En el día de la conmemoración de la Mujer es bueno llegar a la verdadera raíz y fundamento donde determinan a la mujer frente al hombre como una figura peyorativa e insignificante. Muchos pensadores entre ellos orientales y occidentales mencionan tres argumentos que justifican la misoginia- aversión u odio a las mujeres estos tres argumentos son los siguientes:
1. Inferioridad Biología: La mujer biológicamente es inferior al hombre, la menstruación es un ejemplo a su inferioridad. Las mujeres están hechas solo para procrear. En el caso que una mujer odie la menstruación esta condenada a vivir embarazada toda su vida fértil.
2. Inferioridad Moral: La mujer en los libros sagrados la toman como un ser insignificante es por caso que la mujer no puede llegar a ser líder espiritual.
3. Inferioridad Intelectual: Por selección natural- teoría de Darwin hay una debilidad femenina y por ende una discapacidad cerebral.
La verdad, esos discursos no se escuchan frecuentemente, pero esta allí escritos, para un día sacarlo a la luz publica. Hoy escuchamos a los hombres con mucho esfuerzos a impulsar a ser “Igual al hombre”. Es bastante Cínico Irónico hermanas, es pura Cinismo Ironía <
Lo mismo pasa cuando decimos: << La mujer es igual que el hombre, el sheik Munir no es machista ni tampoco misógino, si no lo que pasa es que no puede ignorar que una mujer puede ser mas inteligente y capaz que cualquier hombre y esta comprobado. ¡Eso no lo dude!, lo que aun sigue sin resolver es ¿Por qué todas las religiones son culturas patriarcal? Donde la figura representativa es el hombre. Vemos como la Biblia menciona a algunos personajes del Antiguo Testamento como Patriarca, es el caso del Profeta Abraham (Paz sobre él), el es una autoridad de padre ordenada por Jehová su Dios.
Muchos Pseudos científicos se amparan en la cultura patriarcal. Hay moral religiosa que interioriza a la mujer. El mismo origen del humano revelado por la Biblia, reside en un hecho donde la mujer es culpable de los males, pecados, culpa y sanción eso ya es cultura.
La mujer es “desobediente” y por tal, debe permanecer en el anonimato.
El nacer de la costilla de Adám (E), la historia del sacrificado de Adám y ser Eva la culpable del pecado de Adám (E) la obliga a estar relegada y cuidar de sus hijos.
Es más, la infidelidad, dicen, viene la gran parte, por no decir toda, de la mujer; dice el disco, que lo bailan y cantan hasta las mujeres: <
Antes de hablar del concepto del Islam, sobre la mujer, es bueno invitarlos a todos los hombres y mujeres que hoy la sociología tiene una area que se llama “Genero” es donde se estudia a la mujer como una verdadera ser humana. Es donde se redescubre las deidades y virtudes ocultas de la mujer. Allí es donde se demuestra que hace 20.000 años antes de Jesús hijo de Maria (Paz sobre ellos) hacían culto a las diosas, Lilith, Eva y Pandora.
El siglo XX y XXI con el estudio de “Genero” da un nuevo orden del mundo, otros símbolos, otras creencias, otras prácticas, otros sujetos, femenino y masculino ver al otro como otro ser humano y humana.
Estas desigualdades fueron dadas hasta por las religiones monoteístas. Esa injusticia fue el motivo naciera una nueva corriente odiada por muchos hombres, el feminismo. Esta corriente nació por la opresión que viene viviendo la mujer.
La mujer esta huérfana de historia igual como el afro descendiente de Latino América y Norte América. Ese inconformismo vivido en carne propia, hizo que la mujer se forzara a que naciera las olas y exigía una revisión por adentro de la mujer.
Las olas vienen fuerte y se replega sobre si misma, eso fue el motivo de una revolución inacabable. En la primera ola se dio el sufragio por la reinvicacion. Solo en el siglo XIX, sus derechos políticos, su vida con la sociedad, gremios, es cuando resuelve un asunto publico.
La segunda ola es la década de los 60 donde la mujer, plantea autonomía y poder femenino en la esfera privad. Es donde nace las píldoras anticonceptiva ya que la iglesia decía que si en una mujer vienen 100 hijos es por gracia divina. Ya con la tercera ola se dio origen al feminismo.
Hoy el día de la mujer no se celebra sino que se conmemora. ¿Qué es conmemoración? Recordar su sufrimiento y sus logros. Hoy quisiera que en las clases de “Genero” volvieran a descubrir una verdad. La mujer en el Islam, los derechos de la mujer en el Islam.
El Islam tiene un capitulo que se llama Nisa “la mujer” . Hace 1400 años un libro Sagrado que tuviera un capitulo que hablara sobre la importancia de la mujer, rompía los antiguos paradigma oriental y occidental.
El Islam no tiene a diosas de la mitología griega para demostrar el valor de la mujer, el Islam tiene a Sara, Asiah, Maria, Jadiya y Fátima como las mujeres del paraíso.
El Islam cree que Eva y Adám, no nacieron de una costilla si no de un solo soplo del Espíritu Divino.
El profeta Muhammad (E) fue educado por una mujer y se caso con una mujer de 40 años que veía en ella la honestidad, castidad y digna de vivir en esta vida como en la otra.
El profeta (E) cuando Dios Altísimo le anuncio que iba a tener una hermosa generación, le llamo Kauzar la abundancia y era una bella niña que se llamo Fátima la mujer mas Guerrera, luchadora en la historia del Islam tenemos a Zaynab, la belleza de su padre, eso significa Zaynab. Zaynab nos hace ver que la mujer no es igual al hombre sino superior. En Zaynab vemos la mujer valiente, fuerte, digna de ser la hija de su excelencia Fátima y nieta de Hadiya.
Exhorto a todos los académicos creyentes y no creyentes que replantean en decir, que el Islam es también una religión patriarcal y que es discriminativo con la mujer, ¡Basta ya! El Islam busca la verdadera superación de la mujer, el respeto, la integridad.
Ser mujer en el Islam es ser Asiah, la Virgen Maria, Jadiya, su excelencia Fátima, Zaynab, Sara, la Madre Teresa de Calcuta, una líder Budista, Judía, Católica, Evangélica, Mujeres Revolucionarias de lucha que no se dejan desvanecer por los obstáculos del tiempo.
Buenaventura viernes 6 de marzo de 2009 sermón por el Sheij Munir Valencia Potes.
AS-SALAMUALAIKUM UARAJMATUL-LAJI WA BARACATUH
EL VERDADERO ORIGEN DEL DÍA DE LA MUJER
Naumi A. de Vasconcelos
Extractado de: Revista Mujeres en Acción. Isis Internacional, Santiago de Chile, Vol. 1/95, Pags. 58 a 60
“Alrededor del 8 de marzo existen diversas versiones. La más conocida es la de un incendio ocurrido en una fábrica textil de Nueva York a comienzos del siglo donde murieron quemadas las obreras que hacían una huelga. Según la historiadora Renée Cote no existen pruebas documentales sobre este hecho. ¿Es el 8 de marzo sólo una leyenda? En el siguiente artículo Naumi A. de Vasconcelos nos acerca a la verdadera historia que dio origen al “Día Internacional de la Mujer”.
Si el miedo lleva a inventar historias espeluznantes, debe haber sido él quien engendró la leyenda según la cual, en un remoto y frío 8 de marzo (1908) varias obreras de la industria textil de Nueva York murieron quemadas, en un incendio provocado, en la fábrica donde se encontraban en huelga contra las malas condiciones de trabajo. Esa quema de brujas, ocurrida a comienzos de siglo, dio origen al Día Internacional de la Mujer”. Sólo que nada de eso parece haber sucedido. No ha sido encontrado ningún documento, ningún testimonio, que permita corroborar una versión que, además, tropieza con un escollo histórico: el 8 de marzo de 1908 cae un domingo, día poco indicado para hacer estallar una paralización de trabajo. El origen del 8 de marzo es otro y nada tiene de sacrificio, sino de victoria.
Felizmente para nosotras Renée Cote entra en el túnel del tiempo y empieza a buscar la pista del 8 de marzo, en un trabajo que dura seis años. Llegamos a 1908 y nada del 8 de marzo. Pasa algo, pero es el día 3 de mayo. No en Nueva York, sino en Chicago. No se trata de una huelga, sino de una jornada de las mujeres en el Teatro Garrick, con el fin de “movilizarse por el voto femenino y contra la esclavitud sexual”. Se trata del primer “Women’s Day”.
Siguiendo en el túnel del tiempo “Una gran cantidad de mujeres trabajadoras, contrariando las órdenes del partido comunista ruso, que encuentra que “todavía no es la hora”, decide no esperar más y sale a las calles de Petrogrado el 8 de marzo de 1917 (27 de febrero según el calendario ruso), precipitando la revolución rusa. Esa es la verdad histórica, boicoteada incluso entonces, pero que dos proscritos, Trotski y Kollontai, dejaron documentada. El agregado final se perdió a medida que la fecha se fue expandiendo por el mundo occidental. Lo importante y lo significativo es que la fecha no tiene su origen en un sacrificio de las mujeres sino en una victoria de las mismas. El hecho de que se haya preferido la versión victimista y no la versión real es una clara demostración de cómo la historia se presta a maniobras sexistas. El eterno femenino sufriente parece estar siempre más de acuerdo a las representaciones de la mujer que el nuevo femenino reivindicativo.
Porfiada manera de acorralar a la mujer en el masoquismo, sin distinción de ideologías: incluso en Rusia y en los países comunistas prevaleció la versión de las mujeres quemadas de Nueva York.”
Origen y vigencia histórica del
Día Internacional de la Mujer
Por Nelson Cataño
El origen del Día Internacional de la Mujer, se ha situado en marzo 8 de 1908, cuando varias trabajadoras textileras, en New York, murieron quemadas en el incendio provocado en la fábrica donde se hallaban en huelga por mejores condiciones laborales.
La investigadora y profesora universitaria brasileña, Naumi A. de Vasconcelos, en su artículo para la Revista Mujeres en Acción (enero / 95, Isis Internacional), titulado: “¿Existió Realmente el 8 de Marzo?” Afirma que “al parecer nada de eso sucedió, dada la inexistencia de documentos que lo evidencie; pero además, señala que ese 8 de Marzo de 1908 fue Domingo; día poco apto para declarase en huelga”.
Vasconcelos nos sitúa en fechas y hechos históricos puntuales, para llevarnos al origen de tan importante acontecimiento. Dice Vasconcelos que en el período comprendido entre 1904- -1908, las feministas socialistas crearon los Clubes de Mujeres, que rápidamente se extendieron por los Estados Unidos, cuyo objetivo era educar a las mujeres para el socialismo y por el derecho al voto. No obstante, las mujeres constituían minoría en ese partido y las mayorías masculinas que sumaban el 80%, restaron importancia y apoyo; paulatinamente el objetivo de esa lucha se fue desvaneciendo.
El 3 de mayo de 1908, se cita en Chicago, en el teatro Garrick, una jornada de las mujeres en contra de la esclavitud sexual y por el derecho al sufragio. Este es el primer Día de la Mujer o Women’s Day.
Vasconcelos continúa llevando a otras fechas y acontecimientos como el de Agosto de 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de las Mujeres socialistas en Copenhague, en donde Clara Zetkin hace un llamado a seguir el ejemplo de las socialistas Americanas en su lucha por los derechos políticos y propone, entonces, que se instituya el Día Internacional de la Mujer; para celebrarse anualmente los domingos; pero no se definió fecha ni mes.
Vasconcelos nos remite al 8 de Marzo (27 de Febrero según el calendario Ruso) de 1917, cuando un gran número de trabajadoras Rusas, desacatando la directriz del Partido Obrero, se lanzan a las calles de Petrogrado; precipitando la revolución Rusa. De este hecho, dice Vasconcelos, se deriva que todos los 8 de marzo fueron llamados “El Día Internacional de la Mujer Comunista”. Pero al irse generalizando esta celebración en el mundo occidental, para exaltar la lucha de las mujeres por sus reivindicaciones Sociales; Políticas y Económicas, se optó por llamar el 8 de Marzo, “El Día Internacional de la Mujer”, únicamente.
Vasconcelos concluye diciendo: “que la historia ha sido manipulada, refiriéndose a la presentación de la mujer como un género sufrido, al hacerse prevalecer como el origen del “Día Internacional de la Mujer, la versión de las obreras que murieron quemadas en el incendio provocado en la fábrica textilera en New York, durante la declaración de huelga por mejores condiciones laborales, en 1908. Incluso, dicho argumento se mantuvo, incompresiblemente, en países como Rusia, otrora un país socialista. Dicho enfoque busca velar por el papel histórico de la lucha de las mujeres, negándolas como fémino reivindicativo.
Pero lo importante de conocer esta verdad histórica, está en entender que la mujer como género sigue debatiéndose en una sociedad sexista y los tramos alcanzados, incluso en el manejo del poder, no la han desligado de la jefatura impuesta por la sociedad patriarcal. De allí, que la lucha de las mujeres por sus derechos políticos, sociales y económicos, por el derecho a integrarse de manera productiva, sin discriminación alguna y por su participación justa y efectiva en las decisiones y dirección de la sociedad, mantiene su vigencia histórica. Pero las mujeres no pueden dejarse desviar, nuevamente, de sus objetivos reivindicativos por sofismas distractores que confunden las libertades civiles y los derechos humanos con libertinajes, que regresan a la mujer a ser miradas, otra vez, como mero objeto sexual y decorativo y la hace presa del machismo arrasador que la sujeta y auspicia la esclavitud sexual y la indignidad.
Esa vigencia de las luchas del femino, sigue estando al orden del día; máxime si nos detenemos a mirar la condición actual de la mujer a nivel mundial, dentro de la sociedad y en aspectos como:
ê El empleo femenino se caracteriza por un ascenso rápido de una élite a cargos de dirección y la propiedad de empresas; pero de otro lado que es para el grueso del femenino, se da un ingreso de un gran número de mujeres al mercado laboral en términos de inestabilidad y baja remuneración.
ê Los logros de las mujeres en educación no se traducen en un mejoramiento de sus condiciones laborales; no obstante, los niveles educativos y de posiciones en el trabajo, sus ingresos continúan siendo menores a los de los hombres.
ê Ni que decir de la condición de nuestras mujeres campesinas de los campos latinoamericanos en donde su jornada laboral es de 12 o más horas, paupérrimos salarios y gran desprotección en su seguridad social
ê La presencia de la mujer en la política no ha sido suficiente; las mujeres siguen siendo minorías en los parlamentos y órganos de dirección y conducción del Estado, a pesar de ser importantes activistas y promotoras de diversas y un gran número de iniciativas ciudadanas, sociales, económicas, políticas, líderes aportantes de soluciones importantes, pero a pesar de todo eso, los espacios de poder ganados no han sido equitativos. Además, las maquinarias de poder político-económico de la vetusta sociedad patriarcal, han “cedido” estos
ê espacios a las mujeres, con la intención de seguir perpetuando su poder a través de éstas, manteniendo a las féminas a la zaga del masculino, sujetas a su jefatura, continuándose la discriminación e inequidad disfrazada de democracia.
Hay muchos otros problemas que siguen aquejando a las mujeres, entre ellos:
ê La insensibilidad ética erigida en la doble moral de la sociedad Patriarcal, que da poca importancia, por ejemplo, a la prostitución, transigiendo con ésta, confundiendo dolosamente la diferencia entre sensualidad y sexualidad, para relegar y anclar a la mujer en la rampante concepción de objeto sexual. De estos son cómplices los Estados como garantes del orden patriarcal que representan y fortalecen.
ê Las mujeres siguen siendo víctimas de la violencia intrafamiliar o doméstica, en donde la mujer en cualquier tipo de unión, continua siendo golpeada, maltratada psicológicamente, forzada a tener relaciones íntimas por sus parejas. Todo esto en medio de laxitudes legales que no atacan el problema de raíz y por ende son permisivas.
Así pues, cambiar la situación de la mujer excede la retórica sofistica y politiquera para centrarse en la abolición de las desigualdades entre géneros y comenzarse a pagar la deuda social con las mujeres, sensibilizando a la sociedad y al Estado sobre la productiva contribución de la mujer y los negativos costos de su subordinación; impulsarse, de forma real, la igualdad de oportunidades que accese a la mujer a la educación, al empleo productivo sin discriminación salarial e informalidad laboral, un empleo estable y protegido, con horarios flexibles y no permitirse de ninguna manera la eliminación o variación de las políticas públicas concernientes a la protección de la maternidad y al cuidado de niños/as cuando la madre trabaja. Todo esto, en consecuencia, repercute en que la mujer tenga la posibilidad no sólo de trabajar sino de desarrollar una carrera laboral y su incursión efectiva en la economía y en la sociedad.
En el “Día Internacional de la Mujer” rendimos el merecido reconocimiento a la mujer por su denodado esfuerzo cotidiano que le impone doble jornada laboral, por su trabajo invisible y no valorado, como es el de ama de casa, mamá; esposa. Las mujeres han tenido la capacidad de sacrificar sus propios proyectos de vida en aras del bienestar de la familia y renunciar y/o retrazar, en algunos casos, hasta su maternidad ante las exigencias de sus responsabilidades laborales y/o familiares.
Las mujeres, pues, han hecho un invaluable tributo a la familia, la sociedad, a la humanidad, a la libertad, a los derechos humanos, a la economía mundial y local. Celebramos que su avance se continúe y sus luchas sigan generando logros de igualdad, justicia y libertad, en un contexto que valida la vigencia histórica de sus luchas de ayer y de hoy como fémino reivindicativo.
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