El conflicto palestino-israelí no tiene solución clara a la vista
RAMALA, Cisjordania (AP) — Con discursos combativos en las Naciones Unidas, los líderes palestino e israelí se han encerrado en posiciones que parecen condenar la reanudación de conversaciones de paz ...
- The Associated Press
RAMALA, Cisjordania (AP) — Con discursos combativos en las Naciones Unidas, los líderes palestino e israelí se han encerrado en posiciones que parecen condenar la reanudación de conversaciones de paz y desencadenar una etapa de enfrentamientos en torno a un futuro estado palestino.
El presidente palestino Mahmud Abbas ahora se concentrará en conquistar apoyo internacional, según anticipan sus asistentes, en la esperanza de presionar y aislar a Israel encareciendo el costo político para el estado judío de aferrarse a los territorios que ocupó en 1967.
Abbas insistió el sábado en que no reanudará conversaciones sin ninguna congelación en la construcción de viviendas israelíes en los territorios ocupados y sin la aceptación de las fronteras de 1967 como punto de partida para las negociaciones.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, aunque propuso nuevas conversaciones, no dio ninguna muestra de considerar dichas demandas. En cambio, reiteró en entrevistas con televisoras israelíes que los palestinos deben reconocer a Israel como un estado judío y que las conversaciones deberían abarcar primero los arreglos de seguridad.
Teniendo en cuenta la profunda brecha, los mediadores internacionales no ofrecieron propuestas después de los discursos de ambos líderes y en cambio exhortaron a reanudar las conversaciones y concretar un acuerdo dentro del plazo de un año más o menos. Pero esas fechas han significado poco en el pasado sin presiones reales.
Los palestinos, pasando por alto las conversaciones que consideran inútiles con Netanyahu, históricamente intransigente, ahora tratarán de promover su causa principalmente ante las Naciones Unidas. El viernes, Abbas presentó la solicitud de afiliación plena a la ONU de un estado de Palestina en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental, territorios que Israel capturó en 1967 y que a partir de entonces fue poblando con medio millón de colonos que viven en medio de cuatro millones de palestinos.
Aunque el reconocimiento pleno no prosperará —ya sea por apoyo insuficiente o por un veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad_, los palestinos tienen buenas probabilidades de que la Asamblea General mejore su estatus ante la organización internacional dándoles acceso a las agencias de la ONU y tribunales internacionales. El objetivo es "presionar a Israel por medio de todas las agencias de la ONU", dijo un asistente de Abbas, Nabil Shaath.
Algunos palestinos dijeron que la nueva estrategia no es sino un cambio de orientación después de dos décadas en que los palestinos siguieron la posición estadounidense de que las dos partes discutan entre sí, pese al enorme desequilibrio de poderío militar.
"Durante largo tiempo el programa fue sólo negociar con el ocupante", dijo Mustafa Barghouti, un político independiente de Cisjordania. "Ahora debemos desafiar a nuestro ocupante. Les hemos dado demasiado tiempo".
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