Exigen al presidente mexicano anular concesiones mineras en la tierra sagrada de los huicholesSi bien México es el mayor productor de plata del mundo, no todo lo que brilla es plata, también los países brillan por sus mitos y sus ritos, sus tradiciones y su cultura, y el pueblo Huichol (o Wixárika) ha brillado en México por haber mantenido a través del tiempo sus propias creencias. Las peregrinaciones anuales de los huicholes por Wirikuta, su territorio sagrado, hacia el Cerro Quemado, la montaña mítica del Amanecer, son de fama internacional.
En noviembre de 2009 la compañía minera canadiense First Majestic Silver compró 22 concesiones mineras en el área de Real de Catorce, en el estado de San Luis Potosí. Estas concesiones mineras permitirán a First Majestic Silver llevar a cabo en 6,327 hectáreas lo que la compañía califica como “un programa agresivo de perforación y exploración”.
El problema es que este territorio de San Luis Potosi es justamente la región desértica donde llega la peregrinación anual de los Huicholes. Desde hace siglos los hombres, mujeres y niños de este grupo étnico vienen caminando desde sus comunidades en la Sierra Madre Occidental en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas para realizar sus ceremonias religiosas, acompañados y guiados por los mara’akate, sus chamanes y sacerdotes.
La entrega de la tierra sagrada de los huicholes a la compañía canadiense First Majestic Silver para ser convertida en explotación minera de plata, para su beneficio económico, no sólo revela una mentalidad colonial de parte de los políticos y funcionarios que participaron en la venta de nuestros recursos minerales más emblemáticos, como es la plata, sino, --y esto es lo más grave ---, implica la desecración de la tierra sagrada de los huicholes.
First Majestic Silver opera exclusivamente en Mexico, en sus minas La Parrilla, San Martin y La Encantada. La compañía canadiense espera sacar 7 millones y medio de onzas de plata de México en 2011.
Asimismo, la Minera Golondrina, filial de la empresa canadiense Lake Shore Gold Corp, pretende extraer oro en en el paisaje sagrado de la zona núcleo de la Reserva de Wirikuta con el método de tajo a cielo abierto, el cual sólo es posible mediante el proceso de cianuración. Ambas operaciones mineras representan una seria amenaza a los escasos recursos hídricos de la zona.
Cuando mucha gente se refiere a un México más grande y permanente que la violencia actual, se refiere a su historia y cultura, y decir Wirikuta nos remite a un grupo étnico profundamente mexicano, respetado en el mundo por su autenticidad y creatividad, mientras que decir First Majestic Silver y Goldcorp implica rapacidad y colonialismo.
Los abajo firmantes pedimos al presidente Felipe Calderón --quien fue testigo de la firma del Pacto Huaxa Manaka, bajo la cual los gobernadores de cinco estados se comprometieron a preservar la tierra santa del pueblo Huichol --- que cancele las concesiones otorgadas a las empresas canadienses. Esperamos que el presidente Calderón no pase a la historia como el hombre que autorizó la destrucción de Wirikuta y sus lugares sagrados.
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