La yihad infantil: La nueva generación de terroristas ya está aquí dispuesta a matar
Publicado: 30 jun 2017 14:39 GMT
El mundo observa con preocupación el fenómeno de los niños adiestrados por los fanáticos del Estado Islámico. Hay toda una generación preparada para empuñar las armas.
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Muchos de los menores que viven en los territorios de Siria e Irak liberados del Estado Islámico se han convertido en fanáticos religiosos. Sus vecinos los llaman 'cachorros del califato'. Algunos creen que estos adolescentes son víctimas inconscientes; otros les consideran tan terroristas como los adultos. ¿Qué destino les espera a los menores involucrados en matanzas brutales y sangrientos ataques? El portal ruso Lenta.ru trata de responder a la pregunta.
Muchos de los niños regresarán a comunidades donde se les odia por haber integrado grupos terroristas que sembraban el pánico en sus ciudades y pueblos. "Estos niños no son víctimas. Ellos mataron a nuestros familiares y amigos. Merecen morir", recoge 'The Economist' el testimonio de un líder de la oposición armada de Siria.
Llamamientos radicales de este tipo son comunes en comunidades que han sido testigos de las atrocidades cometidas por adolescentes. Otros residentes creen que los exmilitantes menores de edad que no hayan muerto en los campos de combate deben ir a la cárcel.
Unos 2.000 yihadistas menores de edad ya se encuentran en las cárceles de Irak. "La historia sugiere, sin embargo, que estas prisiones se conviertan en caldo de cultivo para la próxima generación de militantes", indica la publicación británica.
"Lejos de recibir atención especializada, estos niños informan, al ser entrevistados por activistas de derechos humanos, de que son sometidos a torturas por las fuerzas de seguridad iraquíes. Víctimas de abusos y abandonados, estos niños crecerán odiando al Estado", se escribe en el mismo artículo.
Niños 'alquilados' por 200 dólares al mes
El número exacto de menores que combate en las filas de los extremistas se desconoce. Como expone el centro de estudios estadounidense Institución Brookings citando datos de la ONU, miles de niños participan en las hostilidades formando parte de los ejércitos nacionales de siete países y 50 grupos armados en todo el mundo.
La mayoría de estos niños son varones, especialmente en Oriente Medio. Sin embargo se calcula que un 40% son chicas. Los menores de edad se han visto ampliamente involucrados en conflictos armados de países africanos. En ese continente son considerados "la enfermedad más temible".
Sin embargo, los reclutadores más activos son los militantes del grupo terrorista el Estado Islámico. Bajo el califato terrorista, los yihadistas menores donan sangre para los heridos extremistas, patrullan las calles, vigilan yejecutan a presos, realizan ataques suicidas con bombas, atraen a las filas extremistas a otros niños, etc.
La organización terrorista los recluta de maneras muy distintas tanto en las mezquitas como en las calles. En las zonas controladas por el Estado Islámico existen sus centros 'educativos' donde los extremistas 'crían' a sus futuros correligionarios, les obsequian con comida, bebida o chucherías, les hacen distribuir folletos de propaganda, etc.
Puesto que la mayoría de las escuelas están cerradas, los chicos que no tienen nada que hacer se unen a los militantes extremistas. Otros se adhieren a los terroristas no por volutad propia, pues les toman por fuerza o los venden sus propios padres. Una familia recibe mensualmente unos 200 dólares por cada niño 'prestado'.
El problemas de la rehabilitación
En la mayoría de casos, los niños necesitan atención. En primer lugar, los niños necesitan protegerse de la influencia de los extremistas. Por lo general, los adolescentes regresan a sus familias, pero si los mismos padres los habían entregado a los terroristas, los adolecentes son enviados a centros especiales de rehabilitación. Organizaciones benéficas como Child Soldier International tratan de ayudarlos en esta necesidad.
La etapa más difícil es reinsertarlos en una vida normal. Los adolescentes tienen difícil iniciar una nueva existencia enlugares donde muchos recuerdan las atrocidades cometidas por ellos.
Muchos niños no recurren a esa ayuda por miedo a ser detenidos por las fuerzas gubernamentales o a ser asesinados por los terroristas si desertan. Las autoridades iraquíes y sirias piensan seriamente en el establecimiento de programas de rehabilitación para los niños exmilitantes del Estado Islámico.
Sin embargo, se precisa una importante financiación para crear puestos de trabajo en países con altas tasas de desempleo y corrupción. En Occidente ya existen los mencionados programas: no hay otra opción. "Que loscachorros yihadistas de hoy no se conviertan en leones mañana dependerá en gran medida de la duración de este interés", concluye 'The Economist'.
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