Sami Nair: Washington apuesta por el caos para dominar Oriente Medio
22/07/2006 - Autor: Pablo Gámez - Fuente: informarn.nl
Filósofo, sociólogo y politólogo, Sami Nair es uno de los pocos intelectuales que se ha atrevido a levantar su voz ante la escalada de violencia en Oriente Medio. Lo hace, dice, ante la "esterilidad" de la comunidad internacional y la "ceguera"de los argumentos que se están esgrimiendo. Nair habla en esta entrevista con Radio Nederland Wereldomroep sobre la situación en Oriente Medio.
Pablo Gámez: ¿Lo que presenciamos es el total fracaso de la política norteamericana en el Gran Oriente Medio?
Samir Nair: Es el gran fracaso. Desde la invasión de Iraq, Estados Unidos decidió exportar el caos y reorganizar la región en función de sus intereses inmediatos. Es evidente que han logrado destrozar el gobierno y el sistema político iraquí, creando el caos en todas partes. Lo interesante es que han hecho de Irán la potencia de Oriente Medio. La de Washington es una estrategia de exportación del caos y consiste en imponer por la fuerza un modelo político, desembocando, de forma inevitable, en la guerra. Ahora no se puede distinguir la política de Estados Unidos de la de Israel. Podemos hablar, sin equivocarnos, de un gobierno norteamericano-israelí, con los mismos intereses estratégicos a corto y mediano plazo, a largo plazo los intereses son otros. La invasión a Líbano, los bombardeos, el intento de destrozar a Hezbolá, no se pueden interpretar sin tomar en cuenta la invasión de Iraq. Es el mismo objetivo estratégico.
P.G: Usted ha mencionado los dos frentes: Gaza y Líbano, Hamás y Hezbolá. ¿Qué consecuencias tiene que Israel luche en dos frentes contra dos movimientos populares con enorme prestigio social entre las masas árabes e islámicas?
S.N: Las consecuencias son muy graves y tendrán que analizarse a largo plazo. Lo que cabe mencionar es que la estrategia de Israel es clara. Después de la victoria de Hamás, Israel consideró que con el desprestigio internacional del islamismo y la construcción del islamismo como el enemigo de las democracias, de la verdad y de Occidente, podían no negociar con Hamás, y segundo, intentar eliminarlo. Recuerde que a finales de los años noventa, la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, empezaba a funcionar muy bien. ¿Y qué hizo Ariel Sharon? Provocó la guerra y destrozó la infraestructura de la OLP, porque no quería tener frente a él a un interlocutor. Una vez destrozado el interlocutor, empezaron de nuevo las negociaciones para la Hoja de Ruta. ¿Y después cuál fue el argumento de los israelíes? Decir que ante ellos no había un protagonista con quién negociar. Lo mismo está sucediendo ahora. Israel borra a Hamás y en Líbano se cargan a Hezbolá. Tel Aviv dice que el Estado no controla a Hezbolá y que con la milicia no se puede negociar. Y ante la ausencia de interlocutor, se impone la fuerza militar. Se trata de desestructurar cuánto haya, para gobernar por medio del caos. Un punto de vista ciego.
P.G: ¿Está de acuerdo con Amos Oz cuando dice que: la verdadera batalla que se libra en estos momentos no está produciéndose, ni mucho menos, entre Beirut y Haifa, sino entre una coalición de naciones que buscan la paz -Israel, Líbano, Egipto, Jordania, Arabia Saudí- y el islam fanático, alimentado por Irán y Siria?
S.N: Lo digo sinceramente: Amos Oz fue un intelectual que defendía el pacifismo, y se ha vuelto más radical que los halcones de Israel. Sus últimos escritos son un llamamiento a la guerra. Lo segundo: lo que está ocurriendo es la guerra entre una de las potencias más dominantes del planeta, Israel, y la resistencia del pueblo palestino y libanés. Hasta la fecha, no he visto a Arabia Saudí, a Egipto, ni a Jordania, ni a nadie, dar aplausos ante la intervención de Israel. Todo lo contrario. Ellos están pidiendo detener los bombardeos y que se inicien las negociaciones, pero Israel no quiere negociar. Desde 1948, la estrategia israelí no ha cambiado. Consiste en destrozar los interlocutores, para decir que el pueblo palestino no existe. Hay que entender que el único estado confesional en el mundo es Israel, es el Estado hebreo. Y lo que quieren es confesionalizar todos los conflictos en la región, para decir que no se trata de un enfrentamiento político, sino de un conflicto entre "demócratas" y "pueblos fanáticos". Aquí tiene la visión colonialista del siglo XIX y del XX.
P.G: En toda esta puesta a la deriva, lo que resulta sorprendente es la esterilidad de la comunidad internacional, volviendo nuevamente a la mudez de Naciones Unidas y la inoperancia del Consejo de Seguridad.
S.A: La comunidad internacional quedó liquidada tras la intervención en Iraq. Uno de los objetivos de la invasión era destrozar las voces de un sistema político multilateral, silenciar a aquellos no súbditos de Washington. Y a partir del momento en que el Consejo de Seguridad se negó a apoyar la violación al derecho internacional que hicieron los norteamericanos, Washington dijo que NN.UU. no existía. Richar Pearl llegó a publicar un artículo donde decía que por fin se producía la muerte de la ONU. Los neoconservadores consideran que la comunidad internacional no existe. Sabemos cómo funcionan las relaciones entre Estados Unidos y Europa. A partir del momento en que los británicos pasaron a formar parte de la Unión Europea, era claro que una potencia europea independiente de los Estados Unidos se haría cada vez más difícil. Ahí tiene el ejemplo de Tony Blair.
P.G: ¿Ve Ud. en el horizonte un final de la escalada del conflicto en Oriente Medio?
S.N: La única solución es el reconocimiento del pueblo palestino. Negociar con Hamás y todas las fuerzas políticas de resistencia. Por parte de Israel ofrecer la paz y la seguridad a todos sus vecinos. No hay otra solución. Desgraciadamente, no es la estrategia de Estados Unidos a largo plazo, porque lo que ellos quieren es una situación total de caos en la región para poder dominarla.
*Samir Nair es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de París VIII. Fue asesor del Gobierno francés en 1997 para las cuestiones de Integración y Desarrollo. Ha sido Eurodiputado y miembro titular de la Comisión de Asuntos Extranjeros de los Derechos de las Personas, de la Seguridad Común y de la Política de Defensa.
Samir Nair: Es el gran fracaso. Desde la invasión de Iraq, Estados Unidos decidió exportar el caos y reorganizar la región en función de sus intereses inmediatos. Es evidente que han logrado destrozar el gobierno y el sistema político iraquí, creando el caos en todas partes. Lo interesante es que han hecho de Irán la potencia de Oriente Medio. La de Washington es una estrategia de exportación del caos y consiste en imponer por la fuerza un modelo político, desembocando, de forma inevitable, en la guerra. Ahora no se puede distinguir la política de Estados Unidos de la de Israel. Podemos hablar, sin equivocarnos, de un gobierno norteamericano-israelí, con los mismos intereses estratégicos a corto y mediano plazo, a largo plazo los intereses son otros. La invasión a Líbano, los bombardeos, el intento de destrozar a Hezbolá, no se pueden interpretar sin tomar en cuenta la invasión de Iraq. Es el mismo objetivo estratégico.
P.G: Usted ha mencionado los dos frentes: Gaza y Líbano, Hamás y Hezbolá. ¿Qué consecuencias tiene que Israel luche en dos frentes contra dos movimientos populares con enorme prestigio social entre las masas árabes e islámicas?
S.N: Las consecuencias son muy graves y tendrán que analizarse a largo plazo. Lo que cabe mencionar es que la estrategia de Israel es clara. Después de la victoria de Hamás, Israel consideró que con el desprestigio internacional del islamismo y la construcción del islamismo como el enemigo de las democracias, de la verdad y de Occidente, podían no negociar con Hamás, y segundo, intentar eliminarlo. Recuerde que a finales de los años noventa, la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, empezaba a funcionar muy bien. ¿Y qué hizo Ariel Sharon? Provocó la guerra y destrozó la infraestructura de la OLP, porque no quería tener frente a él a un interlocutor. Una vez destrozado el interlocutor, empezaron de nuevo las negociaciones para la Hoja de Ruta. ¿Y después cuál fue el argumento de los israelíes? Decir que ante ellos no había un protagonista con quién negociar. Lo mismo está sucediendo ahora. Israel borra a Hamás y en Líbano se cargan a Hezbolá. Tel Aviv dice que el Estado no controla a Hezbolá y que con la milicia no se puede negociar. Y ante la ausencia de interlocutor, se impone la fuerza militar. Se trata de desestructurar cuánto haya, para gobernar por medio del caos. Un punto de vista ciego.
P.G: ¿Está de acuerdo con Amos Oz cuando dice que: la verdadera batalla que se libra en estos momentos no está produciéndose, ni mucho menos, entre Beirut y Haifa, sino entre una coalición de naciones que buscan la paz -Israel, Líbano, Egipto, Jordania, Arabia Saudí- y el islam fanático, alimentado por Irán y Siria?
S.N: Lo digo sinceramente: Amos Oz fue un intelectual que defendía el pacifismo, y se ha vuelto más radical que los halcones de Israel. Sus últimos escritos son un llamamiento a la guerra. Lo segundo: lo que está ocurriendo es la guerra entre una de las potencias más dominantes del planeta, Israel, y la resistencia del pueblo palestino y libanés. Hasta la fecha, no he visto a Arabia Saudí, a Egipto, ni a Jordania, ni a nadie, dar aplausos ante la intervención de Israel. Todo lo contrario. Ellos están pidiendo detener los bombardeos y que se inicien las negociaciones, pero Israel no quiere negociar. Desde 1948, la estrategia israelí no ha cambiado. Consiste en destrozar los interlocutores, para decir que el pueblo palestino no existe. Hay que entender que el único estado confesional en el mundo es Israel, es el Estado hebreo. Y lo que quieren es confesionalizar todos los conflictos en la región, para decir que no se trata de un enfrentamiento político, sino de un conflicto entre "demócratas" y "pueblos fanáticos". Aquí tiene la visión colonialista del siglo XIX y del XX.
P.G: En toda esta puesta a la deriva, lo que resulta sorprendente es la esterilidad de la comunidad internacional, volviendo nuevamente a la mudez de Naciones Unidas y la inoperancia del Consejo de Seguridad.
S.A: La comunidad internacional quedó liquidada tras la intervención en Iraq. Uno de los objetivos de la invasión era destrozar las voces de un sistema político multilateral, silenciar a aquellos no súbditos de Washington. Y a partir del momento en que el Consejo de Seguridad se negó a apoyar la violación al derecho internacional que hicieron los norteamericanos, Washington dijo que NN.UU. no existía. Richar Pearl llegó a publicar un artículo donde decía que por fin se producía la muerte de la ONU. Los neoconservadores consideran que la comunidad internacional no existe. Sabemos cómo funcionan las relaciones entre Estados Unidos y Europa. A partir del momento en que los británicos pasaron a formar parte de la Unión Europea, era claro que una potencia europea independiente de los Estados Unidos se haría cada vez más difícil. Ahí tiene el ejemplo de Tony Blair.
P.G: ¿Ve Ud. en el horizonte un final de la escalada del conflicto en Oriente Medio?
S.N: La única solución es el reconocimiento del pueblo palestino. Negociar con Hamás y todas las fuerzas políticas de resistencia. Por parte de Israel ofrecer la paz y la seguridad a todos sus vecinos. No hay otra solución. Desgraciadamente, no es la estrategia de Estados Unidos a largo plazo, porque lo que ellos quieren es una situación total de caos en la región para poder dominarla.
*Samir Nair es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de París VIII. Fue asesor del Gobierno francés en 1997 para las cuestiones de Integración y Desarrollo. Ha sido Eurodiputado y miembro titular de la Comisión de Asuntos Extranjeros de los Derechos de las Personas, de la Seguridad Común y de la Política de Defensa.
Sus artículos en la prensa escrita internacional a favor de una globalización humana y social, y no exclusivamente económica, o contra la guerra de Iraq, le han situado en la primera línea del periodismo comprometido a escala europea.
Varios de sus libros más renombrados han sido traducidos al español, entre ellos: Mediterráneo hoy, entre el diálogo y el rechazo, En el nombre de Dios, Las heridas abiertas, El peaje de la vida, La inmigración explicada a mi hija, en colaboración con Juan Goytisolo y Una historia que no acaba. Su libro más reciente es: Y sí vendrán...Las migraciones en tiempos hostiles.
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