Vida y misión de Jesús (as)
El Corán considera a Jesús y a Muhammad igualmente inmaculados, igualmente nobles, profetas ambos enviados por Al-lah
22/02/2013 - Autor: Redaccion islamweb - Fuente: www.islamweb.net
El Corán, en conclusión, considera a Jesús y a Muhammad igualmente inmaculados, igualmente nobles, profetas ambos enviados por Al-lah.
Pedro, uno de los discípulos más destacados, dijo una vez: “¡Oh hijos de Israel!, escuchadme ahora: A Jesús de Nazaret, hombre autorizado por Dios a vuestros ojos, con los milagros, maravillas y prodigios que por medio de él ha hecho entre vosotros, como todos sabéis.” (Hechos 2:22) “Como todos sabéis”: para cuantos fueron testigos de tales portentos Jesús era, sin asomo de duda, un Profeta de Al-lah, el conducto autorizado por medio del cual Al-lah manifestaba Su poder. Recordemos el episodio del hijo unigénito de la viuda al que Jesús volvió a la vida: “Un gran profeta -exclamaron aquel día todos los presentes- ha aparecido entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo.” (Lucas 7:16)
El Sagrado Corán nombra a este Gran profeta, el hijo de María, a quien califica de Mesías, Ungido o Cristo (pues las tres palabras significan lo mismo), nada menos que en veinticinco ocasiones -al Profeta Muhammad solo lo menciona en cinco-. En el Corán leemos:
"Y cuando los Ángeles dijeron: ¡Oh, María! Al-lah te Ha Elegido y Purificado. Te Ha Elegido entre todas las mujeres del universo. ¡Oh, María! Adora a tu Señor, prostérnate e inclínate con los orantes. Éstas son historias que no conocías, y te las Revelamos. Tú ¡Oh, Muhammad! no estuviste presente cuando sortearon con sus cañas para ver quién de ellos se encargaría de María, ni tampoco cuando disputaban acerca de ello. Y cuando los Ángeles dijeron: ¡Oh, María! Al-lah te Albricia con Su Palabra ¡Sé! Su nombre será el Mesías Jesús, hijo de María. Será distinguido en esta vida y en la otra, y se contará entre los más próximos a Al-lah.
Hablará a los hombres en la cuna y de adulto, y se contará entre los virtuosos. Dijo: ¡Oh, Señor mío! ¿Cómo podré tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre? Le respondió: ¡Así será! Al-lah Crea lo que Le Place. Cuando Decide algo, sólo Dice: ¡Sé!, y es. Él le Enseñará la escritura, le Concederá la sabiduría, le Enseñará la Torá y el Evangelio. Y será un Mensajero para los Hijos de Israel, a quienes dirá: Os he traído un signo de vuestro Señor. Haré para vosotros con barro la forma de un pájaro. Luego soplaré en él, y con el permiso de Al-lah, tendrá vida. Con la anuencia de Al-lah, curaré al ciego de nacimiento y al leproso, y resucitaré a los muertos. Os informaré de lo que coméis y de lo que almacenáis en vuestras casas. Ciertamente tenéis en ello un signo si sois creyentes.
He venido para confirmaros lo que os había llegado anteriormente en la Torá y para haceros lícitas algunas de las cosas que se os habían prohibido. Y os he traído un signo de vuestro Señor. Temed a Al-lah y obedecedme. Al-lah es mi Señor y el vuestro. Adoradle, pues, éste es el sendero recto. Y cuando Jesús advirtió la incredulidad de su pueblo, dijo: ¿Quiénes me ayudarán en mi misión de transmitir el Mensaje de Al-lah? Dijeron sus discípulos: Nosotros te ayudaremos, creemos en Al-lah, atestigua ¡Oh, Jesús! que a Él nos sometemos. ¡Señor nuestro! Creemos en lo que has revelado y seguimos a Tú Mensajero. Cuéntanos, pues, entre los que dan testimonio de fe.
Se confabularon los incrédulos contra Jesús, pero Al-lah Desbarató sus planes, porque Al-lah Es Quien mejor lo Hace. Cuando Al-lah dijo: ¡Oh, Jesús! Te Tomaré y te Ascenderé hacia Mí. Te Libraré de los incrédulos y Haré prevalecer a los que te han seguido por encima de los incrédulos hasta el Día de la Resurrección. Luego , volveréis a Mí y Juzgaré entre vosotros sobre lo que discrepabais. A los incrédulos los Castigaré severamente en esta vida y en la otra, y no tendrán salvadores. En cuanto a los creyentes que obren rectamente, Al-lah les Dará su recompensa debidamente, y Al-lah no ama a los inicuos.
Esta historia te la revelamos como parte de los signos y de la sabia amonestación del Corán. Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Al-lah es semejante al de Adán, a quien Creó de barro y luego le Dijo: ¡Sé!, y fue. Ésta es La verdad sobre Jesús que proviene de tu Señor. No seas, pues, de los que dudan. Y a quienes te discutan acerca de esta verdad de que Jesús es un siervo de Al-lah y no una divinidad después de haberte llegado el conocimiento, diles: ¡Venid! Convoquemos a nuestros hijos y a los vuestros, a nuestras mujeres y a las vuestras, y presentémonos todos nosotros.
Luego roguemos seriamente que la maldición de Al-lah caiga sobre los mentirosos. Ésta es la auténtica verdad. No hay otra divinidad excepto Al-lah. Al-lah es el Poderoso, el Sabio." Corán 3: 42-62
También la Sunnah, o conjunto de tradiciones proféticas, aborda con detenimiento la figura de Jesús. Así, afirma el profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, en un hadiz o registrado por Bujari: “En este mundo o en el otro, yo siempre seré el más allegado a Jesús, el hijo de María. Pues los profetas son hijos de un mismo padre: sus madres serán distintas, pero su religión es una.”
El Corán, en conclusión, considera a Jesús y a Muhammad igualmente inmaculados, igualmente nobles, profetas ambos enviados por Al-lah.
Nota
1. Sin embargo, los cristianos insisten en oponerse a las
enseñanzas del propio Jesús (la paz sea con él) al considerar tales Milagros
pruebas de su naturaleza divina. Ante ello uno estaría tentado de increparles:
¿Por qué entonces no consideráis también un dios a Moisés, sabiendo que al
contacto de su callado -que además se transmutaba en serpiente (Éxodo 4:2-5)-
las aguas del mar se hendían (Éxodo 14:16-29)? ¿O a Josué, que ordenó detenerse
el sol y la luna y le obedecieron rendidos (Josué 10:13)? ¿Por qué no también a
Elías, que de igual modo resucitaba a los muertos (Reyes I 17:20-22)? ¿Y qué
decir de Eliseo, que los resucitaba cuando él estaba vivo (Reyes II 4:32- 35) e
incluso después de su muerte, solamente basta con el contacto de sus huesos para
revivirlos (Reyes II 13:20-21)? ¿Y Ezequiel, que resucitó un ejército compuesto
“por una muchedumbre grandísima de hombres” (Ezequiel 37:7-10)? Aunque no fueran
sino hombres autorizados por Dios, ¿por qué no divinizarlos a todos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario