Inicia la Canícula de acuerdo a los mayas

Inicia la Canícula de acuerdo a los mayas

·       Una forma de medir los conocimientos locales

Por Bernardo Caamal Itzá

De acuerdo a los antiguos mayas, hoy inicia el periodo de la Canícula, misma que tiene una duración de un mes y concluye el próximo 16 de agosto.

En esta fase canicular se define el éxito o el fracaso de las milpas; en este tiempo, se observan las habilidades en el uso de los conocimientos en la práctica de la agricultura para la obtención de los alimentos.

Durante la Canícula, periodo donde la misma naturaleza pone a prueba las capacidades de observación y de su practica en la región donde vive, en cuanto al uso y manejo de las variedades de maíz o de las otras especies a cultivar.

La “prueba de fuego” en cuanto al manejo de cada uno de los cultivos,  resalta el pleno conocimiento en cuanto al conocimiento biológico (fenología de cada plantas), las necesidades de agua, suelo, luz, temperatura en los espacios donde están cultivados.

Aunque existen muchas investigaciones en torno a la milpa, el comportamiento de los maíces nativos y de las otras especies, sin embargo, quienes producen en el mayab, saben que por éstas fechas es cuando experimentan si en realidad conocen y manejan a la milpa.

Si comparáramos con algunos de los problemas que afrontamos en la vida diaria considerando como ejemplo, cuando uno acude a uno de los cajeros automáticos para cobrar la quincena, primero mira discretamente por si alguien lo sigue o está atento a lo que hace, y en caso de no acatar éstas indicaciones, es posible que el dinero obtenido, nos lo roben y de esa forma desaparezca en fracciones de segundos, y aún así hay esperanzas de que en la próxima quincena nuevamente cobremos nuestro salario.

No hay quincenas seguras en el sistema milpero, peor si dependemos del temporal lluvioso para cultivar la tierra, eso significa que las pérdidas son mayores porque cada una de las familias que no logren las cosechas, tienen que resolver urgentemente como van a sobrevivir en los próximos meses.

Sin embargo, para los que han vivido de los productos de la tierra, tienen claro que el talón de Aquiles de la milpa radican en cuanto a las especies a cultivar de acuerdo al pronóstico del clima - cuyos datos se obtuvo durante la observación del Xóok K’íin o cabañuelas y mismos que fueron reforzado con el de las aves y de los árboles-.

Por otro, es de interés aclarar que en el sistema milpero cuenta con algunos blindajes para no perder toda la cosecha, en el cual resalta la importancia de cultivar una gran diversidad de especies, porque quienes lo hacen, saben que un paso en falso contribuye a perder las cosechas, como el simple hecho de no elegir los terrenos adecuados para hacer nuestros cultivos, no realizar las siembras a tiempo, la elección de las semillas idóneas o el peor de los casos, el no conocer el comportamiento fenológico de cada una de las especies.

Todos los que viven en el Mayab, saben que una vez que se acerca esta temporada, hay que estar preparados para recibirla, porque saben que significa que es la época en que sus familias, muchos de sus miembros se enferman de diarreas, disenterías y vómitos, eso significa que se desparasitan un par de meses antes o sea desde la época en que entra la fase del tsáab.

De tal forma que en ésta temporada de Canícula, independientemente que para los expertos señalen que para la península de Yucatán, sea una etapa en que al igual que en una gran parte de México, Centroamérica y el Caribe, lo definen como la sequía que se presenta en medio  d la temporada veraniega y también denominado sequía intraestival, o simplemente, canícula.

Por otra parte en la vida y en el trabajo de los mayas, concluyó ayer la fase que está bajo el manto protector de las estrellas, llamadas como las pléyades (tsáab) y que éstas al igual que Venus, todavía forman parte de los astros celestes que están en el sistema de observación de los campesinos mayas para la práctica de la milpa.

La temporada del Tsáab o cascabel inició el 13 de junio y concluyó el 15 de julio.

Antiguos relatos recopilados de otras culturas mesoamericanas, resaltan en torno a la Canícula, que es un reptil mitológico que habita en los ojos de agua, cuevas y otros portales del inframundo. Su imagen guarda una estrecha relación con el agua, el dueño de la tierra, rayo, muerte y Canícula.

Choles y tzeltales creen que la mayoría de las muertes por ahogamiento se deben a que esta culebra atrapa a sus víctimas mientras se bañan y las sumerge en las profundidades, pero también se encarga de traer la lluvia a la tierra. Los Zoques suponen que las serpientes rayo se llenan de agua en los lagos y ríos y suben al cielo para convertirse en centellas y soltar la precipitación pluvial. En Veracruz, los Popolucas asocian al oriente con la diosa acuática, que adopta la forma de una inmensa víbora de cascabel, idea similar tienen los mixes.

Estos reptiles son mascotas del señor de la tierra y ejecutan sus órdenes. Según los mixes, bajo la superficie terrestre existe una gran culebra con cuernos. Sus movimientos ocasionan temblores y deslaves, según la Medicina Tradicional Mexicana, cuyo carácter es sólo cultural.

Para los antiguos mexicas representaba al dios Mixcoatl. Un relato Popoluca permite entablar vínculos entre el agua, muerte, culebra y Vía Láctea. Los sacerdotes astrónomos chortí observan el 25 de julio a la Vía Láctea. Notan sus cambios de posición con respecto al Sol. Para ese día, la trayectoria solar y la Vía Láctea forman una gigantesca cruz en el cielo que es el principio de la Canícula.

Los Nahuas y Totonacos, afirman que durante la Canícula es una serpiente o dragón que domina la tierra y emana efluvios dañinos. En la tradición oral maya yucateca existe la leyenda de Colas, una inmensa boa que cada 15 de julio deja su cueva, sube al cielo y desciende en el mar, por lo que creen que la Canícula vive en el fondo del mar Caribe, y que dependiendo la hora en que se registre su movimiento –semejante a un trueno- pronosticará las lluvias o sequías de los próximos días, de tal forma en el mayab, en éstos días existen conocimientos que aún falta por sistematizar y que hablan de la estrecha relación entre los dioses, el entorno y el hombre, éstos últimos, están pendientes de sus señales mismas que los sistematizan y los usan de acuerdo a sus necesidades puntuales en su vida diaria.