Autode fensas en el DF, ¿y quién nos de fender á de
los grandes comercian tes , ban queros y pol íticos ?
Lean nada más este llamado:
“Cansados de los robos a casa
habitación, narcomenudeo,
asaltos, robo de cableado e intentos
de violación a mujeres
que caminan por las calles de
noche, vecinos de la colonia Pedregal
de Santa Úrsula Xitla han comenzado
a organizarse para hacer justicia por
su propia mano. Ante la incompetencia
de las autoridades en la delegación
Tlalpan para combatir la inseguridad,
los moradores de la zona realizan simulacros
por las madrugadas, y con
silbatos alertan sobre posibles actos
delictivos”. Es necesario subrayar que
en el DF se han cerrado miles de calles
en zonas residenciales y se han
colocado muros y casetas con vigilancia
policiaca privada. Me recuerdan
las murallas coloniales de Campeche
y Veracruz, en cuyo interior se encerraban
todas las noches los grandes ricos
(hoy multimillonarios) para evitar
asaltos y robos.
“En realidad -dirían los que
roban habitaciones, una cartera
o un reloj- aunque me
maten o me linchen, debo asegurar
algo de ingreso para que
mi familia no muera de hambre.
¿Qué sabes tú periodista, ama de
casa rica, riquillo, de sentir hambre,
de buscar trabajo sin encontrarlo, de
caminar y caminar por la calle (pensando
cómo hacerle) y no encontrar
algo para comer? Es muy fácil colocar
una gran manta de ‘Advertencia a los
rateros… si te agarramos te vamos a
linchar’, pero no quieren entender
que también nosotros somos seres humanos
que la sociedad ha marginado,
pero con mucha hambre y miseria”. Ya
Peña Nieto y Videgaray –con mucho
poder y dinero- han reconocido que
México no va a crecer, los empleos
quedarán estancados o de plano la
economía obligará a cerrar miles de
empleos. Pareciera que a este país ya
se lo llevó el carajo.
Si yo tuviera un modesto ingreso
seguro, también tendría
que defender el futuro de los
hijos, de la familia; pero de
quienes más debemos cuidarnos
no es de los ladrones de
a pie que roban una cartera, sino de
los gobernantes que -además de cobrar
“legalmente” gigantescos salarios-
autorizan aumentos de precios o
no intervienen para evitar la carestía
de artículos básicos ni persiguen a los
delincuentes de “cuello blanco” que
roban “legalmente” y hasta los premian
como buenos administradores.
¡Qué fácil es condenar a los pobres!
¿No es acaso un terrible racismo que
re-niegan reconocer su existencia en
México? ¿Por qué se es muy valiente
para linchar a quien se roba un bolso
y se aplaude y admira a los Slim,
Azcárraga, Salinas Pliego, Zambrano,
Larrea, Bailleres y demás multimillonarios
y políticos que roban un millón
de veces más?
Walmart, Soriana, Televisa,
Teléfonos, Minerías, Bimbo y
los grandes bancos anuncian
anualmente sus gigantes ganancias
en miles de millones
de pesos; pero no se dice que
comerciantes y banqueros
explotan, defraudan y le roban a sus
clientes; tanto haciendo negocios con
artículos que compran barato a productores
y venden caro a su clientela,
como haciendo negocios tramposos,
así como explotando el trabajo de sus
empleados. ¿Sabes que a los campesinos
trabajando de sol a sol se les rematan
sus cosechas pagándoles cantidades
irrisorias que los comerciantes
venden en 20 o 30 veces su valor? Contra
ese robo y saqueo descarado no se
ponen mantas para decirles a esos ladrones
que “si los agarran los lincharán”.
¿Por qué no organizar autodefensas
de “seguro contra el desempleo” y
para los que no tengan ingresos?
Debe aplaudirse y apoyarse
la organización de autodefensas
y defensas comunitarias
que han construido los
habitantes en varios estados
del país, pero hay que evitar que éstas
no se dediquen a perseguir a sus
hermanos de clase explotada y miserable
que roban para comer; incluso
deberían ser apoyados solidariamente
tal como debe ser una comunidad.
¿Para qué sirve tener capacidad para
organizar guardias comunitarias y
no tener capacidad para ayudar a los
miembros que la necesiten? Comunidad
es comunidad de intereses, donde
los problemas individuales, familiares
y personales desaparecen; otra cosa
son los intereses de la pequeña y alta
burguesía, preocupada sólo por incrementar
sus riquezas y patrimonio. Las
guardias comunitarias deben cuidar a
la comunidad contra las agresiones de
los narcotraficantes, pero también de
la clase explotadora.
El ejército, con órdenes del
gobierno, persigue y encarcela
a las guardias comunitarias
formadas por campesinos que
reciben ayuda de la comunidad.
Es sin duda una provocación
al pueblo que busca defenderse
porque el gobierno no tiene capacidad
para atender sus problemas. En realidad
esas guardias hacen el trabajo que
debería hacer el gobierno, que cuenta
con presupuestos millonarios que
todos pagamos. Lo que sucede es que
el gobierno y los empresarios temen,
están horrorizados pensando en que
esas guardias pudieran convertirse
en fuerzas armadas con conciencia de
clase. No es difícil porque esas guardias
son las que mejor conocen, porque
sufren en carne propia, los problemas
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