Cuando "La Resistencia" es sinónimo de Estado Islámico
Una de las recomendaciones de los encapuchados que apedrearon el cuerpo sin vida, quemado, de Héctor Anuel fue que no le arrojaran botellas porque podían quedar "huellas". Minutos antes, Anuel había caído de su moto cuando los mismos que lo apedrearon le tiraron una bomba molotov, incendiando inmediatamente su cuerpo, sin que le permitiesen a otros motorizados retirarlo ni socorrerlo para evitar su muerte.
El video del apedreamiento de Anuel es lo bastante explícito para señalar que quienes lo filmaron querían, de alguna manera, que éste se difundiera para consumo masivo. Para que todo el mundo viese cómo es que en Lechería, estado Anzoátegui, tratan a los chavistas que supuestamente atacan "La Resistencia" bajo el satanizado nombre de colectivos. Por eso mismo difícilmente se pueda pasar por alto esto, si se tiene en cuenta el nivel de cuidado exigido por uno de estos delincuentes para no dejar huellas que los implicasen en el crimen.
La saña es el mensaje
Apedrear a un hombre muerto, quemado, por ser chavista, se puede decir que es uno de los puntos más bajos en los que se pueda caer. Filmarlo y difundirlo, como un trofeo de guerra, además, muestra la cínica intención de volver esta orgía de muerte en un producto de consumo en las redes sociales para el regodeo y asco de quienes lo viesen, dependiendo de su grado de salud mental.
Para los chavistas, y el público en general, es más que obvio que este video generó un fuerte rechazo, aun cuando tiene el objetivo de acostumbrar a quienes lo ven a este tipo de violencia descarnada contra un ser humano. Sin embargo, para una parte importante de la base de la oposición venezolana eso fue todo lo contrario. Con casos insólitos como el de Efecto Cocuyo en los que en vez de repudiar el hecho se dedicaron a jerarquizar que el cuerpo de Anuel había sido recogido por hombres armados.
Motorizados armados recogieron cuerpo de compañero muerto durante protesta en Lechería efectococuyo.com/principales/mo… vía @efectococuyo
Es que justamente difundir un video como este genera regodeo en una parte considerable de seguidores de la oposición, que consideran como héroes a una banda de asesinos dedicada a incendiar y apedrear personas por su tendencia política. Es más: tampoco es descabellado afirmar que muchos de ellos admiran a estos encapuchados linchadores por no poder hacer lo mismo que éstos hacen a diario. Lo que es aún mucho peor.
Porque este tipo de videos apuntan a moldear actitudes en seguidores de la MUD, altamente fanatizados, en un momento en el que se preparan para una nueva escalada armada en el país. Psicológicamente se busca acostumbrar a una población específica para que ella misma se haga cargo de armar grupos de exterminios, disfrazados de "Resistencia", para luchar contra la supuesta dictadura que hay en Venezuela y toda la base que la apoya.
Una ejecución al mejor estilo Estado Islámico
Suena trillado comparar la formas de "La Resistencia" con la elaborada escenificación del Estado Islámico. Sin embargo, en fondo y forma un apedreamiento como el de Anuel no tiene nada de diferente de lo que hicieran grupos terroristas islámicos en Medio Oriente con soldados sirios, periodistas y personas del común considerados por ellos como infieles.
Tampoco en términos de difundir un mensaje claro de extremismo político, distribuido por las mismas redes sociales que le permitieron al Estado Islámico alimentar una extensa lista de seguidores, después de ser propagandizada su aparición en la esfera mediática. Por lo que en Venezuela se puede decir que estamos ante un fenómeno parecido.
Surgen grupos de exterminio, a la vista de todos, con la activa legitimación de los dirigentes de oposición y ex presidentes extranjeros, quienes continuamente se sacan fotos con ellos como si fuesen un modelo a seguir, invitándolos a que continúen con su "gesta libertadora" en Venezuela con sus cuerpos sacrificables para tal fin.
En ese sentido, el hombre nuevo que propone el antichavismo es uno que sea asesino, linchador y que apedree a personas cuando estén sin vida, incineradas y aplastadas en el piso, como moscas.
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