Las tres afirmaciones básicas de los revisionistas del Holocausto
■No hubo una política oficial, un plan o una intención clara para el exterminio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
■No murieron seis millones de judíos durante la guerra. Esta es una cifra tremendamente exagerada y no corresponde con la realidad. Se cuestiona que desde 1933 a 1945 hubiesen muerto más de 800.000 personas en los campos de concentración, de entre las cuales aproximadamente de entre 150.000 y 300.000 serían judíos. Parte de esta afirmación se basa en los cálculos estadísticos poblacionales de la época, de natalidad, mortalidad y migración, así como en los de los campos de concentración alemanes. Los trabajadores eran necesarios en época de guerra y hubiese sido contraproducente ejecutarlos, por esta razón el 8 de diciembre de 1942, Heinrich Himmler, responsable máximo de todas las instalaciones de prisioneros, hizo llegar a todos los centros de internamiento una orden taxativa, conminando a las autoridades responsables a que "el índice de defunciones en los campos debe ser reducido a cualquier costo". La Cruz Roja Internacional, que tuvo acceso a los campos y los supervisó durante la guerra, informó sobre dichas defunciones.[12]
■No existieron cámaras de gas en los campos de concentración. (No se refieren aquí a las cámaras usadas en la desinsectación de piojos por medio del gas Zyklon B para la ropa o los colchones de las barracas, cuya existencia es incuestionable, sino a las cámaras hechas, específica y funcionalmente con el propósito de asesinar personas.) Esta afirmación se basa también en los resultados de los análisis realizados en los restos de las supuestas cámaras de exterminio y que son incompatibles con lo que establece la historia oficial. Además, el director del Museo de Auschwitz, el polaco Dr. Franciszek Piper, había anunciado que las cámaras de gas habían sido construidas por los soviéticos después de la guerra y cuando la Cruz Roja entrevistó a miles de prisioneros liberados al final de la guerra, preguntándoles si habían visto "cámaras de gas", la respuesta fue universalmente negativa.[13]
Entre otras afirmaciones se incluyen las siguientes:
■La Alemania nacionalsocialista creó campos de concentración o campos de trabajo al igual que muchos otros países con el fin de internar individuos que, por sus ideologías o nacionalidades, pudieran representar una situación conflictiva para el país. Por ejemplo, la reclusión de individuos japoneses en campos de concentración estadounidenses durante la guerra.
■Aproximadamente 300.000, murieron en los campos de concentración, de las más diversas causas, incluyendo muerte natural y epidemias.
■El Zyklon B es un insecticida a base de ácido cianhídrico utilizado ya desde 1922 para combatir epidemias como el tifus exantemático transmitido por el piojo y así proteger la salud de los civiles, tropas, prisioneros e internados, por lo que tambíén los informes de los campos de concentración hablan de otros procedimientos anti-parasitarios como cortes de cabello y de duchas regulares.
■El constante bombardeo aliado causó rupturas a carreteras, puentes y vías férreas, las cuales suministraban alimentos y medicamentos a los diversos campos de trabajo, por esa razón la inanición y las epidemias de tifus fueron factores decisivos para las bajas de prisionerosjudíos y no judíos, enfermeras, médicos y el personal de administración de los campos, sin incluir la vejez y la muerte natural. Este hecho fue descrito por Rassinier en sus obras, y confirmado también por la Cruz Roja en un informe de 1948 en el que explicó que los bombardeos sistemáticos de los aliados paralizaron los transportes y las comunicaciones; "no se podía ya realizar el aprovisionamiento regular de los campos y la falta de alimentos provocó la muerte de un número creciente de personas, no solamente en los campos, sino también entre la población civil".
■Las pretendidas gasificaciones en las supuestas "cámaras de exterminio" eran técnicamente imposibles pues sus descripciones contradicen leyes de la Física y la Química.
■A pesar de que los soviéticos encontraron aún cuerpos sin incinerar al momento de la liberación de Auschwitz, nunca se determinó por medio de autopsias, que alguna de estas muertes haya sido causada debido al gaseo.
■En los campos de concentración sí existieron hornos crematorios para la incineración de los cadáveres y así evitar otras epidemias, pero no para quemar a seres vivos ni a supuestas víctimas de gaseamiento. Era completamente imposible quemar los cadáveres de los pretendidos millones de gasificados en los crematorios de la época (ni en los actuales) dentro del período de tiempo referido, tal como lo ha establecido la historia oficial.
■No existe, o al menos no se conserva, ningún documento nacionalsocialista que ordene, decrete o manifieste el asesinato en masa por parte de los alemanes o que mencione siquiera las cámaras de gas. Este hecho es admitido y respaldado por Olga Wormser-Migot[14] yLeon Poliakov[15], historiadores oficialistas. Todos los documentos fiables que se han encontrado hablan de un plan de deportaciones forzadas, pero no de exterminio.
■La denominada "Solución Final al problema judío" (Endlösung der judenfrage) no significaba la decisión de exterminar al pueblo judío, sino su desplazamiento y reubicación en la isla de Madagascar,[16] y posteriormente en el este de Europa para el nuevo asentamiento delEstado de Israel.
■La Conferencia de Wannsee del 20 de enero de 1942 se trató efectivamente de la cuestión judía, y de su Solución Final, es decir, de la deportación forzosa de los judíos así como de la creación de una entidad judía, pero no de un programa de exterminio físico.
■La historia del Holocausto es una propaganda de guerra creada inicialmente por los Aliados para satanizar a los alemanes y elevar la moral de los soldados. Los sionistas difundieron esta propaganda con la intención de cobrar grandes indemnizaciones para financiar la creación de un hogar nacional judío en Palestina y para continuar apoyando políticamente al Estado de Israel.
■Las principales pruebas del genocidio se fundamentan en testimonios de supuestos supervivientes y no en pruebas materiales que demuestren el asesinato en masa. Estos testimonios carecen de validez si no pueden ser verificados o contrastados, y en general éstos forman parte de los rumores transmitidos dentro de los campos.
■Algunas de las supuestas evidencias materiales, principalmente fotografías, son falsificaciones. Otras fotografías no son montajes pero se citan fuera de contexto como las conocidas fotografías de los soldados soviéticos ejecutando judíos.
■El Diario de Ana Frank, otra presunta evidencia material, fue manipulado con bolígrafo por Otto Frank después de la muerte de Ana ocurrida en 1945. El bolígrafo no fue inventado sino hasta 1949, y comenzó a ser comercializado recién en 1951. Su escrito definitivo resultó ser un plagio a Meyer Levin, tal como lo estableció el tribunal. La caligrafía de las cartas de Ana Frank y el presunto Diario no corresponden entre sí.
■Los testimonios de los sobrevivientes están llenos de errores e inconsistencias por lo que no son confiables. Por ejemplo, existieron muchos testigos que describieron el proceso de exterminio con cámaras de gas en los campos de Dachau, Buchenwald[8], Ravensbrück[17]y Mauthausen[18], lo cual fue tomado como un hecho establecido durante los Juicios de Núremberg, pero desde 1960 todos los historiadores de la versión oficial, admiten que todo esto era producto de la propaganda antialemana, y que los testimonios eran fraudulentos.
■Las confesiones sobre crímenes de guerra, como la de Rudolf Höss en los Juicios de Núremberg, fueron extraídas bajo tortura.
■El trato de los alemanes hacia los judíos no fue diferente al trato que daban los aliados a sus enemigos en la guerra.
■Los judíos sufrieron los desastres de la guerra, la separación y deportación a campos de concentración, los consecuentes padecimientos y muertes por epidemias, maltratos, abusos y ejecuciones aisladas por ciertos motivo, como los llevados a cabo por el comandante Karl Otto Koch y por lo cual recibió la pena de muerte, emitida por los propios SS. También padecieron represalias o hasta masacres. Pero todos esos sufrimientos los padecieron también otras naciones o comunidades durante la guerra así como también los alemanes y sus aliados.
■Adolf Hitler y el nacionalsocialismo son inocentes de la acusación de genocidio contra el pueblo judío y otras minorías.
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