza, por lo que fue evasivo en cuanto a apoyar las pretensiones de recuperar el dominio sobre Nayarit.
La única fotografía suya -o con la que oficialmente se cuenta- fue tomada justo antes de su fusilamiento, en Loma de los Metales, como se mencionó, a las puertas de Tepic, después de un juicio sumario donde no le fue permitido contar con defensor.
A pesar del desprestigio oficial que durante décadas se alineó a su figura, la tradición oral nayarita siempre le atribuyó cualidades redentoras y justicieras respecto a las clases desprotegidas.
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