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jueves, 3 de diciembre de 2020

¿La lengua mexicana, romance del castellano. Comentario a “Correcto e Incorrecto” de Jorge Volpi”.

 

¿La lengua mexicana, romance del castellano. Comentario a “Correcto e Incorrecto” de Jorge Volpi”.





Dedicado a la RAE.  

El escritor Jorge Volpi,  publica en su columna de Opinión el sábado 6 de abril del presente del Periódico Reforma, varias reflexiones sobre lo Correcto e Incorrecto en el uso del lenguaje y entre otras premisas menciona que “la lengua española tiene un sustrato discriminatorio” y se pregunta ¿Qué se puede hacer, para corregirlo o enmendarlo?  

Apunta, una observación muy afortunada, “la lengua es de quién le habla”, señala lo que desde mi punto de vista puede representar un buen deseo, ya que plantea que “hay que educar a los ciudadanos, desviarlos de la discriminación no solo de la lengua, sino de la vida”. Sugiere “privilegiar la empatía hacia los grupos tradicionalmente discriminados sin llegar al victimismo”

Recomienda, visibilizar a los invisibles, no censurar a quienes se obstinan en preservar los rasgos discriminatorios de la lengua.

Termina, haciendo mención a lo que también, puede ser otro buen deseo, “cada hablante sea consciente de los usos discriminatorios que emplea, sin perder de vista la claridad de la lengua”.   

Creo que Jorge Volpi, toca un tema básico como fundamental, para comprender por que razón(es), el castellano, que se habla en México, borda hacia las preguntas que se hace, él mismo y de suyo, la lengua mexicana, resuelve algunas de ellas. 

En México, cada palabra es diferente al uso del castellano (Véase María Moliner) que se habla en España, son diferentes los hablantes, como las circunstancias en las que se utiliza la lengua, diferentes raíces lingüísticas e historia, múltiples sustratos culturales, distintas  geografías, climas, productos, comida, razas, vecinos, ambiente civilizatorio, modismos,  etcétera etcétera.   

Consecuentemente, uno de los resultados en el uso de la lengua en México, es la ambigüedad cotidiana como  estructural, léase las leyes, el NO pero SI, o bien, el  SI pero NO, como se puede apreciar en la educación por la ambigüedad de la redacción del Artículo 3º y en la economía, por el anacrónico, "Derecho de Tanto", contenido en el Reglamento Agrario del 27 Constitucional; país donde seduce, el doble sentido, existe el triple o múltiple  significado de una expresión que, en Castilla, solo tiene un significado, uno solo; en iberoamérica, surgen múltiples como diferentes modismos para una misma expresión; el llamado "ladinismo", aparece en el colonialismo, justo como forma de defensa, contra el estado de dominación, se yergue empoderado y reina el albur falocrático.


Solo a título de ejemplo, es inevitable traer a colación a la Tallerista y Difusora de la Cultura Popular Mexicana, quien falleció recientemente,  Lourdes Ruíz, conocida mejor, por ser "La Reina del Albur” o “La Verdolaga Enmascarada”, fue ganadora del “Torneo del Albur en la CDMX”; heroína local,  figura que no pudo haberse dado en otra parte, si no en el llamado “Tepito”, poligonal urbano ubicado en la Colonia Morelos al norte de la CDMX, localizado en la parcialidad de Tlatelolco, uno de los últimos sitios de resistencia en la batalla ante el ejército hispano-indígena, capitaneado por Hernán Cortés. De ahí, el origen del nombre,  "Si viene la tira, Yo "te pito".   





Incluso Confucio como Jorge Luis Borges se han referido al uso del lenguaje, con 26 siglos de distancia entre ellos, casi de la misma forma: el primero dice que “el que no entiende el significado exacto (unívoco) y preciso de las palabras, no puede entender a su semejante; el segundo, por su parte se refiere a lo mismo diciendo, que “no existen los sinónimos”.

¿Podría ser diferente el resultado en México?

Sería prolijo analizar, palabra por palabra, sentido por sentido, más con aquellas palabras con raíces en náhuatl o alguna otra lengua americana,  sin embargo, nada más para enmarcar el cuadro conceptual que propongo, señalaré que tendríamos,  no solo que referirnos a actividades, productos  autóctonos, que no existían en Europa en el siglo XV; sino también que, la lengua en México y sin duda en Hispanoamérica, es el resultado de la fusión de culturas vivas que se encuentran y sobreviven a través de sus idiomas, como puede ser el horizonte del náhuatl, del maya, purépecha,  zapoteca o el huichol, por citar los grupos lingüísticos originarios más sobresalientes de meso América y que más peso tienen en el desarrollo de la lengua mexicana, sin desmedro de los "otros", múltiples inmigrantes de diversos continentes y razas, que este país ha recibido así como influencias de todo el mundo. En México, a esos grupos, nunca se les ha “invisibilizado”, como señala Volpi, ya que siempre han estado ahí, no hubo des encuentro con todos...siempre se ha hablado e ínter-actuado, considerando recíprocamente, no solo ¿quién habla?, sino también, ¿quien escucha? Palabras que tienen un significado especifico y unívoco en Europa, en el castellano americano, presentan múltiples significaciones, donde el mexicanismo mas exuberante, es la raíz chingar, que por cierto, da origen al "chingoles",  el cual no es de origen náhuatl, ni castellano, sino de voz africana, de origen bantú  "singa" (Corominas, , Pascual, , Pessoa y García de León), que se introdujo en México por la zona al sur de Acapulco Guerrero, que Lúcas Alamán denominó "la costa chica", entonces, “costa-chiquense”; ello fue expuesto el 29 de  abril de 2016, por el etnólogo Jorge Arturo Sánchez Motta, DEAS-INAH; creemos que dicha expresión, es el ejemplo más acabado en México, de la multiplicidad de sentidos para una misma expresión, que hace al mexicano, completamente diferente del castellano.

Quizás el sesgo de la presencia de lo múltiple, “lo diferente” sea lo más significativo en la lengua en México, considerando el racismo histórico, heredado de Europa, por la vía Castilla-Aragón.      

En el caso del uso del diminutivo en México, de manera opuesta al castellano, es utilizado para lo querido, lo reverencial, viene del sufijo náhuatl tzin, en cambio en Castilla, el sentido es justo lo opuesto, es minimizante, des-estatutizante, ejemplo de ello, pueden  ser expresiones como Hermosillo, Campillo, Calvillo, chaparrillo, Saltillo, lepillo, etc, que suenan con un dejo minimizante. Será a esto lo que se refiere Jorge Volpi?

En México, “Diosito”, diminutivo de Dios, no es por que sea “chiquito”, decía el gran mexicanista de origen italiano, Gutierre Tibón, se dice así, por que es “bendito, querido, reverencial”, etc. Ese tratamiento se extiende a la comida, que es “bendita” y por extensión a una forma de expresión.  El caso de Malitzin, suerte de “Marinita”, nos dice Lucas Alamán, es por 2 motivos una corrupción de la locución Marina: el primero implícito, ya que en náhuatl no existe la letra “R”, como en el castellano; si, en purepecha.  El segundo, explícito, por que llega a ser tan importante esta traductora que por estar entre los indígenas centales hablaba maya, pero de origen era nahuatlaca, quien llega a ser prácticamente el cihuacoatl de Hernán Cortés,y éste a su vez (a) el “Capitán Malinche”, que contiene el sufijo tzin (deformado en che), como reconocimiento a su importancia social, forma comedida de mencionarle y tratarle de cerca, de quién fué the our  mexican bilingual first lady; nôtre premiere dame.

Otro caso significativamente diferente es el uso de la voz Cabrón, que es una expresión netamente del mundo medieval europeo, significa dentro del "Concepto del Honor en la Sociedad Mediterránea", comentado en un seminario realizado en Burg Wartenstein, Alemania, 1958,  (G. Peristianny, Pitt Rivers, Julio Caro Baroja, Pierre Bordieu, etc) en el origen, “el que permite la infidelidad de su mujer”; los grabadores Goya y Doré, han dibujado y pintado al chamán con una máscara de chivo, presidiendo el baile indecente del "akelarre". Por ello, los cuernos, tienen una connotación primaria fálica, sin ninguna ambigüedad, muy específica,   y demoníaca, en segunda instancia.


Francisco de Goya. Aquelarre
Gustave Doré. Sabat


El Gran Cabrón. 
Francisco de Goya.

Relato: En algún momento en un  diálogo entre un castellano y un mexicano, el segundo le espeta al ibero, “lo que sucede es que Yo soy muy cabrón” (él quiere decir de arrojado, de temer, logrero, valeroso, hombre de honor, etc.), a lo que el otro le responde: bueno, que conste que !eres tú, quien lo dice¡

En México el sentido final que puede tener la expresión cabrón, es diferente al castellano original, se acerca más a la de un logrero pragmático amoral, que es capaz de hacer hasta una “cabronada”, que en el sentido original, sería aquella acción o dicho que atenta contra su propio honor, su propia dignidad; en el caso del mexicano, le hace o dice, con tal de alcanzar algún objetivo. Se dice de él, “Es tan cabrón, que puede vender a su madre”.   

Sobre el gentilicio de Ciudad de México.


En la disquisición que se esta presentando o permanecerá in perpetuum, sobre ¿Cuál es el gentilicio "oficial" de la Ciudad de México? vale la pena agregar que podría  ser mexiquense, sin embargo ya lo es, en el Estado de México; también, podríamos decir mexicano, sin embargo ese ya es el gentilicio de toda la República. Por lo tanto, se puede observar que el de “mexica”, es el más distintivo, original, adecuado, como de mayor prestigio, orgullo y abolengo en la historia de esta toponimia.  

México es un acrónimo, que viene de la lengua Náhuatl, "lengua suave" y se divide en tres partes: Metztli, que significa luna, y xiclti, que significa ombligo, y el locativo Co, se ha dicho por el islote de Santiago Ixcuintla, Nay. por donde pasaron en la larga migración, o bien, por la cuenca en la que les asentaron empujados en una suerte de "reservación wasp norteamericana", por las contrastantes circunstancias culturales con los pueblos neolíticos, comarcanos del lago; por lo tanto, México significa etimológicamente “en el ombligo de la luna”. 

Se habla de la República Mexicana, a partir de la Constitución de 1917; anteriormente, se escribía con la letra "J" del latín, Méjico, en castellano, tan diferente de la "X" México, del náhuatl; como la España austriaca de la Hispania latina;  en todas sus modalidades, el uso de la "J", en México, es una voz filo criolla, vg: América Mejicana, por Morelos, Imperio Mejicano, por Iturbide; Nación Mejicana, Constitución de 1823, República Mejicana, Constitución  de 1857; Imperio  Mejicano 1863-1867.


La pronunciación Méjico, es de suyo, una corrupción de la voz original México, como le ha pasado a Tlapalli vs tlapalería, Cuahunahuac, lugar cercano a los árboles vs. Cuernavaca; Vitzilopochco, templo de Huitzilopochtli vs. Churubusco o Malitzin vs. Malinche.  En la Constitución de 1917, se corrigió esta corrupción, al menos en la forma de escribir México, con la "X" del náhuatl, no del latín. Sin embargo, el equipo local, quedó habituado a pronunciar y leer Méjico; se requiere ser extranjero, para leer bien México. Los green-gos pronuncian "Mexicou", los Europeos, Meshico.

Los papas como Juan Pablo II y/o Francisco, como la mayoría de los extranjeros, pronuncia bien México, óigase "Meshico", pero hay que reconocerle, los mexicanos en general, no están acostumbrados a pronunciar bien  la letra "V" labio-dental, "V chica o V de vaca",   como la "X" (sh), aqui hay cierta inercia decimonona o bien cierto snobismo para pronunciar bien. En París, a los becarios mexicanos recién llegados, en proceso de socializar, los colegas colombianos, les saludan en forma de chanza, diciéndoles, !hola, que pasó mi bubulé¡ por la forma tan característica, conocida, como recurrente, en que pronuncian los mexicanos recién llegados, la interrogante a una dama, a 
modo de propuesta:  vous voulez...


La declinación  en latín de la letra "S", hacia la "X" y de ésta a la "J" como puede presentarse en Simón Pedro, Simeón, Ximeno, Jimeno (a); o bien, de Suárez a Juárez,  Alexandro a Alejandro, se presenta en la lengua castellana, que es lengua romance del latín, con la irrupción del islam en Europa; sin embargo, la "X" de México proviene del náhuatl, como lo es, la X de Xochimilco, o de Xola, que no se pronuncia "Jochimilco, ni Jola". Podemos decir que lo que se habla en Castilla, es Latín? o en México, es Castellano? Creemos que ambos son derivados de ambas lenguas.



No deseamos omitir que la terminación "eño (a)" que se utiliza para los sustantivos comunes, y que la Real Academia Española da al gentilicio de Madrid,  Madrileño, observamos que es aplicable al gentilicio de Méjico, que vendría siendo “Mejiqueño” y que quiere aplicar a México como mexiqueño, que se ha usado ya, para un cierto chile colorado del altiplano; como la RAE, utiliza “abajeño”, para lo o los de tierra baja, el bajío; creemos en general que, las reglas en lengua castellana, son diferentes a las voces con raíces del náhuatl. Si México, no es independiente en sus reglas lingüísticas, sigue siendo en alguna forma, un país con una realidad lingüística vigente, propia del colonialismo.  

De manera particular la terminación “eño(a)” en México, mayoritariamente, se utiliza para sustantivos comunes, a voces como  taxqueña (o), tlalpeño, tuxpeño, Oaxaqueño, tampiqueña, etc., podría ser más es más bien, utilizada (o) para las cosas o animales léase "chihuahueño", hoy también Chihuahua, “versus el gentilicio chihuahuense; la plata y la avenida es taxqueña, versus el gentilicio tásquense; el caldo de pollo con chipotle y verdura, es tlalpeño, versus el gentilicio tlalpense; los huaches, son unos chiles colorados en el origen, del altiplano despótico militarista, de ahí guacho y guaches (soldados) en el norte y en el sur; los tamales y el mole, son oaxaqueños, versus el gentilicio oaxaquense; filete tampiqueña, versus el gentilicio tampiquense, etc.   

Del "Más Valer" a "Cristiano Viejo" ser.

Volviendo a la interrogante que plantea Jorge Volpi, de que ¿si “podrá el lenguaje dejar de ser discriminatorio” y pasar a ser políticamente correcto?  Me parece que la lengua castellana en la península ibérica (nombrada así por los griegos) o en las hispanias (romanas), o el Al-Andaluz (Musulmán) o la católica España,  llegó a ser lo que es, en medio de un “proceso civilizatorio”, como le ha expuesto Julio Caro Baroja y Julian Pitt Rivers, de manera magistral en "El Concepto del Honor en la Sociedad Mediterránea"  (Ed. Labor 1968, Madrid, España) por lo que, tengo la impresión que será difícil que deje de tener atributos "discriminadores" como,  minimizantes, si no es que imposible, pues este proceso, ya milenario, tiene una honda raíz antropológica, desde el mundo prerromano, romano, la baja edad media, ya que tiene una base conceptual  que nos hace recordar la expresión discriminatoria de los “cristianos viejos”, expresión que releva al “más valer” gótico, del honor medieval tempranero (Caro Baroja), que se transforma, para la convivencia civilizada, en aquellas ciudades de Al-Andaluz, que se desarrollaron a lo largo de 6 a 7 largos siglos de "la edad de oro del islam" en el territorio sur de las antiguas hispanias romanas, donde convivieron 3 religiones como la judía, el islam y la cristiana; dicha expresión, permitió “reducirneutralizar, suavizar,  por medio del uso de este mito, los conflictos tribales rurales y las soluciones propias de los grupos armados a caballo; para, de esta manera, justificar los beneficios y jerarquías del poder de la religión, en el estado secular cristianizado.  

En el origen, ¿que es lo que hace que se hable ya no de Latín, sino de "lenguas romances" en Europa? No puede deberse a otra cosa, que la presencia musulmana, que insufló raíces muy importantes al latín, de las lenguas europeas. El castellano, es una lengua romance del Latín. Si esto es correcto, y lo es; entonces, la evolución del castellano entre el siglo VII y el XIV, no puede ser el mismo latín romano. Ese es el planteamiento que propone que: La "lengua en México", por extensión, es una lengua romance del castellano y, seguramente, para el resto de la América ibera, multicultural y multilingüe.  


Guerrero de la "Orden de Santiago" 
siglo VIII.


La Peste Bubónica y la discriminación por sistema.

También hay que mencionar la gran epidemia de la peste bubónica de los siglos XIII y XIV, que diezmó, dependiendo del tiempo y del espacio, entre el 40 y el 70% de la población y que tuvo un gran impacto en todo lo subsecuente; se convierte por derecho propio en el "big bang" del renacimiento y que va a explicar, entre muchas otras cosas, la discriminación del otro; los renacentistas a los medievalistas. El magnífico Lorenzo de Medicis despreció a "El Príncipe· de Nicolás Maquiavelo, obra cumbre del absolutismo en Europa por ser un medievalista;  se culpó a los judíos del "envenenamiento de los pozos", se persiguió a gitanos que venían de la india, no supieron sino hasta finales del siglo XIX, que fueron las pulgas de las ratas, las que trajeron la peste...En toda Europa, "se quemaron miles de brujas", como puede estar sucediendo, en numerosos países del trópico en pleno siglo XXI, donde el "pensamiento mágico" aún impera. La  corretiza brujeril de la alta edad media, en el caso que nos ocupa, escondía el propósito de limpieza étnica; el Vaticano, que entonces era la gran autoridad en Europa, prohibió los baños públicos, por considerarlos "fuente de contagio", se inventó "la inteligentísima utilización del demonio", para asociar su imagen a "los otros", a todos los diferentes y se construye la devoción de Notre Dame, inmortalizada por Miguel Ángel, a sus 24 años, creando el gran bálsamo emocional de la gran Dama, quién en su lenguaje no verbal, está diciendo Yo también perdí a mi hijo.  


El Triunfo de la Muerte.
La Peste Bubónica. 
Pieter Bruegel, El Viejo 1562-63.
Notre Dame.  
La Piedad, Miguel Ángel 1498-1499

La "Gente de Razón", en Nueva España.

Todo lo anterior, guarda su equivalencia en Nueva España con el concepto de la “gente de razón”, para el sustrato colonizador, que no dejó de sorprenderse por la limpieza e higiene de los naturales del altiplano en plena pandemía de viruela..., concepto que se utilizó después del establecimiento del poder de la corona de Castilla-Aragón, para articular y operar en una sociedad muy compleja, por lo que va a reproducir, la discriminación europea en las colonias del "cristiano viejo", con la misma lógica; este concepto, se encuentra hoy en desuso, pero, como muchas cosas que han dividido a sociedades y naciones, como muros, bloques, pueblos, barrios, castas, clases y/o estratos sociales, sobreviven en la memoria colectiva…

En "Nueva España", homólogamente con las "24 epidemias" de: cocoliztlisarampión y viruela, que se desataron entre la población natural; la cual, con 25,000 años de separación del resto de la población, de los otros continentes, al pasar por Behring,  no tuvieron las defensas naturales, como el conocimiento médico para tratarles, que tenían los castellanos y que diezmó, empezando por Cuitláhuac, entre el 85-90% de la población entre 1519 y 1570, disminuyó entre 20 y 30 millones a tan solo 2 millones; depresión demográfica, que, homólogamente que la devoción de Notre Dame en Europa, también generó, junto con las grandes inundaciones de la época,  la construcción de la devoción por Santa María del Tepeyacac, la cual después mutó, en honor a la devoción que tenía Hernán Cortes por Santa María de Guadalupe, en Extremadura que dependía de Castilla, al bautizar a la sierra donde está el Tepeyac, como sierra de Guadalupe.  

EPIDEMIAS.
Ruina de México-Tenochtitlán siglo XVI.

                   Viruela y Salmonella     Cocoliztli y Sarampión





Palabras Finales.

Podrá el lenguaje en la actual "España", como le señala Jorge Volpi, evolucionar, a que sea "políticamente correcto", "que los hablantes se concienticen de los sustratos discriminatorios y le puedan modificar"? 

Me parece que, sigue y seguirá siendo un buen deseo, ya que el lenguaje, como la moneda al comercio, no inventa la rivalidad (G, Bataille), sino que le refleja; aún no ha pasado el tiempo suficiente, para que la España contemporánea, lo pueda hacer o evitar; pese a ello, la lengua que se habla en México, ha evolucionado y presenta  múltiples diferencias, como  diversas respuestas  a sus interrogantes; representa la lengua en México, una salida, una propuesta, que obedece a sus propios sustratos culturales, a su propio proceso civilizatorio, des colonizador; donde, como el Latín original, en las hispanias romanas, no nada más ha participado en la formación de los romances, sino también el sefarad, el berebere o el omeya nor-africano; no es un aspecto que se pueda limitarse a un buen deseo o dejarle inercialmente a los alcances de las prácticas literarias. 

La política, la economía como la sociedad, hacen que surgen nuevas "rivalidades" en los términos de G. Bataille, que a su vez, generan formas de lenguaje discriminatorioretóricas políticas y diplomáticas, que reflejan diferencia e intereses de todo género, como puede ser entre muchas otras, en la actual transición política mexicana: "pehediondo" versus "fifi"chontal (extranjero) vs mexica, mocasín vs huarache, "fascistas vs comunistas", liberales vs centralistas-estatistas, izquierdas vs derechas, o como señaló en el Universal el 19-05-2020, José Woldenberg, aludiendo al "retorno de los brujos"; entre la ilustración y el oscurantismo (estampitas y coronavirus);   que de suyo, es motivo de un largo espacio, pero que también forman parte de un proceso de uso del lenguaje "discriminatorio y vanalizador", reflejo de la retórica propio del conflicto político, como de la dialéctica de clases sociales que se presenta en el proceso civilizatorio de la 4T en México de la segunda década del siglo XXI.

Algo si es muy cierto:   "La lengua es de quien le habla"


PD Aquí el link del artículo de Jorge Volpi en Reforma.

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