22/12/13
[Libro] El Islam y la educación de los hijos
En el
Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso
El Islam y la educación de los hijos
Extraído de la Revista Farhang Yihad
De: Taqi Muttaqi
Traducido por: Rahmatul.lah Golzar y Martha Golzar
Indice:
Presentación
Introducción
Capítulo primero:
Método educativo general en las relaciones
familiares
Primero: Unidad
en la realización de programas colectivos.
Segundo: Las
relaciones afectuosas
Tercero:
Respetar los derechos y las obligaciones.
Cuarto:
Abstenerse de crear dificultades y discrepancias.
Quinto: Evitar
el divorcio
Capítulo segundo:
Etapa precedente al matrimonio y el embarazo.
Primero: La
etapa precedente al matrimonio.
1. La
elección de la esposa.
2.
Elección del esposo.
3.
Enamorarse antes del embarazo y de la formación del
hijo.
Segundo: La
etapa del embarazo.
1. El
origen del embrión
2. El
primer lugar del niño
A.-
Poner atención en la alimentación de la madre.
B.-
Poner atención a la salud espiritual de la mujer
embarazada.
Capítulo tercero:
Etapa posterior al parto y la lactancia.
1. Las
costumbres después del nacimiento
2. Insistencia
en la leche materna.
Capítulo cuarto:
La etapa de la infancia.
Primero:
Enseñar al niño a conocer a Dios.
Segundo:
Insistir en la amistad con el Mensajero del Islam (BP) y con su Inmaculada
Familia (P).
Tercero: Educar
al niño basándose en la obediencia a los padres.
Cuarto:
Respetar y tener buen comportamiento hacia el niño.
Quinto: El
equilibrio entre la suavidad y el rigor.
Sexto :
Respetar la justicia entre los niños.
Séptimo :
Libertad en el juego
Octavo : La
educación sexual y mantener al niño alejado de sus
estimulantes
Noveno :
Desarrollo de los sentimientos
Décimo :
Prestar atención a los huérfanos
Capítulo quinto:
Etapas de la niñez, juventud y adolescencia.
1.- Educación
fortalecedora.
2. La gestión
de la enseñanza
3. Práctica del
niño respecto a la sumisión y devoción
4. Vigilancia
del niño
5. Prevenir
cualquier desvío sexual
6.
Asociar al niño con patrones dignos
Conclusión
Presentación:
En el mundo
actual, en especial en Occidente, fuera de los países islámicos, los musulmanes
enfrentamos diversas dificultades, sobre todo para llevar adelante la práctica
de nuestro modo de vida. El asunto de la educación de nuestros hijos no es ajeno
a tales dificultades. El Islam, la última religión revelada por Dios Altísimo,
es muy amplia en sus normas y disposiciones, y lo suficientemente elástica como
para adaptarse a innumerables circunstancias, sobre todo para el actual ritmo de
vida que exigen las sociedades occidentales. El musulmán comprometido con su
religión, ha de tener en cuenta algunas pautas puntuales en cuanto a su conducta
y modo de vida. En el material que exponemos a continuación, tomado de una serie
de artículos de Taqi Muttaqi publicados en la revista Farhang
Yihad y traducidos al castellano por Rahmatullah y Martha Golzar, se
presentan algunas de estas pautas especialmente referidas a la educación de los
hijos.
Esperamos que
sea de utilidad y beneficio, en especial para los padres musulmanes que afrontan
esta complicada responsabilidad de educar a sus pequeños en la senda del bien y
la rectitud.
Y no hay
Fuerza ni Poder sino en Dios Altísimo, el Imponente, el
Grandioso.
Fundación
Imam Alí – Sección de habla hispana
El Islam y la educación de los
hijos.
Introducción:
Entre las
instituciones sociales, "la familia" es la primera y la más importante de todas.
Ella tiene el propósito de crear los preparativos necesarios para que el infante
inicie su vida dentro de la sociedad, y se convierta en un ser digno y activo,
basado en la bondad y amabilidad.
La familia es
la primera institución que forma y educa al ser humano, representando un papel
efectivo en todos los aspectos de la vida, sean positivos o negativos. Por ello
el Islam presta especial atención a la armonía entre las obligaciones que le ha
confiado a dicha institución.
Con el
propósito de regularizar los asuntos familiares, fortalecer su jerarquía,
dividir las obligaciones y cuestiones de cuya realización la institución es
responsable, en especial la educación correcta, digna y equilibrada del niño, el
Islam cuenta con programas fundamentales especiales desde todas las
perspectivas: la personalidad, el pensamiento, los sentimientos y el
comportamiento.
La invitación
y recomendación del Islam se fundamenta en proteger la identidad de la familia,
alejar a los integrantes de ésta de los elementos destructores y de todo aquello
que cree preocupación y ansiedad en las relaciones familiares –que de lo
contrario ocasiona la destrucción de los hijos por la desintegración de una
entidad que los respaldaba y los preparaba para el futuro que les espera–.
En el Islam
se han hecho recomendaciones e indicaciones con el propósito de crear un
ambiente digno para el desarrollo corporal, mental, sentimental y comportamiento
del niño; un desarrollo saludable mediante el cual el infante o el hombre del
mañana tenga poder para soportar las dificultades y vicisitudes de la vida. Por
ello, el método de educación islámico del niño se inicia desde el matrimonio,
siguiendo las etapas del nacimiento, la infancia, la juventud y al final la
independencia completa.
Nuestros
debates los presentaremos en cinco capítulos:
Primer capítulo: "Método educativo general en las relaciones
familiares".
Segundo
capítulo: "Etapa precedente al matrimonio y el
embarazo".
Tercer
capítulo: "Etapa posterior al parto y la
lactancia".
Cuarto
capítulo: "Asuntos relacionados con la etapa de la
infancia".
Quito
capítulo: "Etapas de la niñez, juventud y
adolescencia".
Analizaremos
estos capítulos basándonos en aleyas y narraciones de nuestros Inmaculados
Imames (P) y en las más modernas conclusiones
científicas.
Capítulo primero:
Método educativo general en las relaciones familiares
Las
relaciones familiares representan un papel importante en el fortalecimiento de
las bases familiares y la vigorización de la correlación entre los miembros de
ésta. Estas relaciones son así que influyen en el desarrollo y la educación del
niño, y también en hacerlo llegar al grado de la perfección e independencia. El
ambiente intelectual, espiritual y sentimental que es creado para el niño dentro
de la familia le otorga un poder para armonizar consigo mismo, con los miembros
de la misma y con la sociedad. Es por ello que la familia necesita de un método
educativo para ordenar su conducta, y con el propósito de proteger su unidad, la
cuál influye en el comportamiento educativo del niño, determina las obligaciones
y divide las funciones y labores.
Las
especialidades de los programas educativos pueden ser condensadas en los
siguientes asuntos:
Primero:
Unidad en la realización de programas colectivos.
El programa
aceptado para el desarrollo de la existencia, influye en todo el comportamiento
de la persona. Tal programa ha de transformar la fe y los sentimientos internos
en un movimiento moral y en una costumbre fija y duradera. En el mismo, las
enseñanzas que determinan sus límites han de unirse al movimiento moral, y la
unión metódica se convierte en una unión práctica.
Por lo tanto,
la existencia de un método integral es la única norma con que pueden medirse los
actos desde la perspectiva de su alejamiento y cercanía con las enseñanzas y
programas aceptados. Por ello es necesario que los padres tengan un mismo
criterio sobre el método único y común a seguir entre ambos, que aclare las
relaciones, las funciones y sus obligaciones desde los diferentes
aspectos.
En una
familia musulmana, la enseñanza y educación es una cuestión que deberá tenerse
en cuenta y practicarse, ya que así fue establecido por parte de Dios
Todopoderoso, el Supervisor de todo lo existente y Conocedor de todas las
sutilezas de los asuntos y dificultades de la vida. Esto es un asunto que
armoniza con la naturaleza humana y no existe ninguna equivocación, dificultad
ni excepción al respecto. Y como dicen, esto es una obligación que se encuentra
al alcance del ser humano (por lo que no puede excusarse de omitirlo). Por ello
un individuo o una familia musulmana lo aceptan, ya que todos sus programas y
patrones de comportamiento reciben de Dios Todopoderoso sus fuerzas e
influencias. Y estas características obligan a las familias a aprobar este
método educativo y cumplir con sus fundamentos entre ellos mismos. Por
consiguiente, no queda espacio para disputar entre lo correcto e incorrecto,
respecto a su límite o a la falta de fuerzas para realizarlo. Este método
asegura la felicidad de la familia y ayuda a la educación adecuada y correcta
del niño. Y en caso de que las relaciones familiares sean dañadas, o exista
desidia en la realización de algunas obligaciones, las enseñanzas del método de
educación islámico intervienen aquí con el propósito de dar fin a ese problema y
dejarlo de lado.
El método
islámico describió los fundamentos completos de los problemas, las relaciones,
las obligaciones y los comportamientos. Sin embargo, los programas secundarios y
pequeños, o la descripción y detalle de los programas en forma general y otras
cuestiones similares, cambiarán con el paso del tiempo y las condiciones. Por lo
tanto los padres deberán opinar en forma unánime en los detalles de la
realización y ejecución del programa educativo, en las leyes y normas fijas y
aceptadas tanto en forma completa como parcial. Esta opinión unánime es algo que
debe existir tanto en las relaciones recíprocas entre ambos padres o en las
relaciones de los padres con los hijos, y el método de educación que deberían
tener. La aparición de diferencias entre los padres en la forma de comunicarse
con el niño causará en él la falta de claridad en el comportamiento y las
reglas. Cuando el niño se enfrenta con dos formas de comportamiento, algunas
veces trata de complacer al padre y en otras a la madre, y esto ocasiona
preocupación espiritual, sentimental e influye en su comportamiento: "Los niños
que crecen en familias discordantes desde el punto de vista de la realización de
los fundamentos educacionales tendrán más problemas que otros
niños".
Segundo: Las
relaciones afectuosas
Los padres
deberán transmitir la estabilidad y tranquilidad dentro de la familia. Dios
Todopoderoso ha dicho: "Y entre Sus señales está el haber creado cónyuges
de vuestra especie para que encontréis en ellos la tranquilidad, y haber puesto
entre vosotros amor y compasión. Ciertamente hay en esto señales para un pueblo
que reflexiona" (Sagrado Corán 30:21).
Por lo tanto
la relación y comunicación entre los padres, deberá ser afectuosa y mezclada con
compasión y clemencia, lo cual trae sosiego en el alma, calma los nervios, da
seguridad al espíritu y bienestar al cuerpo; así también provoca unión en la
familia, fortificación en sus bases y la duración en la existencia de su unidad.
El amor, el
afecto y la amabilidad, el respeto mutuo y la cooperación verdadera tendrán como
resultado la solución de todas las dificultades y terminación de los obstáculos
con los que puede toparse la familia. Y la existencia de una relación afectuosa
es considerada necesaria para la afirmación de la nivelación espiritual del
niño.
El Dr. Sak
dice: "El niño necesita en forma continua de la unión entre el padre y la
madre así como la afinidad y armonía entre ellos, lo cual le traerá una
tranquilidad fundamental para poder afrontar las vicisitudes de la
vida.”
El hombre y
la mujer deberán mantener una relación afectuosa durante todas las etapas de la
vida del niño, desde antes incluso de su nacimiento. El amor y afecto mutuo
entre los padres es una de las obligaciones divinas. Por ello, la continuación y
cumplimiento del mismo es dar una respuesta positiva y un acercamiento a Dios
Altísimo. El cuarto de los Inmaculados Imames, el Imam 'Ali Ibn Al-Husain (P)
aconsejó a este respecto lo siguiente: En
cuanto al derecho de la esposa, consiste en que sepas que Dios la hizo para tu
sosiego, tu reposo, tu intimidad y tu protección. Entonces, cada uno de vosotros
debe alabar a Dios por su cónyuge sabiendo que es una misericordia Suya. Es un
deber hacer el bien al cónyuge, que es una gracia de Dios. Debes respetarla y
ser benévolo con ella, aunque tu derecho sobre ella es mayor, y ella debe
obedecerte tanto en lo que tú quieres como en aquello que detestas mientras
no se trata de un pecado. Ella tiene derecho a la misericordia y a la
intimidad, siendo lugar de tranquilidad para satisfacer el placer que debe ser
satisfecho lo cual no puede ser evitado, y esto es algo muy
importante.
Las
Inmaculados Imames (P) hicieron énfasis en la continuación de las relaciones
amigables y afectuosas dentro de la familia, y sus consejos a este respecto son
tanto para los hombres como para las mujeres:
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "El mejor de entre ustedes es aquel que es bueno con sus
mujeres, y yo soy el mejor de entre ustedes con mis
esposas".
El Imam Sadiq
(P) expresó: "Dios sea clemente con el siervo que se comporta bien con su
esposa".
El noble
Profeta (BP) indicó: "Aquel que tome a una mujer por esposa deberá tratarla
con decoro".
Así también
dijo: "El Arcángel Gabriel me recomendó tanto respecto a las mujeres que
entendí que no es bueno darle el divorcio a menos que sea por algún pecado malo
evidente".
Por lo tanto
las palabras y recomendaciones del Ahlul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP), respecto a tratar
bien a la mujer y respetarla, es uno de los factores de la estabilidad del
afecto, el perdón y la amistad.
Los
Inmaculados Imames hicieron recomendaciones a la mujer que en caso de que las
realice perdurará para siempre el amor y afecto en la familia. El Mensajero del
Islam (BP) dijo: "En caso de que la mujer realice las cinco oraciones diarias
obligatorias y ayune durante el mes Santo de Ramadán, no peque y obedezca a su
esposo, entrará al Paraíso por la puerta que ella
elija".
Y también
dijo: "El Islam fue lo primero con lo que el hombre se benefició, y la mujer
musulmana, lo segundo. Cuando la ve se alegra, y cuando le ordena algo ella lo
acepta, y cuando se encuentra ausente cuida de su integridad y de los bienes de
su esposo".
El Mensajero
del Islam (BP) alienta a la mujer a seguir una conducta determinada con la
intención de influir en el corazón del marido y motivar sus sentimientos hacia
la continuidad del amor y la amabilidad.
Un hombre fue
a visitar al Profeta Muhammad (BP) y le dijo: "Tengo una esposa que cuando
llego a casa, sale a recibirme y cuando salgo de ella va a despedirme, y cuando
me ve triste pregunta: «¿Qué te entristece? Si estás preocupado por el sustento,
eso es obligación de Otro (Dios Todopoderoso) y si estás preocupado por la otra
vida, que Dios incremente tu preocupación»." El Mensajero del Islam (BP)
dijo: "Dale la buena nueva de que entrará en el Paraíso y dile: «Tú eres una
representante de las habitantes del Paraíso y todos los días te dan la
recompensa de setenta mártires»."
El Imam
Baquir (P) dijo: "El yihad (lucha santa) de la mujer es su buen
comportamiento ante el esposo".
Uno de los
factores que causan el fortalecimiento del amor y afecto en el hombre es la
atención que pone la mujer en él y la contestación afirmativa a sus deseos. El
Imam Sadiq (P) dijo: "La mejor mujer entre ustedes es aquella que cuando se
retira con su esposo deje a un lado el escudo del pudor, y cuando se vista se
cubra también con el pudor".
Por lo tanto
la mujer deberá mostrar respeto hacia la jerarquía del esposo, y dicho en otras
palabras deberá respetar el equilibrio entre el respeto y lo que no es su
obligación.
El Imam 'Ali
Ibn Al Husaîn (P) enlista los factores que fortalecen y profundizan el amor, el
afecto y el perdón dentro de la familia: "El hombre frente a su mujer no está
exento de tres cosas: (1) La armonía con ella a través de la cual atraiga el
deseo, la intimidad y buenas relaciones con la mujer. (2) La fidelidad hacia la
mujer para que cultive su amor. (3) La generosidad y el desprendimiento hacia
ella".
"La mujer
también frente a su esposo no está exenta de tres cosas: (1) Cuidarse de
cualquier contaminación para obtener la confianza y seguridad del esposo en
aquello que es aceptado y permitido y en lo que no lo es. (2) Respetar y cuidar
a su esposo, lo cual aleja a la mujer de los posibles pecados. (3) Mostrar amor
y afecto hacia el esposo a través de buenas palabras y la fidelidad en su
mirada".
Las
relaciones amigables y afectuosas durante toda la vida, en especial en la época
del embarazo y lactancia del infante, son indispensables, ya que la mujer
durante este período necesita más de tranquilidad y seguridad. Y esta
tranquilidad espiritual influye en el feto y en el niño durante el período de
lactancia.
Tercero:
Respetar los derechos y las obligaciones.
El Islam ha
otorgado a cada uno (hombre y mujer) derechos y obligaciones cuya consideración
esparce estabilidad y tranquilidad en la atmósfera familiar. La obligación moral
que siente la pareja respecto a este derecho y obligación cumple un papel
importante en la profundización de la unión y el fortalecimiento de las
relaciones amigables, y termina con muchas de las disputas y posibles tensiones.
Las tensiones y crisis producen efectos negativos dentro de la atmósfera de
tranquilidad de la familia, e influyen también negativamente en el equilibrio
espiritual del niño.
Entre uno de
los derechos más importantes del hombre podemos mencionar el derecho de la
vigilancia y supervisión de la familia. Dios Todopoderoso dice: Los
hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Dios
ha dado (desde el punto de vista del sistema social) a unos sobre otros y por
los bienes que gastan (en la manutención de ellas).
(S.Corán
4:34).
Por ello para la mujer es
obligatorio respetar esta autoridad del hombre que cumple con su responsabilidad
de manutención, ya que la rotación de la vida de la familia se detendrá al
trasgredirse esto. La obligación de manutención para el hombre concuerda con las
singularidades de su cuerpo y con las especialidades afectivas de cada uno de
ellos. Así también la mujer tiene la obligación de respetar este derecho del
hombre ante los hijos y con ello hacerlos tomar conciencia de la jerarquía del
padre.
Después del
derecho de manutención y cuidado, el derecho más importante que puede ser
considerado para el esposo es el asunto que mencionó el Profeta (BP) al
responder a una pregunta que realizó una mujer referente al derecho que tiene el
hombre por parte de la mujer. El Mensajero del Islam (BP) dijo: "La
obligación de la mujer es que obedezca a su esposo y no infrinja sus órdenes. No
debe dar como limosna nada de la propiedad de él, no debe realizar ayuno
preferente sin su permiso, deberá estar lista cuando él la necesita y cuando
quiera salir de la casa de su esposo deberá hacerlo con el consentimiento de
él".
Y también a
este respecto dijo: "El derecho del hombre sobre la mujer es que encienda las
lámparas de la casa (que sea la luz de su hogar) y cocine. Cuando el hombre
llega a casa se levante apresurada para recibirlo y le de la bienvenida, prepare
para él lo necesario y lo ayude a lavar sus manos, y esté lista para cuando la
requiere, a menos que se encuentre enferma (o
indispuesta)…."
Y también por
la importancia que tiene respetar este derecho, el Mensajero del Islam (BP)
dijo: "El cumplimiento del derecho hacia Dios por parte de la mujer, depende
del cumplimiento del derecho hacia su esposo".
El Islam ha
dado también a la mujer derechos que su marido debe respetar. El Imam Sadiq (P)
en respuesta Ishaq Ibn Ammár que preguntó las obligaciones que el hombre tiene
hacia la mujer dijo: "La obligación del hombre hacia la mujer es que la
sacie, le compre la ropa que necesita y perdone sus equivocaciones por
ignorancia".
El Mensajero
del Islam (BP) en respuesta a la pregunta que le hizo Jule hija de Aswad sobre
los derechos de la mujer dijo: "El derecho que debe cumplir él (tu esposo)
hacia ti es que te dé de la misma comida que él ingiere, te vista con la misma
ropa que se viste y no te grite ni te abofetee".
Otro de los
derechos que tiene la mujer es que el hombre se comporte bien con ella. El Imam
'Alí (P) en los consejos dados a su hijo el Imam Hasan (P) dijo: "Sin duda la
mujer es delicada al igual que una flor aromática y puede ser dañada. No es un
combatiente triunfador ni valiente en cualquier acto. Por lo tanto en toda
situación debes ser moderado y compórtate bien con ella para que tengan una vida
dulce".
Como otro de
los derechos que tiene la mujer y los hijos pueden mencionarse el saciar las
necesidades materiales de ellos. El Mensajero del Islam (BP) dijo: "El hombre
que se esfuerza por saciar las necesidades de su familia se asemeja al hombre
que lucha en el sendero de Dios".
Y también
dijo: "Aquel que prive a su familia, se encontrará fuera de la Clemencia de
Dios".
"El derecho
de la mujer por parte del hombre es que la sacie, la vista y no la critique (no
considere malos sus actos). Si cumple con estas tres cosas, ¡juro por Dios que
le ha dado su derecho!".
El
cumplimiento de la obligación moral de cada uno, hombre y mujer, en cuanto al
derecho del otro, es una necesidad que esparce la tranquilidad en la atmósfera
familiar trayendo consecuencias positivas. Y estas consecuencias los conducirán
hacia el esfuerzo por la felicidad de la familia y de los
hijos.
La
tranquilidad espiritual de la mujer durante el período del embarazo, lactancia y
durante la infancia del niño, influye en la estabilidad y tranquilidad
espiritual del niño, así como en la continuación de una vida bajo los consejos,
orientación y guía (en los programas) que los padres eligieron para él. Así su
personalidad adquiere estabilidad y sus pensamientos, sentimientos y
comportamiento serán embellecidos y carecerán de
defectos.
Cuarto:
Abstenerse de crear dificultades y discrepancias.
Las
dificultades y discrepancias crean una atmósfera convulsiva y oscura dentro de
la familia, la cual amenaza la tranquilidad y la unión de la misma, y muchas
veces es posible que llegue al rompimiento de la unión matrimonial y la
destrucción de la familia.
Estas
dificultades también son factor de preocupación en todos los miembros de la
familia, en especial en los niños. Ya que una situación intranquila y convulsiva
de cuya aparición son responsables tanto el padre como la madre, creará desorden
en la consistencia y equivalencia espiritual del niño en todos los períodos de
la vida, desde los primeros meses del embarazo hasta los primeros años después
de su nacimiento y el período posterior de éste.
Una atmósfera
intranquila creará efectos destructores en la personalidad futura del niño, y
"los comportamientos desordenados y las enfermedades espirituales que el niño
muestra en la edad de la juventud y afecta el futuro de sus vidas, son los
resultados de los actos equivocados de los padres y las madres, tales como las
peleas entre la pareja que hacen tensa la atmósfera de la familia y quitan la
tranquilidad espiritual del niño".
El erudito
psicólogo Gerard Fuyan dice: "La madre que no encuentre su lugar y jerarquía
dentro de la familia se asemeja a un ser humano, una madre y esposa, que no
puede sentir tranquilidad en el hogar".
El
sentimiento de seguridad y tranquilidad es uno de los principales factores para
la construcción de la personalidad equivalente y lógica del niño, y este
sentimiento desaparecerá en caso de que continúen las diferencias de opiniones y
las relaciones confusas. En una situación así, el niño se encuentra perplejo y
asombrado, ya que no sabe qué debe hacer. El no tiene fuerza para separarlos ni
concluir con su enemistad y riña –en especial cuando ésta es muy fuerte– ni
tampoco tiene el poder para ayudar a una de las dos partes que pelean. Además de
que cada uno de ellos, el padre o la madre, trata de atraer al niño para
demostrarle que es su derecho y acusar a la otra parte de ser el causante de las
diferencias y los problemas, y todo esto provoca un mal efecto en los
pensamientos y las decisiones del niño.
El Dr. Spak
dice: "Las clínicas de los psiquiatras son testigos de miles de estados en
los niños que crecen en familias desequilibradas y llenas de discrepancias.
Estos niños cuando llegan a la edad adulta entenderán que no son como las demás
personas normales. Por ello pierden la confianza en sí mismos y temen crear una
relación sentimental sana con otros, y en sus mentes cultivan el significado de
que la creación de una familia significa vivir en una casa cuyos integrantes
están unos en contra de otros, e intercambian insultos entre
sí".
Claro que las
diferencias de opiniones y disturbios familiares son distintas en cada familia,
y como consecuencia es diferente la manera en que éstas se manifiestan. Algunas
veces esta manifestación tiene lugar en forma de malas palabras y rudas, y
constantes insultos, y en otras en forma de peleas y diferentes castigos
corporales. Como resultado, los niños guardan dentro de sí mismos estos
comportamientos que se manifiestan cuando surgen las diferencias de opinión, y
los descubren en sus futuros comportamientos. Por ello es que en muchas de las
familias vemos que el hijo le falta el respeto a la madre o incluso la golpea, y
este mismo método lo utiliza en la edad adulta y con su esposa.
El Islam, con
el objeto de prevenir las diferencias y el surgimiento de las confusiones entre
el hombre y la mujer, o disminuir su número y sus efectos espirituales y
sentimentales, o terminar con ellos, ha utilizado un método avanzado. Ya dijimos
que el Islam ha insistido y determinado los derechos y obligaciones de cada uno,
hombre y mujer, para crear una relación afectuosa muy profunda dentro de la
familia Más importante aún es que diseñó un programa en el que describió el
método para elegir a la pareja, el cuál mencionaremos más
adelante.
El Islam se
encuentra firme en un método de estímulo para evitar el surgimiento de
diferencias, terminar por completo el inicio o dar fin a éstas después de su
aparición, y la realización de malos actos que provocan las diferencias o los
actos que son causa de la aparición de confusiones y
diferencias.
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "Los mejores hombres de mi comunidad son aquellos que no
son injustos ni desafían con los miembros de su familia, y son buenos y amables
con ellos".
El Imam
Muhammad Baquir (P) respecto a la tolerancia que debe tenerse ante un
irrespetuoso recomendó: "Pagar una mala obra con otra mala obra incrementa
las confusiones y las diferencias".
Y también
dijo: "El hombre que tolera escuchar malas palabras de su esposa aunque sea
en la medida de una palabra, Dios Todopoderoso lo salvará del Fuego del Infierno
y hará obligatorio para él el Paraíso".
El Mensajero
del Islam (BP) animaba a los hombres a tener paciencia y tolerancia ante el mal
carácter de sus esposas de la siguiente forma: "Aquel que muestre paciencia
ante el mal carácter de su mujer Dios le dará la misma recompensa que otorgó al
Profeta Job (P) por la paciencia que mostró ante las
calamidades".
Si el
Mensajero del Islam (BP) no hubiese hecho estas recomendaciones, la paciencia
ante el mal carácter de la mujer hubiese sido un acto fuera de lo normal. No
obstante con estas recomendaciones tal tolerancia por parte de un esposo
creyente es un acto bueno sin existir ningún insulto a la jerarquía y grado de
esposo. Por ello con consentimiento y satisfacción aguantan con
paciencia.
Seguir al
Mensajero del Islam (BP) en los métodos de conducta que aplicaba hacia sus
esposas termina con muchos disgustos, así también imitar la conducta de los
Inmaculados Imames (P).
El Imam Sadiq
(P) dijo: "Mi padre tenía una esposa que constantemente molestaba a este
honorable. Sin embargo él siempre la perdonaba".
El Mensajero
del Islam (BP) en una plática censuró los rudos reproches por parte del hombre
hacia su esposa y dijo: "El hombre que abofeteé a su esposa, Dios
Todopoderoso le ordena al encargado principal de cuidar el Fuego que le den
setenta bofetadas en el Fuego del Infierno".
El Imam Sadiq
(P) estimula al hombre y a la mujer para crear compatibilidad y alejarse de las
grandes discrepancias de la siguiente forma: "La mejor mujer de entre ustedes
es aquella que cuando se enoja o la enojan dice a su esposo: «Me entrego a ti:
no me delinearé los ojos hasta que estés complacido
conmigo»."
El Imam
Baquir (P) dijo: "El yihad (lucha santa) de la mujer es soportar el
celo y las molestias del esposo".
El Mensajero
del Islam (BP) en una plática negó a la mujer realizar actos que ocasionan
discrepancias: "La peor mujer de entre ustedes es aquella que con sus
familiares es pasiva y humilde y es altiva (orgullosa) con su esposo. Es la
mujer rencorosa que realiza todos los malos actos, que en la ausencia de su
esposo se embellece, y cuando está presente se muestre pura y abstinente, que no
escucha lo que le dice su esposo y no lo obedece. Cuando su esposo se encuentre
a solas con ella, se comporta igual que un potro salvaje y no deja que se le
acerque, no acepta disculpa y no perdona sus
errores".
El Mensajero
del Islam (BP) pidió a la mujer que no solicite a su esposo aquello que lo pone
en dificultades y le causa molestias, diciendo: "Cualquier mujer que en el
gasto de la casa pida algo que (su marido) no pueda adquirirlo (que le cause
dificultad) Dios no aceptará de ella ningún acto bondadoso a menos que se
arrepienta y pida a su esposo en la medida de sus
posibilidades".
Así también
el noble Profeta (BP) dijo que la mujer no debe echar en cara al esposo algún
favor realizado. El dijo (BP): "Si la mujer llevase como dote a casa de su
esposo todo el oro y la plata del mundo pero un día lo humilla diciendo: «¿Quién
eres tú? ¡Todo lo que tenemos es mío!», destruirá todos sus buenos actos aunque
sea de las personas más devotas, a menos que se arrepienta y le pida perdón a su
esposo".
El Mensajero
del Islam (BP) desaprobó a la mujer que se enfrentase a su esposo con palabras
venenosas que provocasen su cólera. El dijo (BP): "Dios no acepta ninguno de
los buenos actos de la mujer que moleste a su esposo con palabras venenosas a
menos que haga algo por complacer a su esposo".
Así también
este generoso negó a la mujer y al hombre que se separen, ya que este acto es el
inicio del trastorno y rompimiento de las relaciones familiares. El dijo (BPD):
"La mujer que se separe de su esposo injustamente, el día de la Resurrección se
encontrará en compañía de (los tiranos) Faraón, Haman y Garún en lo más profundo
del Fuego del Infierno, a menos que se arrepienta y
regrese".
Si se
respetan y obedecen en forma completa todas estas recomendaciones podrán hasta
cierto punto evitarse las discrepancias y disturbios. Y en caso de que la mujer
y el hombre no puedan respetar estas consideraciones, es mejor que los niños no
sean testigo de estas tensiones y conflictos, y no escuchen sus peleas,
calumnias y acusaciones. Se deberá explicar a los niños que la existencia de
discrepancias en la vida es un asunto natural y éstas no causan la pérdida del
afecto que sienten el uno hacia el otro. En cualquier forma es necesario para
los padres que en el período más corto se esfuercen para terminar por completo
con las discrepancias.
Quinto:
Evitar el divorcio
El Islam ha
prohibido el divorcio y terminar con las relaciones matrimoniales por motivos de
la influencia negativa que crea en cada uno: en el hombre, en la mujer, en el
niño y en la sociedad.
El divorcio
es el manantial de la causa de angustia, y de la preocupación espiritual,
afectuosa y del comportamiento del niño. El niño necesita en una misma medida de
la amistad y bondad por parte de cada uno de los padres. Pensar sólo en el
divorcio y en la separación de los padres produce en lo más interno de su
existencia preocupación y ansiedad. Por consiguiente, vivirá constantemente con
miedos e intranquilidades, los cuales causarán efectos negativos en la
estabilidad de sus sentimientos y en el equilibrio de su
personalidad.
El Islam
cuenta con un diseño y un programa especial para continuar con las relaciones
matrimoniales y la solidificación de éstas, así como para evitar la decisión del
divorcio, terminar con la unión del matrimonio y la destrucción de los
fundamentos de la familia. Es por ello que en diferentes situaciones ha negado
el divorcio. El Mensajero del Islam (BP) dijo: "El Arcángel Gabriel me
recomendó tanto respecto a las mujeres que estuve seguro que no es bueno darles
el divorcio a menos que sea por algún pecado malo
evidente".
El Imam Sadiq
(P) dijo: "De entre todo lo que Dios hizo permitido para el hombre ante Él no
existe nada peor que el divorcio, y Dios considera enemigo al hombre que
continuamente se divorcio y vuelve a casar".
Así también
este generoso Imam dijo: "A Dios Amado y Supremo le agrada la casa en la que
se lleva a cabo una boda, y le disgusta la casa en la que se realiza un
divorcio. No existe nada más detestable para Dios Exaltado sea que el
divorcio".
El Islam ha
alentado al hombre y a la mujer para que adopten un plan lógico y en esta forma
evitar el divorcio, y los ha invitado para fortalecer las relaciones afectivas y
resolver los problemas y dificultades que provocan el divorcio. Es por ello que
Dios Todopoderoso ordenó "una vida normal y buena" y dijo: ¡Comportaos con
ellas de manera correcta (humana y bondadosa)! Y si (por alguna razón) os
desagradan (no decidáis separaros de ellas inmediatamente). Quizás Dios Haya
puesto mucho bien en aquello que os disgusta.(S.Corán
4:19).
Y ha
enfatizado en la reconciliación y en preservar la unión familiar, diciendo:
Si una mujer tiene miedo de la rebeldía y aversión de parte de su marido, no hay
problemas en que se reconcilien, ya que la reconciliación es mejor (y es
preferible para ambos pasar por alto algunos de sus derechos y llegar a un
arreglo que les permita solucionar sus diferencias). (S.Corán
4:128).
Por ello la
paz y reconciliación son mejores que la separación, sobre todo considerando que
los corazones y sentimientos de los seres humanos en ocasiones y bajo
determinadas situaciones varían. El Islam ha enfatizado que se realicen pláticas
de reconciliación antes de que la pareja decida en forma definida tomar el
divorcio.
Dios Todopoderoso dice: Si teméis la discordia entre ambos, nombrad un árbitro de la familia de
él y otro de la familia de ella (para que investiguen los asuntos del
matrimonio). Si ambos deciden que deben reconciliarse, Dios les ayudará a esto a
fin de arreglar (la situación) entre los esposos. Pues en verdad Dios es
Sapientísimo, Está bien informado.
(S.Corán 4:35)
Si todos los
esfuerzos para reconciliar a la pareja fueron inútiles y no terminaron las
discrepancias, en este caso el divorcio es el único camino para la felicidad
tanto del hombre como de la mujer. Pero este también influirá tanto en el
espíritu como en el comportamiento del niño. Por ello el Islam dio una nueva
oportunidad al hombre para la reconciliar la vida matrimonial, y es así que
mientras la mujer esté en el período de ida' (espera: tres meses después
del divorcio) puede regresar con ella sin necesidad de ser pronunciado
nuevamente el contrato matrimonial. Así también puede después de terminado el
período de ida' regresar con su esposa con la condición de que se realice
un nuevo contrato matrimonial, así también previó la reconciliación para después
del primer y segundo divorcio.
Por ello
cuando fracasan todos los esfuerzos para lograr la reconciliación de la pareja,
y el divorcio es definitivo, el padre y la madre deberán tener cuidado de los
sentimientos de su hijo y centrar su cariño y amabilidad en él. Es necesario que
los dos preparen una situación similar para que el niño tenga fe en el bienestar
moral tanto de su padre como de su madre. Ya que el Islam considera prohibido el
calumniar, hablar mal a espaldas y difamar a alguien, y con la realización de un
método así el niño podrá soportar los daños del
divorcio.
Pero en caso
de que no hayan seguido un método como el mencionado y cada uno de ellos se
esfuerza en difamar al otro ante el niño, en el futuro este niño quizás sea un
enfermo que odie la vida y tenga un complejo de inferioridad, influyendo en él
la visión que tiene de sus padres. Por ello después de que se entere de los
malos comportamientos de sus padres, sentirá al mismo tiempo amor y odio hacia
ellos, y en la vida se encontrará constantemente inquieto e intranquilo,
incrementando su tristeza cada día más, e influirá en forma negativa en sus
futuras relaciones familiares y sociales.
Capítulo segundo:
Etapa precedente al matrimonio y el
embarazo.
El Islam
establece una serie de atenciones respecto al cuidado del bienestar corporal y
espiritual del niño desde antes de su nacimiento. Prepara un programa para su
crecimiento y desarrollo, así como las herramientas que lo protegen de muchos
factores de debilidad corporal y espiritual. Esto se inicia con la elección de
la pareja y continúa con el primer ambiente en el que niño se desarrolla (matriz
de la madre) que juega un papel muy importante y efectivo en el futuro y en la
continuación de su vida. Las especialidades de esta etapa podemos condensarlas
en los siguientes puntos:
Primero: La
etapa precedente al matrimonio.
Los
acontecimientos científicos y sociales han comprobado a través de numerosas
investigaciones efectos decisivos de la "herencia" y el "ambiente social" en la
formación y desarrollo del niño e influyen en todas las perspectivas corporales
y espirituales de éste.
Numerosas
cualidades del padre, de la madre y de sus ancestros son transmitidas a los
hijos; cualidades como: "inteligencia", "mal comportamiento", "personalidad
indefinida", "inestabilidad de intelecto", "naturaleza disciplinada",
"indulgencia", "flexibilidad". Podemos considerar que los progenitores y los
antepasados pueden ser los intermediarios favorables para esta transmisión o
bien que en los hijos existe la capacidad hacia estas
cualidades.
Debemos
agregar aquí las influencias de las costumbres y creencias (de los padres,
madres, antecesores) sobre los hijos como resultado de la repetición de los
actos. Por ello el Islam ha puesto énfasis en la elección del matrimonio, o sea
elegir una pareja de una familia que se desenvuelva en una atmósfera pura y
digna.
1. La
elección de la esposa.
El Islam en
sus enseñanzas destaca dos puntos en cuanto a la elección de la pareja: "el
efecto de la herencia" que la mujer lo llevaba en sí desde que vino al
mundo, y "el efecto de la sociedad" en la que ella vivió y de la cual
recibió influencias que moldearon su procedimiento y temperamento. El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "El mundo está lleno de mercancía y la mejor mercancía
es una mujer pura y digna".
Así también
este noble dijo: "Elige como esposa a la mujer que tenga dignidad (que
proceda de una familia honorable), ya que el linaje y la raza es una
intriga".
Las
características de los padres así como de los antecesores de la mujer es posible
que sean transmitidas a los hijos por medio de los
genes.
El Mensajero
del Islam (BP) acentuó elegir a la esposa de una familia honorable, ya que la
herencia influye en la edificación de la personalidad de la mujer y del niño que
traerá al mundo, y el método del noble Mensajero (BP) se fundaba en estas mismas
bases. Este generoso eligió a Jadiya como esposa, mujer digna y honorable de
quien nació la
Señora entre las señoras del mundo, o sea Fátima Zahra
(P).
Los
Inmaculados de Ahlul Bayt (P) siguieron también el mismo método del Mensajero
del Islam (BP), y eligieron a sus esposas de familias honorables.
El Islam
subraya que se elija a la mujer procedente de una familia pura y digna, pues de
ella la mujer hereda pureza y un buen comportamiento. A la vez, recomienda que
se evite tomar a aquella que procede de una familia indigna. Por ello el
Mensajero del Islam (BP) desaconsejó casarse con una mujer bella que creció en
una familia indigna, diciendo: "Eviten las hierbas que crecieron en los
basureros". Le preguntaron al Profeta: "¡Oh, Enviado de Dios! ¿Qué
significa las hierbas que crecieron en los basureros?" Dijo: "La mujer
bella que nació en una familia mala y ruin".
Las
narraciones enfatizan respecto a la persona que tiene religión como norma y
criterio para elegir a la pareja. El Mensajero del Islam (BP) alentaba a los
jóvenes a casarse con mujeres creyentes. Cuando un hombre con el propósito de
que este generoso lo aconsejase en el asunto del matrimonio, se presentó ante
él, el noble Mensajero (BP) le dijo: "Es mejor que te cases con una mujer que
tenga religión para que vivas con desahogo".
El Imam Sadiq
(P) en una plática consideró a la religión superior a la belleza, diciendo:
"En caso de que un hombre se case con una mujer por su riqueza o belleza,
llegará a obtenerlas. Pero si se casa con ella considerando la religiosidad de
la mujer, Dios Todopoderoso le dará tanto la belleza como la
riqueza".
Si la mujer
nació en una familia digna, y constantemente se adorna con las cualidades de la
creencia y religiosidad, sin duda su método de educar tendrá éxito y la
educación de los hijos por medio de ella armonizará con los fundamentos y reglas
que impuso en el campo de los asuntos educativos. Así también en el método
educacional que la mujer y el hombre acordaron, no se verá ningún defecto ni
contradicción, y la mujer (madre) estará deseosa de obtener éxito en los asuntos
educacionales considerándolos como una obligación religiosa con prioridad. Una
obligación como ésta la frenará de realizar cualquier acto negativo que influya
en el desarrollo sentimental y espiritual de los hijos.
2. Elección
del esposo.
El padre
representa un papel muy importante en la educación de los hijos y la creación de
una preparación espiritual en ellos. Por ello el Islam en las primeras etapas
para elegir al padre (esposo) ha recomendado que se basen en las normas
islámicas en las que deberá tomarse en cuenta la herencia y la sociedad en la
que se desarrolló así como las cualidades eminentes y dignas que tiene. Pues el
padre es la horma que los hijos seguirán y tanto su moral como sus
características serán reflejadas en ellos.
Además la
mujer (madre) durante el período que convivirá con el marido, adoptará algunas
de sus cualidades y caracteres, los cuáles influirán en ella. Por ello el Islam
al tiempo que enfatiza que la mujer sea creyente y tenga una religión, ha
recomendado también la religiosidad y abstinencia del esposo. En una narración
encontramos que un hombre fue a visitar el Imam Hasan Muytaba (P) y le dijo:
"¡Oh, hijo del Mensajero del Islam (BP)! Quiero dar en matrimonio a mi hija.
¿A quién es mejor dársela?" Este generoso respondió: "A alguien que tenga
religión y sea virtuoso –y continuó mencionando la razón y dijo– Si un
hombre así quiere a tu hija, la respetará y honrará, y si no la quiere, su
religiosidad y virtuosidad le impedirán oprimirla (y
maltratarla)".
En otro de
sus dichos este generoso Mensajero (BP) recomendó que realicen el contrato
matrimonial con aquellos que sean de su mismo nivel: "Dad esposa a vuestros
iguales y tomad esposas de ellos".
Así también
este noble Profeta (BP) presentó a los creyentes en un mismo nivel y dijo:
"Algunos de los creyentes se encuentran al mismo nivel que
otros".
Y también
este generoso respecto al casamiento de Yuwaiber y Zulfa que mencionaremos más
adelante, presentó al creyente al mismo nivel que el creyente, y al musulmán al
mismo nivel que el musulmán. Por lo tanto "al mismo nivel" significa
aquel que pertenece a una raza honorable, religiosa y que posee cualidades
humanas elevadas.
El Imam Sadiq
(P) prohibió dar a la hija en matrimonio a un hombre enfermo espiritualmente
(que duda de Dios) y dijo: "Tomen mujeres de los dudosos pero no den mujeres
a los dudosos, ya que las creencias y moral del hombre influyen sobre su esposa,
y el esposo anima a la mujer a aceptar su religión".
El Islam ha
considerado a la religiosidad como el criterio para elegir al esposo. El
Mensajero del Islam (BP) dijo: "Cuando un hombre venga a pedir la mano de
vuestra hija, si estáis de acuerdo con su religión y carácter, dadla en
matrimonio".
El Islam,
como es conocido, prohibió el matrimonio entre una mujer musulmana y un hombre
que no lo es. Esta prohibición tiene el objeto de mantener el bienestar de los
hijos y de la familia en cuanto a las creencias, comportamiento y efectos
espirituales y psíquicas, ya que la mujer (madre) y los hijos son influidos por
la forma de pensar y el método de conducta del esposo
(padre).
En efecto, el
Islam ha prohibido el matrimonio de una mujer creyente con un hombre incrédulo y
desviado de lo que dicta el Islam, con el propósito de mantener la salud mental
de la familia y de los hijos, y evitar una separación de espíritu y conducta. El
Imam Sadiq (P) vedó el matrimonio de una mujer con un hombre que ingiera bebidas
alcohólicas diciendo: "Aquel que de a su hija como esposa a un hombre
bebedor, sin duda ha cortado las relaciones".
La forma de
comportarse de un hombre corrupto influye negativamente en la salud de la
conducta de los niños, ya que su comportamiento se reflejará en ellos y un
hombre como éste no realizará esfuerzo alguno por educar a sus hijos. Además
tendrá grandes problemas y disturbios con su esposa que serán la causa del
incremento de intranquilidad dentro del ambiente familiar. Como consecuencia de
esa conducta, su vida matrimonial carecerá de la estabilidad, tranquilidad y
seguridad que los hijos necesitan para el desarrollo corporal, espiritual y
sentimental.
La costumbre
del Mensajero del Islam (BP) y de su Inmaculada familia estaba basada sobre los
fundamentos de la elección de una pareja (para sus hijos e hijas) que tuviese el
mismo nivel de creencias que ellos. Y fue esta la causa de que el generoso
Mensajero (BP) no dio en matrimonio a su hija Fátima Zahra (P) a ninguno de sus
grandes compañeros (adinerados), y como contestación a sus peticiones les decía
que ella esperaba la orden divina a este respecto. Finalmente por orden de Dios
Todopoderoso Fátima (P) contrajo nupcias con 'Alí (P).
Así también
este noble Profeta (BP) alentó a una de las conocidas mujeres musulmanas llamada
Zulfa hija de Ibn Labid uno de los hombres opulentos, con personalidad e
influyente de la
Ciudad de Medina que contrajese matrimonio con Yuwaiber el
indigente –que fuera de su religiosidad y virtudes no tenía dinero ni belleza–.
Zulfa era una muchacha muy hermosa, con gran personalidad, inteligente y
creyente. Cuando se enteró de lo que el generoso Profeta (BP) había ordenado sin
ninguna duda ni inseguridad dijo: "Lo que mande el Mensajero del Islam
(BP)".
3. Enamorarse
antes del embarazo y de la formación del hijo.
El Islam,
después del acto de elección de la pareja y basándose en sus valiosas normas,
adelanta paso a paso con el niño y en cada paso que da en el camino de la
creación y el desarrollo de éste, impone leyes y reglas que concuerdan con las
realidades y con el propósito del desarrollo saludable del niño, y tanto el
hombre como la mujer (los padres) deberán actuar basándose en estos. Dios
Altísimo dice: "Y entre Sus señales está el haberos creado cónyuges de
vuestra especie para que encontréis en ellos la tranquilidad, y Él puso entre
vosotros amor y compasión…" (S.Corán
30:21).
Dios
Todopoderoso colocó afecto entre el hombre y la mujer, apego de amor y cariño, e
intercambio de valiosos sentimientos y pasiones, y para perpetuar este afecto el
Islam invita a la pareja a que se una a través de los valores y las normas que
los métodos divinos determinaron en la vida.
Para el
primer paso de este afecto y unión entre el hombre y la mujer, el Islam ordena
la realización de determinadas acciones religiosas con el fin de que la
atracción entre ellos no se limite solo a lo físico y corporal. El primer acto
que se menciona es la realización de dos ciclos de oración meritorios para cada
uno de ello, luego agradecer a Dios y enviar saludos al Mensajero del Islam (BP)
y a su Inmaculada familia Ahlul Bayt (P), y después pronunciar la siguiente
súplica para que continúe su amor y afecto:
"¡Dios mío!
Dame como sustento la amistad, adaptación y conformidad de él (o ella), y haz
que esté satisfecho(a) de su conducta. Únenos en la mejor forma y Danos un fácil
enlace. Ciertamente a Ti te agrada lo permitido y te desagrada lo
prohibido".
Obligarse a
este acto en el primer encuentro que tienen, crea una atmósfera de seguridad,
estabilidad y tranquilidad, y no queda lugar para ninguna angustia. Como
consecuencia la primera noche después de la boda será una noche de intimidad,
amor, amistad y amabilidad.
El segundo
paso, que es la fase de las relaciones, continúa también con súplicas y es
preferible que el hombre (esposo) pronuncie esta
súplica:
"¡Dios mío!
Agrácianos con un hijo y Haz que sea virtuoso e inteligente, que su creación no
tenga defecto alguno, y que sea de los que entrarán en el
Paraíso".
La mejor
súplica cuando se inicia la relación es la honorable "Bismil.lahi Ar Rahman
Ar Rahim" (en el Nombre de Dios, el Clemente, el
Misericordioso).
Segundo: La
etapa del embarazo.
1. El origen
del embrión
Con el
propósito de que el embrión cuente con salud corporal y espiritual, el Islam
impuso un programa fácil que no crea ninguna obligación ni dificultad.
El Mensajero
del Islam (BP) prohibió que la mujer en la primera semana después del matrimonio
comiese productos lácteos, vinagre, cilantro y manzana agria, ya que estos
alimentos influyen en el retrazo del embarazo, producen nerviosismo y hacen
difícil el parto, así también provoca la aparición de algunas afecciones que
producen un efecto negativo en el embrión y el niño.
Asimismo, el
Mensajero del Islam (BP) y los Inmaculados de Ahlul Bayt (P) recomendaron
abstenerse de las relaciones en algunas ocasiones determinadas. Aunque estas
recomendaciones no llegan a ser prohibidas, pero en ellas existe gran
abominación, ya que provocan efectos negativos en la salud corporal y espiritual
del embrión. No obstante este generoso animaba a la gente a tener relaciones
fuera de estos momentos. Algunas de estas ocasiones abominables son:
·
desde el
amanecer hasta la salida del sol,
·
desde la
puesta del sol hasta que desaparece el color rojizo del cielo después de haber
bajado el sol,
·
inmediatamente
después del medio día,
·
durante un
eclipse lunar o solar,
·
cuando soplan
vientos negros, rojos y amarillos, cuando comienza a temblar.
Algunas de
estas ocasiones hacen efecto en los sentimientos del niño; en especial en los
momentos que se siente temor ya que el niño crecerá siendo inquieto, miedoso e
indeciso. Otras ocasiones provocan en el niño una tendencia a la lepra, idiotez
y locura.
El Islam ha
recomendado, en todos los momentos y antes de que el hombre y la mujer sostengan
una relación, recordar a Dios y pronunciar el "Bismil.lah…",
además ha recomendado la utilización de métodos que profundicen su amor y
afecto, y relaciones santas tales como: besar, abrazar, pronunciar palabras
delicadas y dulces.
2. El
primer lugar del niño
La
matriz es el primer lugar en donde se desarrolla el ser humano. Este lugar
provoca sus efectos positivos y negativos sobre el embrión. Ya que el
crecimiento y los movimientos del feto se realizan dentro de la matriz de la
madre, y el feto es considerado parte de la existencia de la madre, siendo esta
la causa por la que todas las condiciones de vida de la madre se reflejan en el
feto. Las investigaciones científicas han comprobado la influencia de la madre
sobre el crecimiento corporal y espiritual del feto. Por ello la intranquilidad,
tristeza, temor y demás cualidades de la madre influyen en la creación del
desorden sentimental y de conducta del niño. En conclusión en el feto influyen
las especialidades espirituales y cualquier factor positivo o negativo que
durante el período del embarazo haya sufrido la madre.
"Es posible
que la nerviosidad de la madre antes del nacimiento del niño dañe las fuerzas
vitales de éste al grado que lo convierta en un ser extremadamente nervioso. Con
esto podemos entender hasta que medida es necesario que la madre durante el
período del embarazo se encuentre lejos de pensamientos tristes, aflicciones y
dificultades, y se mantenga entusiasta y tranquila".
Los meses del
embarazo influirán positiva o negativamente en la estabilidad sentimental del
niño, y antes de que los sabios en psicología de nuestra época llegasen a
descubrir esta verdad, el Islam había enfatizado en ella. El Mensajero del Islam
(BP) dijo: "Miserable y desdichado es aquel que en el seno de su madre fue
infeliz, y dichoso y próspero es aquel que en el seno de su madre fue
feliz".
El
significado de "felicidad" e "infelicidad" en el seno de la madre es esa misma
influencia que recibe el feto, sea de la salud o carencia tanto espiritual como
corporal de la madre, de lo cual surge la capacidad de crueldad (infelicidad) o
felicidad. Algunas de las enfermedades corporales de la madre hacen efecto en el
niño, y es posible que el niño al nacer se vea afectado por ellas y las lleve
consigo hasta la vejez. En este caso puede decirse que estas enfermedades serán
el origen de su infelicidad. También puede ser que no se contagie y viva
saludable durante toda su vida.
Con el estado
espiritual y sentimental ocurre lo mismo. Nerviosidad o seguridad, tranquilidad
o intranquilidad, temor o valentía y otros estados, influyen en el feto y lo
acompañarán siempre. Esto marca la necesidad de crear un ambiente social
propicio y digno para salvar al feto de las influencias anteriores, o de lo
contrario se verá alejado y privado de la salud espiritual y
corporal.
Lo que
veremos a continuación son las sutilezas propuestas por el Islam con la
intención de alejar al feto de las influencias negativas para su desarrollo
corporal y espiritual.
A.
Poner
atención en la alimentación de la madre.
Una de las
realidades comprobadas es que la salud corporal del feto tiene una relación
directa con la salud de la madre, y el alimento es uno de los factores que
influyen en la salud de la madre. Hoy día vemos como la carestía y mala
nutrición en algunos países tales como Etiopía, Somalia, Ruanda y otros, hacen
un efecto manifiesto sobre la amenaza de salud hacia los niños. Las razones de
la debilidad física y muchas de las enfermedades corporales y defectos de
nacimiento en estos países tienen que ver con el hambre y la mala nutrición. Y
lo contrario a este asunto es también posible.
Es por ello
que Mensajero del Islam (BP) y los Inmaculados Imames de Ahlul Bayt (P) pusieron
especial atención en la alimentación de la mujer embarazada en especial al
alimento que influye en las cualidades espirituales y psicológicas del niño:
– El
membrillo:
El Mensajero
del Islam (BP) respecto al membrillo dijo: "Comed membrillo que esta fruta da
luz a la vista y hace crecer el amor y afecto en el corazón. Dad a vuestras
mujeres embarazadas membrillo que embellecerá a vuestros
hijos".
– El
incienso:
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "A vuestras mujeres embarazadas dadles incienso, que
incrementa el intelecto del niño".
El Imam Musa
Ar Rida (P) dijo: "A vuestra mujeres dadles incienso que en caso de que el
feto sea niño será puro de corazón, sabio y valiente. Y en caso de que sea niña
tendrá buena cara y carácter, grandes caderas y será querida por su
esposo".
– El
dátil:
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "En el último mes del embarazo dadle de comer dátiles a
vuestra mujer que su hijo será paciente y puro".
Los
Inmaculados de la familia del Profeta (BP) dieron una lista completa de los
diversos alimentos benéficos para la salud corporal, que se encuentra en el
libro "Al Kafi" y "Makarim al Ajlaq" en la parte de "comidas
y bebidas", tales como: la granada, el higo, las uvas, las pasas, los
granos, betabel y otras frutas. Así también la carne, trigo cocido con carne y
las verduras. Por otro lado, vedaron utilizar alimentos que perjudiquen la salud
tanto espiritual como corporal, tales como: carne de animal muerto (no
sacrificado), sangre, carne de puerco, bebidas alcohólicas y cualquier alimento
o bebida prohibida que se encuentre en el Sagrado Corán y en la honorable
costumbre del Profeta (BP).
B.
Poner
atención a la salud espiritual de la mujer
embarazada.
Tener una
casa grande:
El Imam Sadiq
(P) dijo: "Una de las felicidades del hombre es que tenga una casa grande y
amplia".
También este
mismo Imam dijo: "Tener una casa amplia provoca tranquilidad y calma en el
creyente".
Una de las
realidades comprobadas hoy día son los efectos de felicidad que producen en el
hombre el tener una casa amplia, mientras que el Islam desde hace más de mil
cuatrocientos años enfatizó en este asunto. En caso de que la sociedad sea
islámica, el Islam fundamenta y programa un método de vida que juega un papel
determinante en la "unión de la sociedad", para llegar a este propósito (o sea
tener una casa grade) y otras necesidades de la gente.
Claro está en
caso de que el esposo no cuente con las posibilidades para comprar o rentar una
casa grande existe esta posibilidad de que asegure a su esposa que trabajando y
esforzándose más llegará a tenerla, y con ello cree esperanzas en ella. O el que
la anime a tener paciencia y soportar las dificultades de la indigencia y llegar
a obtener la recompensa y caridad que Dios prometió, comportamiento que le dará
a ella –a pesar de que la casa sea pequeña– tranquilidad y seguridad.
Preparar los
accesorios necesarios para vivir:
'Abdul.lah
Ibn 'Ata' dijo: "Fui a visitar al Imam Baquir (P). En casa de este generoso
ví almohadas, cojines, una alfombra de pleitas y otros accesorios para su
comodidad. Pregunté: "¿Qué es todo esto?" Dijo: "Son accesorios y bienes de mi
señora".
Los
accesorios que normalmente la señora de la casa necesita tales como cojines,
almohadas, alfombras de lana con diferentes colores, bellos vestidos y otras
cosas que provocan su tranquilidad y felicidad, deberán ser preparados por el
hombre en la medida de sus posibilidades. En caso de que el esposo no cuente con
las posibilidades monetarias para preparar todo esto o al menos una parte de
ellos, el hombre deberá alegrar y persuadir a la mujer con los favores que Dios
prometió para ella en la otra vida. Además de que puede plantar en el corazón y
el alma de ella la semilla de la esperanza y el deseo respecto a que la
situación se mejorará y que en un futuro preparará las necesidades.
Buen
comportamiento hacia la mujer:
El buen
comportamiento hacia la mujer en especial la mujer embarazada creará una vida
acompañada de felicidad, llena de satisfacción y complacencia, seguridad y
tranquilidad, que no dará cabida a la inquietud ni la preocupación en su
corazón.
El Imam
Sayyad (P) dijo: “En
cuanto al derecho de la esposa, consiste en que sepas que Dios la hizo para tu
sosiego, tu reposo, tu intimidad y tu protección. Entonces, cada uno de vosotros
debe alabar a Dios por su cónyuge sabiendo que es una misericordia Suya. Es un
deber hacer el bien al cónyuge, que es una gracia de Dios. Debes respetarla y
ser benévolo con ella... Ella tiene derecho a la misericordia y a la intimidad,
siendo lugar de tranquilidad para satisfacer el placer que debe ser satisfecho
lo cual no puede ser evitado, y esto es algo importante.”
El buen
comportamiento hacia la mujer con un buen proceder, moderado, hablarle con
buenas palabras, respetarla y darle un puesto adecuado a ella, y aceptarla como
la socia de su vida, se encuentra dentro de la preparación material y
espiritual. Así también el esposo debe ver a la mujer al igual que lo hace el
Islam y hasta donde le sea posible hacer del ambiente del hogar un ambiente
lleno de felicidad, amor y perdón. Debe contentar el corazón de la mujer así
como guardar sus secretos.
Estos asuntos
y otros parecidos son parte de las enseñanzas del Islam y de los asuntos que
esta religión enfatizó respetar. Además, el esposo deberá ayudar a la mujer en
algunas labores del hogar que ella no puede realizar sola, y llegar a un acuerdo
para resolver los problemas en tal forma que no la irrite. Deberá evitar aquello
que provoca un golpe espiritual en ella tal y como mostrarse celoso sin razón,
tener arrebatos de ira, violencia, enojo o no darle sus derechos.
Capítulo tercero:
Etapa posterior al parto y la lactancia.
Esta etapa,
que se presenta inmediatamente después del embarazo, es el primer "ambiente
social" que contiene al niño. En esta etapa las bases de la formación corporal,
intelectual y social del niño toman forma y provocan en su futuro un efecto
decisivo tanto en la nivelación espiritual como en el desarrollo sentimental de
éste. El método islámico (la enseñanza y educación) en esta etapa presta
especial atención hacia el niño, que se presenta en los siguientes
pasos:
1. Las
costumbres después del nacimiento
Las
costumbres después del nacimiento del niño se realizan durante los primeros
siete días después de su nacimiento, con el propósito de cuidar de la salud
corporal y espiritual de éste. Lo primero que los padres deben hacer, es
pronunciar el nombre de Dios en el oído del bebé. El Mensajero del Islam (BP)
dijo: "Aquel que es agraciado con un hijo deberá pronunciar en el oído
derecho del niño el Adhan o llamado a la oración y en el oído izquierdo el
Iqamah. Este acto lo protegerá de las tentaciones del maldito
Demonio".
Por la
importancia que tiene pronunciar en los oídos del niño el Adhan y Iqamah, el
Mensajero del Islam (BP), además de otras muchas recomendaciones que hizo a 'Alí
(P), acentuó también en este asunto: "¡Oh, 'Alí! Si eres agraciado con un
hijo o una hija, en su oído derecho pronuncia el Adhan y en el izquierdo el
Iqamah. Así el Demonio nunca podrá dañarlo".
Proteger al
niño del Demonio, significa protegerlo del descarrío a través del
fortalecimiento de sus decisiones. Si bien los sabios en psicología y educación
no han mencionado este tipo de recomendaciones, pero éstas son realidades
comprobadas repetidamente por aquellos que utilizaron este método de educación
–tomando en cuenta otras recomendaciones– durante todo el período de la niñez.
Es preferible
poner al niño el mejor nombre y no existe mejor nombre que "Muhammad" que es el
nombre del Mensajero de Dios (BP).
El Imam Sadiq
(P) dijo: "En caso de que nazca de entre nosotros (los Imames) un hijo varón,
durante la primer semana lo llamamos Muhammad, después si queramos, cambiamos su
nombre o le dejamos ese nombre".
El noble
Profeta (BP) en una plática hizo hincapié en el nombre que se elige para los
hijos y dijo: "Aquel que tenga cuatro hijos varones y no ponga mi nombre a
ninguno de ellos ha sido cruel hacia mi".
Los Imames
(P) alentaban a los musulmanes a nombrar a sus hijos e hijas con los siguientes
nombres: Abdu Ar Rahman que significa Siervo del Clemente y demás nombres que
muestran sumisión y cualidades divinas; Muhammad, Ahmad, 'Alí, Hasan, Husaîn,
Ya'far, Tâlib y Fátima.
Por otra
parte recomendaban evitar los siguientes nombres: Hakam, Hakim, Jalid, Malik y
Hariz.
Un nombre
bello y bueno dado al niño evita que los demás se burlen de él. Por consiguiente
el niño no siente falta ni deficiencia alguna. No obstante, este sentimiento
puede encontrarse en los nombres feos.
Otra de las
costumbres después del nacimiento es el aqiqah o sea sacrificar a un
cordero y cortar el cabello del niño por esta causa. Las palabras del Imam Sadiq
(P) son testigo de esta costumbre: "Realiza el aqiqah para el niño el
séptimo día después de su nacimiento. Corta su cabello, pésalo y en esa misma
medida da plata como limosna (sadiqah)".
El
aqiqah, que se considera como una limosna, inmuniza al niño de las
calamidades y daños. Tal vez este acto haga un efecto positivo en la naturaleza
del niño cuando crezca y entienda hasta que medida sus padres le pusieron
atención. Por otra parte quedará un buen recuerdo en las mentes de aquellos que
participaron en la fiesta del aqiqah del niño y se satisficieron con la
carne del animal sacrificado.
Otra
costumbre después del nacimiento es realizar la circuncisión en los niños. El
Imam Sadiq (P) dijo: "Haz la circuncisión a tu hijo durante la primera semana
después de su nacimiento, que esto es más limpio para él y más benéfico para el
crecimiento de su carne".
2.
Insistencia en la leche materna.
Durante los
primeros meses después del nacimiento del niño la leche materna es la fuente más
completa, importante e insustituible de su alimentación. Entre todas las leches
la mejor es la materna. Además, el acto de amamantar influye en la perspectiva
sentimental del niño. La madre, por el instinto maternal que Dios Todopoderoso
depositó en la mujer, es la persona idónea para transmitir cariño, amabilidad y
calor sentimental al niño, ya que desde los primeros días del amamantamiento da
forma a las bases de la comprensión y de los sentimientos del
niño.
Las
relaciones sentimentales entre la madre y el niño se fortalecen a través de la
lactancia. Así, el niño se ve menos atacado de crisis sentimentales y continúa
tranquilamente su crecimiento.
Las
narraciones y recomendaciones de los Inmaculados Imames (P) han enfatizado en la
importancia de la leche materna.
El Imam 'Alí
(P) dijo: "Ninguna leche para la crianza del niño es más bendita que la leche
materna".
La leche
materna, desde la perspectiva científica, es el mejor alimento para el niño.
Además de que el niño cuando está mamando percibe un sentimiento de seguridad y
tranquilidad.
En algunas
situaciones excepcionales que la madre no puede amamantar al niño, ya sea por
tener poca leche, por enfermedad o porque la madre haya muerto o se haya
divorciado, los Inmaculados Imames (P) enfatizaron en elegir a una ama de leche
apropiada con singularidades especiales.
El Imam 'Alí
(P) dijo: "Tened cuidado en quién amamanta a vuestro hijo, ya que el niño
crecerá por medio de esa leche".
Por lo tanto
la leche y la nodriza, tanto desde el punto de vista corporal como espiritual,
influyen en el niño y las experiencias comprobaron la veracidad de las
enseñanzas de los Inmaculados Imames (P) a este
respecto.
Los
Inmaculados Imames (P) mencionaron las especialidades y cualidades que deben
tener el ama de leche elegida.
El Imam Baqir
(P) dijo: "Para tu hijo encuentra una bella nodriza, y abstente de contratar
a una fea, pues la leche en ocasiones provoca
enemistad".
Este mismo
Imam dijo: "Recurrid a las nodrizas buenas y puras ya que la leche ocasiona
enemistad".
Los
Inmaculados Imames (P) desaconsejaron emplear a algunas nodrizas. El Imam Sadiq
(P) vedó que se contrataran amas de leche zoroástricas. 'Abdul.lah Ibn Hilal
dijo haber preguntado al Imam Sadiq (P) respecto a contratar a una nodriza de
los zoroastrianos. Dijo: "No es conveniente. Sin embargo no hay problema si
contratáis a una mujer de Ahl Kitab (judíos y cristianos)".
Claro está
este Imam puso como condición para contratar a una nodriza de las mujeres de
Ahl Kitab, que durante el periodo de amamantar al niño debían abstenerse
de ingerir alcohol y dijo: "Cuando amamantan a vuestro hijo prohibidles que
ingieran bebidas alcohólicas",
'Alí Ibn
Ya'far también dijo haber preguntado al Imam Kazim (P): "¿Acaso es conveniente
que una familia musulmana tome como nodriza a las mujeres judías o cristianas
que ingieren alcohol?"
Respondió:
"Mientras dure el contrato de nodriza con vosotros, prohibidles que ingieran
bebidas alcohólicas".
El Imam Sadiq
(P) vedó contratar a nodrizas prostitutas y a mujeres que tengan leche como
resultado de una fornicación y dijo: "No contratéis a esta mujer ni a su hija
como nodriza".
El Imam
Baquir (P) dijo: "La leche de una mujer judía, cristiana y zoroastra son ante
mí mejores que la leche producto de una
fornicación".
La sabiduría
de la prohibición se encuentra oculta en los efectos que provoca la leche sobre
la naturaleza del infante; ya que la mujer fornicadora está siempre, desde el
primer día en que fue concebido el embrión, en un estado de turbación,
preocupación espiritual y conciente respecto al pecado que ha realizado. Y
continúa en este estado durante todo el período del embarazo hasta el momento
del nacimiento. Esta turbación y preocupación se reflejará en el balance
espiritual del niño.
El Mensajero
del Islam (BP) prohibió que mujeres fornicadoras o locas fueran contratadas como
nodrizas y dijo: "Evitad que vuestros hijos sean amamantados por mujeres
fornicadoras y locas, ya que la leche hace efecto".
Y también
dijo: "No contratéis como ama de leche a mujeres cortas de inteligencia, pues
el hijo crece por medio de esa leche".
El Imam
Baquir (P) dijo: "El Imam 'Alí (P) siempre decía: "No toméis como amas de
leche a las mujeres de corta inteligencia, pues la leche domina la naturaleza
del infante".
Los médicos
enfatizan que la madre deberá estar en completa tranquilidad al amamantar al
niño, deberá tocar y acariciar la cara del niño con delicadeza y evitar
voltearlo hacia el pecho y obligarlo a mamar ya que esto hará que el niño se
sienta perplejo y turbado.
Los
Inmaculados Imames (P) presentaron un programa de la forma de amamantar y su
duración. Este programa consta en el amamantamiento a través de los dos pechos y
durante veintiún meses. El Imam Sadiq (P) dijo a Umm Ishaq madre de Sulaiman:
"¡Oh, Umm Ishaq! No amamantes al niño sólo de un pecho, sino de los dos, pues
uno es comida para él y el otro agua y bebida".
Así también
este noble Imam dijo: "El período de la lactancia es de veintiún meses, y
menos de este tiempo es una injusticia hacia el
niño".
El período de
amamantamiento influye positivamente sobre el estado espiritual y sentimental
del niño. Este período es considerado uno de los más importantes en la
construcción sentimental del niño, ya que la madre lo sienta sobre su regazo y
lo oprime en su pecho y es así como constantemente le transmite su amor y
amabilidad mientras que el niño siente el calor del cariño.
A este
respecto la Dra.
Louisa Cablán, experta en psicología, dice: "El niño que
durante los dos primeros años de su vida tiene las bendiciones de sentir el
cariño de la madre que aumenta diariamente, se siente seguro y normalmente no
siente temor, preocupación ni aprehensión, y cuando llegue a cumplir 3 o 4 años
se comportará en forma normal. El niño que siente tranquilidad adquirirá
seguridad en sí mismo y fácilmente podrá relacionarse con las demás personas y
tener amistad con los niños de su misma edad".
En esta etapa
es necesario cantarle al niño canciones de cuna ya que en el futuro influirán en
el desarrollo de su habla e inteligencia. Fátima Zahra (P) le cantaba al Imam
Hasan (P) la siguiente canción de cuna: "¡Oh, Hasan! Sé igual que tu padre
'Alí, compórtate con justicia, adora a Dios Generoso y no hagas amistad con el
enemigo rencoroso".
Y para el
Imam Husain (P) le cantaba lo siguiente: "Tú te pareces más a mi padre (el
Mensajero del Islam -BP-) que a tu padre 'Alí el Comandante de los
Creyentes".
Los
Inmaculados Imames (P), como se ha informado, enfatizaron en crear una relación
amistosa y afectuosa entre los padres y alejarse de los problemas que influyen
en la salud espiritual de los dos, en especial de la madre, ya que las
reacciones turbias así como las preocupaciones espirituales durante el período
de lactancia repercutirán en el niño.
Así también
en esta etapa los Inmaculados Imames (P) recomendaron que se preste importancia
a la alimentación de la madre, ya que la alimentación es considerada la fuente
principal de producción de la leche desde la perspectiva de su calidad y medida.
Y enfatizaron incluir dátil dentro del programa de alimentación de la madre, por
el efecto que provoca éste sobre el lactante.
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "Lo primero que debe comer la mujer después de haber
dado a luz es un dátil fresco". Preguntaron; "¡Oh, Mensajero del Islam! ¿Qué
debemos hacer en caso de que no sea época del dátil fresco?" "Deberá darle
siete dátiles de Medina. En caso de que no lo haya deberá darle siete dátiles de
la Ciudad de
Hatan".
El Imam Sadiq
(P) recomendó comer un tipo de los dátiles llamado berní y dijo: "Dad
a vuestras mujeres dátiles berní después de haber dado a luz, que
vuestros hijos se volverán pacientes".
Este mismo
Imam en otra narración dijo: "Dad de comer a vuestras mujeres dátiles
berní para que vuestros hijos se pongan
bellos".
Los
Inmaculados Imames (P) nos dejaron una lista de las comidas importantes para el
desarrollo y la salud corporal.
El pan de
cebada previene el contagio de enfermedades; la harina de trigo incrementa la
carne del cuerpo, fortalece los huesos y facilita la digestión; la harina de
lentejas baja la presión y disminuye la temperatura del cuerpo; las carnes en
especial la del francolín apacigua el enojo; trigo cocido con carne da al cuerpo
regocijo y frescura; las aceitunas expulsan los aires del cuerpo; las uvas
apaciguan el enojo y el membrillo fortalece el corazón; la lechuga limpia la
sangre. Así también enfatizaron en ingerir miel, huevos, leche y demás frutas.
Los beneficios de estos alimentos ingeridos por la madre son transmitidos al
niño a través de la leche materna.
En conclusión es necesario
poner atención en la leche de la madre para alimentar a los lactantes y en caso
de que exista algún impedimento es mejor contratar a una nodriza creyente y
saludable y que no padezca ninguna enfermedad corporal ni espiritual. En caso de
que no sea posible, deberá contratarse a una nodriza, aunque no sea musulmana,
con la condición de prohibirle ingerir bebidas alcohólicas y cualquier otra cosa
que sea perjudicial para el niño.
Poner seria
atención en la salud corporal y espiritual de la madre y proveer los alimentos
necesarios para la producción de una leche pura y colmada de vitaminas y efectos
positivos que influirán en la salud corporal y espiritual del
niño.
Capítulo cuarto: La etapa de la infancia.
Con la
terminación de la etapa de la lactancia, se inicia la etapa de la infancia, la
cual continúa hasta que el niño cumple seis o siente años de edad. Esta etapa es
considerada una de las más importantes para la educación del lenguaje, el
intelecto y la sociabilidad del niño. En esta etapa toma forma la construcción
espiritual fundamentada en las bases de la salud espiritual y moral del niño.
Esta etapa exige una atención especial por parte de los padres. Deben educar a
sus hijos creando en ellos las bases necesarias para transformarlos en elementos
activos dentro del ambiente social.
Los títulos
educacionales de la segunda etapa, se evidencian con el método educativo que
mencionamos a continuación:
Primero:
Enseñar al niño a conocer a Dios.
El niño al
nacer en forma natural e innata cree en Dios. Cuando inicia sus preguntas
respecto a su creación, a la de sus padres y a las cosas del mundo que lo
rodean, es cuando su intelecto limitado se prepara para aceptar los pensamientos
de Dios y su Creador. Los sabios religiosos y psicólogos dicen: "Los padres
tienen la obligación de responder a las preguntas que el niño realiza respecto a
Dios y el Creador del Universo –en la medida del entendimiento limitado de
éste–, y deben aprovechar ese momento para plantar en su corazón las semillas de
la fe".
"La fe en
Dios es uno de los valores más valiosos que deberá plantarse en el corazón del
niño para que de frutos… Esta fe en el futuro le otorgará esperanzas para vivir
y confianza en Dios, creándose en él una barrera religiosa que evitará que
realice pecados".
Es mejor que
la enseñanza y educación en esta etapa se realicen sin prisa y siguiendo un
método constante y conveniente con el desarrollo intelectual y la medida de
madurez de su lengua.
El Imam
Baquir (P) presenta a esta constancia y persistencia en la enseñanza de la
siguiente forma: "Cuando un niño llega a la edad de los 3 años se le enseña
que diga siete veces La il.lah ila al.lah (no hay dios más que Al.lah).
Luego se lo deja hasta que llega a los 3 años 7 meses y 20 días, y entonces se
le enseña a decir siete veces Muhammad Rasulil.lah (Muhammad el Mensajero
de Dios). Se le deja hasta que cumple 4 años. A esta edad se le enseña que diga
7 veces Salal.lahi 'ala Muhammad wa Alehi (Saludos de Dios sean para
Muhammad y su familia). Se le deja hasta que cumple los 5 años, entonces se le
pregunta cual es su mano derecha e izquierda. Si puede distinguir entre las dos
se le voltea hacia la
Qibla y se le pide que se prosterne. Después se le deja hasta
que cumple los 7 años. Al final de los 7 años se le dice que él mismo lave su
cara y sus manos. Cuando pueda hacerlo se le dice que realice la oración.
Entonces se le deja libre hasta que cumple los 9 años. Al final de los 9 años se
le enseña a tomar la ablución y efectuar la oración. En caso de que no lo haga
deberá pegársele. Ya que si aprenda a realizar la ablución y a hacer su oración
Dios perdonará sus pecados y los de sus padres.
Insha'al.lah".
La exactitud
de un método de enseñanza como éste ha sido comprobada también por la enseñanza
psicológica actual:
"El niño a la
edad de los 2 años desde el punto de vista del lenguaje podrá expresarse sus
sentimientos respecto a muchas cosas y relaciones entre estas… y al final de los
3 años puede formar oraciones utilizando las reglas gramaticales comunes. Esta
preparación le permite la formación de oraciones sencillas y
correctas".
En su
educación es necesario y urgente fortalecer y profundizar la fe del niño en
Dios. El niño en esta etapa imita a los padres en los diferentes asuntos, siendo
uno de estos la fe en Dios.
El Dr. Spak
dice: "El campo en el que el niño siente amor y fe en Dios es el mismo campo
que los padres sienten".
Entonces
agrega: "Entre los 3 y 6 años el niño se esfuerza por imitar a los padres en
todos los aspectos. Si los padres le hablan de Dios, la fe del niño será
exactamente en la misma forma que le enseñaron a través de sus
palabras".
El niño en
esta etapa constantemente es atraído por una relación amable y amigable, hasta
que sea querido por todos, y considerado superior y mejor que
todos.
"Enfatizar en
Sus cualidades especiales tal como Clemente, Amable, Perdonador en el nivel
Supremo de Él, y hasta donde sea posible evitar decir cualidades negativas tales
como castigo, venganza divina".
En conclusión
la imagen de Dios que el niño tendrá en su mente será una imagen bella de que
Dios lo quiere. Esto incrementa en su mente la esencia pura de Dios y lo
imaginará Concedente de amistad y clemencia hacia él.
Si queremos
crear una imagen del Día de la Resurrección en la mente del
niño es mejor que hablemos de los favores del Paraíso, y todo aquello que
concuerde con su deseo como por ejemplo los alimentos, las bebidas, los juegos y
cosas parecidas. Hay que decirle que si es una persona buena y respeta las
formalidades islámicas llegará al Paraíso, y en caso contrario se verá privado
de éste.
En cuanto al
fuego del Infierno y el castigo divino, es mejor que dejemos su enseñanza para
otra etapa de su vida.
Segundo:
Insistir en la amistad con el Mensajero del Islam (BP) y con su Inmaculada
Familia (P).
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "Educad a vuestros hijos con tres atributos: el amor
hacia su Profeta (BP), el amor hacia mi Inmaculada Familia (P) y la recitación
del Sagrado Corán".
En esta etapa
se desarrollan el entendimiento y los sentimientos del niño. Sentimientos tales
como: amistad y enemistad, simpatía y antipatía, ánimo emprendedor y desgano,
etc. Es mejor que en esta etapa los padres aprovechen los estados y las
capacidades sentimentales del niño e incrementen su entendimiento y sentimientos
dirigiéndolo hacia los mejores ejemplos de seres humanos. En lo más profundo de
su alma deben colocar el amor hacia el Mensajero del Islam (BP) y hacia su
Inmaculada Familia (P).
El mejor
método es insistir en la amistad hacia el Mensajero del Islam (BP) y su
Inmaculada Familia (P), explicarle el lugar que ocupan y su forma de
comportamiento en la sociedad. En especial deberá ponerse atención en lo
clementes, atentos y dadivosos que eran, los dolores y privaciones que
sufrieron, así como la enemistad de otros hacia ellos. El niño será formado con
amor hacia ellos y se sentirá cerca de ellos, será enemigo de los incrédulos y
los corruptos que los molestaron.
Insistir en
la recitación del Corán cuando son aún niños, en especial en las aleyas y suras
que entienden su significado, hace que el niño sea atraído por el Libro de Dios
y quiera saber lo que está escrito en él.
Ha sido
comprobado el poder que posee el niño en la repetición y memorización de aquello
que oye. Entonces el niño crece con amor hacia el Sagrado Corán y es atraído
hacia él, mientras que el significado y los valores coránicos se reflejarán en
sus pensamientos y comportamientos.
Tercero:
Educar al niño basándose en la obediencia a los
padres.
Los padres
tienen una obligación mayor en la educación del niño y sienten el peso de esta
obligación sobre sus hombros. Ellos son los que forman la personalidad futura
del niño. La escuela y el medio ambiente social juegan un papel secundario en la
educación de los niños.
Si el niño no
se acostumbra a obedecer a los padres, los consejos, las guías y las órdenes
reformatorias y educativas de ellos no serán aceptadas por él. Esto ocasionará
muchos problemas para sí mismo, para sus padres y para la sociedad, pisoteará
los valores y pasará por alto todas las leyes, costumbres y hábitos impuestos y
aceptados por parte del gobierno y la sociedad.
El Imam Hasan
Askarí (P) dijo: "La osadía del niño hacia el padre en los primeros años de
su vida lo hará estar en contra de éste cuando sea
adulto".
El Imam
Baquir (P) dijo: "…los peores hijos son aquellos que sus propios errores y
faltas lo ponen en contra de sus padres".
La educación
del niño basada en la obediencia e imitación de los padres necesita de un
esfuerzo constante por parte de los padres, para acostumbrarlo a este acto, ya
que el niño en esta etapa de su vida está edificando la personalidad e
independencia natural de sí mismo. Por ello necesita de una ayuda mayor por
parte de los padres. Las mejores herramientas para que el niño practique son la
obediencia a ellos y el respeto, y que sienta que se le tiene amor y
cariño.
El Dr. Iasri
'Abdul Muhsin dice: "Los factores más importantes que ayudan al niño a
obedecer son… el amor y amistad que siente por parte de todos los miembros de la
familia".
Los medios
que incitan a la obediencia son: "la seguridad", "el cariño", "la posición", "la
libertad" y "la necesidad de un poder controlador".
El Dr. Fajer
'Aqil presentó estas necesidades de la siguiente forma: "La necesidad de
estabilización innata o jerarquía (individual y social), el que expresen su
existencia y su rango, y le muestren atención… y la necesidad de seguridad, amor
e independencia".
Por lo tanto
si el niño siente por parte de los padres amor, amistad y conoce la jerarquía
especial que ocupa, se esforzará por mantener este rango con el propósito de
conservar la aceptación por parte de los padres. El mejor ejemplo de aceptación
es el obedecimiento hacia ellos. En conclusión los padres son, para la educación
del niño, los fundamentos para el obedecimiento y
cumplimiento.
El Mensajero
del Islam (BP) dijo: "Dios perdone a los padres que enseñaron a sus hijos a
comportarse bien hacia sus padres".
El método
para ayudar al hijo debe ser tal y como el Mensajero del Islam (BP) determinó:
"Dios perdone al siervo que ayude a su hijo a ejecutar buenos actos, por
haberle instruido la beneficencia, moderación, enseñanza y
educación".
Así también
el noble Profeta (BP) dijo: "Dios perdone a aquel que guió a su hijo a
efectuar actos buenos mientras que perdona los actos malos, y cuando se
encuentra solo pide a Dios por su hijo".
Y también
dijo: "Dios perdone a aquel que al efectuar actos buenos ayude a su hijo…
acepte los trabajos fáciles de él, y pase por alto los trabajos difíciles (no le
pida que realice trabajos difíciles), no lo canse con sus órdenes y
desaprobaciones ni le falte el respeto".
"El cariño
del hijo hacia los padres en realidad es el reflejo del amor y cariño de los
padres hacia el hijo".
El niño que
en la familia cuenta con el amor y la jerarquía necesaria, no sentirá
insignificancia ni humillación al obedecer las órdenes de los padres –a pesar de
que le gusta la independencia–. Así también por medio de este amor que recibe
hace crecer en su existencia la preparación para imitar la conducta de sus
padres. Como consecuencia el comportamiento de los padres se verá reflejado en
él y dará contestación positiva a los deseos de éstos. Si los padres se
comportan con el niño al igual que con una persona adulta y poseedora de una
jerarquía, él llegará a obtener tranquilidad espiritual y enfrentará con madurez
los asuntos personales, en tal forma que los padres sientan satisfacción de él.
Bajo estos fundamentos no sólo continuará obedeciendo a sus padres sino que
aceptará todos los valores que aprendió de ellos, de la escuela o de la
sociedad.
Cuarto:
Respetar y tener buen comportamiento hacia el niño.
El niño en
esta etapa necesita fuertemente del amor y respeto por parte de los padres, que
tanto en la casa como en la sociedad les den importancia a su personalidad y
jerarquía, y que todos lo respeten. En la medida que se fortalezca en él el
sentimiento de que es querido y sepa que sus padres o la sociedad perciben su
jerarquía, tendrá un desarrollo equilibrado, armonioso, digno y compatible con
el sistema de la creación.
El amor y
jerarquía que el niño siente harán un efecto maravilloso desde las diferentes
perspectivas de su vida. Como consecuencia el desarrollo del lenguaje, el
desarrollo intelectual, sentimental y social en él llegarán a su perfección;
tomará como horma a aquellos que lo aman aceptando las enseñanzas, órdenes y
consejos de éstos; aprenderá de sus padres los métodos de buena conducta
reflejándose todo esto en su comportamiento.
Existen
numerosas narraciones respecto al amor y el respeto hacia el niño. Aquí
mencionaremos algunas de las narraciones del Mensajero del Islam (BP):
"Respetad a
vuestros hijos y educadlos bien".
"Dios perdone
al siervo que ayude a su hijo a realizar buenos actos, a través de la bondad,
moderación hacia él, su enseñanza y educación".
"La mirada
afectiva del padre al hijo es devoción".
"Amad a los
niños y sed cariñosos con ellos. Si les prometéis algo, cumplidlo; ya que ellos
–a vosotros, padres y madres– os conocen como sus
sustentadores".
Uno de los
ejemplos de mostrar amor hacia el niño y darle personalidad es animarlo,
alabarlo y aplaudirle inclusive por pequeñas labores y pasar por alto algunas de
sus equivocaciones. No debe criticarse lo que dice ni tampoco sus actos, no debe
obligársele a realizar trabajos difíciles, tal y como el Mensajero del Islam
(BP) dijo: "Dios perdone a aquel que ayude a su hijo a efectuar buenos actos…
le pida trabajos pequeños y fáciles, y no le otorgue trabajos difíciles, no le
de obligaciones mayores a su poder (no lo canse con sus órdenes y
desaprobaciones), y no le falte al respeto…".
Besar al niño
es uno de los mejores métodos para mostrar el amor y cariño que se le tiene. El
Mensajero del Islam (BP) dijo: "Besad mucho a vuestros hijos ya que para
vosotros por cada beso que le dais se les otorga un grado en el
Paraíso".
Así también
este noble dijo: "Aquel que bese a su hijo será misericordia para él, y aquel
que lo alegre, Dios lo alegrará el Día de la Resurrección ".
El Imam Sadiq
(P) dijo: "Sed buenos con vuestros padres para que vuestros hijos sean buenos
con vosotros".
Un modo de
mostrar al niño que se le quiere, es comportarse bien con él y hablarle con
palabras cariñosas y amigables. Una narración dice que los Imames Hasan y Husaîn
(P) siendo muy niños corrieron hacia el Mensajero del Islam (BP); uno se colocó
bajo el brazo derecho y el otro bajo el brazo izquierdo de este generoso. En ese
momento el noble Profeta (BP) dijo: "Ellos son mis dos flores aromáticas en
el mundo".
El Mensajero
del Islam (BP) para que los niños sintiesen personalidad social y se
fortaleciese la seguridad en sí mismos –tal y como fue dicho en las
narraciones–, saludaba tanto a los chicos como a los grandes: "Pasó cerca de
los niños y los saludó".
El Mensajero
del Islam (BP) tenía un comportamiento especial con los Imames Hasan y Husaîn
(P) y a pesar de que eran aún muy niños, en ocasiones convenía algo con
ellos.
Mostrar amor
y cariño hacia el niño es uno de los factores más importantes que lo motivan a
obedecer las órdenes de sus padres.
Es mejor que
el niño siempre y en todo estado, inclusive en caso de haber cometido algún
error y haber actuado en tal forma que merezca ser castigado, sienta que es
querido por los padres. Así también hay que educarlo de tal forma que cuando
cometa una falta o pecado al llamarle la atención o regañarlo sienta que es por
su bien, que sus padres lo quieren y no son sus
enemigos.
El Dr. Spak
dice: "Nosotros, los padres, no debemos permitir que el niño en ninguna de
las etapas de su vida –aunque sea en la medida de una mirada– sienta que ha sido
abandonado. El niño no puede distinguir si los padres lo rechazan a él o
rechazan su conducta".
Con
entrenamiento y repetición podemos hacer que el niño acepte que el acto
equivocado que cometió es causa de rechazo de sus padres o de la sociedad y este
asunto no tiene nada que ver con el amor que se le tiene. Nosotros debemos
procurar persuadirlo para que deje de efectuar actos equivocados, y sepa que en
caso de que lo haga, nuestro amor hacia él llegará a
culminar.
Quinto : El equilibrio entre la suavidad y el rigor.
No debe extralimitarse ni excederse en la bondad, el respeto y el cariño hacia
el niño, así como en dar importancia al nivel social y su aceptación ante los
padres y la sociedad. Así tampoco debe dársele una libertad absoluta para que
realice lo que quiera. Los padres deberán utilizar un método equilibrado en su
comportamiento hacia él, en sus palabras y actos no debe haber una máxima
negligencia ni tampoco una rigurosidad excesiva.
La suavidad e intensidad deberán ser medidas y debe haber equilibrio entre estas
dos, para que el niño con tranquilidad y seguridad pase el grado de la infancia
y distinga entre un buen y mal comportamiento. Es a la edad de los 5 y 6 años de
vida, que toman forma las bases de la personalidad del
niño.
Contamos con narraciones de los Inmaculados Imames (P) en las que se enfatiza
respecto al trato equilibrado con el niño y en donde no son aceptados los
extremos.
El Imam Muhammad Baquir (P) dijo:
En caso de que el niño se comporte mal, los padres tienen la obligación de
hacerle saber las pérdidas de ese tipo de conducta y pedirle que cambie su
manera de actuar. Si no acepta con bondad y suavidad, deberá cambiar su forma de
actuar, o sea llega el turno del grado de la rigurosidad o castigo espiritual,
no castigo físico.
Un castigo sentimental es más efectivo que un castigo físico. El Imam Musa
Ibn Ya’far (P) en respuesta a una pregunta respecto a cómo debe comportarse
con el niño dijo:
Por lo tanto el Imam (P) no invita a la suavidad ni tolerancia en caso de que
los errores del niño se repitan, sin embargo invita a castigarlo
sentimentalmente, pero no enfadarse durante largo tiempo. En definitiva, invita
al equilibrio entre la suavidad y la rigurosidad.
El caer en los extremos provoca siempre una serie de efectos negativos en todos
los aspectos espirituales, físicos y sentimentales del
niño.
Es preferente que bajo los rayos de un método educativo correcto, haya un
equilibrio entre el elogio y el reproche, ya que el elogio y aplauso en forma
excesivo, al igual que el reproche excesivo, provocan un efecto negativo en el
alma de niño privándolo de una tranquilidad espiritual.
El niño que creció bajo la sombra de una bondad excesiva carece de fuerzas para
soportar las dificultades de la vida y nunca tendrá poder para pelear ni
enfrenarse con éstas.[3]
El niño mimado llegará a su madurez afectiva más tarde que los otros niños de su
misma edad “y tardará más en dejar atrás su etapa de la niñez”.[4]
Por
ello en todos los estados dependió de los padres, y este estado de dependencia
lo tendrá inclusive en la edad adulta. En las sociedades podemos observan a
niños y adultos que esperan que la gente les cumpla todo lo que piden, acepte
sus opiniones o injustamente los elogie.
Este tipo de personas no tendrán poder para enfrentar las dificultades que se
presentan en su camino hacia sus aspiraciones.
La situación de un niño que fue excluido de la familia o se vio insultado y
reprimido por los padres más de lo normal y tuvo que dar cuentas por el acto más
insignificante, se encuentra también en esta misma situación. Tal y como el
Imam ‘Alí (P) dijo:
Cuando en la sociedad encontramos a un joven extraviado, que traspasa los
derechos de otros, deducimos que en el pasado se encontró bajo los efectos de
constantes insultos y castigos físicos.
Para los padres y madres es obligatorio que al mismo tiempo de tener un programa
(armonizado), determinen para el niño los actos buenos y malos, para que los
elogios y aplausos, y las reprensiones y reprimendas hacia ellos hagan efecto en
los actos conocidos por el niño. Al utilizar un método como éste es cuándo
podremos plantar en el corazón y alma del niño amistad y odio hacia los buenos y
malos actos respectivamente.
“El
caer en los extremos provoca siempre una serie de efectos negativos en todos los
aspectos espirituales, físicos y sentimentales del
niño”.
En este nivel los padres deben esforzarse también para fortalecer la conciencia
moral en el niño y sea una ventana abierta hacia el horizonte del futuro de
éste. Para esto hay que fortalecer sus corazones con el temor a realizar actos
indecentes y deseo de realizar actos meritorios —en lugar de temor al castigo o
inclinación hacia el elogio y los aplausos—.
Los padres deberán utilizar sólo para la educación de los hijos las herramientas
del elogio y el reproche, y no deben dejar que se interpongan la perspectiva
síquica—espiritual en los asuntos educacionales. Tal y como el padre o la madre
que se encuentran disgustados por algo y el fuego de su cólera sin ninguna
justificación la descargan sobre el niño.
Tomando en cuenta lo mencionado, el Mensajero de Dios (BPD) prohibió a los
padres castigar a sus hijos cuando se encuentran enojados.[6]
Los padres a través de sus actos desagradables deberán tener cuidado de no
provocar efectos negativos en el intelecto y los sentimientos de éste. Por
ejemplo, el niño en forma natural siente alegría al romper un objeto valioso, ya
que piensa que realizó un acto bello que pudo al romper un objeto único
convertirlo en dos.
En conclusión, se siente digno de ser elogiado. Mientras que en lugar de elogio
se enfrenta con castigos y reproches, y esta reacción lo sorprende. En este caso
el castigo provoca efectos negativos en su mente mientras que en otras
situaciones en ocasiones el niño se siente digno de ser reprochado, de que se
enfaden con él o de recibir un castigo físico.
El Dr. Spak dice:
“Los
niños en muchas situaciones sienten complacencia como resultado de que los
padres dieron fin a su insolencia a través del castigo”.[7]
Cuando el niño se encuentra enfermo necesita de más atención, no obstante esta
atención no debe sobrepasar los límites y ser exagerada. No es buena la excesiva
atención ni tampoco la desatención total sino que lo mejor y más apropiado es el
equilibrio.
El propósito de equilibrio es que el niño se percate de que la atención hacia él
se realiza en forma razonable; ya que “el método exagerado que las madres
toman cuando el niño enferma hace efecto en sus mentes cuando crecen… y los hace
niños afligidos y tristes que se quejan con la más insignificante
amonestación”.[8]
En cualquier forma lo mejor es que se respete la unidad y concordancia en el
método educacional que los padres planean para educar al niño, para que el niño
también reconozca cuál de su comportamiento y acciones fue correcto y cual no.
Basándose en esto si el padre reprendió al niño por un error determinado, la
madre no debe oponerse.
Lo mismo sucede con el elogio y el aplauso (o sea si uno de los dos elogia al
niño por haber realizado algo bueno, el otro no debe oponerse a éste ante el
niño y por ejemplo echarle en cara alguna falta que realizó) ya que “los
efectos de la conducta irregular y la mente enferma del niño contaminada durante
su infancia, se deja ver en él cuando es adulto, siendo éste el resultado de una
conducta impropia de los padres… tal y como las discrepancias existentes en el
método de comportamiento (de los padres con el niño) así como dudar en perdonar
y maltratar… en acariciar y en la indiferencia que es el resultado de estos
cambios o la aparición de una mentalidad de enemistad y pecadora, falta de
sentimientos y pérdida y escrúpulos; y por otra parte la confianza injustificada
en otros, el comportamiento indolente y la debilidad en su
personalidad”.[9]
Sexto : Respetar la justicia entre los
niños.
En forma natural los padres al primer niño le prestan más atención y dan más
cariño ya que él es el primer y único hijo de la familia. La mayoría de las
veces los padres, para que su único hijo llegue a alcanzar sus deseos, tratan de
utilizar todas las posibilidades y procurarle todas sus necesidades (de
inmediato) desde vestido hasta juguetes y otros, suministrándole todas sus
necesidades tanto materiales como inmateriales.
El primer hijo, la mayoría del tiempo, es el único confidente y compañero del
padre y de la madre, o de los dos. Dicho en otra forma es totalmente atendido y
mimado.
Un niño con estas especialidades y con esta medida de atención poco después con
el nacimiento del segundo hijo se enfrenta a un gran problema. Es aquí donde
echa raíces en su corazón el temor del segundo hijo, ya que éste muy pronto será
su rival en todo. Un rival que, por ser el único hijo, competirá con él en el
área del cariño y atención de los padres y en los juegos y
juguetes.
“Los
padres deberán utilizar sólo para la educación de los hijos las herramientas del
elogio y el reproche, y no deben dejar que se interpongan la perspectiva
síquica- espiritual en los asuntos
educacionales”.
Es por ello que en los primeros días después del nacimiento del segundo hijo se
presentan los signos de celos y envidia en él, puesto que en esos momentos los
padres, especialmente el padre, se encuentra ocupado en administrar la situación
existente y preocupado por la salud de la madre y del bebé.
Si los padres desatienden este fenómeno y no detienen los celos y la envidia del
primer hijo respecto al segundo, poco a poco se convierte en odio y enemistad
hacia él. Esta enemistad hará efecto en su estado espiritual y sentimental, y
mientras la atención de los padres aumente hacia el segundo hijo el primer hijo
queda fuera del área del cariño de éstos, incrementándose en su corazón el fuego
del odio.
Los padres deben tener cuidado de evitar esto. Ellos deben respecto al primer
hijo mostrar esa misma atención y cariño que muestran al segundo hijo y hacerle
entender que lo quieren. Así también deben enseñarle a amar al segundo hijo y
convencerlo que el segundo hijo muy pronto será su hermano o hermana y le dará
tranquilidad y ayuda, y en la atracción del cariño de los padres no será su
rival.
El padre y la madre deberán
comprobar esta realidad en la práctica. Por ejemplo la madre debe tomar al
primer niño en sus brazos y besarlo, y el padre saciar sus necesidades,
comprarle nuevos juguetes, y realizar funciones de este tipo que muestren la
verdadera atención por parte de los padres hacia él.
La mejor solución a este problema es establecer justicia y equidad entre el
primero y segundo niño. Un comportamiento como éste preserva y protege al primer
niño de sumergirse en el odio y enemistad y también, durante el crecimiento, los
dos gradualmente entenderán más la importancia de la justicia e igualdad, ya que
el sentimiento de su fuerza de entendimiento se fortalece con el transcurso del
tiempo proporcionándole madurez intelectual y de lenguaje, provocando que
entiendan el significado de justicia y equidad y distingan el significado de
estos dos ejemplos.
En las narraciones se ha enfatizado fuertemente en que se trate a los hijos con
justicia y que los familiaricemos con este significado. El Mensajero del Islam
(BPD) dijo:
“Comportaos
con vuestros hijos con justicia, al igual que os agrada que otros se comporten
con justicia hacia con vosotros en las bondades y los favores.”[10]
Establecer la justicia entre los niños no significa una separación relativa,
sino que debe ser general y completa. Este asunto incumbe a todas las fases de
la vida respecto a ellos sea desde la perspectiva material o inmaterial. O sea,
brindarles las necesidades materiales e inmateriales tales como, bondad,
jerarquía y atención verdadera a ellos. Del Mensajero del Islam (BPD) hay una
narración en la que este honorable se encontró con un hombre que tenía dos
hijos. A uno de éstos lo besó sin hacer lo mismo con el otro.
Dijo:
“¡¿Por
qué no respetaste la igualdad entre ellos?!”
Así también de este generoso está registrado que dijo:
“A
Dios, Glorificado sea, le agrada que seas justo con todos tus hijos, inclusive
cuando los besas”.
El Mensajero de Dios (BPD) en todo, inclusive al comprar un obsequio para los
niños, fuese alimento o bebida, vestido o juguete etc. enfatizó en el respeto de
la justicia. Al igual que dijo:
“Sean
justos al obsequiar algo a un niño. Si yo tuviese que elegir a alguien al darle
un obsequio sin duda consideraría primero a las mujeres y
niñas”.
También dijo:
“Sean
justos al dar obsequios a vuestros hijos, al igual que os complace que la gente
se comporte con justicia con vosotros en las bondades y
favores”.
El propósito de realizar la justicia no es considerar a uno mejor que a otro; ya
que algunos hijos son más aceptados por los padres que otros. Rafé’ieh
Asady preguntó al Imam Musá Ibn Ya’far (P):
“¿Acaso
el hombre que tiene muchos hijos varones de varias esposas, puede preferir a uno
de éstos sobre los demás?”
El
Imam (P) respondió:
“¡Sí!
No hay ningún inconveniente. Mi padre (P) me prefería a mí en cuanto a mi
hermano ‘Abdul.lah Ibn Ya’far”.[11]
Esta preferencia de unos entre otros no deberá ser mostrada ante los hijos, sino
que deberá quedar oculta dentro de los sentimientos de los padres. Con los niños
no debe comportarse más que con justicia y equidad. Tal y como el Imam As Sadiq
(P) dijo:
“Mi
padre me dijo: ¡Juro por Dios! Que yo, contrario a mis deseos internos, me
comporto mejor con uno de mis hijos, lo siento sobre mis rodillas y le muestro
más cariño y agradezco; mientras que éste es un derecho de mis demás hijos. Esto
lo hago para proteger al hijo digno del que no lo es, no sea que hagan lo que
hicieron los hermanos de José (P) con él”.[12]
No respetar la justicia provocará un efecto negativo en la naturaleza del niño.
El odio y el rencor fructificarán en su interior, y al final llegarán a sentir
una fuerte enemistad y estarán a la ofensiva, uno en contra del otro, al igual
que los hermanos del Profeta José (P) hicieron con él cuando (por la intensidad
del odio y rencor) lo aventaron dentro del pozo.
El comportamiento de los Inmaculados Imames (P) durante lo largo de la historia
se estabilizó al ser fundado en la propagación de la justicia entre los niños.
Ya sea entre niños que eran hermanos o entre familiares. Han relatado de
‘Abdul.lah Ibn ‘Abbás que dijo:
“Me
encontraba junto al Profeta (BPD) mientras este noble había sentado en su pierna
derecha a Husaín Ibn ‘Alí (P) y en su pierna izquierda a su hijo Ibráhim, y a
veces besaba a uno y otras al otro”.[13]
En efecto, este noble dejó a un lado la diferencia de las relaciones entre
Ibráhim, su hijo y Husain (P), hijo de su hija, y no hizo ninguna distinción en
su comportamiento hacia ellos.
En una narración dice que el Mensajero de Dios (BPD) se encontraba orando cuando
Hasan (P) y Husain (P) se subieron a su espalda. Cuando el Profeta se levantaba
de la prosternación tomó lentamente a los dos niños y los colocó en el suelo.
Cuando se prosternaba nuevamente se le subían a la espalda y cuando terminaba la
oración sentaba a uno en su pierna derecha y al otro en la izquierda.[14]
Está registrado que el Mensajero de Dios (BPD) se encontraba sentado en el
púlpito para aconsejar y sermonear cuando vio a Hasan (P) y Husain (P) que eran
aún niños, los dos caminaban y se balanceaban de un lado a otro, corriendo el
peligro de caerse en cualquier momento. El Mensajero de Dios (BPD) bajó del
púlpito, los abrazó y sentó junto a él.[15]
Uno de los ejemplos de justicia y equidad es no comparar a los niños;
compararlos en las cualidades físicas, espirituales y mentales. Aseguran que
decir frases tales como: “fulanito es más bello, o más inteligente y astuto, o
tiene un mejor carácter que fulano”, es un error. Frases como éstas fortalecen
las raíces del rencor, puesto que comparar a los niños creará entre ellos
envidia y rivalidad.[16]
La comparación crea pérdida de confianza en sí mismo entre los hermanos y los
niños de su misma edad, mientras que lo contario es correcto. “El fundamento
más importante para crear una atmósfera de compatibilidad y confianza mutua
entre ellos y los demás miembros de la familia es no hacer diferencia en las
relaciones con niños más grandes”.[17]
Muchas veces observamos que los padres sin ninguna intención pronuncias este
tipo de frases: “Tal hijo mío se parece a mí y tal otro no”. Inclusive una
comparación como ésta estimula también la envidia y rivalidad, por ello es mejor
evitar pronunciar frases como éstas.
“El
exceso en el reproche y la reprimenda atiza las llamas de la
obstinación”.
Uno de los ejemplos del respeto de justicia entre los hijos es no diferenciar
entre los varones y mujeres, ya que diferenciar y considerar superior a los
niños ante las niñas, dejará por ejemplo un efecto negativo en la mentalidad de
la niña y será sembrada la semilla de la enemistad y envidia en los corazones de
la hermana y el hermano.
Esta diferencia que se hace entre el niño y la niña es un hecho y una costumbre
en la mayoría de las regiones. Los padres muestran más inclinación hacia los
hijos que hacia las hijas, y proveen más las necesidades del hijo. Con el
propósito de disminuir la importancia de un fenómeno como éste y enfrentarlo, en
las narraciones a las hijas se les ha dado un respeto especial que esto mismo es
una lección para los padres. Al igual que Ibn ‘Abbas relata del Mensajero
de Dios (BPD):
“Cualquiera
que vaya al bazar y compre un obsequio para su familia es similar a aquel que
entregó limosna a un grupo de necesitados, y deberá preferir a las mujeres y
niñas sobre los hombres y niños…”.[18]
Distribuir los obsequios y considerar primero a las hijas no creará ningún
efecto negativo en la mentalidad de los niños, ya que ellos consideran este
asunto como algo natural, aceptando que uno de ellos sea primero. En la mayoría
de los casos los niños que reciben obsequios de sus padres, que los consideren
primero o segundo, no dan importancia ni se quejan de la diferencia realizada
entre los hijos y las hijas.
Respetar la justicia entre los niños y las niñas no significa que no utilicemos
un método para estimular a algunos de ellos; como por ejemplo demos un obsequio
extra para aquel que realizó un buen acto. Este obsequio extra es necesario para
estimular al niño y su buen comportamiento, y en ocasiones es útil crear una
buena rivalidad entre los niños no dejando un efecto negativo en sus mentes, y
lo consideren un asunto bueno y un derecho natural.
Claro está los padres deberán tener cuidado de cómo se comportan con los niños.
Ellos deberán adquirir un conocimiento detallado de la mentalidad de éstos y
ayudarse con métodos innovados correctamente y que den buenos resultados, con el
propósito de estimularlos. Estos métodos deben armonizar con sus estados
mentales y psíquicas para que no sientan discriminación ni injusticia. Al
realizar justicia y equidad entre los niños no pueden evitarse algunas conductas
negativas tales como las disputas y golpes entre ellos.
Este es un fenómeno natural que en la mayoría de los casos sucede en muchas de
las familias y cada uno de los niños considera culpable a su hermana o hermano
de esa contienda. En una situación como ésta los padres tienen la obligación de
analizar detalladamente el asunto y ver estas disputas y peleas como algo
natural.
Con esta visión el asunto se lleva a cabo en una forma muy natural y sencilla.
Para terminar con éste es mejor que no intervengan y dejen a los niños que ellos
mismos resuelvan sus problemas. No es conveniente que el padre y/o la madre
juzgue como un juez entre ellos, ya que dar un dictamen y dar el derecho a uno
de los concernientes no armoniza con la opinión de justicia y equidad entre los
niños.
Si las peleas continúan por un tiempo o se repiten varias veces durante el día,
o se vuelven más intensas y puedan ser peligrosas para los niños, aquí toca el
turno de intervención de los padres para que resuelvan este problema. Ellos
deberán ordenar a las dos partes que inmediatamente terminen con la discusión o
que concentren su atención en otro asunto, o que prácticamente los
separen.
Así también, si el asunto se resuelve a través de un reproche o castigo
espiritual, es mejor que realicen este punto con las dos partes y según la forma
de justicia entre los niños.
Séptimo : Libertad en
el juego
Jugar es una capacidad innata en los niños y a través de esto queman la energía
excedente. El juego es el preámbulo para un acto formal el cual tiene un
propósito. Es en el juego donde el niño se percata de sus poderes para
establecer una relación con los demás, así como del poder del habla que tiene,
del poder del intelecto y del cuerpo que se encuentran dentro en su ser. Así
también durante el juego el niño adquiere un conocimiento exacto de las
especialidades de los objetos que lo rodean.
Por lo tanto el juego tiene muchos beneficios para el niño y en esta etapa de la
niñez y la etapa que le sigue, son consideradas una de las necesidades
indispensables. El niño “a través del juego adquiere métodos para dominarse,
ayudar a los demás y tener confianza en sí mismo… Los juegos provocan alegría y
júbilo espiritual en el niño y desarrollan sus capacidades y poderes en la
innovación”.[19]
Durante el juego “se realiza el desarrollo espiritual, intelectual, social y
sentimental del niño… y se familiariza con las normas sociales, con la forma de
controlar sus emociones y la disciplina, con la ley y la cooperación, y sacia
sus necesidades tales como inclinación hacia poseer algo… y siente satisfacción
pasando su infancia con bienestar y alegría ”.[20]
El
juego es una necesidad indispensable para el niño y nosotros no podemos imaginar
o ver al niño sin jugar. Inclusive los Profetas (P) y otras personalidades
dignas también pasaron por la etapa del juego, aunque existió diferencia entre
la forma de jugar de ellos y de otras personas. En las narraciones se ha
enfatizado en la saturación de la necesidad del juego.
El Imam As Sadiq (P) dijo:
El Mensajero de Dios (BPD), explicado en otra forma,
dijo:
El Imam ‘Alí (P) dijo:
Las narraciones en este asunto enfatizan en que la etapa antes de los ocho años
es la etapa del juego y para los padres es necesario que dejen al niño
completamente libre para jugar. A excepción de los juegos peligrosos que en este
caso los padres tienen la obligación de alejarlos.
El significado “libertad en el juego” es que los padres —hasta el momento en que
la forma de jugar no sea peligrosa para el niño o para otros y no se oponga a la
moral general— no deben intervenir ni determinar en el tiempo, el método ni la
forma del juego del niño. A los niños durante la infancia no les agrada que los
padres intervengan una y otras vez en los asuntos de sus juegos y les
ordenen.
El mejor juego desde el punto de vista del niño es aquel que él mismo elige o
inventa, o que él mismo encuentra un nuevo procedimiento para jugar, o un método
especial en cómo utilizar el juego. Lo mejor es que los padres alisten para el
niño los juguetes que quiere y desea. El Dr. Spak
escribe:
“Debemos
dejar a los niños en libertad para que administren todos los asuntos de sus
juegos y puedan adquirir los conocimientos necesarios de éstos… Deberán dársele
al niño las riendas del juego hasta que su poder de descarga le permita hacer.
Sólo en este caso su juego será útil. El juego deberá ser su maestro y sin otra
alternativa deberá ser conforme a su forma de pensar. Cada momento en el que el
niño necesite de la ayuda de los padres para solucionar parte de las
dificultades que surgen en el juego, los padres deberán ayudarlo de
inmediato”.[24]
Todos los sabios en la ciencia de educación y los sicólogos, han resaltado en
dejar en libertad al niño en el juego.
“No
se opongan a los niños cuando éstos han determinado un programa especial para
realizar sus actos; ya que la continuación en la realización de un procedimiento
especial, sin poner atención en los obstáculos existentes en el camino de
realizarlo, es considerado un factor importante en la formación de la
personalidad del niño”.[25]
El Mensajero de Dios (BPD) constantemente estimulaba a Hasan (P) y a Husain (P)
para luchar. Una noche que este generoso entró en la casa de su hija Fátimah
Zahra’ (P) y lo acompañaba Hasan (P) y Husain (P), dirigiéndose a los dos
dijo:
Safván
Yamál
dice:
“…
El séptimo Imam, Musa Ibn Ya’far (P) cuando era aún un infante se acercó y
llevaba consigo un cabrita de la Meca. Decía a la cabrita:
“¡Inclínate para tu Señor!” Su padre el Imam As Sadiq (P) lo tomó en sus brazos
y abrazó con bondad… (o sea en esta forma jugaba con una cabrita)”.[27]
El Mensajero de Dios (BPD) a Hasan (P) y a Husain (P) en lo referente a él había
dejado en completa libertad a sus dos nietos. Ellos también en algunas ocasiones
se subían sobra la espalda del Profeta (BPD) y decían: “¡Anda, camina!”
El Mensajero de Dios (BPD) les decía también: “¡Es un buen camello, su
camello!”[28]
Un acto como éste, respecto a otros niños ante sus padres, se repite también
constantemente; ya que a los niños les agrada durante el rezo (en especial
cuando se prosterna) subirse a la espalda de los padres. Los padres no deben
mostrarles enojo ni quitarles su libertad ya que, con el transcurso del tiempo,
dejarán automáticamente a un lado este acto.
De algunas narraciones se deduce que el Mensajero de Dios (BPD) sin ninguna
exigencia pasaba por alto actos como estos a pesar de que se llevase a cabo ante
una multitud. ‘Abdul.lah Ibn Zubaír dice:
“Les
informo que el más parecido y más querido entre la gente ante el Mensajero de
Dios (BPD) es Hasan Ibn ‘Alí (P). Lo vi que se subió sobre el cuello o sobre la
espalda de este generoso cuando se encontraba prosternado. El Mensajero de Dios
(BPD) lo dejó libre hasta que él mismo se bajó. A veces también cuando venía y
el Mensajero de Dios (BPD) se encontraba realizando la inclinación del rezo, el
Mensajero (BPD) abría sus piernas para que Hasan (P) atravesara por
éstas”.[29]
Este generoso en ocasiones también participaba en sus juegos y su participación
no era para intervenir en éstos sino que él mismo se hacía pasar por un niño,
entonces se arrodillaba ante ellos y nivelaba su espalda y los subía sobre ésta
y decía: “¡Que buen camello tienen!”[30]
“La
participación de los padres o de uno de éstos en los juegos de los niños es una
necesidad verdadera. Este asunto es uno de los factores más importantes para el
desarrollo de las facultades del niño que juega un papel importante en la
formación de la personalidad de independencia y firmeza de éste”.[31]
El mejor método para participar en el juego es que los padres hablen con sus
hijos en una forma conveniente con su nivel de pensamiento y forma de hablar,
utilizando vocablos y términos que ellos comprendan su significado. Explicado en
otra forma, los padres deberán comportarse con los niños en tal forma como si
ellos mismos fuesen niños. Al igual que el Mensajero de Dios (BPD) dijo:
Los sabios de las ciencias de la enseñanza han insistido también en este punto.
Morris Tiesch dice:
“Es
preferible e indispensable que traten a sus hijos amigablemente, cooperen en sus
actos, participen en sus juegos y sincera y bondadosamente hablen con ellos… la
gente debe saber cómo y en qué medida presentarse ante el niño y hablar con
ellos en una forma comprensible”.[33]
El que los padres jueguen con los hijos prepara el campo para el júbilo y
alegría y les da ese sentimiento de que han llegado a un nivel elevado. Por ello
“es indispensable que los adultos cuando los niños los invitan a jugar actúen
según lo que ellos desean”.[34]
El juego es una de las herramientas educativas del que prepara el terreno para
un acto verdadero. “El juego es una herramienta para obtener la mentalidad y
conocimiento de las capacidades del niño y una de las herramientas de enseñanza
y educación moral y social de éste”.[35]
El juego de los niños es considerado una explicación verdadera de los
comportamientos buenos o malos de ellos.
“El
niño durante el juego muestra los problemas que le molestan y termina con las
molestias que le provocan los adultos”.[36]
Los padres deberán observar a los hijos en forma secreta cuando juegan y así
obtener un conocimiento completo de éste; conocimiento respecto a la manera de
reaccionar en la sociedad entre los niños, conocer las pláticas que sostienen
entre ellos, los enojos que muestran cuando juegan, el método para explicar al
niño sus temores, sus necesidades, sus deseos y sus problemas, en especial en el
estado de repetirse demasiado; la forma de conducta de los niños desde el punto
de vista de ternura, enojo, inquietudes afectivas así también observar sus
opiniones respecto a los padres —sobre todo cuando el niño juega el papel de
padre o madre—.
“La
etapa antes de los ocho años es la etapa del juego y para los padres es
necesario que dejen al niño completamente libre para jugar”.
Cuando se cuida y observa el estado del niño durante el juego se obtiene también
la medida del desarrollo de su forma de hablar, de su desarrollo intelectual y
sentimental. Después de que los padres cumplen con la obligación de cuidar al
niño, éstos deberán preparar un programa completo para controlarlo y educarlo
que concuerde con su estado sentimental, espiritual e intelectual. El control y
cuidado indirecto, es más provechoso que el control y cuidado directo que se
obtiene por medio de la intervención de los padres en los jugos. El niño en este
segundo estado oculta muchos de sus sentimientos, opiniones e imaginaciones por
vergüenza o miedo hacia los padres y no los expresa.
Octavo : La educación
sexual y mantener al niño alejado de sus estimulantes
La educación sexual es considerada una de las formas más difíciles y complejas
dentro de la educación. Los padres respecto a este tema se encuentran bajo mucha
presión. El método de esta educación también será diferente como consecuencia
del procedimiento que los padres determinan basándose en las costumbres
prevalecientes en la sociedad y la medida de entendimiento y conocimiento de
éstos. En muchos métodos de educación sexual podemos observar un tipo de
exageración.
El niño —sea varón o mujer— en forma natural tiene preguntas respecto a los
asuntos referentes al sexo. Por ejemplo desde cómo fue creado en el vientre de
su madre y por qué es la madre la que se embaraza —y no el padre—, de cómo es el
nacimiento, etc. Así también pregunta respecto a la causa de que las niñas y las
jovencitas solteras no se embarazan, la diferencia entre el hombre y la mujer,
la causa de esto y muchos otros asuntos.
El intelecto y la pureza dictan que los padres consideren un derecho natural a
las preguntas de este tipo que los hijos realicen. Los padres no deberán temer
en enfrentarse con este tipo de preguntas ni tampoco prohibir al niño hacerlas y
saber esto. Si los padres no responden en forma necesaria y digna a estas
preguntas ellos irán en busca de otros, y los otros con respuestas incompletas y
corrompidas ocasionan para el niño dificultades, temores e inquietudes. Los
padres al enfrentar este tipo de preguntas tienen la obligación de prepararse a
sí mismos y a través de respuestas razonables y tranquilizantes atraer la
confianza y convicción del niño hacia sí mismos, y saciar su mentalidad llena de
curiosidad.
Además las respuestas de los padres deberán armonizar con la medida del
entendimiento y aceptación del niño. En forma de ejemplo, si el niño pregunta
que cómo se embaraza la madre, deberán contestársele: “Dios Todopoderoso coloca
al niño dentro del vientre de la madre”. Y si pregunta: “¿Por qué unos son
hombres y otras mujeres?” Habrá que responder: “Tú eres hombre como tu padre; tú
eres mujer y te pareces a tu madre”. O se dice: “Dios quiso que algunos niños
fuesen varones y otros mujercitas”.
En conclusión las respuestas que dan los padres deberá ser en forma natural y
lejos de cualquier temor y enojo, en completo sosiego y serenidad para que el
niño sienta que su pregunta y las respuestas que se le dieron son normales, de
lo contrario él mismo buscará las respuestas necesarias.
Los niños tienen necesidades a las que deberá, con completa flexibilidad y sin
ninguna severidad, dárseles una respuesta apropiada. A ellos, entre los
3 a 6 años,
les gusta estar desnudos y enseñar su cuerpo a los demás, y sienten placer de
este acto.[37]
Algunos niños también juegan con sus partes púdicas.
En estos casos los padres tienen la obligación, y sin perder la paciencia, de
mantener al niño lejos de esto y entretenerlo en otra cosa. Los padres deberán
poner atención en que ellos mismos tampoco frente a los hijos se desnuden; ya
que muchos de los sicólogos a través de pruebas y sus experiencias han llegado a
esta conclusión de que “al desnudarse los padres ante los hijos y enseñar
esas partes de sus cuerpos que deberían cubrir ocasiona en ellos
inquietud”.
El Dr. Spak al explicar este punto escribió:
“Mi
indicación a todos los padres y las madres es que no se desnuden ante sus hijos,
y cubran aquellas partes que deben estar cubiertas, y cuiden de este asunto que
es un asunto que sucede en todas las familias y provoca tensión en los
niños”.[38]
La mayoría de los niños de entre 4 y 6 años de edad, sus partes púdicas, es el
área que les causa placer. Después de esta etapa llegan a la etapa del período
de latencia, y después de esto llegan a la etapa de cubrirse.[39]
Nuestros Inmaculados Imames (P) advirtieron a los padres respecto a los motivos
sexuales de los niños en esta etapa, el mejor camino de mantener alejados a los
niños de los asuntos sexuales es evitar que observar una relación sexual entre
los padres. El Imam As Sadiq (P) transmitió del Mensajero
de Dios (BPD):
“¡Juro
por Él que mi vida se encuentra en sus manos, si el hombre y la mujer se
encuentran realizando un acto sexual y en ese momento hay un niño despierto en
la casa los observa, y escucha sus palabras y respiraciones ese niño nunca será
guiado, si es niño será un adúltero y si es niña una adúltera”.[40]
El Imam As Sadiq (P) dijo:
“Cuando
un niño se encuentra en casa el hombre no debe tener relaciones sexuales con su
esposa o esclava, puesto que (cuando el niño presencia) un acto como éste
provoca se vuelve un fornicador”.[41]
El juego que más gusta a los niños y niñas es el de jugar el papel de novio y
novia. En sus juegos también realizarán todo lo sexual que vieron en sus padres,
lo que repetirán también en las etapas venideras de sus
vidas.
Los padres deberán evitar tanto este asunto así como sus preparativos, tales
como besarse y otros, y evitarlo fuertemente. Uno de los grandes errores que
algunos de los padres realizan es que hablan en diferentes ocasiones de asuntos
sexuales ante los niños. Este tipo de pláticas ocasiona más interés y curiosidad
en los niños respecto a estos asuntos.
Así también mientras están realizando el acto sexual —inclusive cuando sus hijos
se encuentran dormidos— deberán cuidarse, no sea que de repente despierten y
observen esta escena, acto que provocará un daño espiritual muy profundo y en su
inconsciente.
Los padres deberán cuidar de los actos y métodos que utilizan los niños en sus
juegos —en especial en los lugares solitarios.
Asimismo deberán mantener alejados a los niños de sus deseos sexuales, en tal
forma que los separen cuando duermen, por ejemplo apartando sus camas, no
durmiéndolos bajo una misma cobija en tal forma que el cuerpo de uno toque el
cuerpo del otro. En algunas narraciones se ha enfatizado en una forma de
prevención y cuidado tales como las mencionadas.
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
En otra narración de este mismo generoso dijo:
Esta orden —separar
a los hijos—
es absoluta, o sea, los niños varones de los varones y las niñas de las niñas,
así también los niños de las niñas.
En esta época en la que el cine, la televisión, los videos, las antenas
parabólicas y otros aparatos auditivos y visuales han incrementado, se siente
una necesidad más fuerte para alejar a los niños de los motivos que inciten sus
instintos sexuales.
En los países y regiones que constantemente a través de los medios visuales
muestran películas incitantes, los padres deberán esforzarse más para cuidar a
sus hijos, hasta que el mismo niño evite ver programas impudentes. En especial
en los países en los que suponen que el mejor camino para evitar que en un
futuro el niño caiga en el libertinaje y corrupción es que vean películas de
sexo (enseñanzas sexuales).
Hoy día los sabios psicólogos y los de ciencias de educación han confirmado la
teoría correcta del Islam en este campo, al igual que el Dr. Spak, siendo
americano, dice:
“Sin
duda la medida equivalente de las prohibiciones que nosotros tuvimos durante
nuestra infancia y la medida que nosotros transmitimos como padres a nuestros
hijos, jugará un papel positivo en la creación de una preparación mental en el
niño durante el período de aprendizaje, tal y como: leer, escribir y
calcular”.[44]
Así también y bajo estos fundamentos son cuestión de crítica los actos
equivocados que hombres y mujeres cometen en muchos países europeos y americanos
al desnudarse en las playas.
En conclusión los padres y las madres tienen la obligación de responder con
serenidad y tranquilidad, lejos de cualquier enfado y rigurosidad a todas las
preguntas de los niños respecto a los asuntos sexuales, y mantenerlos alejados
de todos los motivos sexuales —en sus diferentes colores y formas— en especial
en esta nueva época de las comunicaciones.
“Los
padres deberán observar en forma secreta a los hijos cuando juegan y así
obtengan un conocimiento completo de su hijo”.
Noveno : Desarrollo de
los sentimientos
Los sentimientos son uno de los excitantes más importantes del ser humano que se
muestran desde los primeros días de la etapa de lactancia y en forma gradual
durante toda la vida del niño se expanden más en su área, continuando su
desarrollo.
El desarrollo de los sentimientos y cambios en las creencias del niño —en el
límite de la comprensión intelectual de éste— acepta efectos; por ello cuando el
niño considera que tal acción es aceptada por sus padres o por Dios
Todopoderoso, la realiza; pero cuando considera que una acción es rechazada por
sus padres o por Dios Todopoderoso, no la realiza.
Los sentimientos pueden ser divididos en cuatro partes
principales:
1.
sentimientos
personales,
2.
sentimientos
superiores,
3.
sentimientos
sociales,
4.
sentimientos
morales.
1.
Sentimientos personales: el
propósito de los sentimientos personales son los sentimientos que pertenecen a
la esencia del ser humano. Tales como: deseos de pertenencia, deseos de
independencia, deseos de superioridad, deseos de jerarquía social y ser
respetado por otros. Estos sentimientos provocan la obtención de ganancias
personales.
2.
Sentimientos superiores: son
los sentimientos que acercan al niño a sus deseos dentro de sus percepciones
intelectuales limitadas. Al niño le gusta tener una comunicación absoluta y
dependiente de Dios Todopoderoso, que es el Origen de los favores, las
bendiciones, las afecciones y las misericordias. En esta amistad no se han
tomado en cuenta los beneficios privados.
3.
Sentimientos sociales:
son los sentimientos que obligan al niño a mantener relaciones con otros. En un
principio con los padres, los hermanos y hermanas, con los familiares y al final
con la sociedad y los seres humanos.
4.
Sentimientos morales:
son los sentimientos que pertenecen a los comportamientos buenos y malos, tal y
como depender de la verdad y franqueza y de dejar a un lado la mentira; y el
otro las cualidades morales aceptables y rechazables.
El mejor medio y camino para desarrollar los sentimientos del niño a través de
los padres es que el niño sienta que se encuentra sumergido en el mar de
amabilidad y cariño de los padres y que ellos le han saciado todas sus
necesidades materiales e inmateriales. Cuando el niño llegue a advertir tal
sentimiento sin duda encontrará una relación sentimental con el origen de esta
amabilidad y cariño, o sea, el padre y la madre, incrementando la confianza y
obediencia respecto a éstos, aceptando los pensamientos, objetivos, deseos y
patrones de éstos.
En un estado como éste los padres encuentran el poder para dominar e influir en
los sentimientos del niño, entonces podrán guiarlos hacia una dirección
correcta, y podrán tomar en sus manos las riendas de las experiencias y
actividades de éste —en especial mientras juega—.
Aquí es donde se realiza el acto de educación y la pureza de los sentimientos
del niño armonizando con los valores dignos, encontrando un equilibrio entre los
diferentes sentimientos internos del niño.
El sentimiento más importante digno de ser desarrollado en el niño es el
sentimiento de adoración a Dios. Si el niño llega a esta creencia que Dios
Todopoderoso es el origen de cualquier beneficio y benevolencia, es Favor, y Él
es quien colocó las bendiciones eternas en el Paraíso para aquellos que
realizaron buenos actos y para los obedientes de Sus órdenes, fructificará en él
el sentimiento de cariño y de confianza hacia Dios así como la santificación de
Dios en su ser.
Así también es obligación de los padres que fortalezcan los sentimientos del
niño hacia el Mensajero de Dios (BPD), demás Profetas (P) y los Inmaculados
Imames (P). El mejor método para esto son los relatos bien intencionados de las
historias de sus vidas que tienen dos beneficios:
- se
vuelve más profundo el amor hacia ellos en el corazón del
niño,
- después
de familiarizarse con la vida de estos generosos, tratará de
imitarlos.
Por ello en sus vidas se arraigarán diversos sentimientos tales como amistad
sincera, generosidad, valentía,
bondad, abnegación y demás valores morales y comportamientos dignos, mientras
que se alejarán de todo lo que evitaban estos generosos, fortaleciéndose en
ellos el sentimiento de ira, odio y repugnancia hacia aquellos que se oponían y
enfrentaron hacia estos generosos, y evitarán imitar la mala conducta de los
opositores en el presente y futuro.
Otros de los métodos para desarrollar los sentimientos del niño es la guía y
enseñanza constante de éste, hasta que pueda distinguir entre los
comportamientos correctos y equivocados (prohibidos y no). Así también deberá
alentársele a depender de los valores y actos dignos, así como de su
realización.
Para ello cada vez que nuestro hijo obsequió uno de sus juguetes a otro niño
habrá que alentarlo con bellas palabras y comprarle otro juguete. Cada vez que
dijo la verdad o respetó a otros, o fue bondadoso con los indigentes, o ayudó a
sus hermanos o padres en algunos quehaceres, en todos estos casos habrá que
elogiarlo de frente y también ante la familia, los parientes y
amigos.
“Ese
sentimiento de privación de bondad y amor provoca efectos negativos en la
identidad del niño y en la formación de su personalidad”.
Portarse como amigo con el niño, lo obliga a platicar de sus sentimientos y
emociones ocultas. Esto es sumamente beneficioso para realizar el equilibrio
sentimental en él, y provocar una filtración en los sentimientos inaceptables en
él.
Nosotros a través de la experiencia aprendimos que el método para contar relatos
y cuentos es el mejor método para cultivar los sentimientos, en especial los
cuentos que armonicen con el nivel de entendimiento y poder intelectual del
niño. Para ello podemos narrarle relatos de aves y animales que contienen
valores morales dignos y no dignos, que tal ave o tal animal posee. En esta
forma es que los sentimientos del niño se inclinan y son estimulados hacia la
justicia, cooperación y abnegación así como otros valores morales los cuales
fructificarán en él los sentimientos de amistad hacia los oprimidos y odio hacia
los opresores.
A los niños de esta edad les agrada mucho los relatos de aves y animales, y los
escuchan con más interés y deseo que las historias verdaderas. Estas narraciones
que contienen múltiples sucesos son creaciones de la imaginación de los padres
que se encuentran en el rango de un narrador que trata de mostrar todos los
diferentes sentimientos.
Décimo : Prestar
atención a los huérfanos
El huérfano después de haber perdido a su padre o madre, o a los dos, siente una
privación absoluta. Una privación por parte de que alguien pueda surtirle las
necesidades sentimentales y espirituales, y una privación para obtener las
necesidades materiales tales como: alimentos y vestido. Las dificultades
mentales y temores hacia el futuro llenan su ser, causándole presiones e
inquietudes que no lo dejan tranquilo.
Ese sentimiento de privación de bondad y amor provoca efectos negativos en la
identidad del niño así como en la formación de su personalidad. Dentro de la
sociedad a la mayoría de los niños huérfanos que no se les presta la atención
necesaria, los encontramos faltos de consistencia en la personalidad y con
complejos psíquicos.
Estos niños se adaptan difícilmente con la sociedad que no los tomó en cuenta.
El Islam ha recomendado que se tome en cuenta al huérfano, se le preste una
atención especial, igual o más que la que se les presta a los demás
niños.
El Islam ha enfatizado en surtir para los niños huérfanos todas las necesidades
materiales e inmateriales, y ese grupo de aleyas coránicas que se han
recomendado respecto a los niños huérfanos, son más que las aleyas que en ellas
se recomienda a los demás niños. Las primeras necesidades que el Islam enfatizó
en éstas para satisfacerlo, son las necesidades
materiales.
Dios Todopoderoso dijo:
“…en
dar de la hacienda, por mucho amor que se le tenga, a los parientes, huérfanos,
necesitados, viajero, mendigos…”.[47]
Dios Todopoderoso para el huérfano otorgó una parte de las riquezas de los
musulmanes:
“Sabed
que, si obtenéis algún botín un quinto corresponde a Dios, al Enviado y a sus
parientes, a los huérfanos, a los pobres y al viajero…”.[48]
“Te
preguntan qué deben gastar. Di «Los bienes que gastéis, que sean para los
padres, los parientes más cercanos, los huérfanos, los necesitados y el
viajero»...”.[49]
Dios Todopoderoso prohibió apropiarse de los bienes del huérfano a menos que sea
para incrementarla y beneficiarlo.
“«¡No
toquéis la hacienda del huérfano, sino de manera conveniente, hasta que alcance
la madurez!...”.[50]
El Mensajero del Islam (BPD) dijo:
“Aquel
que se haga cargo de un huérfano y sacie sus necesidades, Dios Todopoderoso le
dará el Paraíso como recompensa de sus actos “.[51]
Así también dijo:
“Aquél
que se haga cargo de un huérfano musulmán y lo sacie en su mesa, Dios sin duda
lo llevará al Paraíso a menos que haya cometido un pecado que no puede ser
perdonado (por ejemplo, sea incrédulo)”.[52]
Así también este mismo noble dijo:
“Aquel
que se haga cargo de un huérfano estará junto a mí en el Paraíso al igual que
estos dos dedos de la mano”.[53]
El Islam tomó en cuenta proveer las necesidades espirituales de los niños
huérfanos tales como beneficiarlos y ser justos con ellos. Dios Todopoderoso
dijo:
“Y
cuando concertamos un pacto con los hijos de Israel (Jacob): «¡No sirváis sino a
Dios! ¡Sed buenos con vuestros padres y parientes, con los huérfanos y
pobres…”.[54]
Así también Dios Glorificado sea dijo:
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“La
mejor casa entre las casas de los musulmanes es aquella en la que se encuentre
un huérfano y lo traten con bondad. La peor casa entre las casas de los
musulmanes es aquella en la que se encuentre un huérfano y lo
maltraten”.[56]
El noble Mensajero del Islam (BPD) recomendó la bondad, amabilidad y moderación
ante los huérfanos:
“Dios
Todopoderoso recomendó la bondad hacia los huérfanos por haber perdido a su
padre; entonces aquél que los apoye Dios Todopoderoso lo apoyará; y aquél que
los respete, Dios Todopoderoso lo respetará; y aquél que acaricie la cabeza del
huérfano, Dios Todopoderoso le otorgará en el Paraíso por cada cabello que
acarició con su mano, un palacio más grande que el mundo y lo que existe en
éste…”.[57]
El Imam As Sadiq (P) recomendó a la gente que se comportase compasiva y
bondadosa con los huérfanos:
“No
hay siervo que haya acariciado la cabeza de un huérfano a menos que Dios
Todopoderoso por cada cabello le otorgue una luz el día de la
Resurrección”.[58]
Resolver las dificultades que el huérfano tiene que enfrentar y le provocan
dolor, sufrimiento e inquietud es considerado un favor o gracia hacia el
huérfano.
El Mensajero
de Dios (BPD) dijo:
“Cuando
un huérfano llora el Empíreo de Dios tiembla por sus sollozos, y Dios
Todopoderoso dice: “¡Oh, mis ángeles sean testigos de que aquél que lo calme y
le de lo que necesita, Haré que se sienta satisfecho y contento el día de
la
Resurrección !”.[59]
Así también este noble dijo:
“Cada
vez que un huérfano llore en el mundo, Dios dice: “¿Quién hizo llorar a mi
siervo que hice morir a su padre? ¡Juro por Mi Grandeza y Esplendidez que haré
entrar al Paraíso a aquél que lo tranquilice aunque sea en la medida de media
palabra”.[60]
Entre las recomendaciones hechas respecto a los niños huérfanos, es alegrar su
corazón a través de abastecer sus necesidades materiales e inmateriales, tales
como el respeto, la bondad, el elogiar y homenajear, y
otros.
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“En
el Paraíso hay un casa que le llaman la casa de la alegría, y en ésta no entran
otros más que aquellos que alegraron a un huérfano de los
creyentes”.[61]
Emprender la educación digna en un huérfano y crear en él los preparativos
necesarios para que sea un elemento provechoso y digno en la sociedad humana es
considerado una atención y favor al huérfano.
El príncipe de los creyentes, Imam ‘Alí (P) dijo:
En conclusión, el huérfano que crezca con gracia, bondad y cariño sentirá
tranquilidad y contará con sentimientos y personalidad normal. En cambio si se
ve privado de estos asuntos, aceptará una personalidad errónea y será desviado
por los que se encuentran en el extravío, que en este caso será un elemento malo
y nocivo para la sociedad.
“Resolver
las dificultades que el huérfano tiene que enfrentar y le provocan dolor,
sufrimiento e inquietud es considerado un favor o gracia hacia el
huérfano”.
Capítulo quinto:
Etapas de la niñez, juventud y adolescencia
El
período de infancia y juventud se inicia desde el final del séptimo año de vida
del niño y continúa hasta el final de los catorce años. Este período es el
período que prepara la personalidad del niño para llegar a la edad de la madurez
y pubertad, y ser parte de una sociedad más grade. Al inicio de este período, o
un año antes de éste, poco a poco el niño deja de imitar a los adultos e
incrementa su atención hacia lo que lo rodea al igual que los poderes
intelectuales en él; así también tendrá el poder para imaginar los significados
y adquirir el entendimiento de los significados inmateriales.
En este período el niño piensa en su innato y se encuentra a sí mismo como una
criatura independiente que su deseo es diferente al deseo de los adultos. Por
ello “se esfuerza para, con su conducta que provoca enfado en la familia,
ponerlos en dificultad y manifestar la existencia independiente de sí
mismo”.[63]
Al ponerse a la ofensiva se esfuerza para obtener independencia a través de
diversos medios los cuales por lo general se oponen a las cosas que había
intimado y se había encariñado en el período anterior. Como consecuencia cada
cosa que sea especial de él y le pertenezca la elige a través de un método
especial que él mismo entiende: muestra un gusto especial en la elección de su
ropa; muestra interés especial en la adquisición de aptitudes intelectuales y
científicas en forma individual, y se esfuerza por fundar y organizar las
relaciones social con otros niños en la forma que a él le
agrada.
Esta etapa es una de las etapas más importantes en las que los padres deberán
poner más atención en lo que se refiere a la educación del niño; ya que es la
primer etapa en la que el niño da paso a relaciones más amplias en la sociedad
que antes no había experimentado. Esta etapa es el ingreso a la
escuela.
Uno de los factores efectivos en la creación de preparación y formación de la
personalidad del niño es la forma de su relación y comunicación con el padre, la
madre y demás miembros de la familia. Una relación como ésta con todos sus
detalles, le otorga una serie de especialidades que lo acompañarán también hasta
la edad adulta.
La escuela coloca un efecto profundo en la formación de la personalidad del
niño. En la escuela se enfrenta a niños de diversos niveles científicos, que o
son más fuertes o débiles que él, más activos o inactivos. “Como consecuencia
se levanta para rivalizar con ellos, gane o pierda. Este asunto es efectivo en
la formación de su personalidad”.[64]
“La
sociedad en la medida que se haya alejado del Islam o el que en apariencia sea
islámica pero en la práctica no exista en ella nada de las ramas ni fundamentos
del Islam las responsabilidades de los padres en la educación y corrección de
los hijos se vuelven más y más pesadas”.
Aquí también existen otros factores que son efectivos en la formación de la
personalidad del niño, tales como las especialidades físicas: si es alto, bajo,
gordo, flaco, sano o enfermo.
Uno de los factores más efectivos en este campo son los pensamientos que el niño
adquirió y creció con éstos. En este período el niño tiene más necesidad las
cuales por obligación deben ser saciadas por los padres. Como ejemplo los
excitantes vitales tales como la necesidad de alimento y vestido, etc., y la
necesidad de salud psíquica, sentimental y alejarse de las inquietudes y
necesidad de ser aceptado por la sociedad cuando se una a ésta, y necesidad de
prestarle atención y respetar su jerarquía, así como de adquirir las aptitudes
necesarias para poder tener éxito
en la
vida actual.
Además de los asuntos mencionados, el niño también necesita de una filosofía,
pensamientos y significados que concuerden con su nivel de intelecto. Este
período es un período de necesidad de educación fortalecida tomando en cuenta su
inclinación hacia la independencia.
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“Los
primeros siete años el hijo es el que ordena, los segundos siete años es siervo
y obediente, y los terceros siete años es el consejero y
asistente”.[65]
El príncipe de los creyentes, ‘Alí (P), dijo:
“Al
niño se le deja en libertad los siete primeros años de vida, y los segundos
siete años de vida adquiere educación. En los terceros siete años es tomado para
servir”.[66]
El Imam Ya’far As Sadiq (P) dijo:
“Deja
a tu hijo en libertad hasta los siete años para que juegue y los segundos siete
años deberá aprender educación. Y los terceros siete años haz que te acompañe
para que te beneficies a través de las consultas que le hagas. Pídele que te
ayude en los trabajos”.[67]
Por lo tanto esta etapa, es una etapa difícil de educación, ya que el niño se
inclina por la independencia e incrementa su relación y comunicación con el
mundo fuera del hogar. Es por ello que sin otra alternativa deberán esforzarse
constantemente en la educación de éste y vigilar todo lo que le pertenece: en
los pensamientos y sentimientos, así como en sus relaciones y comunicaciones con
otros, en el aprendizaje y la enseñanza, así como en la provisión de sus
diversos deseos; el niño
necesita de una guía y dirección, así como de un aprendizaje constante y de
ayuda en la enseñanza del método de la vida. Así también deberá aceptar sus
tareas con paciencia y alto poder para tolerar, y al mismo tiempo en muchos
casos no deberá olvidarse la firmeza.
Las particularidades de esta etapa son las siguientes:
1. Educación
fortalecedora
Una
educación digna y una buena reprimenda son algunas de las obligaciones más
importantes que tienen el padre y la madre. Una educación así es derecho del
niño que el Islam otorgó su responsabilidad a los padres. El niño en la etapa
antes de llegar a la edad del desarrollo necesita de educación fortalecedora y
esfuerzos adicionales.
El Imam ‘Alí Ibn Al Husain (P) dijo:
“El
derecho del hijo es que sepas que él es parte de ti mismo, y en el mundo con
todo lo malo y bueno que tenga está vinculado a ti. Tú tienes la obligación de
darle una buena educación, guiarlo hacia Dios, de ayudarlo en que te obedezca y
de crear una mentalidad de acatamiento en él. En este campo tendrás un premio o
un castigo. Entonces trátalo así para que los efectos de tu buena educación en
el mundo sean un orgullo y un adorno para ti, y en el otro mundo estés inmune,
como consecuencia del cumplimiento de una obligación ante Dios”.[68]
Por las dificultades de la etapa en la que se encuentra el niño los padres
deberán tomar en cuenta y pedirle a Dios para que puedan llegar a cumplir con
sus obligaciones educacionales.
El Imam Zain Al ‘Abidín (P) dijo:
“¡Oh,
Dios! Agráciame con la permanencia de mis hijos, haciéndolos justos para mí,
permitiéndome disfrutar de ellos.
¡Oh,
Dios! Prolonga para mí sus edades y alarga sus vidas. Haz crecer al pequeño y
fortalecer al débil. Otorga salud a sus cuerpos, a su religión, y a sus
caracteres dando salud a sus almas, a sus miembros y a todos sus asuntos por los
cuales estoy preocupado. Aumenta para mí y pueda a través de mis manos sus
provisiones. Hazlos buenos, piadosos, inteligentes, oyentes, obedientes a Ti,
que amen a Tus amigos dándoles un buen consejo, caprichosos con todos Tus
enemigos y poseedores de odio contra ellos. ¡Amén!
¡Oh,
Dios! Fortalece mis brazos a través de ellos, enmienda a través de ellos mi
estado de desviación, y aumenta mi descendencia con ellos. Adorna con ellos mi
presencia y vivifica por medio de ellos mi nombre. Establécelos como sucesores
míos en mi ausencia. Ayúdame a través de ellos a cubrir mis necesidades. Hazlos
amantes y amables conmigo, dirigiéndolos hacia mí haciendo que me tengan en
cuenta en todo. Hazlos rectos y obedientes a mi orden, de tal manera que no sean
desobedientes conmigo ni se comporten mal, ni se opongan, ni tampoco cometan
errores conmigo. Ayúdame a criarlos, educarlos y a tratarlos bien. Otórgame de
Tu parte, junto con ellos, hijos varones, y haz que esto sea un bien para mí y
auxiliarles respecto de lo que Te he pedido. Presérvame a mí y a mis hijos del
maldito y rechazado demonio…”.[69]
Nuestras narraciones han enfatizado en dar una buena educación a los
hijos.
El Imam ‘Alí (P) narró del Mensajero de Dios (BPD) que
dijo:
El príncipe de los creyentes, ‘Alí (P), dijo:
“En
verdad que el hijo tiene derecho sobre el padre y el padre tiene derecho sobre
el hijo: el derecho del padre sobre el hijo es que obedezca al padre en todo
excepto en la desobediencia a Dios, y el derecho del hijo sobre el padre es que
éste le ponga un buen nombre, lo eduque bien y le enseñe el Corán”.[71]
La educación
en esta etapa tiene más necesidad respecto a las etapas anteriores a ésta; ya
que la naturaleza innata del niño en esta fase cuenta con salud, es virgen y
pura, y acepta toda guía, dirección y consejo. Por lo tanto los padres tienen la
obligación de utilizar las oportunidades que se adquieren para realizar sus
obligaciones educacionales.
El príncipe de los creyentes, ‘Alí (P), en su testamento dice al Imam Hasan
(P):
“…
el alma y corazón del joven se asemeja a un campo virgen que permite a las cosas
sembradas en él crecer lozanamente. Por tanto, he hecho uso anticipadamente de
la ocasión para educarte y prepararte antes de que tu corazón pierda su
frescura, y tu mente se ocupe en otras antes de que comiences a realizar actos
que los expertos se esforzaron en probarlos y quitaron en ti la necesidad de
esforzarte. Y tú utilizas también aquello que obtuvimos de sus experiencias, y
para vosotros serán evidenciadas algunas experiencias que desconocíamos
…”.[72]
Así también este mismo Imam (P) dijo:
El método educacional que tenemos la intención de fortalecer y establecer en
realidad es el método islámico que en todos los asuntos de la vida, gira
alrededor del servicio y obedecimiento a Dios
Todopoderoso.
El Imam As Sadiq (P) dijo:
“Realizad
buenos actos y recomendad a vuestra familia que los realice, y educadla para que
obedezca a Dios, Glorificado sea”.[74]
Así también este mismo Imam (P) dijo:
“Ordenadles
a ellos (vuestra familia) aquello que Dios ordenó, y prohibidles aquello que
Dios prohibió…”.[75]
Estas palabras dan forma a todas las reglas generales que fundamentan el método
educacional correcto desde todas las fases de la vida individual, social,
sentimental y espiritual. Entonces si los padres ellos mismos en la práctica
ejercen este método correcto y ponen atención absoluta en éste, el niño también
en el futuro será un elemento digno para la sociedad
humana.
Los Inmaculados Imames (P) ponían especial atención en la educación de sus hijos
en esta etapa, con el propósito de realizar una preparación completa en ellos
para que en todos los aspectos fuesen la cúspide y el ser humano ideal en la
sociedad islámica. El Imam ‘Alí (P) durante su infancia y antes de que Muhammad
(BPD) fuese elegido para la misión fue educado en el hogar de este generoso. Por
ello tuvo fe en Muhammad (BPD) en los primeros momentos después de haber sido
elegido como profeta, y purificó su fe y obedecimiento para Dios y Su Mensajero
(BPD). El Imam ‘Alí (P) poseía el grado más elevado en valentía, ejecución,
entrega y ofrecimiento, generosidad, humildad, veracidad y todos los atributos
morales.
Así también el Imam ‘Alí (P) por su parte educó a sus hijos semejantes a sí
mismo. Así fue como ellos llegaron a obtener el grado más elevado en todas las
honorables virtudes, al igual que los demás Imames (P).
La sociedad en la medida que se haya alejado del Islam o el que en apariencia
sea islámica pero en la práctica no exista en ella nada de las ramas ni
fundamentos del Islam las responsabilidades de los padres en la educación y
corrección de los hijos se vuelven más y más pesadas. La educación, las
costumbres, los pensamientos y los métodos educacionales incorrectos en especial
los medios de propaganda y de comunicación tales como la radio, la televisión,
el cine y otros provocarán efecto en la educación del
niño.
Otra perspectiva de la educación es la educación física que está unida también
con la educación espiritual, mental y sentimental. La educación física del niño
es una necesidad innegable, puesto que es un escudo para proteger su salud
corporal y el preludio para las actividades físicas en
él.
“El
niño necesita familiarizarse con las palabras de los Inmaculados Imames (P) para
que estas palabras guías eviten que se incline hacia desviaciones
mentales”.
El Mensajero de Dios (BPD) en una de sus pláticas estimuló de la siguiente forma
a la gente para que realizara deportes y educación
física:
Así también según la opinión de los psicólogos y sabios de las ciencias
educativas es conocido que la salud física tiene un efecto evidente en la salud
espiritual.[77]
2. La gestión de la
enseñanza
La enseñanza en esta etapa (al principio de los 7 años) es indispensable para
el niño. Esta edad es la mejor etapa para iniciar la enseñanza, ya que las
capacidades intelectuales del niño en esta etapa llegan a desarrollarse y se
presentan las inclinaciones y deseos internos del niño para obtener las
aptitudes prácticas.[78]
El niño en esta etapa cuenta con las capacidades completas para memorizar todo
lo que escucha, y la instrucción que adquiere le ayuda para penetrar lo que sabe
y quede para siempre en su mente.
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
Así también dijo:
El Mensajero del Islam (BPD) recomendó lo siguiente a los padres en cuanto a la
necesidad del aprendizaje del niño:
El Mensajero de Dios (BPD) consideró a la instrucción del niño como una puerta
de las puertas de las bendiciones divinas que son abiertas para el
padre:
“Dios
perdone al siervo que se comporta amable con sus hijos, les enseña y los educa y
ayuda para que sean buenos”.[82]
Uno de los derechos de los padres hacia el hijo es el derecho de educarlo, al
igual que el Imam ‘Alí Ibn al Husaín (P) dijo:
“…
En cuanto al derecho del niño es que sean amables con él y se esfuercen en
ayudarlo en la educación mental y la enseñanza …”.[83]
El Mensajero de Dios (BPD) consideró los derechos de los padres hacia el hijo de
la siguiente forma:
“Ponedles
un buen nombre, enseñadles a escribir y después de pasar la edad de la
adolescencia procedan para que se case”.[84]
En nuestra época los establecimientos de enseñanza y en especial la escuela
tiene bajo su responsabilidad el asunto de la instrucción del niño respecto a la
lectura y escritura. Esto no significa que los padres se deshagan de la
obligación de enseñarles, sino que la escuela y los padres deberán tener un
intercambio de opiniones y cooperar conjuntamente para llegar a este propósito.
La enseñanza no debe limitarse en la lectura y escritura, sino que deberá ser
desde todos los aspectos incluyendo todos los diversos campos de las ciencias
naturales, humanas, literarias, históricas, filosóficas y otras. Además hay que
recalcar en los aspectos espirituales y devocionales.
El Mensajero de Dios (BPD) respecto a la enseñanza del Corán
enfatizó:
“…
y aquél que enseñe a su hijo el Sagrado Corán, sus padres serán invitados para
que vistan dos ropas que iluminan los rostros de aquellos que se encuentran en
el Paraíso”.[85]
La enseñanza del Sagrado Corán al niño comprende todas sus perspectivas. Primero
la lectura correcta, y según las reglas lingüísticas. Después alentar al niño
para que lo memorice considerando su nivel intelectual. Le sigue la enseñanza
correcta de las aleyas y de las suras que el niño necesita durante su infancia y
adolescencia, en especial las aleyas y suras relacionadas con las creencias, la
moral, debates de jurisprudencia pertenecientes a los mandatos religiosos en el
campo de las invocaciones y transacciones.
En esta etapa (etapa de la niñez y adolescencia) deberá enseñársele al niño como
debe realizar sus plegarias así como sus preparativos, tales como el rezo diario
y la ablución. El Imam Muhammad Baquir (P) dijo:
“…
Cuando el niño cumple los 7 años se le dice: “Lava tu cara y tus dos manos”.
Cuando las lavó se le dice: “¡Reza!”, para que sea una práctica para él.
Entonces se le deja en paz hasta que cumple los 9 años. Cuando los cumplió se le
enseña la calidad de la ablución …“.[86]
El niño necesita familiarizarse con las palabras de los Inmaculados Imames (P)
para que estas palabras guías eviten que se incline hacia las desviaciones
mentales.
El Imam Ya’far As Sadiq (P) dijo:
“Antes
de que los muryi’a (secta de musulmanes que se oponía al Islam puro)
alcancen a vuestros hijos, familiarícenlo con las narraciones”.[87]
El Imam Hasan Muytaba’ (P) respecto a la descripción de las enseñanzas obtenidas
del Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“Mi
ancestro el Mensajero de Dios (BPD) me enseñó palabras que las recito en la
oración Watr (oración de la media noche). … ¡Dios mío! Colócame en aquel
grupo al cuál guiaste y en aquél que otorgaste salud y en aquél grupo de
vigilaste”.[88]
Es obligatorio para los padres enseñar a los hijos todo aquello que es útil para
la vida del niño. El Imam ‘Alí (P) en la siguiente narración instruye a su hijo
Imam Hasan (P) la técnica de discursar:
“El
Imam (P) dijo a su hijo: “¡Hijo, mío! Levántate y da un discurso para que yo
también lo escuche”. El Imam Hasan (P) respondió: “¡¿Cómo puedo realizar tal
acto mientras que cuando observo vuestro rostro siento vergüenza?!” Entonces el
Imam ‘Alí (P) pidió a sus esposas que se reunieran y él se alejó tanto hasta
donde podía escuchar las palabras de Hasan (P)…”.[89]
Uno de los ejemplo de enseñanza al niño es la instrucción del tiro al blanco y
la natación —tal y como ya dijimos—; y por la importancia de su enseñanza el
Mensajero de Dios (BPD) alentó en una misma medida en ello al maestro, al niño y
a los padres, y dijo:
“Cuando
el maestro enseña al niño a decir Bismil.lah (en nombre de Dios), Dios
Todopoderoso para él y para el niño así como para los padres del niño hace
obligatoria su salvación del Fuego del Infierno”.[90]
El Imam ‘Alí (P) constantemente insistía a los niños en el aprendizaje de los
poemas de su padre Abi Tálib.
El Imam As Sadiq (P) dijo:
“El
Imam ‘Alí (P) insistía siempre en que los poemas intencionados de su padre Abi
Tálib fuesen registrados y narrados. Y decía: “¡Aprended los poemas de Abi Tálib
y enseñadlos a vuestros hijos, ya que Abu Tálib aceptaba la religión de Dios y
en sus poemas se encuentra oculta una gran sabiduría”.[91]
3. Práctica del niño
respecto a la sumisión y devoción
La obediencia y devoción a pesar de ser sencilla y fácil pero realizarla
necesita de práctica y al mismo tiempo de una armonización física. El niño en la
práctica de la sumisión y devoción necesita de una atención especial, para que
las dificultades de ésta se vuelvan insignificantes ante él y se cree intimidad
y afecto entre él, la obediencia y devoción; para que la sumisión y devoción se
mezclen con su sentimiento en tal forma que se convierta en una costumbre diaria
y fija en él, y las realice con emoción natural —sin ninguna obligación ni
dificultad—.
“Es
mejor que para el niño sea algo soportable la práctica de la oración, ya que de
lo contrario la odiaría creándose dentro de sí mismo un obstáculo entre él y
ésta”.
En el método de educación islámica proporcionado con la edad del niño y tomando
en cuenta su poder intelectual y físico para realizar la sumisión y devoción se
ha tomado en cuenta un fundamento principal. El Mensajero de Dios (BPD) respecto
a la práctica de la oración ha dicho:
“Cuando
vuestros hijos llegaron a la edad de los 7 años, ordenadles que oren. Y a los 9
años si no rezan castigadlos (pegadles)”.[92]
Y en otra narración está registrado:
“Cuando
vuestros hijos llegaron a la edad de los 7 años, ordenadles que oren. Y a los 9
años si dejan de rezar, castigadlos”.[93]
El propósito de castigar puede ser un castigo físico o psíquico cuando el niño
desobedece las órdenes del padre respecto a la oración. Aunque el castigo
provoca un efecto negativo sobre el niño, la pérdida que se deriva de éste es
temporal y pasajera, y no puede ser comparada con un beneficio mayor, o sea
practicar la oración. Al igual que el Imam ‘Alí (P)
dijo:
“A
los niños pequeños de tu casa edúcalos verbalmente para que realicen la oración
y sean limpios. Cuando llegaron a los 10 años (en caso de que no pongan
atención) castígalos físicamente sin excederte de tres golpes”.[94]
Es mejor que para el niño sea algo soportable la práctica de la oración, ya que
de lo contrario la odiará creándose dentro de sí mismo un obstáculo entre él y
ésta. Se ha transmitido una narración del Imam ‘Alí Ibn Al Husaín (P) que este
generoso obligaba a los niños a realizar en un tiempo la oración del medio día y
la tarde, y también la de la puesta del sol y de la noche. Cuando le preguntaron
la razón de esto dijo:
“Para
el niño es más fácil realizar las oraciones del medio día y de la tarde juntas,
y la de la puesta del sol y de la noche juntas. Su deseo y precipitación para
realizar las oraciones en esta forma es mayor. Este acto provoca que la oración
no sea dañada, que no actúen negligentes hacia ésta y no se ocupen en otras
actividades”.[95]
El Imam (P) sólo pedía a los niños que realizaran sus oraciones diarias, y
decía:
“Cuando
tengan poder para realizar la oración, no les exijáis otras fuera de las
oraciones obligatorias”.[96]
Los padres deberán tener en cuenta las capacidades físicas y psíquicas del niño
y no obligarlos a realizar actos los cuales no cuentan con la facultad para
hacerlo. Los niños deberán empezar con las oraciones obligatorias y no pedirles
que realicen las oraciones preferentes. Cuando practicaron las oraciones
obligatorias y entre ellos y las oraciones surge afecto e intimidad, en este
caso mientras más crezcan tendrá poder para realizar otras oraciones fuera de
las obligatorias.
La práctica del ayuno debe comenzar a los 7 años y tomando en cuenta el poder
físico y psíquico del niño, y mientras más crezca gradualmente continúe y su
tiempo sea mayor.
El Imam As Sádiq (P) dijo:
“Nosotros
ordenamos a nuestros niños, cuando llegan a los 7 años, que ayunen durante las
horas del día que puedan, puede ser medio día, menos y más. Entonces pueden
romper el ayuno en caso de que el hambre o la sed los domine, hasta que se
acostumbren a ayunar y tengan las fuerzas para hacerlo. Vosotros también
ordenadles a vuestros hijos que ayunen desde los 9 años en la medida que puedan
hacerlo, y si la sed los domina, rompan el ayuno”.[97]
Sumá’ah
dice que preguntó al Imam As Sádiq (P) respecto a la edad en que el niño debe
comenzar a ayunar. Este generoso dijo:
Por lo tanto si el niño practicó ayunar antes de llegar a la edad en que debe
realizar las obligaciones religiosas muy pronto podrá realizar esta obligación
divina en la forma más perfecta sin sentir la más mínima
dificultad.
Mu’awiiah
hijo de Wahab dijo haber preguntado al Imam As Sadiq (P): “¿A qué edad
debe un niño comenzar a ayunar?”. Dijo:
“Debe
comenzar a los 14 o 15 años. No hay inconveniente si ayuna antes de esta edad.
Uno de mis hijos comenzó a ayunar antes de esta edad, y yo se lo
permití”.[99]
Es preferente también que el niño practique realizar la peregrinación. El Imam
Baquir (P) o el Imam As Sadiq (P) dijo:
“Cuando
un hombre lleve a su hijo de visita a la casa de Dios, debe ordenarle que diga
La baik… y la peregrinación se vuelve obligatoria para él. Si no pudo
realizar sus ritos en forma perfecta el padre debe decir en lugar de él La
baik… La baik… y acompañarlo en la circunvalación, y en su lugar debe
realizar la oración de la circunvalación… En la peregrinación se ofrecerá un
animal por parte del niño y sus mayores deben ayunar en su lugar, y deben evitar
que el niño realice los actos prohibidos para la persona que vista las ropas del
peregrino (muhrim), tales como: vestir ropas cosidas, utilizar perfumes y
si mató a un presa en la región del Haram (santuario) el padre deberá pagar la
multa”.[100]
El Imam As Sadiq (P) en respuesta a la pregunta respecto al temor de que los
niños se resfríen cuando vistan las ropas del peregrino
dijo:
“Llevadlos
a la región de ‘Ary[101],
y desde ese lugar vistan las ropas del peregrino … si teméis por sus vidas
llevadlos a Yuhfah[102]
y desde ese lugar vistan las ropas del peregrino”.[103]
Este generoso también dijo:
“Aseguraos
de aquellos que llevan consigo niños, que los lleven a Yuhfah o Batni Marr, y
realicen aquello que debe realizar la persona que viste las ropas del peregrino
y los lleven a circunvalar y en su lugar avienten las piedras en Yamarát. Los
niños que no tienen un animal para sacrificar, los padres deberán ayunar en su
lugar. El Imam Zainul ‘Abidín (P) colocaba un cuchillo en la mano del niño,
entonces el carnicero tomaba las dos manos del niño y sacrificaba al
animal”.[104]
Es preferente ejercitar al niño a realizar buenos actos tales como ayudar a los
pobres e indigentes. El Imam ‘Alí Musa Ibn Al Rida (P)
decía:
“Pide
a tu hijo que con sus manos ofrezca un pedazo, o un puñado o algo —aunque sea
poco—. Ya que todo aquello que se entregue con un deseo puro en el sendero de
Dios —aunque sea algo insignificante— es grande …”.[105]
Así también dijo:
Por lo tanto ejercitar al niño en el ofrecimiento es uno de los mejores métodos
educativos para evitar el enamoramiento del mundo y decrecer el efecto del
enamoramiento material en el alma del niño, que esto es considerado una práctica
para él respecto al afecto que siente hacia los pobres y
necesitados.
“Hay
que enseñar al niño a evaluar sus acciones, y educarlo en tal forma que permita
que otros también critiquen sus actos”.
Adiestrar al niño en la época de la infancia para la sumisión y devoción en la
etapa adulta lo fortalecerá también en la obediencia y devoción. El mejor
testigo para este asunto es el comportamiento y proceder de los Inmaculados
Imames (P). Tal y como el Imam Hasan Muytabah (P) se dirigió veinte veces de
Medina a la Meca
para visitar la
Casa de Dios.[107]
El Imam Husaín (P) solicita al ejército de los omeyas que le permita a él y a
sus compañeros realizar los actos de devoción la noche anterior al día 10 de
Muharram (la noche de ‘Ashura). En cuanto oscureció pasaron toda la noche
orando, implorando perdón, lamentándose y suplicando.[108]
El Imam ‘Alí Ibn Al Husaín (P) por lo tanto que suplicaba fue apodado como
“Zainul ‘Abidín” que significa “Adorno de los Adoradores”.[109]
Cada vez que un necesitado le solicitaba algo decía:
Los demás Inmaculados Imames (P) también, cada uno en la cumbre de su relación
con Dios y su sinceridad en su devoción hacia Él, habían practicado el
obedecimiento y devoción a Dios, en tal forma que entre ellos y su devoción
hacia Dios había surgido un afecto y gusto especial.
Para los padres es obligatorio que animen a los niños a través de la práctica de
la sumisión y devoción para que tengan más éxito, tal y como los elogien con
obsequios materiales e inmateriales.
4. Vigilancia del
niño
En esta etapa si los padres quieren que sus enseñanzas educativas hacia el niño
sean fructíferas deberán tener bajo vigilancia sus actos y guiarlo hacia lo
correcto y la verdad. Así también deberán en forma oculta vigilar sus
tendencias, imaginaciones y sentimientos, y en forma amigable deberán ayudarle
para que encuentre el camino correcto de la vida y lo cruce.
Tener bajo vigilancia sus actos en la sociedad es más indispensable que en la
casa para que elijan buenos amigos para él, y eviten que amiste con chicos
indignos. Claro está cuando la guía y dirección no es útil el castigo se vuelve
necesario.
Hay que enseñar al niño a evaluar sus acciones, y educarlo en tal forma que
permita que otros también critiquen sus actos. Además de que es mejor que
hagamos fructificar en lo más profundo de su ser el significado de la
supervisión divina —y de que Dios ve todos nuestros actos pequeños y grandes así
como nuestras intenciones—, para que esto sea un obstáculo en caso de que los
padres no puedan atenderlo, vigilarlo ni supervisarlo.
A los padres les fueron otorgadas las herramientas de la vigilancia hacia el
niño y la supervisión de sus actos desde la perspectiva de su realización. Cada
uno de ellos según sus conocimientos y experiencias en la vida se esfuerzan en
este acto importante. Los dos también en este campo necesitan de ayuda,
comprensión y cooperación mutua. La supervisión de la madre sobre el niño —sea
niño o niña— es más indispensable que la supervisión del padre sobre éste; ya
que por lo general los padres trabajan fuera de casa.
El niño deberá sentir que no ha sido dejado al olvido por parte del padre ni de
la madre sino que ellos lo quieren y vigilan sus actos. Claro está esta
posibilidad existe en los padres que utilicen a otros también para que
supervisen al niño. Por ejemplo aquellos lugares en donde los padres no pueden
acompañar a los hijos, tal y como la escuela, reuniones y otros, en este caso
los padres deberán recurrir y pedir ayuda a los amigos y
parientes.
Realmente da buen resultado la ayuda mutua en la supervisión de la educación del
niño y puede salvarlo de desviaciones que es posible ocurran por estar en un
estado de negligencia
5. Prevenir cualquier
desvío sexual
La desviación sexual es una de las desviaciones más peligrosas que amenazan y
destruyen a la sociedad humana en las fases materiales, higiénicas,
sentimentales y morales. Por ello el Islam pone una atención especial para
prevenir la desviación antes de que aparezca y su curación después de haber
aparecido. La educación de los hijos se funda en la honestidad siendo ésta una
de las obligaciones más importantes que tienen los padres.
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“Uno
de los derechos del padre contra el hijo es que elija un buen nombre para él,
cuando llegue a la edad del aprendizaje le enseñen a leer y a escribir y cuando
llegue a la adolescencia evite que se desvíe sexualmente”.[112]
La educación fundada en la pureza y castidad necesita de la prevención de
cualquier desvío sexual en la etapa anterior a la adolescencia.
Los primeros signos de la prevención también son alejar al niño de cualquier
estímulo sexual y de cómo se realiza.
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“
¡Juro por Él que mi vida se encuentra en sus manos, si el hombre y la mujer se
encuentran realizando un acto sexual y en ese momento hay un niño despierto en
la casa y los observa, y escucha sus palabras y respiraciones ese niño nunca
será guiado, si es niño será un adúltero y si es niña una
adúltera”.[113]
Otro de los métodos para prevenir, es separar las camas de los niños. El Imam
‘Alí (P) dijo:
Separar las camas de los niños y niñas tiene más necesidad. El Imam Báqir (P)
dijo:
“Deben
separar las camas de los niños de las camas de las niñas cuando llegan a la edad
de los 10 años”.[115]
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“Deben
separarse las camas de los niños de 10 años, niños de niños, niños de niñas y
niñas de niñas”. [116]
El Imam As Sadiq (P) prohibió cargar a las niñas de seis años que no sean
íntimas (mahram). Dijo:
Así también prohibió besar a las niñas que no son íntimas.
Dijo:
Por supuesto, cuando se dice de no besar a las niñas es por parte de los
extraños, no por parte del padre, la madre los tíos u otros parientes íntimos
(mahram).
El Mensajero de Dios (BPD) dijo:
“La
mujer no íntima no deber besar al niño que haya cumplido los 7
años”.
Cuando ocurre una desviación sexual deberá castigarse al niño para que no vuelva
a repetir ese acto. Preguntaron al Imam As Sadiq (P) respecto al niño de 10 años
que mantiene relaciones sexuales con una mujer.
Respondió:
En la actualidad es adecuado alejar al niño de cualquier medio que provoque su
deseo tal y como novelas, cuentos, fotografías y películas indecentes. Así
también, para prevenir cualquier desviación sexual, deberá cuidarse al niño
cuando se encuentra solo, y cuando mantiene relaciones con otros niños de su
misma edad.
6.
Asociar al niño con patrones dignos
El niño en los últimos años de esta etapa trata de imitar a personajes que en la
sociedad cuentan con más alegría y regocijo (tal y como los artistas y
deportistas destacados), y provocan más efecto (tal y como los sabios y
políticos) en ésta.
Los psicólogos llaman “mahakat” a la imitación que se realiza en forma
instantánea, repentina y con rapidez la cual provoca efecto en el imitador, y
llaman “iqtibás” a la imitación que se realiza con lentitud y en un
período determinado de tiempo.[120]
Iqtibás
es una forma de tomar como patrón a alguien, que echa raíces en la comprensión y
sentimiento del niño, uno de sus ejemplos es la imitación y seguimiento. Los
personajes sublimes y sobresalientes en los asuntos de la imitación provocan
efectos. Por ello los grandes y líderes que la gente considera importantes (se
convierten en el patrón de toda la gente).[121]
El niño toma como patrón por lo general a aquellos que tienen poder espiritual y
mental, tal y como los gobernadores, los jefes políticos, los triunfadores y
aquellos que en la vida sobresalieron y a cualquiera que provoque efecto en la
gente tal y como los maestros y los sabios religiosos.
Algunos de los psicólogos consideran necesario e indispensable que cada persona
tenga una imagen del hombre ideal (para que sea el modelo en su vida).[122]
El hombre ideal (o modelo) desde la perspectiva de estos eruditos es diferente
en cada grupo de gente tomando en cuenta las condiciones y los estados
materiales, espirituales y sociales de esta. Estos eruditos consideran al hombre
ideal como la personificación de los valores espirituales y los propósitos
deseados en la vida.
“El
ejercitar al niño en el ofrecimiento es uno de los mejores métodos educativos
para evitar el enamoramiento del mundo y decrecer el efecto del enamoramiento
material en el alma del niño, que esto es considerado una práctica para él
respecto al afecto de él hacia los pobres y
necesitados”.
Es evidente que tener un modelo como éste para cada persona en especial para los
niños en los últimos años de esta etapa de su vida es
innegable.
No hay que olvidar que en sí el patrón determinado no pasa de ser un significado
a ser un modelo, y si no es personificado en el ser humano que tiene valores
para aceptarlo, quedará sólo en los límites de la imaginación. Mientras que el
niño necesita de un modelo al cual imitar y seguir, un modelo que en el exterior
exista y pueda ser palpado. El modelo ideal que puede tomar como ejemplo es ese
mismo personaje ideal de ser humano.
Seguir a los antepasados es más común que imitar a los bien acomodados. Sin otra
alternativa debemos elegir un modelo tomando en cuenta a los antepasados
dignos. Personalidades tales como los Profetas (P), los Imames (P), los
personajes dignos de los compañeros cercanos del Profeta (BPD) así como sus
seguidores, los sabios religiosos que son las cumbres de virtudes y nobles
caracteres que ocupan muy altas jerarquías. Aquello que obliga a la gente a
imitar y seguir a estos sobresalientes es el efecto espiritual maravilloso de
ellos en los diferentes niveles de la gente que los recuerdan con integridad y
respeto.
La vida de personajes dignos está llena de valores que el ser humano tiene la
esperanza de alcanzar. El niño al seguir a estos personajes que son su modelo se
convierte en un gran personaje. Pero si este seguimiento se corta las llamas
flameantes de la vida se vuelven frías y las esperanzas pierden su color, y se
desvía de su camino como consecuencia de seguir a personajes de segunda
importancia.
Por lo tanto los padres deberán atraer las opiniones, pensamientos, sentimientos
y visiones de los niños hacia los personajes ideales —desde el Profeta Adán (P)
hasta los grandes personajes de esta era—. Al igual que para cada Profeta (P) y
Imam (P) de los Imames Guías existe una historia de sus vidas en la cual podemos
encontrar todos los nobles caracteres, valores y visiones comunes en la vida.
Un modelo digno provoca efecto y ocupa un lugar valioso en todos los aspectos de
la vida. Al seguirlo o imitarlo se reflejan los efectos de este seguimiento en
todas las perspectivas de la personalidad sentimental, intelectual y de conducta
del niño; por ello el niño se apresura para llegar a ocupar las altas jerarquías
que llegaron a ocupar los personajes (modelos)
meritorios.
Conclusión
Como vemos,
educar a los hijos no es un asunto tan sencillo. Aunque, con la ayuda de Dios,
es una cuestión que puede arribar a un “buen puerto” si se siguen algunos
parámetros, como los que se han detallado en esta obra. Esperamos que lo
expuesto les sirva a todos aquellos creyentes bienhechores en este camino tan
difícil como necesario que es una de las mayores gratificaciones personales que
la vida otorga a cada individuo (quizás la mayor de
todas).
Y no hay
Fuerza ni Poder sino en Dios Altísimo. A El nos encomendamos y de El pedimos
ayuda en esta tarea, así como en todas las responsabilidades de nuestra
existencia. Y a El agradecemos todas las Mercedes y Bendiciones otorgadas, como
la buena guía del Islam y sus normas (tales como las que hemos presentado
referidas a la educación de los hijos).
Que Dios
Bendiga, otorgue Misericordia y Paz eterna a Muhammad y su noble familia
purificada. Y que auxilie a los creyentes sinceros en este mundo y en el
otro.
Notas:
[3] Al Tifl
bein Al Wirázah wa Al Tarbiiah, t. II, p. 180, según lo registrado en Nahnu wa
Al Abná’, p. 39.
[102] Región
entre Median y la
Meca , y lugar donde visten las ropas del peregrino la gente de
Shám (Damasco actual).
Islam en Mar del Plata
agradece al hermano Abdallah Yusuf Pagano de la Plata por el envío del material
y el permiso para publicarlo.
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