Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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lunes, 7 de marzo de 2011

LA MUJER EN EL ISLAM

LA MUJER EN EL ISLAM

Durante miles de años, con contadas excepciones la mujer ha estado sometida y dominada por el hombre, quien le restringe sus derechos y libertades, así como pisotea y humilla su personalidad y orgullo.

La historia nos demuestra como en Europa y en todo el mundo la mujer era despreciada, se le trataba sin darle ninguna importancia, los sabios y filósofos discutían sobre ella, si poseía alma o no, y en caso de tener alma ¿sería humana o animal? y suponiendo que si posee un alma humana, entonces, su posición social en cuanto al hombre, ¿Es la posición de los esclavos, o es un poco más elevada que ellos?

En otras civilizaciones como la del Imperio Romano que abarca casi diez siglos, años 500 antes de nuestra era hasta 476 de nuestra era, la mujer se encontraba en una tutela permanente de su padre o de su marido, la mujer no podía sin ayuda o consentimiento previo del tutor escoger a su futuro esposo o contraer matrimonio, tampoco podía disponer de sus bienes, testar o ejercer cualquier actividad.

Esta situación de la mujer continuó por mucho tiempo, sin que existiera ningún cambio práctico, aproximadamente hasta el año 1900 una mujer tenía difícilmente algún derecho, la peor catástrofe que ha afectado a la mujer, llegó con la Revolución Industrial, ellas eran explotadas por ser más baratas como trabajadoras que el hombre.

Entre los principales logros en la emancipación de la mujer fue la legislación de 1882, por medio de la cual se decretó, que en adelante las mujeres de Gran Bretaña gozarían del privilegio sin precedentes de quedarse con el dinero que ganasen.

En nuestros tiempos vemos como la mujer, atraves de miles de engaños y fraudes por medios auditivos, visuales, psicológicos, sensoriales, estéticos, artísticos y banales, utilizan su existencia para persuadir a los consumidores a adquirir innecesariamente productos, mancillando su honor y dignidad. Vemos como es desnudada en almanaques, revistas, reinados de belleza, vallas publicitarias, en programas de televisión y en prostíbulos en general. La mujer dentro del medio social actual, ha caído en un irrespeto tal que sólo se le mira desde un punto de vista material, vemos como una persona invita a su hogar a un amigo y éste a la primera oportunidad falta el respeto a sus hijas, a su esposa o a su madre.

LA MUJER Y SUS VALORES EN EL ISLAM

Algunas personas que no conocen la realidad del Islam, o que conociéndola y luego intencionalmente tratan de ocultar lo justo par desviar a la gente del conocimiento del Islam, dicen que el Islam es enemigo de la mujer, que degrada su dignidad y humilla su orgullo, y la deja aun nivel más cerca del estado puramente animal, que solamente es un goce sensual para el hombre y un instrumento para engendrar, de tal suerte que la mujer está en una posición inferior al hombre y dominada por él. No existe otra cosa más falsa y fuera de la realidad que esta afirmación, quien así lo dice ignora totalmente las normas islámicas. Dios todopoderoso en el Islam desde hace más de 14 siglos, por medio del Sagrado Corán declara la igualdad de hombres y mujeres en la vida, el honor, la dignidad y en la sociedad en general, respetando los bienes de ambos(hombres y mujeres), Dios nos dice que los bienes de todas las personas son sagrados y por lo tanto está prohibido menoscabar directa o indirectamente, todos estos derechos son comunes a hombres y mujeres sin ninguna distinción.

En el Sagrado Corán, Dios todopoderoso nos enseña esta igualdad entre el hombre y la mujer, no solamente porque nos lo ordena de una manera clara, sino también por cuanto en muchas Ayas Dios se refiera tanto a la mujer como al hombre en sus derechos y obligaciones sin hacer distinción. Veamos al Sura 33, Aya 35: "Dios ha preparado perdón y magnífica recompensa para los musulmanes y las musulmanas, los creyentes y las creyentes, los devotos y las devotas, los sinceros y las sinceras, los pacientes y las pacientes, los humildes y las humildes, los que y las que dan limosna, los que y las que ayunan, los castos y las castas, los que y las que recuerdan mucho a Dios". También en el Sagrado Corán Dios les dedicó un capítulo entero (Sura) la número 4, dándole por nombre "Las Mujeres". Se necesitarían muchos volúmenes, para analizar todas las bondades y derechos que Dios le ha dado a la mujer en el Islam hace más de 14 siglos y que están escritos en el Sagrado Corán y los Hadices del Profeta -La paz y las bendiciones de Dios sean con él.

EL MATRIMONIO

Es importante resaltar que la mujer antes de la Revelación del Sagrado Corán, no tenía el derecho a elegir su futuro esposo, eran los padres de ella quienes lo escogían y ella debía aceptar así no fuera de su agrado, pero desde la Revelación del Sagrado Corán (hace 1,413 años). La mujer es quien elige o rechaza al hombre con el cual quiere formar su hogar (este derecho fue conquistado por la mujer mucho después en otras sociedades).

El Islam, considera el matrimonio un compromiso sumamente serio, por eso los esposos deben esforzarse por lograr una comprensión y estabilidad general de pareja, no es permitido en el Islam los matrimonios de prueba, de duración determinada, el Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sean siempre con él) declaró que se condenan a los hombres y mujeres que gozan cambiando frecuentemente de cónyuge, que disfrutan de pareja por un tiempo, y luego la cambian por otra, después por una tercera y así sucesivamente. También es sumamente grave y condenable a los ojos de Dios y de los hombres el adulterio o la fornicación, por eso el musulmán nunca realiza tal acto y su vida la dedica a su hogar y a su esposa, siempre esta recordando las consecuencias de este acto que trae consigo la desintegración de la familia, las enfermedades venéreas, la inmoralidad y la criminalidad.

LA VIDA FAMILIAR

El Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sean con él) llegó a afirmar que el mejor musulmán es aquel que mejor se comporta con su familia, y que el mayor y más bendito gozo de la vida se encuentra en una esposa buena y recta, por eso el musulmán se dedica a su esposa y sigue las indicaciones del Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sean con él) que ordenan la gentileza con su esposa, es un deber del marido armonizar con su esposa de manera equitativa y amable, cumpliendo el mandato divino, es su responsabilidad en cuanto el entero mantenimiento de la mujer, que debe cumplir alegremente sin reproches, injurias o condescendencias. Este mantenimiento implica el darle vivienda, vestirla, alimentarla, darle atención y bienestar en general de acuerdo a sus medios y estilo de vida.

Además el musulmán debe tratar a su esposa con justicia, respetar sus sentimientos, hacerla objeto de gentilezas y consideración. No debe la mujer recibir animadversión alguna por parte del marido, ni ser sometida a ansiedades o incertidumbres. El musulmán también recuerda el último sermón del Profeta(La paz y las bendiciones de Dios sean siempre con él) cuando durante la peregrinación dijo entre otras cosas: "¡Vosotros! tenéis derechos sobre vuestra esposa y vuestra esposa tienen derecho sobre vosotros. Tratad a vuestra esposa con amor y gentileza. Es verdad la habéis tomado como un encargo de Dios y la habéis hecho legitima con la palabra de Dios. Sed siempre fieles al encargo que os confía y evitad los pecados".

EL DIVORCIO

Además de la breve exposición anterior, sobre el significado del matrimonio en el Islam, hagamos énfasis en que es solemne, sagrado, en el que Dios interviene como primer testigo y primera parte, se suscribe en Su nombre, en obediencia a Dios y de acuerdo con sus mandatos. Por lo tanto no es un simple contrato civil o comercial en el que se evalúan beneficios materiales y obligaciones contrapuestas entre sí.

El musulmán desde el momento en que se casa, sabe que es una relación permanente y de continua armonía no sólo entre el hombre y la mujer, sino también entre éstos y Dios. El divorcio es el último recurso al que la pareja debe acudir si existen obstáculos muy graves que no permiten la reconciliación el Profeta(La paz y las bendiciones de Dios sean con él), lo describe como la cosa más detestable de todos los medios legítimos a los ojos de Dios. Para llegar al divorcio tanto el hombre como la mujer deben cumplir con los siguientes pasos:

1. Las dos partes afectadas deben tratar de resolver sus disputas entre sí, tratando el tema de la mejor manera.

2. Si no lo consiguen, deben encargarse dos árbitros, uno de la familia del marido y otro de la familia de la esposa quienes tratarán de poner paz entre ellos y zanjar sus diferencias, si esto fracasa viene el 3er. paso.

3. Se aplica el divorcio. La Ley Islámica requiere que sea aceptado por ambas partes y que se conceda con dignidad y con el debido respeto.

LA CONDICION DE LA MUJER EN EL ISLAM

Para las mujeres, el Islam es una bendición especial y el profeta del Islam es en verdad el más grande de los benefactores de las mujeres. En Arabia, antes de que llegara el Islam, el nacimiento de una niña era considerado una desgracia y vergüenza. Los padres las enterraban vivas:

Cuando les llegaban las noticias acerca de (el nacimiento de) una mujer, su rostro se oscurecía y le llenaba una gran tristeza. con vergüenza, él se ocultaba de su pueblo, por las malas noticias recibidas. ¿Deberá conservarla con sufrimiento y resignación, o, enterrarla en la arena? ¡Ah! ¡Qué mala elección al decidirlo! (Corán 16:58-59)

El Islam hizo de esta injusticia uno de los primeros casos para la Corte Mayor en el Día del Juicio :

La enterrada viva preguntará del crimen por el cual fue asesinada.

(Corán 81:8-9)

"Antes del Islam," escriben los autores del Atlas del Islam, "la mujer era considerada como una amenaza para el honor de la familia y , por eso, merecedora de ser enterrada viva en su tierna infancia. Ya adulta, era considerada un objeto sexual que podía comprarse, venderse o heredarse. De esta posición de inferioridad e incapacidad legal, el Islam llevó a las mujeres a una posición de gran influencia y prestigio dentro de la familia y la sociedad."

El Islam dio a este sector oprimido de la sociedad, al igual que otros grupos y clases sociales, su lugar legítimo en la vida. En un mundo donde la mujer no era más que un objeto de uso y placer sexual para el hombre, y en un tiempo que los circulos religiosos alegaban sobre si la mujer era un ser humano o no, con alma propia, el Islam proclamó :

¡Oh humanidad! Nosotros los creamos a partir de un solo (par), de un hombre y una mujer.

(Corán 49:13)

¡Oh humanidad! Reverenciad a vuestro Señor Protector, que os creó de una sola persona, y creó de ella a su pareja, de ellos esparció a innumerables hombres y mujeres. Tened temor de Alá, a través de quien demandáis vuestros mutuos derechos y respetad los úteros (que os guardaron), porque Alá siempre os vi-gila.

(Corán 4:1)

Hombres y mujeres son de la misma familia, y como tal, tienen los mismos derechos y deberes, ya que el Señor les promete:

Nunca despreciaré el trabajo de quien obre de vosotros, sea hombre o mujer, ya que lo uno es de lo otro.

(Corán 3:195)

El Islam eliminó algunos de los falsos conceptos sobre la mujer. Negó, por ejemplo, la idea de que Eva tentó a Adán a desobedecer a Dios, y causó así su perdición. el Corán, explícitamente, dice que ambos desobedecieron, y con esto se afirma que la mujer no es una fuente de maldad. El Corán menciona a varias mujeres con gran respeto, por ejemplo, las esposas de Adán, Abraham, las madres de Moisés y Jesús. Algunas de ellas (María y Sara) fueron visitadas por ángeles y conversaron con ellas. Esto pone claramente a la mujer sobre un pedestal de respetabilidad social y personal que jamás habían gozado antes.

La civilización islámica se apoya en dos principios capitales. Primero, el creer en un Dios Único, que es el Señor y Creador de todos los humanos. Así todos los humanos son iguales y tienen derechos y obligaciones similares como siervos de Dios. Segundo, que todos los humanos, hombres y mujeres, están creados "de una sola persona" (O también "de un solo par, de un macho y una hembra"). en otras palabras, son hijos de los mismos padres, miembros de una misma familia y tienen derechos y deberes similares. Si el primer principio representa la unión Dios-hombre, el segundo sostiene los lazos sanguíneos o relaciones del hombre con su prójimo (hombre o mujer).

Enfatizando su importancia, el profeta Muhammad (PBDE) dijo: "La palabra Ar-rahm (útero) deriva su nombre de Ar-Rahmán (v.gr. El Misericordioso, uno de los nombres de Alá) y Alá dijo: ´Mantendré buenas relaciones con aquel que mantenga buenas relaciones contigo, (Utero v.gr. parientes y amigos) y cortaré relaciones con aquel que corte relaciones contigo." (Albujari). La mujer (o ar-rahm - útero) ocupa así una posición central en la sociedad humana.

El Islam elevó la posición de la mujer en la sociedad y se le trató con igualdad al hombre, y en algunos casos, como madre por instancia, le dio claramente un precedente sobre el hombre. Así, cuando un hombre preguntó al Profeta Muhammad (PBDE): "¿Quién tiene más derecho a ser tratado con la mejor cortesía?" El profeta (PBDE) le contestó: "Tu madre" El hombre preguntó: "¿Quién después?" El profeta (PBDE) le contestó: "Tu madre". De nuevo preguntó el hombre: "¿Quién sigue?" El Profeta (PBDE) respondió: "Tu madre". El hombre preguntó por cuarta vez: "¿Quién sigue?" y el Profeta (PBDE) respondió: "Tu padre". (Al-bujari)

En otra ocasión, cuando un hombre vino al Profeta (PBDE) y le expresó el deseo de unirse a una expedición militar, el profeta (PBDE) le preguntó si tenía madre. Cuando le respondió que sí, el Profeta (PBDE) le dijo: "Permanece con ella. Porque las llaves del Paraíso están a sus pies." (Ahmad, Basri y Al-Baihaqui).

En la transformada sociedad islámica, el tener una hija no fue más un estigma o una causa de vergüenza, sino una fuente perpetua de bendiciones y un medio de complacer a Alá. El Profeta (PBDE) dijo: "Si alguno de vosotros cuida tres hijas, las disciplina, las hace casar y es amable con ellas, irá al Paraíso." (Abu Dawud)

El Islam dio a la mujer una identidad independiente, y declaró que sus alcances morales y espirituales dependen solamente de su propia iniciativa. Al igual que el hombre, su éxito o su fracaso descansa sobre sus propias creencias y actitudes, conducta y comportamiento. Ella es un ser responsable con derechos propios y lleva una carga de obligaciones morales y espirituales. El profeta Muhammad (PBDE) dijo: "Cada uno de vosotros es guardián y responsable por lo que está a su cargo. El gobernante está a cargo de sus gobernados y es responsables de ellos; el esposo es guardián de su familia y es responsable de ella; la esposa es el guardián del hogar de su esposo y es responsable de él." (Al-bujari)

Es un hecho que el Corán presenta a las mujeres como un ejemplo a seguir para los creyentes al igual que para los no creyentes. En la sura "Al-tahrim" leemos:

Alá pone por delante, como ejemplo de los incrédulos a la esposa de Noé y a la esposa de Lot. Las dos estuvieron bajo (el cargo) de dos siervos justos, sin embargo eran falsas con sus esposos y no obtuvieron beneficio alguno ante Alá en su favor, pero se les dijo: ´¡Entrad al fuego junto con los que han entrado!´. Y Alá pone por delante como ejemplo para aquellos que creen, a la esposa del Faraón. Contemplativa, ella dijo: ´¡Oh mi Señor! construye para mi, cercana a Ti, una mansión en el Paraíso, y cuídame de Faraón y sus actos, y cuídame de aquellos que hacen mal. Y María, de la familia de Imrán, quien guardo su castidad. Nosotros soplamos en ella de nuestro espíritu y ella atestiguó la verdad de las palabras de su Señor y de Sus revelaciones y fue una de las devotas.

(Corán 66: 10-12)

Para permitir, tanto a la mujer como al hombre, alcanzar su potencia total, el Islam provee un marco social y busca crear una atmósfera de moral saludable. En el Islam la mujer, sin considerar su estado marital, es completamente capaz de comprar, adquirir, vender y heredar.

"A las mujeres de familia pertenece una cantidad de lo que los padres y parientes cercanos dejen, ya sea poco o mucho, una cantidad legal.(Corán 4:7)

Como un ente legítimo, su matrimonio no se realiza sin su consentimiento, y donde un caso extremo se presente, ella podrá divorciarse de su marido. El Imam Málik registró en Al-Muwatta, que una viuda llamada Jansa fue entregada por su padre en matrimonio. Ella desaprobó tal acción y fue a ver al Mensajero de Alá (PBDE), y él revocó el matrimonio. En otra ocasión, una mujer virgen vino al Profeta (PBDE) y mencionó que su padre la había casado en contra de su voluntad. Entonces el Profeta (PBDE) le permitió elegir su marido. (Abu Dawud).

La esposa de Thábit bin Qais llegó con el Mensajero de Alá (PBDE)y dijo: "¡Oh Mensajero de Alá! Yo no reprocho a Thábit por cualquiera de sus defectos en su carácter o su religión, sino que no puedo soportar vivir con él." A lo que el Mensajero de Alá respondió: "¿Le devolverías el jardín (Que Thábit le había regalado en la boda) que te regaló?" Ella contestó : "Sí" y el Profeta (PBDE) los separó. (Al-bujarí)

Las mujeres musulmanas han sido compañeras, con igualdad, de los hombres en todos los ámbitos. La función más importante de la comunidad musulmana, como se describe en el Corán, es:

Prescribir el bien y prohibir el mal". En esto, mujeres pueden contar con los hombres: "Los creyentes, hombres y mujeres, se protegen uno al otro. Ellos prescriben lo bueno y prohiben lo que es malo. Ellos observan la oración con regularidad, practican la caridad con regularidad y obedecen a Alá y a Su mensajero. Sobre ellos Alá a prometido a Sus creyentes, hombres y mujeres, jardines sobre los cuales fluyen ríos, para habitarlos, y hermosas mansiones dentro de los jardines con eterna bendición. (Corán 9: 71-72)

Al término del tratado de Hudaibía, el profeta (PBDE) pidió a sus compañeros abandonar su estado de ihram afeitando sus cabezas y sacrificando sus animales. Ellos estaban tan alterados por lo que parecía tan humillante de los términos del tratado que ninguno de ellos se movió. Con enojo el Profeta (PBDE) entró en su tienda y relató lo sucedido a su esposa Umm Sálama. Ella le aconsejó que saliese, afeitase su cabeza y sacrificase su animal, porque si así lo hiciese , sus compañeros seguramente lo harían igual. Y así ocurrió.

Una mujer musulmana, Umm Hani, dio protección a uno de los idólatras. El profeta (PBDE) aprobó tal cosa y dijo: "Nosotros damos protección a aquellos que Umm Hani ha dado protección."

El conocimiento, que es base de todo progreso y avance, es obligatorio para todo musulmán, sea hombre o mujer. Así que, cuando una dama reclamó al Profeta (PBDE): "Mensajero de Alá, los hombres han mono-polizado todo lo que has dicho. Señala para nosotros un día en el que tú puedas enseñarnos lo que Alá te ha enseñado." El indicó el día, hora y lugar para instruirlas separadas de los hombres para que aprendieran.

Aisha ocupa una posición única en la historia del Islam, no porque fuese esposa del Profeta (PBDE), sino porque ella fue una de las más grandes maestras que el Islam haya tenido. en la nueva comunidad islámica, las mujeres eran tan activas y bien informadas que una vez una anciana corrigió al Califa Omar cuando éste quiso limitar la cantidad de la dote. Omar estuvo complacido y dijo: "Acertó la dama y Omar estaba equivocado."

LA MUJER ANTE LAS DIFAMACIONES

El Islam enalteció a la mujer y la equiparó al hombre, al punto que en el Sagrado Corán recibe un trato igualitario con su pareja (es prácticamente el único libro sagrado que se dirige a la mujer como tal y la trata en pie de igualdad con el hombre). La mujer es valorada en la sociedad islámica por su inteligencia y virtud.

Desde sus mismos orígenes el Islam le otorgó a la mujer derechos y privilegios que la mujer occidental, en la mayoría de los países, sólo obtuvo en este siglo, como el libre manejo de sus bienes, la capacidad de testar, el derecho al divorcio, la separación de gananciales, el derecho a recibir un salario por tareas realizadas en su propio hogar, etc..

La mujer es, para el Islam, un tesoro incalculable, un bien fundamental sobre el que se cimenta la familia, núcleo de la sociedad. El Profeta destacó enormemente el valor de la mujer como compañera del hombre, esposa y madre. Colocó a la madre en una jerarquía tres veces superior a la del padre, y dijo: 'El Paraíso yace a los pies de las madres', y prometió la misma recompensa para quien críe, sustente y eduque en el bien y la fe a una hija mujer.

Pese a esta realidad incuestionable, existe el prejuicio, debidamente alimentado y atizado por los medios masivos de difusión al servicio del imperialismo, de que la mujer es poco menos que esclava en la sociedad islámica; y el blanco preferido de esta crítica es el pudor de la mujer musulmana que cubre su cuerpo y no lo exhibe como en un escaparate.

Lo que en otra época, en una sociedad más sana, se hubiera valorado como un signo de virtud y nobleza, hoy, invirtiendo los valores, se denuncia como degradación y humillación. No olvidemos que la mujer musulmana hoy, como hace catorce siglos, se viste igual que lo hacía María, la madre de Jesús, la paz sea con ambos, a quien cualquier mujer occidental cristiana dice venerar pero no imita.

La realidad que se esconde detrás de esta situación es muy otra. La mujer occidental moderna es un pobre ser esclavo de la moda y de un estereotipo femenino artificial. La mujer vale solamente por su cuerpo y su apariencia, poco importa su inteligencia. Y para cumplir con el 'modelo' que la sociedad le impone muchas mujeres llevan la peor de las vidas, detrás de dietas y trabajando sólo para satisfacer sus necesidades de vestuario.

Este es el saldo deplorable de la pretendida liberación femenina que, más que liberar a la mujer terminó convirtiéndola en esclava de toda una forma de consumo. El gran logro del sistema capitalista y consumista que agobia a occidente es precisamente el haber incorporado de lleno a la mujer al ámbito del consumo y la producción. Medítese sino unos breves instantes en todos los productos de esta sociedad que tienen como destinatario a un prototipo de mujer artificial, creado de la nada en las últimas décadas, y que sólo ha alineado a la mujer de su esencia y sus verdaderos valores, convirtiéndola (igual que al hombre), en un ser infeliz insatisfecho y desequilibrado.

TRABAJO Y PAPEL DE LA MUJER

El derecho de la mujer al trabajo aparece expresado en El Corán de forma indirecta en la aleya:

" Los hombres tienen una parte de lo que han adquirido. Las mujeres tienen una parte de lo que han adquirido " (Coran 4 :32)

igualando el Islam entre el hombre y la mujer en su derecho a poseer lo que han ganado, ya sea a través de la herencia, el trabajo retribuido o cualquier otra forma legal. Así, ya desde tiempos del Profeta algunas mujeres trabajaban en la agricultura, el hilado, la dirección de trabajos manuales, la atención de enfermos y heridos o el comercio y la política, como demostraron las esposas del Profeta Jadiya y Aisa .

Sin embargo, el Islam no obligó a la mujer a trabajar fuera de casa, sino únicamente al hombre, obligando a éste además a hacerse cargo de la manutención de la mujer, ya sea ésta madre, hermana, esposa o hija. Esto se debe a que en el Islam el primer y mas importante deber de la mujer es criar y educar a sus hijos, que son el resultado de la educación de los padres y en especial de la madre .

De esta forma, la mujer se convierte en la constructora del futuro, compartiendo con el hombre la construcción del presente.

En cualquier caso, el Islam considera que la participación activa de la mujer es básica, como miembro que es de la sociedad. A pesar de ello, la mujer posee particularidades físicas, fisiológicas y psíquicas que la condicionan o no para cierto tipo de actividades, por lo que algunos ulemas no consideran adecuada su participación en ciertos campos, como la construcción, la minería, la defensa e incluso la política, para algunos. Sin embargo, esto último es discutible pues la mujer del Profeta, ‘Aisa, participó activamente en este ámbito. Y además, la mujer puede participar en la política como es indicado en El Corán:

" ¡ Profeta ! Cuando las creyentes vengan a ti a prestarte juramento de fidelidad, de que no asociarán…(Coran60 :12).

Para los Hermanos Musulmanes, el papel fundamental de la mujer es el de madre y esposa, para lo cual la educación es esencial. Y el trabajo fuera de casa está permitido siempre y cuando no afecte a su papel en la familia, aunque consideran que la mujer no es apta para ocupar un puesto de jefatura . Para Zaynab al-Gazali no hay nada malo en que la mujer trabaje fuera de casa, siempre que vista la ropa adecuada. En definitiva, la educación es una obligación y el trabajo es opcional.

En lo que respecta a las sociedades árabes, hay que señalar que las costumbres, hasta hace poco tiempo, han considerado que el lugar de la mujer es su casa, pues ha sido creada en primer y último término para ser madre y esposa. Y si tiene la oportunidad de trabajar fuera de casa, no todos los trabajos le convienen. Así, le será suficiente ser profesora, enfermera, secretaria o trabajar en el campo de los servicios sociales. Pero lo que no es aceptado es que sea ingeniero, arquitecto o directora de una empresa. Sin embargo, esta opinión ha disminuido en la mayoría de estas sociedades, especialmente la urbana, aunque se mantiene sobre todo en las zonas rurales.

Por otro lado, hay algunos factores que impiden a la mujer trabajar, como: el sistema educativo o la poca confianza que tienen los empresarios en la capacidad de la mujer. Algunos también piensan que el derecho y las leyes islámicas impiden a la mujer trabajar, aunque ésta es una opinión errónea pues el Islam permite a la mujer trabajar, demostrando además que el sexo no tiene nada que ver con la capacidad intelectual del individuo. Pero, sobre todo, hay que señalar que en el mundo árabe no existen las mismas oportunidades de trabajo y tampoco una igualdad salarial, a pesar de que sus constituciones señalan que ha de haber una igualdad entre hombres y mujeres en este ámbito. Pero tampoco hay que olvidar que esto también ocurre en Europa y la mayoría de los países occidentales.

En cualquier caso, la integración de la mujer en el desarrollo económico no implica olvidar su papel tradicional, ni imitar ciegamente a las sociedades occidentales, pues la mujer árabe y musulmana suele dar prioridad a su papel de madre y educadora de sus hijos, como lo ha demostrado una encuesta realizada hace algunos años en el Líbano , donde se ha observado que el 81% de las mujeres opinan que la necesidad que tienen los hijos de su madre es lo que les impide trabajar. En este sentido, es interesante la opinión de un occidental, José Ortega Spottorno, quien dice en un artículo suyo publicado en El País: " El poder trabajar e independizarse ecinómicamente del marido permite y favorece las separaciones y el tantear varios ensayos de su vida sentimental. Eso lleva consigo dos graves inconvenientes: la desaparición de la vida de familia y la mayor soledad de los hijos pequeños ".

En lo que respecta a otras actividades relativas a la mujer, hay que indicar que ésta tiene derecho a la propiedad, a hacer contratos, a avalar a otra persona y a participar en el comercio o cualquier otra forma legal de obtener ganancias. Y en todos estos casos, la mujer tiene la total libertad de tomar sus propias decisiones, sin la intervención de nadie ( padre, esposo, hermano,…), al contrario que sucedía en la República Federal de Alemania, donde la mujer casada no tenía legalmente el derecho a la propiedad hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial.

En cualquier caso, el porcentaje de inserción de la mujer ha aumentado en el mundo árabe gracias a los esfuerzos que hacen los gobiernos locales, sin olvidar que en el Islam el principal trabajo de la mujer es la maternidad y el cuidado de su familia, a pesar de que desde la antigüedad ha participado con el hombre en las responsabilidades de la vida, trabajando junto a él.

Por qué me pongo el Hijaab?

Me acuerdo de cuando mi hermana Ruqayyah me empezó a invitar al Islam, el obstáculo mas grande no eran las prohibiciones de comer, beber y de conducta. Lo difícil que me resultaría tener que aprender un idioma tan confuso como el árabe para hasta decir las oraciones tampoco me preocupo. Lo que no podía superar era el hecho de que me tendría que vestir como ella.

Mi hermana usa el Hichab completo, con su cara y manos tapadas. Me aseguro que el jimar y Hijab eran todo lo que se requería de mi, pero el tener que salir a que mis amistades me vieran vestida así me hizo esperar antes de declara mi fe abiertamente, aunque ya tenia la fe en el corazón. El pensar que tenia que tapar toda mi ropa con un saco que iba a cubrir toda la ropa que presumía, le dolía a mi ego. Y aparte iba a tenerque cubrir mi pelo, en el cual gastaba bastante dinero y tiempo, esto también se me hacia insoportable.

Por esto que les digo me podrán creer simple o vana, pero mis acciones y pensar no deberían ser ninguna sorpresa. Como mujeres criadas en el occidente, desde el nacimiento, nos enseñan que el valor propio es igual a lo atractiva que seas. La sociedad nos pone modelos de belleza que son inalcanzables y además irreales, pero no obstante como mujeres debemos perseguirlas. Gastamos tiempo, energía y dinero, en esta carrera donde la meta jamas se alcanza. Nos hacemos esclavas a Revlon, Vidal Sasson, los expertos de la moda de París, y mas que nada a nuestra propia vanidad.

Ya van a hacer tres años , este Diciembre 25, que me levante delante de dos hermanas Musulmanas y declare abiertamente mi fe en Allah y su Mensajero, salalahu alayhe wa salam, y así me libre de mi esclavitud. Salí de la obscuridad de kufr a la luz del Islam, es chistoso que haya encontrado libertad en lo mismo que me alejaba del Islam; el Hijab. Aunque me tocan varias miradas raras, y comentarios, esta ropa me hace sentirme honrada, segura y querida.

La palabra Hijab viene de la palabra Árabe " jajabah"- mantener fuera de vista ò esconder-. Mujeres, que no muestran su belleza en esta sociedad y no se entregan a su sistema opresivo, son invisibles, sin sexualidad, y atrasadas. Me ven como monja,como una fundamentalista del Islam, como terrorista escondiendo alguna arma bajo mi Hijab, como la mujer postre para una anuncio de la esclavitud de la mujer. Yo siento que el Hijab, para muchas mujeres, es su mejor prueba de ser Musulmana. Con la ordende Allah que las mujeres se tapen con el Hijab, Allah nos ha dado una orden que podemos soportar. Allah dice :

" y no le damos a ninguna alma una prueba que no este dentro de su propia capacidad de tolerancia, y con Nosotros esta un libro que habla la verdad, y no serán tratados con injusticia." (Coran 23:62)

Infortunadamente, Satanás y sus seguidores esta invitando a la mujer Musulmana a que se esclavice a la creación, y olvidarse de su deber a su Creador. La castidad, la modestia, la piedad son vistos como cadenas sobre la libertad personal. Allah le advierte a los creyentes que no dejen que Satanás los engañe, como engaño a sus padres, Adán y Eva. Bajo el disfraz de moda, cultura y vida moderna, Satanás esta alejando a la mujer de la modestia. Desde el inicio de la creación, vestidos largos y velos han siempre representado consciencia divina. Hasta en las representaciones Cristianas de los primeros Profetas las mujeres están vestidas como Musulmanas. Esta tradición de modestia esta reflejada en el Corán, cuando Allah nos dice :

"¡Oh, Hijos de Adán! Les hemos dado ropas para que se cubran ( tapar de vista las partes privadas ) y la ropa es como un adorno. Pero la ropa de rectitud es mejor." (Coran 7:26)

Pero desde los primeros años de el movimiento feminista, se han enfocado mas y mas sobre la ropa y lugar de la mujer Musulmana. Según estas mujeres "liberadas", el Hijab no solo cubre la cabeza, si no también la mente, el deseo y el intelecto. Dicen que nuestra ética de vestir es atrasada y opresa, y que no nos deja ser productivas. Hablan en ignorancia cuando dicen que el Hijab no pertenece a esta época, cuando los bajos valores morales de ahora lo hacen mas necesario. Mas que en ninguna otra época los crímenes sexuales son cosa de todos los días, y la mujer "liberada" vive en una sociedad al lado de violaciones y acoso sexual. El gobierno de los Estados Unidos hizo una investigación y declaro que en ese país hay una violación cada seis minutos

Las mujeres que demuestran su belleza, luciendo sus cuerpos y caras maquilladas todo el día, se exponen a ser lastimadas por lobos en vestimenta humana. Allah ordeno el Hijab para proteger a la mujer de ser dañada. El conoce a su creación, y sabe que las mujeres hacen deslumbrantes exhibiciones de ellas mismas, con ropa inadecuada, cuerpos perfumados y caras maquilladas que solamente conduce a problemas sexuales para la sociedad en general. Muchas de las personas que no saben nos persuaden a creer que el Hijab es una cárcel andante que tiene a nuestras mentes, vidas y corazones amaradas. No es ninguna de estas cosas y para no caer víctima de sus planes tenemos que entender lo que es el Hijab.

El Hijab es un acto de obediencia

El Hijab es un acto de obediencia a Allah :

"No es parque el creyente, hombre ò mujer, tenga opción en una cosa decretada por Allah y Su Mensajero Y quien quiera que desobedece a Allah Y a Su Mensajero están extraviados en error evidente." (Coran 33:36)

Allah también dice :

"Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada (de ver cosas prohibidas) y que protejan sus partes privadas ( de actos sexuales ilícitos, etc. ) excepto lo que tiene que verse, ‘que deben poner sus velos sobre su Juyubihinna,’" (Coran 24:31)

Este verso contiene dos ordenes:

* Una mujer no debe mostrar su belleza excepto en circunstancias incontrolables como cuando el viento alza su ropa, y

* El velo debe cubrir su pelo, su cuello y su pecho.

Los sabios tienen diferentes puntos de vista sobre si la mujer debe cubrir sus manos y cara. La mayoría de sabios dicen que es preferible que la mujer tape su cara, Allah sabe lo que es mejor.

El Hijab es castidad

Allah, subhanahu wa ta’ala, le dice a las mujeres que usen el Hijab para que sean modestas y castas. El, Allah, dice :

" ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo." (Coran 33:59)

Esto es la evidencia que el hombre se excita con la vista de la belleza de la mujer, y que para protegerse es mejor que se cubra ella. Cuando la mujer deja de excitar al hombre con su belleza, por ejemplo cuando esta en edad avanzada, ya no es obligatoria el Hijab. La mujer de edad no tiene que cubrirse como una mujer joven, aunque si se siguen cubriendo es mejor para ellas. La mujer de edad avanzada se ve modesta cubriéndose.

El Hijab es pureza

Estar molestando y explotando a las mujeres es una enfermedad de los hijos de Adán. Los hombres han estado molestando y explotando a las mujeres desde las primeras épocas de la existencia humana. ( Hay un dicho ingles que dice que la primera profesión en la tierra fue la de la prostitución). El Profeta Mohamed, , nos dice en un hadis ( Los hadith son las palabras de Mohamad ¨S.AW.¨ que quedaron escritas ), " Que no hay enfermedad que no tenga curación." La cura para la enfermedad del corazón se puede encontrar en los versos del Corán, y en el Corán Allah le dice a Mohamad ( S.A.W.) que le diga a los creyentes :

¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo." (Coran 33:59)



La cura es el Hijab, lo que cubre a los miembros de la sociedad por dentro y por fuera. El Hijab es una orden de Allah para los creyentes, esta orden purifica a los corazones de los creyentes y las creyentas porque cubre a las enfermedades del corazón. Y Allah le dice a los creyentes en el Corán:

" Y cuando les pidan algo ( a las esposas del Profeta ), pídanselas detrás de una pantalla, esto es mas puro para sus corazones y las suyas." (Coran 33:53)

Cuando las mujeres no usan Hijab el corazón se llena de lujuria y deseo, pero cuando las partes privadas son tapadas se tapa la maldad en la sociedad. La Sharia ( ley Musulmán ) considera la situación de la mujer Musulmana. Esta ley protege la castidad de la mujer, su honra y su posición en la sociedad. Las leyes de vestir para la mujer Musulmana los cuales le prohiben mostrar su belleza sirven para que la sociedad no se corrompa moralmente.

El Hijab es rectitud

Allah, subhanahu wa ta’ala, dice :

"¡Oh hijos de Adán!, Les hemos dado ropa para que se cubran, y la ropa es como un adorno. Pero vestirse con rectitud es mejor."(Coran 7:26)

Hoy, la moda de vestir es para presumir la belleza de la mujer ò para presumir la situación económica. El proposito de la ropa hoy en día no es para cubrir la sensualidad. Para la mujer creyente, la ropa es para proteger a sus cuerpos y obedecer a Allah. La ropa para la Musulmana es para mostrar la fe y para practicar la rectitud.

El Hijab es Haya y Girah

El Hijab es algo natural para la mujer y el hombre nos da haya (timidez) y girah ( celos ). Es parte de la fe mostrar haya ò timidez, y es algo que hay que pedirle a las mujeres que caen bajo nuestra responsabilidad. El Profeta, , dijo, "Haya es parte de iman." (Bukhari). Cuando la mujer usa el Hijab esta cumpliendo con esta parte de la fe, y ayuda a sus padres ò marido cumplir con sus responsabilidades a Allah, subhanahu wa ta’ala. Girah son los celos naturales del hombre que no le gusta que a sus esposa, hijas, hermanas ò madre las vean con morbo otros hombres. Girah es lo que hace que el hombre proteja a sus mujeres parientes de extraños. El Hijab cumple con esta necesidad del hombre con la familia, que le sirve a la sociedad en general. Pero tanta socialización ente los dos sexos y la falta del Hijab hacen que se destruya el girah del hombre. El profeta,, nos dijo, " Un Musulmán es hermano de otro Musulmán" El hombre Musulmán tiene girah por todas las mujeres Musulmanas y las ven como hermanas.

El Hijab es un símbolo del Islam

Entre los principios del Islam es que la fe se dice con la lengua, que la creencia la lleva el corazón, y que esta fe se manifiesta con el cuerpo. No es lógico que mujeres que declaran su fe con su lengua, y que llevan esta fe en el corazón, no se quieran distinguir de las mujeres que no creen. Las consecuencias son claras el Profeta, , " El que se parezca a ciertas gentes es de esas gentes." (Abu Dawood).

Para muchas de las mujeres que entran al Islam, inclusive para mujeres Musulmanas que viene de familias poco religiosas, el camino al Hijab puede ser difícil. No porque vivamos en México ò Estados Unidos puede ser diferente el Hijab al que usan en el Medio Oriente.

Se les permite a las mujeres no tapar se las caras, al Profeta , , le preguntaron que incluye la cara. El señalo de su frente a su barba, y de cachete a cachete. ( Abu Dawood ) . La oreja si se cubre porque no es parte de la cara, si no de la cabeza. El Profeta, , dijo, " Las dos orejas son parte de la cabeza." (Tirmidi).

Esta opinión mantiene prohibida mostrar el cuello y el pecho. El jimar debe cubrir la cabeza completamente incluyendo las orejas, todo el pelo, y debe de cubrir el cuello y el pecho.

Esto es claro porque Allah dice :

" Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada y que sean modestas, y que muestren de su belleza solo lo que es aparente, y que se pongan sus velos (jimars), sobre sus pechos, y que no revelen su belleza..." (Coran 4:31)

También se debe cubrir la ropa que las mujeres usa en su casa. No puede salir una Musulmana en pantalones ò falda, aunque lleve el velo, porque la ropa de la casa atrae por su belleza. El verso de arriba usa la palabra adorno para belleza, y el verso prohibe que la mujer muestre sus adornos, al menos que sean las personas que menciona el verso. Allah también le dice al Profeta que le diga a las mujeres :

" ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo." (Coran 33:59)

El Hijab nada mas es una ropa que cubre al cuerpo, de igual importancia esta la conducta, educación, y el habla. Pero el Hijab es una manera de vestir que hay que mantener.

Las virtudes del Hijab

Entre las virtudes de las mujeres que usan Hijab, es que antes de nada están obedeciendo a Allah y su Mensajero .

Allah ordena el uso del Hijab en el Corán cuando dice:

" Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada ( de ver cosas prohibidas ) y que protegen sus partes privadas ( de actos sexuales ilícitos ) y que no muestren su belleza mas que lo que tiene que verse, y que sus velos cubran su Juyubihinna," (Coran 24:31)

La misma orden al dio el Profeta,, cuando dijo, " La mujer es awrah, ( es lo que se tiene que cubrir)."

La apariencia sencilla de una mujer Musulmana con el Hijab, es la apariencia de una mujer pura y digna. Le dice a la gente que es una mujer casta, y la alejan del comportamiento de mujeres que no dejan nada a la imaginación. Como mujer casta y sencilla, cuando trata a los hombres mantiene su sexualidad aparte.

El Hijab funciona como un velo que protege a la mujer Musulmana de la maldad de la sociedad. Cuando una mujer usa el Hijab hay menos posibilidades de que la molesten sexualmente. También hay menos posibilidades de que la exploten por su belleza y feminidad. Se le juzga por su inteligencia y habilidades, y no su sexualidad. Una joven Iraní de la secundaria dijo, " Queremos que los hombres nos dejen de tratar como objetos sexuales, como siempre lo han hecho. Queremos que ignoren nuestra apariencia y que se fijen en nuestras personalidades y mentes. Queremos que nos tomen con seriedad, que nos traten como iguales y que no nos corretean por nuestros cuerpos y apariencia física."

Usando el Hijab, cuando esta en la calle, la mujer Musulmana esta libre para concentrarse en sus mandados y obligaciones. No esta tratando de impresionar a nadie, ni se esta luciéndose.

Detrás del velo

El camino que llevó a Assilmi del cristianismo a defensora del Islam.

Assilmi solía ser una protestante bautista del sur, una de las primeras feministas radicales, y una periodista de radio. Ahora Aminah Assimil es una embajadora del Islam. Directora de la Unión Internacional de Mujeres Musulmanas, Aminah considera Fairfield, Ohio, su casa. Viaja por el pais dando charlas en universidades, aumentando la conciencia y comprensión de la fe. LLeva un velo (hijab) tradicional islámico, lo cual incluye un pañuelo en la cabeza que le cubre el pelo y el cuello y ropa modesta de manga larga. No hace mucho, en la universidad de Tenessee, habló en un, casi lleno, Salón de baile del Centro de la Universidad, patrocinado por la asociación de estudiantes musulmanes de UT. Assilmi habló de la posición de las mujeres en el Islam, "Una mujer musulmana habla desde detrás del velo". Y en la Universidad de Farragut, la charla de Assilmi, patrocinada por El Club de Tendencias Naturales (organización de estudiantes musulmanes de Farragut), fue "Justicia y Libertad para todos". En esta charla explicó por qué cree que "el Islam es el primer movimiento de liberación de la mujer y los derechos dados por Dios, tanto al hombre como a la mujer. "

Assilmi amonesta a los críticos que dicen que las mujeres están oprimidas en algunos paises predominantemente musulmanes. Asegura que sus prácticas son culturales, no islámicas.

" ", dijo. " Estos sólo siguen las prácticas culturales. No juzguéis al Islam según aquellos individuos que han practicado unicamente como su familia". Pero Assilmi tanbién dijo al público que no siempre había sido musulmana y una del Islam, habiendo conocido sus primeros "verdaderos musulmanes" cuando se alistó a una clase de teatro en la universidad . Assilmi dijo que casi deja la clase cuando entró en la clase y vió a algunas estudiantes árabes con el hijab (velo) tradicional. En el libro que escribió, "Choosing Islam" (eligiendo el Islam), Assilmi dice:

" De ningún modo me iba a sentar en una habitación con sucios no-creyentes..... Cerré la puerta y me fui a casa". Después de que su marido la alentó a volver a la clase de teatro, Assilmi pensó que era su obligación "convertir a los pobres ignorantes musulmanes". Con la esperanza de convertir a los estudiantes al cristianismo, Assilmi empezó a estudiar El Corán, el libro sagrado del Islam, en un intento de demostrar que Mohammed era un profeta falso y de que el Islam no era una religión válida. Pero cuanto más leía, más se interesaba en el Islam. Sobre todo le interesaba lo que el Islam decia sobre los hombres y las mujeres. Ella pensaba que las mujeres musulmanas estaban mal tratadad por sus maridos, incluso que les pegaban con libertad. Assilmi afirmó que sus opiniones estaban basadas en estereotipos. Muy pronto descubrió que estas ideas no tenían nada que ver con El Corán. A través de un intenso estudio, dijo que había descubierto que las mujeres musulmanas se comportan igual que los hombres y que se les paga de acuerdo con el trabajo que hacen. Tanto los hombres como las mujeres tienen derecho a una educación. Las mujeres en el Islam, desde hace más de 1.400 años, tienen el derecho de tener su propiedad, y cuando una mujer se casa, no cambia de apellido, sino que conserva el de su padre. Assilmi dijo a su auditorio: "Nos mantenemos como individuos claros.

"Durante dos años estudié para convertir a los musulmanes al cristianismo". dijo. Pero durante ese tiempo, Assilmi empezó a cambiar. Su marido empezó a notar que había perdido interés en ir a fiestas o a bares. Se sentía bien en casa leyendo El Corán. "Estaba tranquila y más distante", escribe Assilmi en su libro.. Su marido atribuyó los cambios a otro hombre y se separaron. Después de mudarse con sus tres hijos, un lider musulman que contestó a todas sus preguntas sobre la fe. Le preguntó si creía en un sólo Dios y Assilmi dijo que sí. Le preguntó si creía que Mohammed era su mensagero, y de nuevo dijo que sí. "Entonces me dijo que ya era musulmana. Discutí que yo era cristiana. Sólo intentaba entender el Islam. ¦ No podía ser musulmana, soy americana y blanca! Continuamos hablando. Después me explicó que el obtener conocimiento y obtener espiritualidad es un poco como subir una escalera". El primer peldaño de la escalera era Shahadah, una afirmación de que no hay más que un Dios y que Mohammed es Su mensajero. La Shahadah, delante de un testigo, es, en la fe islámica, el equivalente cristiano de la afirmación de creer en Jesucristo es el Señor y Salvador.

Hacer Shahadah en 1977 fue, para Assilmi el primer paso hacia un profundo entendimiento del Islam. Pero aún tenía algunos problemas, como el hijab. Hijab es la ropa modesta que llevan tanto el hombre musulmán como la mujer. La característica más reconocible es el pañuelo en la cabeza que llevan las mujeres. " Estaba de acuerdo con ser modesta, pero estaba orgullosa de mi pelo," contaba Assilmi a su auditorio. "El Corán nos dice que nos tapemos para ser reconocidos como musulmanes," decía Assilmi. "Yo soy musulmana y sé cuales son mis derechos otorgados por Dios. Hijab no es un requisito o restricción, sino que es un derecho y un privilegio. Lucharé hasta la muerte por llevarlo. Dejé de luchar por la libertad de la mujer, no me llenaba - me hice musulmana...."

Liberación, ¡sí!, eso es el Islam, dice Assilmi, que adoptó su nombre durante la crisis de los rehenes en Irán, lo cual ocurrió en 1980-81. Durante esta crisis, en la que 52 americanos fueron retenidos como rehenes en Iraán, con el apoyo de Ayatollah Khomeini. Assilmi habló en la radio y en la televisión, denunciando el incidente y explicando que "no todos los musulmanes son fanáticos". Adoptó su nuevo nombre "para proteger a mi familia de la ignorancia." Ya no usa su otro nombre en ninguna circunstancia. Assilmi afirmó que las mujeres musulmanas no están limitadas por su religión en el mundo profesional. Sin embargo, "la profesión más poderosa es ser madre, porque formamos la mente de la generación venidera," Las mujeres musulmanas, dijo, son a menudo victimas de descriminación debido al hijab. En este pais la vida es muy dificil para las mujeres musulmanas. Por esto, algunas mujeres llevan tipos diferentes de hijab. Por ejemplo, algunas usan ropa modesta y suelta, otras usan el pañuelo a la cabeza, tapando el pelo y el cuello, otras tienen el corage de llevar un velo en la cara, con el que sólo se ven los ojos. "En algunos paises musulmanes les parece mejor cubrirse la cara para no atraer la atención de los hombres innecesariamente."

Según Assilmi, la importancia del hijab es preservar el valor sagrado del matrimonio en el Islam, "mi belleza es sólo para mi marido, no para otros hombres", dijo. Pero los hombres también deben adherirse a ropa modesta. Por ejemplo, un hombre musulman no debe usar seda u oro o ningún tipo de ropa que pueda "exponer su sexualidad."

Assilmi, ganadora de premios como periodista de radio en Denver, perdió su trabajo cuando empezó a vestirse con ropa de musulmana. Afirma que la persecución es intensa. "Ya se me había echado antes, pegado, y yo nunca había levantado la mano a nadie." Intentó incluso llevar un velo en la cara, pero "no pude aguantar la experiencia." El momento definitivo vino cuando intentó cobrar un cheque en su banco, con el velo en la cara. Un guardia de seguridad del banco la apuntó con el revolver, preparándose a disparar si hacía algún movimiento sospechoso. Para Assilmi, su trabajo como periodista no fue lo único que perdió cuando aceptó el Islam. Una vez perdido su matrimonio, también perdió la custodia de sus hijos, porque el juez decidió que una religión "no ortodoxa" podría ser dañina para ellos. Pero desde entonces, Assilmi nos cuenta que sus hijos se han convertido al Islam, como lo han hecho también sus padres y su ex-marido. "Algunos otros parientes míos, de un lado y de otro, se están haciendo musulmanes", nos dice.

A través de su trabajo como directora del "International Union of Muslim Women" (Unión Internacional de las Mujeres Musulmanas), Assilmi está intentando conseguir que pongan la fiesta musulmana de "Eid" en un sello de los E.E.U.U., e intenta mejorar la imagen del Islam a través de proyectos como "Walk and Roll America", para sacar fondos para "American Red Cross Disaster Relief". Disfruta trabajando con la juventud, cualquiera que sea su fe. Assilmi trabaja para proveer a los jóvenes quinceañeros que están encerrados en sus casas hasta que sus padres llegan del trabajo, con actividades después del colegio.

Assilmi ha cenado con el Papa Juan Pablo II. Incluso rezó en la comida que compartieron con otros dirigentes religiosos cuando el Papa visitó Denver con ocasión de una reunión de jóvenes católicos. Ahora, después de "más de medio siglo" y habiendo sobrevivido cancer de hueso, Assilmi ha hecho dos peregrinaciones a La Meca, el viaje santo que los musulmanes deben hacer, por lo menos una vez al año. El cancer debilitó sus huesos y ahora utiliza una silla de ruedas para "mejorar" sus movimientos.

"Dios decidió que continuase viviendo", dijo. "Dejé de tener miedo de todo. Se convirtió en algo muy importante el que dijese la verdad por todas partes. Tendré que darle cuentas a Dios por todo lo que hice y dije. "Soy feliz compartiendo el Islam". ¿Quiere esto decir que el Islam es una religión evangélica? Según Assilmi, la respuesta es no. "No es evangélica. No se nos permite ir por ahí, intentando convertir a la gente. En el Islam, esto está visto como una persecución o molestia. Nosotros respetamos las religiones de todo el mundo. Extendemos el Islam a través de nuestro ejemplo."

La revelación divina llegó tanto a hombres como a mujeres

Puede resumirse todas las perfecciones humanas en tres principios básicos:

Conocer el Principio de la Vida, Dios.

Conocer acerca de la Revelación y el Mensaje.

Conocer acerca de la Resurrección.

Es decir que, el Universo tiene un comienzo llamado Dios ,y tiene un final llamado "Día de] Juicio Final" y la morada eterna , ya sea paraíso o infierno.

Y entre este comienzo y este final hay un sendero recto, que la revelación se encarga de guiar a los hombres por ese camino.

Los Profetas que han invitado a los seres humanos a estos principios, no diferenciaron jamás entre los seres humanos. No han enviado una invitación particular a los hombres ni tampoco privaron a ]as mujeres a participar en ello . Incluso , si un Profeta invita a abrazar su fe a un soberano hombre, otro Profeta , como Salomón invita a una soberana llamada la reina de Saba.

Vemos en la historia islámica también, que cuando una mujer llamada Asma, en representación de las mujeres musulmanas, visita al Profeta, y le pregunta respecto a la igualdad de hombres y mujeres, desciende una hermosa aleya del Corán disipando cualquier duda respecto a la Posición del Islam en cuanto a la mujer.

"Por cierto que los musulmanes y las musulmanas creyentes, consagrados y consagradas, sinceros y sinceras, perseverantes, timoratos y timoratas, caritativos y caritativas, ayunantes , pudorosos y pudorosas , recordadores de Dios y recordadoras, Dios les tiene destinado la Indulgencia y una magnífica recompensa (Coran 33 :35).

El Corán no es un tratado de filosofía, pero ha expresado explícitamente sus puntos de vista relativos a los tres tópicos básicos de la misma: el universo, la humanidad y la sociedad El Corán no solamente enseña sus leyes a los creyentes , no solamente exhorta y aconseja, sino que también dota a sus seguidores con un pensamiento particular, una particular visión del mundo, por medio de su interpretación de la creación fundamento de todos los mandamientos relativos a cuestiones, sociales, como por ejemplo, la propiedad, el gobierno, derechos familiares, etc., se encuentra en esta misma explicación que el Corán da de la creación y de los asuntos del mundo. Una de las cosas comentadas en el Santo Corán es la de la de la mujer y el hombre.

El Corán no guarda silencio al respecto y no dio oportunidad de proponer sus propias leyes filosóficas relativas al hombre y la mujer a quienes hablan sin sentido para después acusar al Islam de tener una actitud despreciativa hacia la mujer, fundamentalmente en las teorías que elaboran.

El Islam ya ha dictado su punto de vista respecto a la mujer . Si queremos ver la visión del Corán respecto a la creación del hombre y la mujer, es necesario haber visto como está tratada esta cuestión en los libros de otras religiones. El Corán tampoco permaneció en silencio al respecto. Deberíamos ver si el Corán considera al hombre y a la mujer seres de una o dos esencias ,en otras palabras, si tienen una sola naturaleza o esencia o dos.

Elocuentemente el Corán formula explícitamente varias aleyas que Dios ha creado a la mujer de la naturaleza del hombre y de la misma esencia que la del hombre.

Respecto a todos los hombres el Corán dice en varias partes:

"Dios creó a tu cónyuge de tu propia especie"

No hay vestigios en el Corán de lo que se encuentra en otros libros sagrados que la mujer fue creada, de una especie inferior a la del hombre ,que ello dió a la mujer el carácter de que la cónyuge de Adán fue creada de una parte tomada de su cuerpo. Además, en el Islam no hay una visión despectiva de la mujer respecto a su naturaleza y constitución innata

El Corán relata la historia del Paraíso de Adán pero nunca dice que una víbora o Satán tentaron a Eva y que ella tentó a Adán. Ni el Corán describe a Eva como la principal persona responsable del pecado, ni la libra del mismo. El Corán dice:

"Oh Adán, habita tú y tu mujer el Jardín. Coman lo que quieran (Coran7:19).

En cualquier parte que el Corán describe la cuestión de la tentación de Satanás, usa el pronombre en la forma dual (refiriéndose a dos personas). Dice:

"Se les tentó (Coran 7:20)

"Así les condujo por medio del engaño (Coran 7:22)

"Y les juró "verdaderamente yo soy para ustedes un consejero sincero. (Coran 7:21).

De esta forma, el Corán refuta firmemente la concepción equivoca que prevaleció en cierta época y que aún se encuentra en ciertas partes y entre cierta gente de este mundo, librando a la mujer de la acusación de ser la tentación y un medio demonio



Existe otra consideración despreciativa relativa a la mujer en el campo de su capacidad espiritual. Dicen: "Una mujer no puede ir al cielo. Una mujer no puede atravesar los estadios divinos y espirituales del esclarecimiento, Una mujer no se puede aproximar a Dios como lo puede hacer el hombre".

El Corán, por otra parte, ha dejado explícitamente claro en número de aleyas que la vida se recompensa después de la muerte y que la proximidad a Dios no depende del sexo sino de la fe y las obras realizadas ,no importando si son de hombres o mujeres

Por cada gran hombre piadoso, el Corán menciona a mujer piadosa junto a él. las esposas de Adán e Ibrahim y las madres de Musa (Moisés) e lsa (Jesús) (la ,paz sea sobre todos ellos), son mencionadas con gran estima .

Aunque el Corán se refiere a las esposas de Nuh (Noé) y (Lot) como indignas de sus maridos, no ignora a la esposa como una mujer distinguida bajo el control de un hombre detestable Se puede decir que el Corán busca intencionalmente mantener un equilibrio en sus relatos y el papel dirigente en ellos no está limitado al hombre.

De lo que se dijo, queda claro que, tanto desde el punto vista filosófico como desde la explicación de la creación de la naturaleza, el Islam no sostiene ninguna idea despectiva ante las mujeres. Por el contrario, se ha visto que ello, como todos puntos de vista despreciativos mencionados, son desechados.

LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA EN EL ISLAM

En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso

El Islam es la religión de la verdad, la justicia y la igualdad. Igualdad en los derechos, en los deberes y las responsabilidades; igualdad ante la justicia, no hay preferencia entre las personas sino en la devoción y lo que aporten de beneficios cada uno a su pueblo.

"Oh, gentes! Os hemos creado de un varón y de una mujer y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Para Dios, el más noble de vosotros es el que más le teme"(49: 13)

No hay privilegios para un estrato social, etnia, color o familia; todos son iguales (todos son hijos de Adán y Adán fue creado de barro).

El noble, ante la justicia y la verdad, es igual que los demás; no tiene preferencia alguna, así como los sabios y los que poseen riquezas abundantes u ocupan puestos influyentes.

El derecho a la igualdad es una realidad práctica en el Islam y representa el espíritu de la legislación islámica. He aquí ejemplos de igualdad ante la justicia:

• Durante la vida del Profeta Muhammad (La Paz y las bendiciones sean con él) ocurrió que una mujer de Majzúm robó y por ello fue condenada. Los Quraishíes (de la tribu de Quraish) se encontraban bastante preocupados por la cuestión y se preguntaban:

¿Quién podrá interceder por ella ante el Enviado de Dios (PYB)?

Alguien dijo: "Nadie salvo Usama bin Zaid, pues es el más querido por el Mensajero de Dios (ByP).

Usama intercedió por aquella mujer ante el Mensajero de Dios (PYB), quien dijo: "Acaso pretendes interceder ante una sentencia prescrita por Dios?".

Acto seguido se levantó y exhortó a la gente: "Ciertamente, lo que llevó a los pueblos anteriores a vosotros a la perdición y la destrucción fue que dejaban libre al noble cuando robaba. Juro por Dios que si Fátima, la propia hija de Muhammad, habría robado le habría cortado la mano".

El clan de Majzúm era la gente más noble de Quraish, sin embargo su nobleza no les sirvió, ni tampoco les dio preferencia sobre cualquiera de los musulmanes, pues todos son iguales ante la verdad.

Es conocida la historia del hijo de Amr bin Al ‘As, cuando azotó a un copto. El copto no aceptó la humillación sabiendo que el Islam es justo. Viajó desde Egipto para presentarse ante el Califa Omar bin Al Jattab. Al contar lo sucedido, el Califa pidió de inmediato la presencia de padre e hijo en Medina. Les hizo comparecer junto al copto; luego, pidió a este que azotase al hijo de Amr; así lo hizo y quedó satisfecho. Pero Omar no lo creyó suficiente; indicó al copto que, si lo deseaba, podría azotar también a Amr en su calvicie, ya que su hijo no hubiera hecho aquello sino estuviese cobijado por la autoridad de su padre, aprovechándose de esto con altanería. El copto no lo hizo, porque ya estaba satisfecho. Omar había establecido claras las bases, para cualquiera que quisiese abusar del poder. Después de darles esa lección, Omar exclamó su famosa frase:

"Cómo esclavizáis a la gente, cuando sus madres los engendraron libres".

Estos son algunos ejemplos de la igualdad en el Islam, igualdad que no distingue entre el fuerte y el débil, ni entre el blanco y el negro, tampoco del árabe y el de otra raza.

LA MUJER ENTRE LA BIBLIA Y EL CORAN

¿Por culpa de Eva?

Las tres religiones ( Judia , Cristiana y el Islam ) están de acuerdo en un hecho: Tanto los hombres como las mujeres han sido creados por Dios, el Creador de todo el Universo. Sin embargo, la discrepancia comienza poco después de la creación del primer hombre, Adan , y de la primera mujer, Eva. La concepción judeocristiana de la creación de Adan y Eva está narrada con detalle en el Libro del Génesis (2:4 y 3:24). Dios les prohibe a ambos que coman los frutos del Árbol Vedado. La serpiente induce a Eva a comerlos, y Eva, seguidamente, induce a Adam a comer con ella.



Cuando Dios inquiere a Adan por lo que ha hecho, éste echa toda la culpa a Eva:

"La mujer que pusiste a mi lado me ha dado la fruta del árbol y yo la he comido."

Por consiguiente, Dios dice a Eva:

"Yo aumentaré tus sufrimientos durante el embarazo; parirás tus hijos con dolor. Tu deseo será el de tu marido y él tendrá autoridad sobre ti."

Él le dijo a Adam:

"Puesto que obedeciste a tu mujer y comiste del Árbol... maldeciré a la tierra por tu causa; conseguirás el pan con gran esfuerzo todos los días de tu vida."

La concepción islámica de la primera creación se encuentra en numerosos lugares del Corán. Por ejemplo:

"‘¡Oh Adán! ¡Habita con tu esposa en el Jardín y comed de lo que queráis, pero no os acerquéis a este árbol! Si no, seréis de los impíos’. Pero Shaytán les insinuó el mal, mostrándoles su escondida desnudez, y dijo: ‘Vuestro Señor no os ha prohibido acercaros a ese árbol sino por temor de que os convirtiérais en ángeles u os hiciérais inmortales’. Y les juró: ‘¡De verdad que os aconsejo bien!’. Les hizo, pues, caer dolorosamente. Y cuando hubieron gustado ambos del árbol, se les reveló su desnudez y comenzaron a cubrirse con hojas del Jardín. Su Señor les llamó: ‘¿No os había prohibido ese árbol y dicho que Shaytán era para vosotros un enemigo declarado?’. Dijeron: ‘¡Señor! Hemos sido injustos con nosotros mismos. Si no nos perdonas y Te apiadas de nosotros, seremos, ciertamente, de los que pierden’." (Corán, 7-19,23)

Sin embargo, Allah le tuvo misericordia a Adan y a Eva y le dio de escoger, y toda la humanidad heredo esta opción de ellos:

Luego Adam, recibió palabras inspiradas por su Señor, que se volvió a él; es verdad que El es el que se vuelve a favor de Sus siervos, el Compasivo. Dijimos: Descended todos de aquí; y si os llega de Mí una guía, los que la sigan no tendrán nada que temer ni se entristecerán. (Coran 2 :37-38)

Una mirada cuidadosa sobre los dos relatos de la historia de la Creación, revela algunas diferencias fundamentales :

El Corán, contrariamente a la Biblia, atribuye la misma responsabilidad a ambos, Adán y Eva, por el error cometido.En ningún lugar del Corán podemos encontrar la más leve insinuación de que Eva tentó a Adán para que éste comiera del árbol o que ella hubiese comido antes que él. En el Corán, Eva no es tentadora, seductora o engañadora.

Además, Eva no es castigada con sufrimientos durante el embarazo. Dios, de acuerdo con el Corán, no castiga a uno por las faltas de otro. Ambos, Adán y Eva, cometieron un pecado y entonces pidieron perdón a Dios y Él los perdonó a los dos.

El legado de Eva

La imagen bíblica de la Eva tentadora ha tenido un impacto extremadamente negativo sobre las mujeres en la tradición judeocristiana. Todas las mujeres creían haber heredado de su madre, la bíblica Eva, su culpa y su mentira. Consecuentemente, todas eran infieles, moralmente inferiores y malvadas. La menstruación, la concepción y el embarazo fueron considerados como justo castigo por el ancestral delito cometido por el maldito sexo femenino. Para poder apreciar en toda su dimensión la negativa influencia de la Eva bíblica sobre todas sus descendientes femeninas hemos de acudir a los textos de algunos de los más importantes pensadores judíos y cristianos de todas las épocas.

Comencemos por el Antiguo Testamento y miremos en los textos de la llamada Literatura Sapiencial, en donde encontramos:

"Encontré más amarga que la muerte a la mujer enredadora, cuyo corazón es una trampa y cuyas manos son cadenas. El hombre que agrada a Dios debe escapar de ella, pero el pecador en ella habrá de enredarse...mientras yo, tranquilo, buscaba sin encontrar, encontré a un hombre justo entre mil, más no encontré una sola mujer justa entre todas". (Ecclesiastes 7:26-28).

En otro lugar de la Literatura Hebrea, que se encuentra en la Biblia Católica podemos leer:

"No hay maldad comparable a la maldad de la mujer...

El pecado llegó con una mujer y a ella se debe el hecho de que todos nosotros habremos de morir." (Ecclesiasticus 25:19,24).

Hasta el día de hoy, los judíos ortodoxos, en sus oraciones diarias matinales recitan:

"Bendito seas Dios, Rey del Universo, porque Tú no me has hecho mujer".

Otra plegaria aparece en muchos libros de oraciones judíos:

"Alabado sea Dios que no me ha creado gentil. Alabado sea Dios que no me ha creado mujer. Alabado sea Dios que no me ha hecho ignorante."

Segun la religion cristiana Eva había pecado, induciendo después a Adán a seguir su conducta. Por consiguiente, Dios los expulsó a ambos del Cielo a la Tierra, que habría sido maldita por su causa. Ellos legaron su pecado, que no había sido perdonado por Dios, a todos sus descendientes y, por eso, todos los humanos nacen en pecado. Para purificar a los seres humanos de su ‘pecado original’, Dios tenía que sacrificar en la cruz a Jesús, que es considerado ‘el Hijo de Dios’.

Por consiguiente, segun la religion cristiana Eva es responsable de su propio error, del pecado de su marido, del pecado original de toda la humanidad, y de la muerte del ‘Hijo de Dios’.



En otras palabras, segun la religion cristiana una mujer actuando por su cuenta causó la caída de la humanidad. ¿Qué ocurrió con sus hijas? Ellas son tan pecadoras como ella y tienen que ser tratadas como tales. Escuchemos el tono severo de San Pablo en el Nuevo Testamento:

"La mujer debe aprender a estar en calma y en plena sumisión. Yo no permito a una mujer enseñar o tener autoridad sobre un hombre; debe estar en silencio. Adán fue creado primero, luego Eva. Y Adán no fue el engañado; fue la mujer quien fue engañada y se volvió pecadora". (I Timoteo 2:11-14).

San Tertuliano es aún más grosero que San Pablo cuando, hablando a sus ‘hermanas más queridas’ en la fe, dijo:

"¿No sabéis que cada una de vosotras es una Eva? La sentencia de Dios sobre vuestro sexo sigue vigente: la culpa debe existir también necesariamente. Vosotras sois la puerta del Diablo: sois las transgresoras del árbol prohibido: sois las primeras transgresoras de la ley divina: vosotras sois las que persuadísteis al hombre de que el diablo no era lo bastante valiente para atacarle. Vosotras destruísteis fácilmente la imagen que de Dios tenía el hombre. Incluso, por causa de vuestra deserción, habría de morir el Hijo de Dios."

San Agustín, fiel al legado de sus predecesores, escribió a un amigo:

"Lo que la diferencia, ya sea esposa o madre, es que es aún Eva la tentadora, de la que nosotros debemos protegernos en cualquier mujer...... Yo no veo la utilidad que puede tener la mujer para el hombre, con excepción de la función de parir a los hijos."

Siglos después, Santo Tomás de Aquino todavía consideraba a las mujeres como seres defectuosos:

"Respecto a la naturaleza individual, la mujer es incompleta y mal dispuesta; la fuerza activa contenida en la semilla masculina tiende a la producción de una semejanza perfecta en el sexo masculino; mientras la producción de la mujer proviene de un defecto en la fuerza activa o de alguna indisposición material, o incluso de una cierta influencia externa."

Finalmente, el famoso reformador Martin Lutero no podía ver beneficio alguno en la mujer salvo en el hecho de traer al mundo tantos niños como le sea posible, sin tener en cuenta cualquier otro aspecto:

"Si se cansan o incluso se mueren, eso no tiene importancia. Dejémoslas morir en el parto, que es para lo que ellas están allí".

Una y otra vez las mujeres son denigradas a causa de la imagen de la Eva tentadora, gracias al relato del Génesis.Para resumir, la concepción judeocristiana de la mujer ha sido contaminada por la creencia en la naturaleza pecadora de Eva y de su descendencia femenina.

Si prestamos ahora atención a lo que el Corán nos dice sobre las mujeres, comprenderemos pronto que la concepción islámica de la mujer es bastante diferente de la Judeocristiana. Dejemos que el Corán hable por sí mismo:

"Para los musulmanes y las musulmanas, para los creyentes y las creyentes, para los devotos y las devotas, para los hombres veraces y las mujeres veraces, para los pacientes y las pacientes, para los que se humillan y las que se humillan, para los que practican la caridad, para los hombres y mujeres que ayunan, para los hombres y mujeres que guardan su castidad, y para los hombres y mujeres que se comprometen mucho en la alabanza a Allah, para todos ellos Allah tiene preparado el perdón y una gran recompensa." (Corán 33:35).

"Los creyentes, hombres y mujeres, son protectores unos de otros: ellos mandan lo que es justo y prohiben lo que es malo, hacen la oraciones regularmente, practican la caridad y obedecen a Allah y a Su Mensajero. A ellos les mandará Allah Su Misericordia: Allah es el Poderoso, el Sabio." (Corán 9:71).

"Y su Señor escuchó su plegaria: ‘No permitiré que se pierda obra de ninguno de vosotros, ya sea varón o hembra, pues habéis salido los unos de los otros’." (Corán 3:195).

"Quien obre mal no será retribuido sino con una pena similar. En cambio, los creyentes, varones o hembras, que obren bien, entrarán en el jardín y serán proveídos en él sin medida." (Corán 40:40).

"Al creyente, varón o hembra, que obre bien, le haremos, ciertamente, que viva una vida buena y le retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras." (Corán 16:97).

Está claro que la visión coránica de la mujer no es diferente de la del hombre. Ambos son criaturas de Dios cuya meta sublime en la tierra es rendir culto a su Señor, realizar actos virtuosos y evitar el mal, y ambos serán juzgados de acuerdo a ello. El Corán nunca menciona que la mujer sea la puerta del diablo o que sea mentirosa por naturaleza.

El Corán tampoco menciona que el hombre haya sido hecho a imagen de Dios; todos los hombres y mujeres son sus criaturas. Eso es todo. Según el Corán, el papel de la mujer en la tierra no se reduce a parir. Se le exige que haga tantas buenas acciones como al hombre. El Corán nunca dice que no haya exisitido jamás una mujer de recta conducta. Por el contrario, el Corán ha instado a todos los creyentes, mujeres y hombres, a seguir el ejemplo de mujeres ideales como la Virgen María y la esposa de Faraón:

"Y Allah pone como un ejemplo para aquellos que creen, a la esposa de Faraón; ella dijo: ‘Oh mi Señor: construye para mí, en Tu proximidad, una mansión en el Jardín, y sálvame de Faraón y de sus obras, y salvame de aquellos que hacen el mal’. Y María, la hija de Imran, que conservó su virginidad y en la que infundimos de Nuestro Espíritu. Y ella testificó la verdad de las palabras de su Señor y de Sus revelaciones y era uno de las devotas" (Corán 66:12).



¿Hijas avergonzadas?

De hecho, la diferencia entre la actitud de la Biblia y la del Corán hacia el sexo femenino comienza ya en el momento en que nace una mujer. Por ejemplo, la Biblia dice que el período de impureza ritual de la madre es doble si se trata de una muchacha que si nace un muchacho (Lev. 12:2-5). La Biblia católica lo declara explícitamente:

"El nacimiento de una hija es una pérdida." (Ecclesiasticus 22:3).

En contraste con esta declaración chocante, los muchachos reciben alabanza especial:

"Un hombre que educa a su hijo será envidiado por su enemigo." (Ecclesiasticus 30:3)

Los rabinos judíos declararon obligatorio para los hombres producir descendencia, con el fin de propagar la raza. Al mismo tiempo, no ocultaron su clara preferencia por los hijos varones: "Es un bien para aquéllos cuyos hijos sean varones pero un mal para aquéllos cuyos hijos sean hembras", "Durante el nacimiento de un muchacho, todos están contentos... en el nacimiento de una muchacha, todos están afligidos", y "Cuando un muchacho entra en el mundo, la paz entra en el mundo... Cuando una muchacha llega, nada trae."

Una hija es considerada una carga dolorosa, una fuente potencial de vergüenza para su padre:

"¿Tu hija es obstinada? Cuídate de que no te convierta en el hazmerreir de tus enemigos, en las habladurías del pueblo, en objeto de vulgares chismorreos, y te exponga a la vergüenza pública." (Ecclesiasticus 42:11).

"Mantén con mano firme a la hija obstinada o ella abusará de cualquier indulgencia que de ti reciba. Vigila sus ojos desvergonzados y no te sorprendas si ella te deshonra." (Ecclesiasticus 26:10-11).

Esta misma idea de considerar a las hijas como fuentes de vergüenza llevó a los árabes paganos, antes del advenimiento del Islam, a practicar el infanticidio de las hembras. El Corán condenó severamente esta odiosa práctica:

"Cuando se traen noticias a uno de ellos del nacimiento de una niña, su cara oscurece y se llena de pesar. ¡Con vergüenza se esconde de sus gentes por las malas noticias recibidas! ¿La mantendrá en el desprecio o la enterrará en el polvo? ¡Ah! ¿por cuál de esos males se decidirá?" (Corán 16:59).

Hay que decir que este siniestro crimen nunca habría cesado en Arabia si no hubiera sido por la contundencia de los términos que emplea el Corán para condenar esta práctica (Corán 16:59, 43:17, 81:8-9). Es más, el Corán no hace ninguna distinción entre los muchachos y las muchachas.



En contraste con la Biblia, el Corán considera el nacimiento de una niña como un regalo y una bendición de Dios, igual que el nacimiento de un varón.El Corán incluso menciona primero el regalo del nacimiento de una niña:

"El dominio de los cielos y la tierra pertenece a Allah. Él crea lo que Él quiere. Regala hijas a quien quiere y regala hijos a quien Él quiere." (Corán 42:49).

Para acabar con cualquier atisbo de infanticidio femenino en la sociedad musulmana naciente, el Profeta Muhammad, la Paz y las bendiciones sean con él, prometió a aquéllos que fueran buenos con sus hijas, una gran recompensa si las trataban amablemente:

"Para aquel que se ocupa en mantener a sus hijas despiertas, y tiene con ellas un trato benévolo, ellas serán una protección contra el fuego del Infierno" (Bujari y Muslim).

"‘Quienquiera que mantenga a dos muchachas hasta que logren la madurez, él y yo estaremos así en el Día de la Resurrección’; y él unió sus dedos."(Muslim).

Educación femenina

La diferencia entre las concepciones bíblicas y coránicas no se limitan a las niñas recién nacidas sino que se extiende mucho más allá. Comparemos sus actitudes hacia la mujer que intenta aprender su religión.El corazón del Judaísmo es la Torah, la ley. Sin embargo, según el Talmud, "las mujeres están exentas del estudio de la Torah."

La actitud de San Pablo en el Nuevo Testamento no es más luminosa:

"Como en todas las congregaciones de los santos, las mujeres deben permanecer calladas en las iglesias. No les está permitido hablar, sino que han de someterse a lo que dice la ley. Si ellas quieren preguntar sobre algo, deben hacerlo a sus propios maridos en la casa; porque es deshonroso para una mujer hablar en la iglesia." (I Corintios 14:34-35)

¿Cómo puede aprender una mujer si no le permiten hablar? ¿Cómo puede crecer una mujer intelectualmente si le obligan a estar en un estado de sumisión plena? ¿Cómo puede ampliar sus horizontes si su única fuente de información proviene de su marido y en su casa?

Ahora, para ser justos, debemos preguntar: ¿es diferente la posición coránica? Una breve historia narrada en el Corán resume concisamente su posición. Khawlah era una mujer musulmana cuyo marido Aws declaró en un momento de enojo: "Eres para mí como la espalda de mi madre." Esto era tenido por los árabes paganos como una declaración de divorcio que liberaba al marido de cualquier responsabilidad conyugal pero que no permitía a la esposa abandonar la casa del marido ni casarse a otro hombre. Tras escuchar estas palabras de su marido, Khawlah quedó en una situación miserable. Ella fue directamente al Profeta del Islam a exponerle su caso.

El Profeta, la Paz y las bendiciones sean con él, opinaba que ella debía tener paciencia ya que no parecía haber solución alguna. Khawla continuó argumentando ante el Profeta en un esfuerzo por salvar su matrimonio roto. Al poco tiempo, el Corán intervino; la súplica de Khawla fue aceptada. El veredicto divino abolió esta costumbre inicua. Un capítulo entero (Capítulo 58) del Corán cuyo título es "Almujadilah" o "La mujer que se está defendiendo" se reveló después de este incidente:

"Dios ha oído lo que decía la que discutía contigo a propósito de su marido y que se quejaba a Dios. Dios oye vuestro diálogo. Dios todo lo oye, todo lo ve." (Corán 58:1).

La mujer, en la concepción coránica, tiene derecho incluso a discutir con el mismo Profeta del Islam. Nadie tiene derecho a decirle que esté callada. Ella no tiene la obligación de considerar a su marido como única referencia en asuntos legales y de religión.

¿Mujer sucia e impura?

Las leyes y normas judías concernientes a la menstruación de las mujeres son sumamente restrictivas. El Antiguo Testamento considera a toda mujer menstruante como sucia e impura. Es más, su impureza "contamina" también a los otros. Cualquier persona o cosa que toque se convierte en impura durante un día:

"Cuando una mujer tiene su flujo regular de sangre, la impureza de su período mensual durará siete días, y aquello que toque estará impuro hasta la tarde. Cualquier cosa sobre la que se acueste durante su período será impura, y sobre la que se siente. Quien toque su cama deberá lavar sus ropas y bañarse con agua, y estará impuro hasta la tarde. Quien toque algo sobre lo que ella se haya sentado deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y estará impuro hasta la tarde. Ya sea la cama o algo en lo que ella se haya sentado, cuando alguien lo toque, estará impuro hasta la tarde." (Lev. 15:19-23).

Debido a su naturaleza "contaminante", la mujer menstruante era a veces "desterrada" para evitar cualquier posibilidad de contacto con ella. La enviaban a una casa especial llamada "Casa de la Suciedad" durante el período completo de impureza.

El Talmud considera a la mujer menstruante como "fatal" incluso sin que se produzca ningún contacto físico:

"Nuestros Rabinos enseñaron:.... si una mujer menstruante pasa entre dos [hombres], si es al principio de sus menstruos, ella matará a uno de ellos, y si está al final de sus menstruos causará disputa entre ellos." (bPes. 111a.)

El Islam no considera que la mujer menstruante tenga ningún tipo de suciedad contagiosa. Ella no es "intocable" ni "maldita." Hace su vida normal sólo con una restricción:

A la mujer casada no se le permite tener relaciones sexuales durante el período de menstruación. Cualquier otro contacto físico entre los esposos está permitido. La mujer menstruante está exenta de algunas obligaciones rituales como las oraciones diarias y el ayuno mientras dura su período.





Compromisos

Según la Biblia, un hombre debe cumplir cualquier juramento hecho a Dios. No debe romper su palabra. Por su parte, la mujer no está necesariamente obligada por su juramento. Éste ha de ser sancionado por su padre, si ella vive en su casa, o por su marido, si está casada. Si un padre/marido no garantiza el juramento de sus hija/esposa, todas las promesas hechas por ella se vuelven nulas y vacías:

"Pero si su padre, cuando la oye decir eso, se lo prohibe, ninguno de sus votos o promesas por las que ella se obligó tendrán validez.... Su marido puede confirmar o anular cualquier voto que ella haga o cualquier juramento o empeño que ella niegue" (Num. 30:2-15)

¿Por qué la palabra de una mujer, por sí misma, no la compromete? La respuesta es simple: porque ella es propiedad de su padre antes del matrimonio, y de su marido después del matrimonio. ¡El poder del padre sobre su hija era tan grande que, si quería, podía venderla! Se indica en las escrituras de los Rabinos que:

"El hombre puede vender a su hija, pero la mujer no puede vender a su hija; el hombre puede desposar a su hija, pero la mujer no puede desposar a su hija."

La literatura rabínica también indica que el matrimonio implica la transferencia de la autoridad del padre al marido:

"los esponsales convierten a la mujer en posesión sacrosanta –propiedad inviolable–; del marido..."

Obviamente, si se considera que la mujer es una propiedad de alguien, no puede prometer nada que su dueño no apruebe.

Es interesante advertir que esta recomendación bíblica acerca de los votos de las mujeres ha tenido repercusiones negativas en las mujeres judeocristianas hasta comienzos de este siglo. Una mujer casada en el mundo Occidental no tenía ningún estatus jurídico. Ningún acto suyo tenía validez legal. Su marido podía rescindir cualquier contrato, tratar, o negociar lo que ella hubiera acordado. Las mujeres occcidentales, principales herederas del legado judeocristiano, se sentían incapaces de hacer cualquier contrato porque en realidad ellas eran propiedad de otro. Las mujeres occidentales han sufrido durante casi dos mil años debido a la actitud bíblica respecto a la situación de la mujer . con relación a sus padres y maridos.

En el Islam, el voto de todo musulmán, sea varón o hembra, los compromete, tanto a él como a ella. Nadie tiene el poder de anular las prendas o promesas de otro. El incumplimiento de un juramento solemne, hecho por un hombre o una mujer, ha de ser expiado como dice el Corán:

"Dios no os tendrá en cuenta la vanidad de vuestros juramentos, pero sí el que hayáis jurado deliberadamente. Como expiación, alimentaréis a diez pobres como soléis alimentar a vuestra familia, o les vestiréis, o manumitiréis a un esclavo. Quien no pueda, que ayune tres días. Cuando juréis, esa será la expiación por vuestros juramentos. ¡Sed fieles a lo que juráis! Así os explica Dios sus aleyas. Quizás así seáis agradecidos." (Corán 5:89).

Los Compañeros del Profeta Muhammad, la Paz sea con él, hombres y mujeres, prestaban personalmente a él su juramento de obediencia. Tanto las mujeres como los hombres llegaban de forma independiente hasta él y hacían sus juramentos:

"¡Profeta! Cuando las creyentes vengan a ti a prestarte juramento de fidelidad, de que no asociarán nada a Dios, que no robarán, que no fornicarán, que no matarán a sus hijos, que no dirán calumnia forjada entre sus manos y pies, que no te desobedecerán en lo que se juzgue razonable, acepta su juramento y pide a Dios que les perdone. Dios es Indulgente, Misericordioso" (Corán 60:12).

Un hombre no podía realizar el juramento en nombre de su hija o de su esposa. Ni un hombre podía rescindir el juramento hecho por cualquiera de sus parientes femeninos.

Propiedad de la mujer

En cuanto una mujer judía se casaba, perdía completamente el control sobre su propiedad y sobre las ganancias de su marido. Los rabinos judíos consolidaron el derecho del marido a las propiedades de su esposa como corolario de la posesión ejercida sobre ella:

"Cuando uno ha entrado en posesión de su mujer: no se deduce que él también debe entrar en posesión de sus propiedades?" y "¿Cuando él ha adquirido a la mujer , no ha de adquirir también sus propiedades?"

Así, el matrimonio dejaba a la mujer más rica prácticamente sin dinero. El Talmud describe la situación financiera de una esposa como sigue:

"¿Cómo puede tener una mujer algo si cualquier cosa que tenga pertenece a su marido? Lo que es de él es suyo, y lo que es de ella también es suyo...... Las ganancias de ella y lo que ella pueda encontrar en las calles también son de él. Los artículos de la casa, incluso las migas de pan en la mesa, son suyos. Si ella invitar a alguien a su casa y lo alimenta, estaría robando a su marido..." (San. 71a, Git. 62a)

La consecuencia es que la propiedad de una mujer judía tenía la función de atraer a los aspirantes. Una familia judía asigna una porción de la propiedad del padre para ser usada como dote en caso de matrimonio de la hija. Esta dote hizo que los padres considerasen a las hijas como una pesada carga. El padre tenía que criar a su hija durante años y luego disponer una dote proporcional a la importancia de su matrimonio. Así, una muchacha en una familia judía constituía una carga y no significaba ningún recurso. Esta obligación explica por qué el nacimiento de una hija no era recibido con alegría en la antigua sociedad judía (véase la sección "Hijas Avergonzadas). La dote era el regalo de la boda presentado al novio en los términos de un alquiler. El marido actuaría como dueño efectivo de la dote pero él no podía venderla. La novia perdía cualquier poder sobre la dote en el momento del matrimonio. Es más, se esperaba que ella trabajara después del matrimonio y que todas que sus ganancias debían ir a parar al marido a cambio de su mantenimiento, que era obligación de éste. Ella sólo podría recobrar su propiedad en dos casos: divorcio o muerte del marido. Si ella moría primero, él heredaba su propiedad. En el caso de muerte del marido, la esposa podría recobrar la propiedad prematrimonial pero ella no estaba capacitada para heredar ninguna parte de la propiedad del marido difunto. Hemos de añadir que el novio también tenía que presentar un regalo político a su novia, aunque él era el dueño efectivo de este regalo desde el momento en que estuvieran casados.

Hasta hace poco, la cristiandad ha seguido la misma tradición judía. Las autoridades religiosas y civiles del Imperio Romano Cristiano –después de Constantino– exigieron un contrato de propiedad como condición para reconocer el matrimonio. Las familias incrementaron las dotes a sus hijas y, como resultado, los hombres tendieron a casarse antes mientras las familias posponían los matrimonios de sus hijas más de lo acostumbrado hasta entonces. Bajo la Ley del Canon, se concedió a la esposa el derecho a la restitución de su dote si el matrimonio era anulado, a menos que ella fuese culpable de adulterio. En este caso, ella perdía su derecho a la dote, que permanecía en manos de su marido. Bajo el Canon y el derecho civil, la mujer casada en la Europa Cristiana y en América, vivió sin derecho a su propiedad hasta finales del siglo XIX y principios del XX. Por ejemplo, en la Legislación Inglesa, se compilaron los derechos de las mujeres y se publicaron en 1632. Éstos 'derechos' incluían: "Que la entidad jurídica del marido es él mismo. Que la entidad jurídica de la esposa es el marido." La esposa no sólo perdió su propiedad con el matrimonio, sino que también perdió su personalidad. Ningún acto de ella tenía valor legal. Su marido podía rescindir cualquier venta o regalo hecho por ella, y ningún contrato tenía valor legal. La persona que hacía con ella cualquier contrato se consideraba como un delincuente, por participar en un fraude. Es más, ella no podía demandar o ser demandada en su propio nombre, ni podía demandar a su propio marido. En la práctica, una mujer casada era considerada como un niño a efectos legales. La esposa simplemente pertenecía a su marido y por consiguiente perdió su propiedad, su personalidad legal, y su nombre familiar.

El Islam, desde el siglo séptimo de la Era Común, concedió a las mujeres casadas la personalidad independiente que el Judeocrsitianismo occidental les ha estado negando hasta hace poco tiempo. En el Islam, la novia y su familia no están en absoluto obligados a presentar regalo alguno al novio. La hija, en la familia musulmana, no es una carga. La mujer es considerada tan digna en el Islam, que no necesita presentar regalos para atraer a los pretendientes. Es el novio el que debe presentarse ante la novia con un regalo político. Este regalo es considerado de su propiedad y ni el novio ni la familia de la novia tienen parte o control sobre él. En algunas sociedades musulmanas de hoy, un regalo político de cien mil dólares en diamantes no es raro. La novia retiene su dote incluso si se divorcia posteriormente. El marido no participa de la propiedad de su esposa, excepto en lo que ella le ofrece con su libre consentimiento. El Corán ha expreado con bastante claridad su posición en este asunto:

"Dad a vuestras mujeres su dote gratuitamente. Pero si renuncian gustosas a un parte en vuestro favor, haced uso de ésta tranquilamente" (Corán 4:4)



La propiedad de la esposa y sus ganancias están bajo su pleno dominio y para uso exclusivo de ella, y el mantenimiento de los hijos es responsabilidad de su marido. No importa cuán rica pueda ser la esposa, ésta no está obligada a colaborar en el mantenimiento de la familia a menos que ella decida hacerlo voluntariamente. Los esposos se heredan mtuamente. Es más, una mujer casada en el Islam mantiene una personalidad legal independiente y su nombre familiar. Un juez americano hizo una vez el siguiente comentario sobre los derechos de las mujeres musulmanas: "Una muchacha musulmana puede casarse diez veces, pero su individualidad no está absorbida por la de sus diversos maridos. Ella es un planeta solar con un nombre y una personalidad legal propia."

LA MUJER EN EL OCCIDENTE

¿por qué las mujeres en América del Norte no se atreven a caminar solas por una calle oscura, ni incluso atravesar un parque de estacionamiento vacío?

Si la Educación es la solución, entonces ¿por qué una universidad respetable como Queen's tiene en su campus un "pasillo de servicio" para uso exclusivo de las estudiantes?

Si el autocontrol es la solución, entonces ¿por qué hay tantos casos de acoso sexual en los informativos diarios de todos los medios de comunicación?

Un muestreo de esos acusados de acoso sexual, en los últimos años, incluye: funcionarios de la Armada, gerentes, profesores universitarios, senadores, Jueces del Tribunal Supremo...¡ y al Presidente de los Estados Unidos! Yo no podía creer lo que veían mis ojos cuando leí las estadísticas siguientes, escritas en un folleto emitido por el Decano de la Oficina de Mujeres de la Universidad de Queen's:

En Canadá, una mujer es agredida sexualmente cada 6 minutos, una de cada 3 mujeres canadienses es agredida sexualmente en algún momento de su vida, una de cada 4 mujeres está en peligro de violación o intento de violación durante su período de vida, una de cada 8 mujeres es asaltada sexualmente mientras asiste a la universidad o universidad, y un estudio encontró que el 60% de los varones universitarios de cierta edad dijeron que cometerían un ataque sexual si tuvieran la seguridad de no ser detenidos.

Hay algo fundamentalmente erróneo en la sociedad en la que vivimos. Es absolutamente necesario un cambio radical en el estilo de vida de la sociedad y la cultura. Es necesaria una cultura de la modestia: modestia en el vestir, en el hablar, y en los modales de hombres y mujeres. Por otra parte, las escuetas estadísticas se tornarán peores cada día y, desgraciadamente, sólo las mujeres pagarán el precio. Realmente, todos sufrimos pero, como K. Gibran ha dicho: "... para la persona que recibe los golpes no es tan bueno como para el que los cuenta." 84 Por consiguiente, una sociedad como Francia que expulsa de las escuelas a las jóvenes debido a su modestia en el vestir está, en último extremo, simplemente dañándose a sí misma.

Una de las grandes ironías del mundo de hoy consiste en que los mismos que veneran los velos como señal de "santidad" cuando son llevados por monjas católicas, como forma de mostrar la autoridad de hombre, los ultrajan como signo de "opresión" cuando son llevados por las mujeres musulmanas con el propósito de protegerse.

MUJERES IDEALES EN EL CORAN

El Corán tiene mucho que decir sobre las mujeres y a las mujeres . Una Surah ( capítulo en el Sagrado Corán ), se titula "Mujeres", otro lleva el nombre de Maryam ( María ), la madre de Jesus (Paz sea con él).

Ejemplos de mujeres creyentes en Sagrado Corán

El Sagrado Corán nos presenta a algunas mujeres monoteístas y pide a todos los seres humanos seguirlas y tomarlas corno ejemplo. Tenemos allí a Sara, esposa del Profeta Abraham (P.). El Sagrado Corán cuando se refiere a ellos afírma que, de la misma manera que Abraham (P.) tenía el don de poder percibir lo invisible y comunicarse con el mundo angelical, su esposa Sara , también tenía este don. Cuando los ángeles, enviado de Dios, descendieron para albriciarles la llegada de un hijo (cuando Abraham tenía 120 años y Sara 90 años), Sara sorprendida habló a los ángeles :

"Dijo: '¡ay de mí! ¡Concebir yo, que soy una anciana y éste, mi marido, un anciano! Por cierto que esto es algo asombroso

"Le dijeron: ¿Acaso te asombrarías del designio de Dios ?Pues sabe ,que la misericordia de Dios y sus bendiciones os amparan ¡Oh descendientes de la Casa Profética ! Porque El es Loable Glorioso (Coran 11:72-73)

El segundo ejemplo es la madre de Moisés que también es mencionada en el Sagrado Corán y muy elogiada.

Ella había alcanzado un grado tan elevado de espiritualidad que recibía también la inspiración divina :

"E inspiramos a la madre de Moisés: "¡Amamántale, y si temes por él échale en el mar, y no temas ni te aflijas porque te lo devolveremos y le nombraremos uno de los apóstoles! ".(Coran 28:7)

El siguiente ejemplo que cita el Corán es María, madre de Jesús (P.), que es presentada como modelo para la humanidad no sólo para las mujeres. María era poseedora de una jerarquía espiritual tan elevada que, en ocasiones, superaba al de algunos profetas. María, repetidas veces recibió comida celestial.

Haciendo un estudio de la vida de María llegarnos a cuatro conclusiones:

1. Su elevada jerarquía espiritual.

2. La igualdad del hombre y la mujer para alcanzar grados elevados de espiritualidad..

3. Su tolerancia y su fuerza interior frente a aquéllos que la acusaban.

4. La superioridad de su rango respecto a muchos hombres de su época. (Coran 3:45)

Otra de las mujeres que el Corán presenta como ejemplo para los creyentes es Asia, esposa de Faraón.

A pesar de haberse encontrado en un ambiente ateo fue una de las primeras personas que creyó en la Profecía de Moisés.

Naturalmente, Faraón, no toleró ello y trató por todos los medios de conseguir que renunciara a su fe, Al verse fracasado en su intento, la torturó hasta martirizarla,

Dice el Corán al respecto :

"Y Dios ejemplifica a los creyentes con la mujer del Faraón, cuando dijo! ¡Oh, Señor mío! ¡Constrúyeme junto a Ti una morada, en el paraíso, y sálvame del faraón y de sus fechorias y sálvame de los inicuos?( Coran 66 :11 )

Finalmente recordamos que haciendo un estudio de la historia llegamos a conocer el rol primordial de la mujer en las grandes religiones y en la consolidación de las mismas

Observamos la ardiente lucha de la mujer contra el despotismo faraónico en época de Moisés.

Hubo tres mujeres que se encargaron de¡ desarrollo y educación de Moisés, su madre, su hermana y la mujer de Faraón. Ellas tres; lucharon contra la agobiante situación política de aquella época hasta poder conseguir el triunfo de Moisés

Esta historia se encuentra bellamente relatada en el Sagrado Corán.

En el Cristianismo vemos a la Virgen María que fue la merecedora de traer al mundo a un Profeta, quien podía comunicarse naturalmente a través de la palabra con los ángeles y quien luchó junto a Jesús contra los tiranos de entonces.

Estudiando la última de las religiones monoteístas, el Islam, observarnos el gran sacrificio y lucha de Jadiya, la esposa del Profeta Muhammad, de Fátima, su hija, y de algunas otras mujeres creyentes, quienes ofrecieron sus vidas, su bienes, sus hijos y todo lo que tenían en pro del avance del Islam.

Regímenes de la mujer menstruada, con hemorragia vaginal o cuarentena

En el nombre de Al-Lah el Clemente el Misericordioso

Alabado sea Al-Lah, a quien agradecemos, imploramos ayuda y perdón, pedimos su protección de las peores de nuestras propias obras, quien Al-Lah ha guiado no hay quien le desguíe y quien Al-Lah ha desguiado no hay quien le guíe, atestiguo que no hay mas nadie merecedor de adoración que Al-Lah y que Muhammad es su enviado y mensajero.

La Menstruación

Es una sangre de color oscuro, que sale de la vagina durante los días de periodo menstrual, 9 años es la menor edad que se da la menstruación en la mujer, aunque existen casos que se da antes.

Abstenciones de la Menstruación

La menstruación impide a la mujer a: Hacer la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita -a menos que una excusa mayor la haya obligado a entrar en ella-, hacer Tauáf (dar las vueltas alrededor de la sagrada Ka’bah) hacer el acto sexual.

La mujer durante la menarquia

Es a quien le ha venido la menstruación por primera vez; inmediatamente vea la joven la sangre por primera vez, se le prohíbe hacer la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán tocándolo directamente, estar en la mezquita a menos que una excusa mayor la haya obligado a entrar en ella, hacer Tauáf (dar las vueltas alrededor de la sagrada Ka’bah) hacer el acto sexual. Y esta es una de las señales que indican que la joven asume todas las responsabilidades de una adulta, tales como contraer matrimonio, cumplir con la oración, el ayuno, hacer el acto sexual; y si le ha bajado sangra a la joven por menos de un día y una noche luego desapareciendo, no se considera esta sangre de la menarquia; con la excepción que le continúe bajando el próximo mes a la misma fecha en que bajó por primera vez.

La mujer durante su menstruación

Al bajarle a la mujer la primera señal de la menstruación se abstiene de: Cumplir con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita a menos que una excusa mayor la haya obligado a entrar en ella, hacer Tauáf (dar las vueltas alrededor de la sagrada Ka’bah) hacer el acto sexual, e inmediatamente al dejar de salir el flujo menstrual se baña para purificarse, terminando así todas las prohibiciones anteriores, y si continua saliendo residuos amarillentos después de haber terminado de bajar por completo el flujo menstrual no le presta atención a eso y cumple con todo lo que hacia en sus días normales.

Si la mujer ha menstruado después de haber entrado el tiempo de la oración, no cumple esa oración pero tiene que hacerla después que termine su menstruación, y también si ha terminado su menstruación antes del ocaso tiene que cumplir con las dos oraciones anteriores; la del medio día y la de la media tarde, debido a que aun no ha terminado el periodo de esas dos oraciones, de igual forma si su menstruación terminó antes de la media noche, tiene que cumplir con las oraciones del ocaso y la de la noche, por que el periodo de esas dos oraciones termina en la media noche, pero si termina su menstruación poco antes de salir el sol solamente cumple con la oración del alba, y en el mes de Ramadán se sabe que el ayuno es valido si se ha tenido previa intención de ayunar desde la noche anterior, entonces si la menstruación ha terminado antes de aparecer la alborada aunque sea por unos instantes, hace la intención de ayunar y así su ayuno será correcto no teniendo que cumplir con ese día después de Ramadán, aunque no se hubiese bañado antes de la aparición de la alborada, su ayuno seguirá siendo correcto y valido.

Incluso si desapareció el flujo menstrual antes de la alborada y ella piensa que el periodo menstrual finalizó, y ayunó ese día, pero después del ocaso vuelve a bajarle flujo menstrual, su ayuno es correcto y las oraciones que hizo ese día son correctas, y no tiene que cumplir con ese día después de Ramadán.

Al-Istijádah o hemorragia vaginal

Al-Istijádah es sangre que baja de la vagina por causa de derramen o cualquier otra causa diferente al periodo menstrual o posparto; y mantiene bajando, tanto como es diferente en composición y color al flujo menstrual y no impide a la mujer cumplir con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita, hacer Tauáf o hacer el acto sexual.

La mujer con hemorragia vaginal

Si normalmente le venia la menstruación antes de tener hemorragia vaginal y conocía con exactitud los días en que le venía la menstruación, entonces dejará de cumplir con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita a menos que una excusa mayor la haya obligado a entrar en ella, hacer Tauáf hacer el acto sexual, durante los mismos días de cada mes([1][1][1]) y al finalizar los días que anteriormente le venia la menstruación, continua con su vida normal aunque su hemorragia continúe, pudiendo cumplir con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita, hacer Tauáf y hacer el acto sexual, sin ninguna incomodidad ni vergüenza, pero si la mujer con hemorragia vaginal no sabe cuando era su periodo menstrual ya sea por que se le olvidó o porque ya tenia su hemorragia antes de haberle llegado la menarquia, tiene dos opciones:

La Primera opción:

Que pueda diferenciar la sangre de la hemorragia a la del flujo menstrual, tal como en ocasiones la sangre sea de color oscuro y en ocasiones sea roja, entonces dejará de cumplir con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán..., mientras la sangre sea distinta a la de la hemorragia que en condiciones normales puede ser la menstruación de 4 a 8 días de cada mes, pero nada impide que sea menos o que sea mas días; pero una vez que la sangre continúe saliendo normal, se baña y cumple con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita, hacer Tauáf hacer el acto sexual, tal como lo hacia antes cuando la sangre era roja.

La segunda opción:

Que no pueda diferenciar las dos clases de sangre, no la de la menstruación ni la de la hemorragia vaginal, entonces ella dejará de cumplir la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán... el máximo numero de días que se dé la menstruación entre las mujeres de su región (pueblo o ciudad) al terminar esos días se baña y cumple con la oración, el ayuno, leer el sagrado Corán, estar en la mezquita, hacer Tauáf hacer el acto sexual, con la única diferencia que la mujer que no tiene hemorragia vaginal, si hace la purificación en la oración de medio día y la mantuvo hasta la oración de la noche, puede cumplir con todas esas oraciones sin purificarse en cada oración, pero la mujer con hemorragia vaginal tiene la obligación de purificares (hacer la ablución) en cada oración que baya a hacer, pero tiene otra ventaja que no tiene la mujer normal y es que ella puede unir dos oraciones; la oración de medio día con la de la media tarde y la oración del ocaso con la de la noche.

El puerperio o cuarentena

El posparto: Es la sangre que sale de la vagina por causa del parto y tienes las mismas prohibiciones que tiene cualquier mujer durante su menstruación, el posparto no tiene limite mínimo establecido, inmediatamente termine de salir la sangre la mujer tiene que cumplir con la oración, el ayuno, puede leer el sagrado Corán, tanto como estar en la mezquita, hacer Tauáf y tener relaciones sexuales.

En el Islam el máximo periodo del posparto son 40 días, al completar los cuarenta días cumple con todo lo que cumple una mujer en su vida cotidiana y con sus obligaciones de una buena creyente; se considera que la sangre que continúe saliendo después de los 40 días es hemorragia vaginal entonces le es obligatorio cumplir con la oración, el ayuno, puede leer el sagrado Corán, tanto como estar en la mezquita, hacer Tauáf y tener relaciones sexuales.

Si a la embarazada le bajan flujos sanguíneos un día o dos antes del parto, se considera sangre del puerperio aunque esta sea antes del parto entonces tendrá que dejar de cumplir con la oración y demás obligaciones.

Si uno o dos días después del parto la sangre deja de salir, tiene la obligación de bañarse y cumplir con sus obligaciones, pero si después de unos días vuelve a bajarle algo de sangre siempre y cuando sea antes de finalizar los 40 días se considera parte del posparto, entonces dejará de cumplir con todos sus deberes de creyente.

Pero si después de los 40 días saliese sangre estando en los mismos días que le venia el periodo menstrual, entonces esa es la menstruación y no es hemorragia, por lo tanto no cumple con la oración, el ayuno, puede leer el sagrado Corán, tanto como no puede cumplir con el resto de sus obligaciones conyugales o religiosas.

La embarazada:

Si a la embarazada le bajan flujos sanguíneos, es el mismo caso de quien tiene hemorragia vaginal. Si la embarazada aborta, y se alcanza a reconocer la figura humana en el feto; en ese caso se cumplen ella lo mismo que cualquier mujer que haya tenido un parto normal, dejando de cumplir con la oración, el ayuno, no puede tocar el sagrado Corán, tanto como no puede estar en la mezquita ni cumplir con el resto de sus obligaciones conyugales o religiosas.

Consejos finales

1. La mujer con menstruación, hemorragia vaginal o posparto tiene la obligación de cuidar sus vestimentas de no mancharlas con su sangre, tanto como tiene que cuidar el resto de su cuerpo, así como tiene la obligación de desmanchar su vestido o su cuerpo si este es manchado.

2. La mujer con menstruación, hemorragia vaginal o posparto conoce su purificación de una de dos formas:

a. ¡Si ha comenzado a bajarle albúmina! Que es un liquido casi blanco, que baja de la vagina después de terminar la menstruación.

b. En la sequedad: Que en este caso consiste en introducir un copito, o un pedazo de algodón, en la vagina el cual debe de salir limpio de coloración rojiza.

3. La mujer con menstruación, hemorragia vaginal o posparto, si ha terminado de bajarle la sangre, tiene que bañarse inmediatamente, si la finalización coincide con el horario de la oración.

4. La mujer con menstruación o posparto, solo pagarán (cumplirán) el ayuno después de terminar la sangre, como también cumplirán la única oración que había quedado pendiente cuando comenzó la sangre si es que había alguna oración pendiente.

5. Se le prohíbe a la mujer con menstruación o posparto cumplir con: Las oraciones, el ayuno, entrar en la mezquita (si no existe una gran necesidad), leer el sagrado Corán, tener relaciones sexuales o hacer las vueltas alrededor de la Ka’bah.

6. Se le permite a la mujer con menstruación: Recordar a Al-Lah, cumplir con todos los pilares de la peregrinación excepto hacer las vueltas alrededor de la Ka’bah.

7. El cuerpo y las vestimentas de la mujer con menstruación o posparto son puros, pero lo que haya tocado su sangre de su cuerpo o sus vestimentas, es impuro y debe de ser lavado.

Esto es lo que se me ha facilitado recordarle a mis hermanas de habla hispana en estas cortas líneas, espero y le pido a Al-Lah que beneficia con ellas a todas aquellas que ignoraban las leyes que tenían que cumplir todos los meses de sus vidas; y que Al-Lah me perdone si he cometido algún error

Oh Al-Lah, bendice y dale paz y a tu mensajero y profeta, a sus compañeros, a su familia y a todo aquel que le haya seguido virtuosamente hasta el Día del Juicio Final. Amen

La Institución de la Familia

La institución principal y fundamental de la sociedad humane, es la unidad de la familia. Una familia es establecida por la reunión de un hombre y una mujer, y su contacto trae a la existencia una nueva generación. Entonces produce lazos de familiaridad y comunidad, que gradualmente desarrollan una sociedad grande.

La familia es la institución a través de la cual una generación prepare a la generación que la reemplazará pare el servicio de la civilización humane y pare la descargada sus obligaciones sociales con devoción, sinceridad y entusiasmo. Esta institución no recluta meramente cadetes pare el mantenimiento y desarrollo de la cultura humane, sino sus guardianes. Ellos desean diligentemente que quienes tengan que reemplazarlos en el futuro serán mejores que ellos. A este respecto la familia puedeser verdaderamente llamada la fuente principal del progreso, el desarrollo, la prosperidad y la fortaleza de la civilización humane en la sierra.

De aquí que entre los problemas sociales, Islam le dedique mucha atención a esos relativo a la familia y se esfuerce por establecer esta importante unidad social en los cimientosmás sanos y más fuertes. De acuerdo con el Islam, aquella en la que se comprometen con las enteras responsabilidades sociales que dans como resultado el surgimiento de una familia. Sexo con libre licencia y comportamiento irresponsable no son tolerados por el Islam como meros pasatiempos o transgresiones ordinarias. Mas bien, son actos que hieren las mismas raíces de la sociedad humana.

De aquí que el Islam tenga toda forma de relación sexual extra-matrimonial como pecaminosa y prohibida (Haram) y lo trace un crimen por la ley. Prescribe severos castigos por la ofensa, de modo que tal comportamiento social, no llegue ha hacerse común. al mismo tiempo aspire a purificar y purgar la sociedad de todas las actividades que alientan tales acciones irresponsables o prevean oportunidades pare ellas. Las regulaciones de Purdah, que prescriben el libre mezclarse de hombres y mujeres, que restringen la música y las imágenes sucias, y combaten la extensión y la propagación de las obscenidades y las aberraciones, intentan guardarnos contra esto. Su único objetivo es proteger y fortalecer la institución de la familia. El Islam no considera meramente la forma de contacto social como permitida simplemente, sino que la mantiene y la afirma como un acto virtuoso, de hecho un acto de adoración.

No mira simplemente el celibato de una persona adulta con desaprobación, sino que pide de cada joven que tome a su tiempo, sobre si mismo las responsabilidades sociales de la vida casada, justo como hicieron sus padres en su momento, el Islam no considera el ascetismo y el celibato perpetuo como virtud en absoluto, es más lo ve como aberraciones y un apartarse de la verdadera naturaleza del hombre y como acto de revueltas contra el plan de cosas Divino. También desaprueba fuertemente esos ritos, ceremonias o restricciones que tienden a hacer el matrimonio un asunto tedioso y difícil. La intención del Islam, es que el matrimonio pueda llegar a ser fácil y la fornicación la cosa más difícil en la sociedad, y no viceversa como lo es en la mayoría de las sociedades de hoy. De aquí que después de excluir a unos pocos de familiares específicos de contraer matrimonio entre ellos, ha legalizado las relaciones maritales con todos los demás cercanos y lejanos amigos y parientes. Ha quitado toda distinción de casta y comunidad y permitido el matrimonio de cualquier Musulmán con cualquier otro Musulmán. Ha ordenado que las cantidades de "mehr" (dote) deban estar fijados en un número bajo y fácil cuya carga pueda seráficamente sobrellevada por ambas partes y ha prescindido de la necesidad de cures y oficios de registro obligatorio.

En una sociedad Islámica, el matrimonio es una ceremonia tan lisa y llana que puede ser realizado en cualquier sitio entre dos testigos, si bien es esencial que los procedimientos no sean mantenidos en secreto. La idea es que la sociedad sepa que la pareja ahora va a vivir una vida matrimonial.

Dentro de la familia misma el Islam le ha asignado al hombre una posición de autoridad pare que él pueda mantener el orden y la discipline como jefe de la case.

El Islam espera de la esposa obedecer y cuidar del confort y el bienestar de su marido y espera de los hijos comportarse en consecuencia con sus padres.

El Islam no favorece un sistema de familia suelto y desunido que esté desprovisto de toda autoridad, control y discipline y en el que alguien no esté señalado como responsable de la conducta y el comportamiento apropiado de sus miembros.

La discipline solo puede ser mantenida a través de una autoridad central y a la vista del Islam la posición del padre en la familia es tal, que le trace la persona más apropiada pare asumir esta responsabilidad. Pero esto no significa que el hombre haya sido hecha un tirano y apresar en la familia y la mujer le haya sido entregada a él como un mueble abandonado. De acuerdo con el Islam el espíritu verdadero de la vida marital es amor, compresión y respeto mutuo. Si a la mujer le ha sido pedido obedecer al marido, este ha sido llamado a ejercitar sus privilegios pare la felicidad de la familia, y a tratar a la esposa con amor, afecto y dulzura. El Islam trace el vínculo marital fuerte, pero solo aspire a mantenerlo intacto, siempre que esté fundado en la dulzura del amor o al menos que exista la posibilidad de un compañerismo duradero. Cuando esta posibilidad muere, le da al hombre el derecho de divorcio y a la mujer el derecho de la separación, y bajo ciertas condiciones donde la vida casada ha llegado a ser una fuente de miseria o molestia, le da a las cortes de justicia Islámica la autoridad de anular el matrimonio, es suficientemente amplia a esa de parentesco y relación de sangre.

La familia islámica

por Sabora Uribe

La familia no es una institución uniforme sino que tiene diversas formas y expresa en sus estructuras el ser nuclear de las sociedades, que también y por esa razón son diferentes en función de la cultura, la economía, el clima, etc. Sabora Uribe, con su prosa limpia y precisa, hace un recorrido por los diversos estratos que soportan los lazos interpersonales de la familia islámica. Para el no versado en temas islámicos, la lectura de este trabajo puede resultar sorprendente por la versatilidad, flexibilidad y disposición que ofrece la Ley Islámica en temas como la contraconcepción, el divorcio, o las relaciones conyugales. El texto es tanto más oportuno cuanto que los medios de comunicación de masas, la literatura y el cine, expresan realidades muy distintas que van teñidas con el adjetivo ‘islámico’. Bueno es saber qué dice el Islam, su Ley que está contenida en el Corán, y en la Tradición viva de los dichos del último Profeta y Mensajero, la Paz sea con él.

"Y entre Sus portentos está el haber creado para vosotros parejas de vuestra misma especie, para que os inclinéis hacia ellas, y haber engendrado amor y ternura entre vosotros: ¡ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente que reflexiona!" (Corán 30-21).



La familia es una estructura elástica, multiforme, cambiante, puede ser amplia o reducida y mostrar innúmeros rostros, ¿qué tiene de peculiar, qué es lo que permanece en su trasfondo para que podamos llamar familia a una pareja sin hijos, a un hombre con dos mujeres y diez hijos, a un matrimonio con su parejita, a una mujer sola con sus hijos o aún otras combinaciones posibles?

Únicamente el mutuo compromiso y las diversas expectativas que sus componentes mantienen entre sí es lo que persiste tras los cambiantes decorados en los que vemos desenvolverse la acción de la familia a través de los tiempos y de las geografías.

Cuando el individuo se hace adulto, en términos generales, sale de sí mismo para buscar otra persona con la que establecer un núcleo familiar, es decir, una trabazón de vínculos e intereses afectivos, de compañía, protección, bienestar y economía, un proyecto vital que suele concentrar las mejores energías, los mejores anhelos y, cuando menos, programas prácticos. La fe, la pasión puesta en el proyecto como dimensión destacada de la realización personal y el intercambio de buenas intenciones son los primeros cartuchos bien quemados en aras de conseguir una comunicación de intereses y una participación en opiniones y actitudes que hagan viable y satisfactoria la convivencia.

La familia está en la cabeza. No hay forma de demostrar que es la sangre necesariamente la que se encarga de sostener las conexiones. No obstante, sea en parte la sangre, sea en parte la mitología que le acompaña, la cuestión es que el concepto de familia abarca tradicionalmente a todas aquellas personas que están emparentadas en mayor o menor medida por lazos sanguíneos.

La otra cara de la moneda es la unión que se ejecuta voluntariamente, en un intento de organizar nuestras vidas fuera de esa viscosa red en la que a veces nos sentimos atrapados, para terminar formando otra maraña, otro nido capaz de proporcionarnos lo mismo desde otra perspectiva: en el mejor de los casos, afecto, protección, cuidado, educación y transmisión de bienes, tanto materiales como espirituales. Una perpetuación de uno mismo en el linaje; cada generación una puesta al día, una versión actualizada.

El niño emerge a la vida en un ámbito inicial en el que sus primeras incursiones, sus primeras vivencias de seguridad, de temor, de satisfacción o disgusto se entrelazan y conectan con las personas que constituyen el inmediato ambiente familiar, un ambiente que sus componentes elaboran, dándole un aire particular. Y en esas escaramuzas iniciales por el descubrimiento del mundo y de uno mismo se sella el pacto de familia, un pacto tan sagrado como el de la propia existencia y que suele mantenerse hasta la muerte; la familia es un compuesto orgánico lleno de olores, sabores, sonidos y demás arrebatos sensoriales: un mundo sensual y primitivo que nos marca de forma indeleble y que se localiza en la cabeza y en el corazón.

A veces esta tupida red adquiere rasgos amenazantes; algunas personalidades perciben la presión del cerco familiar como asfixiante, como negadora de la individualidad, del estilo propio. A veces resulta difícil explorar los límites de uno mismo bajo la mirada de unos familiares atentos que parecen leer en los entresijos del alma. Sin embargo, si uno se empeña en hacer incursiones por terrenos peligrosos o sufre un accidente de cualquier género, el círculo se concentra y estrecha, como un moderno ‘airbag’ que se activa y retiene la caída o protege de los golpes.

Fundamentos y límites

El término familia es ambiguo. Designa a varios grupos sociales que, pese a semejanzas funcionales, exhiben importantes puntos diferentes. Proponemos aquí una definición operativa para usar en el contexto islámico; así la familia es un tipo de estructura cuyos miembros están ligados entre sí por lazos de sangre y/o matrimoniales que implican ‘expectativas mutuas’, prescritas por la religión, reforzadas por la ley e internalizadas por el individuo.

Esta definición se centra en torno a estas mutuas expectativas que religan a los miembros que se adscriben a su estructura por lazos de sangre o a través del matrimonio. Ambos criterios no son mutuamente excluyentes ni necesariamente complementarios.

Formas de la familia en el Islam

La definición no hace referencia al factor residencia pues sus miembros pueden ocupar o no la misma unidad residencial; carece de relevancia cómo o dónde residen mientras se mantengan las mutuas expectativas. La familia musulmana puede ser extensa, poligámica o de cualquier otro tipo. No hay prescripción acerca de la forma que debe adoptar ni hay posicionamiento en pro o en contra del tipo de familia nuclear; la forma organizativa es una cuestión abierta.

Las posiciones sociales que constituyen la familia musulmana tal y como la definimos aquí incluyen, en primer lugar, el sujeto, el esposo/a, los ascendientes y/o descendientes inmediatos. Son posiciones primarias, es decir, los constituyentes inmediatos del sistema familiar. Tales posiciones no son siempre necesariamente interdependientes. Por ejemplo, el sujeto puede tener esposa pero no ascendientes o descendientes y/o puede tener algunos de éstos pero no esposa. Además, puede haber otras posiciones cuyos ocupantes constituyen categorías adicionales. Son posiciones suplementarias y no hay unanimidad acerca de sus implicaciones. Las posiciones primarias mas las suplementarias forman el sistema familiar musulmán al completo. La única diferencia entre ambas categorías es que en la primera las expectativas mutuas son inequívocas mientras que en la segunda fluctúan más.

El principio de identidad

Cualquier persona cuya línea de nacimiento se conoce debe ser identificada por ella. Cada individuo tiene derecho a su verdadera identidad y en correspondencia tiene la obligación de identificarse por su verdadero linaje y cuantos le rodean están también obligados a ayudarle en este propósito.

El Islam establece una hermandad religiosa que anula todos los demás lazos incluidos los de sangre y los del matrimonio si entra en conflicto con ella. Esta hermandad tiene seguridad, permanencia y universalidad. No niega al individuo ni reemplaza su personalidad, cada uno es responsable de sus actos y debe autorrealizarse por medio de ellos: la individualidad no se puede reducir ni transferir. La protección de la verdadera identidad de la persona lo ejemplifica el caso de la mujer casada, pues aunque tiene una nueva identidad como esposa de..., conserva su antigua identidad lineal. No hay confusión o mezcla, ninguna absorbe a la otra. Cada cual implica deberes y obligaciones que persisten y se mantienen.

Con la insistencia en preservar la auténtica identidad lineal, el Islam quería también templar el orgullo de los poderosos con modestia e imbuirles el precepto coránico de que la nobleza genuina no es cuestión de linaje, sino de piedad y buenos actos. O sea, situar y diferenciar socialmente a cada uno por su linaje, pero evitar que se avergüence o enorgullezca en exceso, pues ante Dios sólo cuentan las buenas acciones y los logros espirituales.

La uniformidad religiosa

Por otro lado, la familia no presupone entre sus características una uniformidad religiosa. Los miembros de la familia poseen ciertos derechos y deberes recíprocos que se mantienen aunque las creencias religiosas de sus miembros sean diferentes. Y esto hace referencia a los fundamentos primarios de la familia, a los lazos de sangre y a la relación establecida mediante el matrimonio, tanto entre padres e hijos como entre marido y mujer.

El Islam intenta reforzar la estructura familiar sin insistir en la uniformidad religiosa ¿por qué? Muy sencillo, no hay compulsión en la religión, la verdad se hará evidente por sí misma. Tal declaración de libertad de creencia y de conciencia haría del Islam algo internamente inconsistente o en evidente contradicción si insistiera en la uniformidad religiosa. Paradójicamente tal posición se puede interpretar como debilidad o confianza, pero en ningún caso la religión aparece como hostil o incompatible con las lealtades familiares.

Además, sugiere también que la solidaridad familiar es crucial, pero no significa absorción de los miembros individuales por la colectividad. La personalidad precisa de cierto grado de libertad para desarrollarse en el seno de la colectividad, para que el individuo no se vea sofocado. Para evitar apatía, extrañamiento o autoritarismo hay que poner en marcha mecanismos de integración que permitan al grupo y al individuo coexistir e interactuar con beneficios mutuos. Para ello los miembros de la familia mantienen expectativas mutuas sin pretender controlar la conciencia individual, diferenciando entre fines intermedios y últimos, señalando los diferentes niveles de responsabilidad y lealtad. Puesto que en última instancia el individuo es responsable directamente ante Dios, nadie puede responder por él y el Islam insiste en que se oriente hacia un fin último más allá de lo inmediato y social, mostrándole cómo reconciliar sus convicciones privadas con sus requerimientos sociales. Las altas miras no justifican dejadez o descuido y falta de delicadeza con sus compañeros o parientes.

Además, sabe el Islam que la uniformidad religiosa es difícilmente alcanzable. Los hombres han de socializarse y acomodarse unos a los otros a pesar de sus diferencias y un camino efectivo hacia este fin se inicia en el hogar. Al calor de la experiencia familiar se cultivan algunos principios de las relaciones humanas.

De este modo el Islam concluye que uno pertenece a una familia y está ligado a ella por lazos de sangre o por un pacto matrimonial. No son condiciones suficientes, pero sí indispensables como premisas sobre las que se asientan las expectativas que mantienen en funcionamiento la estructura familiar. Así pues, el Islam sólo reconoce los lazos de sangre y/o matrimoniales. Y se subraya que los fundamentos de la familia deben sostenerse en cimientos sólidos capaces de proporcionar garantías de continuidad, seguridad e intimidad y de ser, en la medida de lo posible natural y gratificante. No hay relación que parezca más natural que la de la sangre.

El afán que el Islam muestra en proteger la familia no implica que una unidad familiar concreta no pueda deshacerse. Se preserva la institución, pero no es necesario mantener la estructura de un grupo familiar en particular, si los inconvenientes superan a los beneficios que se derivan de su mantenimiento.

Los derechos y obligaciones de la familia no son cuestiones estrictamente privadas, en términos generales se administran privadamente, pero si la situación se hace difícil de manejar, la sociedad, por medio de autoridades o individuos conscientes, debe tomar riendas en el asunto para hacer cumplir la ley y mantener la justicia y la armonía.

Tales derechos y obligaciones no vienen determinados sólo por los sentimientos de los miembros implicados ni se basan en las disposiciones y actitudes de las partes interesadas. Implican la identidad lineal y el mantenimiento, la sucesión y el afecto, la socialización de los jóvenes y la seguridad para los ancianos y el máximo esfuerzo para asegurar la continuidad de la familia y su bienestar.

No se promueve ningún tipo particular de organización familiar, sin embargo, parece que las familias extensas son las que con más frecuencia y facilidad se han adaptado tradicionalmente al medio musulmán.

El matrimonio

No se puede concebir la vida social sin regular de algún modo la conducta humana y, dentro de ella, el comportamiento sexual. Bajo la urgencia del impulso sexual el ser humano puede comportarse de modo que amenace las relaciones de cooperación sobre las que descansa la vida social.

Es cierto que el sexo permite su canalización, es más adaptable que otros impulsos a formas sustitutivas de expresión o sublimación. Sin embargo, las modernas investigaciones clínicas y la evidencia cotidiana indican que la deprivación sexual excesiva provoca desajustes de la personalidad, impide las relaciones satisfactorias y pone en peligro la salud mental de la sociedad.

Entre los primeros musulmanes también estaba arraigada la idea de que la falta de práctica del sexo conduce a perturbaciones mentales y físicas, es contraria a la preservación de la especie, dañina para la salud y destructiva de la integridad moral.

Así pues, el sexo es crucial para la pervivencia social y para el desarrollo individual ya que encierra profundas gratificaciones psicológicas. Por esta razón el Islam pone un gran énfasis en el matrimonio, fuera del cual no se autorizan las relaciones sexuales, por el amplio número de fines que persigue:

• gratificación sexual y emocional.

• mecanismo para reducir la tensión.

• procreación legítima.

• situación social.

• abordaje de alianzas interfamiliares.

• solidaridad de grupo.

• cumplimiento de un acto piadoso.

Sin embargo, el matrimonio no es un sacramento, puesto que la idea de sacramento surge donde hay un cuerpo eclesiástico fuerte y se concibe el matrimonio como una especie de sentencia moral. Además, la distinción entre lo que es sagrado y lo que no lo es nunca se ha explicitado en el Islam, antes al contrario, toda acción o transacción tiene implicaciones religiosas.

El matrimonio tiene una naturaleza contractual, requiere el mutuo consentimiento, esta abierto a condiciones adicionales que se pueden negociar, puede disolverse y sus términos pueden alterarse dentro de los límites legales. Es una institución divina que tiene elementos del sacramento y del contrato civil.

Condiciones del matrimonio

La normativa para establecer un matrimonio carece de complicaciones, como se puede comprobar en la siguiente enumeración de requisitos:

• Una propuesta y una aceptación claras y explícitas, oralmente si la pareja está presente o por escrito.

• Un firme compromiso ante Allah, ante uno mismo y entre sí.

• La entrega de una dote por parte del marido.

• La intención de que dure toda la vida, si es posible.

• La presencia de dos testigos, como símbolos de la sociedad.

De hecho la publicidad diferencia las uniones legítimas de las ilegítimas. Por esta razón el profeta Muhammad animaba a celebrar las bodas y favorecía las fiestas en tales ocasiones.

EL ISLAM DENTRO DE LA SOCIEDAD

Las enseñanzas del Islam, referentes a las responsabilidades sociales están basadas tanto en el afecto y el respeto, como en la solidaridad con los demás.

Dado que algún precepto general de bondad probablemente, llegue a ignorarse en algunas situaciones concretas, el Islam insiste en actos de bondad específicos y define las responsabilidades y derechos de diferentes relaciones. En un círculo de relaciones que se amplía gradualmente, nuestra familia - padres - cónyuge e hijos -, luego con los demás parientes, vecinos, amigos y conocidos, huérfanos y viudas, y desde luego con los necesitados de la comunidad, y de toda la humanidad. Esta responsabilidad se extiende a los animales y a todo el sistema ecológico.

PADRES

En las enseñanzas del Islam se insiste mucho en el respeto y cariño a los padres, siendo ésta una parte muy importante de la expresión de fe de un musulmán.

"Tu Señor ha decretado que no debéis adorar sino a Él y debéis ser bondadosos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos envejecen en tu casa, no les digas "Uf!" ni les trates con antipatía, sino que debes dirigirte a ellos, honrándoles siempre. Se piadoso y muéstrate deferente con ellos, y di: Señor, ten misericordia de ellos, pues ellos la tuvieron cuando me educaron siendo niño"(17: 23 -24)

OTROS PARIENTES

"Da lo que es su derecho al pariente así como al pobre y al viajero, y no prodigues tus riquezas despilfarrándolas"(17: 26)

EL PRÓJIMO

El Profeta (PYB) dijo: "No es creyente aquel que come hasta la saciedad, cuando su prójimo tiene hambre"

Y "No es creyente aquel cuyo prójimo no esté a salvo de su mano y de su lengua"

De hecho, de acuerdo con Sagrado Corán y las tradiciones (Sunna), un musulmán debe cumplir con su responsabilidad moral, no solo con sus padres, parientes y vecinos, sino con toda la humanidad, los animales, incluso todo el ecosistema. Por ejemplo, no está permitido cazar pájaros y animales por el mero placer de cazar. De la misma forma, está prohibido cortar árboles y plantas frutales, a menos que haya para ello una necesidad muy urgente.

De este modo y basándose en estas características, el Islam crea un sistema moral elevado, gracias al cual la humanidad podrá alcanzar todo su potencial. El Islam purifica el alma del egoísmo Individualista, de la tiranía, de la vanidad y de la indisciplina. Crea hombres piadosos y devotos a Dios, leales con sus ideales, cultos, llenos de bondad, generosidad y disciplina, que no se comprometen con la falsedad.

El Islam induce sentimientos de responsabilidad moral y fomenta la capacidad de autocontrol. Genera solidaridad, hermandad, misericordia, simpatía, paz, desinterés, ecuanimidad y veracidad escrupulosa respecto a toda la creación y en todas las situaciones.

Nutre las nobles cualidades de las que únicamente se puede esperar el bien. Participa y coopera en resolver los problemas económicos y políticos de la sociedad.

Y esta es sólo una parte de las ventajas de la doctrina islámica.

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