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viernes, 13 de noviembre de 2020

Las elecciones estadounidenses profundizaron la división entre los votantes judíos

 

Las elecciones estadounidenses profundizaron la división entre los votantes judíos

Al parecer, la brecha entre los judíos estadounidenses, mayoritariamente de izquierda y demócratas, y los judíos israelíes, de derecha y trumpistas, se ha ampliado enormemente.

Zahide Tuba Kor   |12.11.2020
Las elecciones estadounidenses profundizaron la división entre los votantes judíosJudíos ultraortodoxos en Nueva York, Estados Unidos, el 30 de octubre de 2019. (Vural Elibol - Agencia Anadolu)

Estambul, Turquía

Por: Zahide Tuba Kor*

El activista evangélico Joel Rosenberg resumió bien la situación de los judíos en las elecciones estadounidenses el 4 de noviembre en un programa del canal de noticias israelí i24 News: “La mayoría de los judíos estadounidenses votaron por Joe Biden, y la mayoría de los judíos israelíes, así como los evangélicos estadounidenses, votaron por Donald Trump. La brecha entre los judíos estadounidenses, mayoritariamente de izquierda y demócratas, y los judíos israelíes, de derecha y trumpistas, se ha ampliado enormemente. Al mismo tiempo, los judíos israelíes y los evangélicos estadounidenses concuerdan en sus valores e intereses... Los evangélicos fueron decisivos en la victoria de Trump en 2016. El presidente Trump le dio a Israel todo lo que quería. Si gana Biden-Harris, será devastador para nosotros".

En el mismo programa, Rabbi Rachel Kahn-Troster, una activista judeoestadounidense dijo: “Estamos muy molestos y preocupados por la supremacía blanca de Trump, que raya en el racismo. Los judíos estadounidenses rechazaron con sus votos la agenda de Trump y de (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu. Nuestras prioridades son los principales problemas de EEUU, como el coronavirus, los servicios médicos, los derechos de las mujeres y de la población LGBT. Trump no refleja los valores de los judíos estadounidenses, excepto el segmento ortodoxo".

Líneas que diferencian a grupos judíos 

El comportamiento electoral de los judíos estadounidenses no ha cambiado durante décadas. Lo que cambió fue el uso de Trump de la ficha israelí como una estrategia electoral y el fracaso de los judíos ortodoxos y nacionalistas para persuadir a este grupo. Por supuesto, el único objetivo de estos esfuerzos no eran los votantes judíos, sino también los votantes evangélicos, que representan el 20% del electorado. Los evangélicos, a quienes podemos llamar cristianos sionistas, son famosos por ser "más proisrael que Israel" debido a sus creencias. 

"Dios le ha ordenado que vote por Trump porque es el guardián de Jerusalén"; esta es parte de la propaganda que se desarrolló en los círculos evangélicos. De hecho, el sionismo cristiano, que surgió mucho antes del sionismo judío, es el elemento fundamental del establecimiento y supervivencia de Israel hasta el día de hoy.

Ya sea republicano o demócrata, todos los presidentes estadounidenses han hecho de la protección de Israel la base de sus políticas en Medio Oriente. La diferencia entre Trump y sus predecesores es que su principal motivación fue la evangelización. Los evangelistas ven el Estado de Israel como una manifestación de las profecías de la Biblia y creen que el destino de EEUU está estrechamente relacionado con la nación judía. Traer al Mesías de regreso para la salvación final es su principal prioridad. Para esto, la soberanía israelí debe establecerse en todas las tierras antiguas, todos los judíos deben ser llevados a Israel y el Templo Sagrado debe ser reconstruido. Esta era la misión asignada a Trump y era esencial que fuera reelegido para completarla.

No solo los evangélicos llamaron a la oración para la victoria de Trump. Los grupos judíos ortodoxos de ambas naciones (excepto los antisionistas) también lo hicieron. Ellos esperan su mesías del linaje del profeta David y le atribuyen a Trump un papel importante en la salvación divina. Los comentarios de los rabinos ortodoxos a favor de Trump, a pesar de no ser religioso y tener una vida privada llena de escándalos, revela la manera en la que él es percibido.

Aunque esta retórica y las acciones de Trump atraen a los votantes evangélicos o a los judíos ortodoxos, está claro que no tiene efecto en la inmensa mayoría de judíos estadounidenses. Solo el 21% de ellos votaron por Trump y el 77% votó por Biden en las últimas elecciones. En 2016, el 24% votó por Trump y el 71% por Clinton. Entre los judíos israelíes, el apoyo a Trump es de alrededor del 70%.

Los judíos estadounidenses han estado en la línea demócrata desde la década de 1920. Hagan lo que hagan, los republicanos no pueden llevarlos a la derecha porque el 90% de los judíos no ortodoxos en el país está firmemente ligado a la cultura liberal moderna. No ven la salvación en el mesías, sino en el individualismo liberal; consideran a EEUU su "tierra prometida". Temen tanto a los republicanos de derecha como a los cristianos evangélicos. Ven a Trump como "un líder autoritario odioso que alienta directa y deliberadamente a los nacionalistas blancos y antisemitas". Debido a su experiencia histórica en Europa, consideran que la extrema derecha eventualmente dará lugar al racismo y al antisemitismo. Siempre están al frente de la lucha por los derechos civiles en EEUU para tener una sociedad más tolerante, pluralista e igualitaria.

Israel está en una línea muy diferente. Aunque los sionistas fundadores diseñaron un Estado laico de izquierda, sin ideologías socialistas o liberales, con el tiempo aumentó el área de la autoridad religiosa ortodoxa y, con la influencia del sistema político fragmentado, los partidos conservadores jugaron un papel activo en las diferentes administraciones. La política israelí, en la que la extrema derecha de antes se ha convertido en el "centro", contrasta radicalmente con las tendencias políticas de los judíos estadounidenses.

El apoyo de Israel a Trump no se basa solo en los intereses religiosos, sino también nacionales. Según un estudio de PEW, con sede en EEUU, 49% de los judíos estadounidenses son liberales, 29% son moderados y 19% son conservadores; 55% de los judíos israelíes son de centro, 37% de derecha y 8% de izquierda. En ambos países, los judíos practicantes se encuentran más a la derecha y los seculares más al centro o a la izquierda.

Ver también: Joe Biden y el regreso de Estados Unidos al multilateralismo

Preferencias electorales de los judíos en EEUU

Según una encuesta del Comité Judío Americano (AJC), las prioridades primarias y secundarias de los judíos para las elecciones fueron: COVID-19, salud, economía, relaciones raciales, crimen y política exterior. La tasa de quienes mencionaron a Israel fue de solo el 5%. Las encuestas de J-Street, una organización de cabildeo liberal pro-Israel, revelan que esta lista de prioridades es muy similar a las anteriores. Para el electorado judío liberal las elecciones individuales (en materia de aborto y los asuntos sexuales) es más importante que el apoyo a Israel. Esto muestra que este grupo pone al nacionalismo estadounidense en primer plano, en lugar de al judaísmo, en las urnas y en la política.

Según una encuesta de J-Street realizada en 2018, 25% de los judíos estadounidenses aprobaba el desempeño presidencial de Trump, el 67% apoyaba el acuerdo nuclear con Irán, el 83% estaba de acuerdo con una solución de dos Estados entre Palestina e Israel, y solo el 23% apoyaba la construcción de nuevos asentamientos judíos ilegales en toda Cisjordania. Esto demuestra que en este grupo las políticas de Obama-Biden son populares, en contraste con las de Trump y Netanyahu.

La falta de prioridad dada a Israel por parte de los judíos estadounidenses en las elecciones no debe ser leída como parte de intereses personales egoístas, ya que estos votantes son conscientes del apoyo incondicional de EEUU a ese Estado. No hay duda de que Biden es tan pro-Israel como Trump y no cambiará a un paradigma completamente diferente en la política de Medio Oriente. La principal diferencia es que Biden no mirará a Israel desde una perspectiva religiosa. Si uno lo mira desde el exterior, es “desnudar un santo para vestir otro”. Sin embargo, desde Israel se ve como una Nakba (Catástrofe) debido a que Biden tiene la intención de volver al acuerdo nuclear con Irán y de suavizar las sanciones, así como de retomar la política clásica estadounidense al no apoyar el llamado Acuerdo del Siglo. Y además existe la posibilidad de que restablezca las relaciones diplomáticas con Palestina.

*Zahide Tuba Kor es investigadora en el campo de la política de Medio Oriente. Se especializa en la historia de las religiones y sectas, y en la política exterior turca.


**Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.

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